El viejo
Mil perdones por no haber podido escribir antes, ando ocupadilla jijijijijijijiji. Ya no tengo el tiempo para hacerlo así que serán más espaciados pero intentaré seguir publicando. Aqui esta mi siguiente relato:
Ese viejo me había poseído de manera enloquecedora. Durante la noche soñaba que él me poseía, me hacía suya salvajemente sometiéndome, penetrando mi ano mientras yo gritaba su nombre. Al despertar sobresaltada, mi conejito palpitaba enloquecidamente y estaba a mil, sudaba y necesitaba sexo. Fui al baño tomando mi consolador para meterlo mientras gemía suavemente pensando en ese viejo hasta venirme de manera increíble y volvía a costarme un rato más.
Cada noche se repetían esos sueños eróticos al grado de haberme despertado totalmente empapada producto de la excitación. Al la mañana siguiente, las sensaciones en mi cuerpo me recordaban cada embestida y mi conejito palpitaba deseando otra sesión de sexo con él.
Cuando mi esposo se iba fui a despedirlo en la puerta, iba con mi baby doll y mi tanga sin bra. Como era muy temprano no me preocupé que alguien me viera despedirlo. Nos besamos antes de que se fuera y mientras lo hacíamos pasaron los albañiles que trabajaban en la casa de al lado, mi esposo les daba la espalda y no se dio cuenta que pasaban y que me lanzaron besos y me miraban con lujuria.
Apenas se fue mi esposo entré a bañarme, mientras lo hacía, los albañiles me miraban desde el techo vecino y me tronaban besos, mirándolos les mande un beso y saqué mi lengua mirando sus bultos relamiéndome de saber que vendrían en un momento ya que había dejado la puerta del patio entreabierta.
De repente los vi desaparecer y empecé a excitarme. Apenas alcancé a escuchar en unos instantes cuando entraban a mi habitación. Entonces, la puerta del baño se abrió y descorrieron la cortina ya desnudos, sus cuerpos gruesos y velludos me produjeron una excitación intensa, pero ahora no venían solos, traían otro hombre con ellos, alto, grueso, con un enorme pene de cabeza rojiza, grueso y todos con sus penes totalmente erectos …
-¿COMO VES A LA ZORRA QUE NOS ESTAMOS CULEANDO COMPADRE? ¿VERDAD QUE ESTA BUENISIMA?
-¡ESTA BUENISIMA! ¡QUE CULO Y QUE TETAS SE CARGA LA PUTA!
Al ver a ese hombre desconocido intente cubrirme con las manos, pero los otros dos se abalanzaron sobre mí sujetando mis manos contra la pared y el viejo se hincó buscando mi conejito con su lengua, intenté cerrar las piernas mientras el otro me tapaba la boca para que no gritara, pero como no me dejaba abrió mis piernas a la fuerza y puso una sobre su hombro y la otra igual dejándome a su disposición.
Entonces su mano comenzó a masajear mi clítoris mientras su otra mano buscaba mi ano hasta conseguir meter un dedo -¡HHMMMMMM!- Gemí ahogadamente y entonces su lengua comenzó a lamer mi puchita, a succionarla provocando que se comenzara a humedecer por la tremenda excitación con que mi cuerpo reaccionó a pesar de que yo quería soltarme y escapar.
Los otros 2 que me sujetaban lamían mis pechos y mi cuello, luego, al ver que ya no forcejeaba soltaron mi boca y metieron sus lenguas en ella, me tenían totalmente sometida, sus bocas lamían la mía y mis pechos -¡AAAHHHH, AH, AH!- Me volvían loca sus lamidas. Su compañero invadía mi ano metiendo hasta 3 dedos a la vez mientras se comía mi conejito y los otros succionaban salvajemente mis pezones haciéndome gemir intensamente mientras con su manos libres y su lengua recorrían mi cuerpo.
Yo solo cerraba mis ojos dejándome hacer. Entonces tuve mi primer orgasmo en la boca del viejo desconocido ante la cantidad de placer que su lengua me daba. Cuando vieron como me estremecía víctima del tremendo orgasmo me sujetaron y me llevaron a la cama escurriendo agua para acostarme y ahora sus manos me recorrían toda, la regadera se había quedado abierta y el sonido del agua corriendo me excitaba aun más, entonces uno de ellos volvió a lamer mi clítoris, a succionarlo salvajemente mientras el viejo desconocido metía su lengua en mi boca.
Pero el otro no me tocaba y abrí los ojos para ver porque no lo hacía, estaba de pie a un lado de la cama con una video cámara filmando lo que sus amigos me hacían, filmando como se comían mi concha y mi boca mientras sus manos subían hasta mis pechos para amasarlos cachondamente.
Solo ver eso me puso más caliente de lo que ya estaba. Lamía mi conejito locamente y yo gemía ahogadamente viendo a la cámara hasta que me arrancaron otro orgasmo, ahora empezó a subir por mi vientre lamiéndolo hasta llegar a mis pechos para morderlos y chuparlos salvajemente mientras yo sujetaba los penes de los otros 2 masajeándolos. Luego, puso su cuerpo sobre el mío sujetando mis manos a ambos lados de mi cabeza mientras mordía mi cuello y mis labios lamiendo mi lunar.
Uno solo contemplaba la escena y el otro seguía filmando masajeando ambos sus penes totalmente excitados, luego, filmó como el viejo desconocido fue acercando su pene hasta ponerlo cerca de mi boca y yo con la punta de mi lengua lo tocaba, su compañero volvió a mi conejito y el viejo metió su pene a mi boca mientras filmaban como lo metía y sacaba, así, mientras uno se comía mi conejito el otro disfrutaba de mi boca.
-¡MMMM, ERES UNA PUTITA MALA!
-¡MMMMMM! ¡AAAHH, AH, AH!
-¿QUIERESMAS DE TU RICO DULCE MAMACITA?
-¡SI, SI, SI, DAMELO TODO PORFA!
Entonces sujetando mi cabeza lo metía y sacaba más violentamente, me estaba follando salvajemente.
-¡TEN ZORRA, COMETE MI VERGA!
-¡MMMMM, MMMMMMM!
-¿QUIERES COJERTELA COMPA? ¡TE CEDEMOS EL PRIVILEGIO DE MONTARLA PRIMERO! ¡JAJAJAJAJAJAJA!
Su amigo ya había conseguido arrancarme otro tremendo orgasmo otra vez mientras éste me follaba por la boca. Entonces la sacó y acostándose este viejo que ni siquiera sabía su nombre me dijo -¡MONTAME PERRA! – Me excitaba que me trataran así, así que sumisamente le obedecí, me tenían en sus manos, lentamente subiéndome arriba de él de frente guie su pene a mi conejito y fui bajando hasta clavármela toda y entonces sujetándome de las caderas empezó a embestirme arrancándome gritos de placer.
La clavaba brutalmente, sentía como esa barra candente entraba y salía enloqueciéndome. Su amigo no se quedó quieto, mientras filmaba subiéndose a la cama puso su pene en mi boca y continuó follándomela. Pero el que estaba libre no se quedó quieto, se colocó detrás de mí poniendo su pene en mi ano, me iba a encular, entonces el viejo se detuvo y me forzó a inclinarme y entonces el otro metió su pene en mi ano lentamente, solo sentirlo abrirse paso me provocó otro orgasmo, entonces, ya penetrada por mis 3 agujeritos volvieron a arremeter acompasando sus embestidas, mis gemidos ahogados llenaban la habitación.
Me arrancaron otro orgasmo, ahora, cambiaron de lugar y entonces el de la boca fue a un buró y puso la cámara allí para que siguiera filmando lo que los 3 me hacían y continuaron sometiéndome a sus deseos luego se fue a mi ano y me la calvó lentamente para acompasar el ritmo a su compañero, haciéndome suya de manera intensa.
Y mientras lo hacían, el de atrás lamía mi espalda, mi cuello y mordía mis orejas y el de abajo se comía mis pechos mientras con sus manos sujetando firmemente mis caderas guiaban el ritmo de la cogida y yo sujetaba el pene del otro con mis manos masajeándolo. Lo único que se escuchaba eran mis gemidos producto de los brutales orgasmos que me arrancaban, sus bufidos y el chaca chaca de las penetraciones.
Es difícil describir todo lo que me hicieron, solo sé que me penetraron como quisieron, me dejaron totalmente adolorida de mi conejito y mi ano de tantas veces que me penetraron, tantas sensaciones me despertaron que es imposible describirlas.
Entonces, viendo que ya iban a terminar me arrojaron a la cama y poniéndose uno a cada lado de mí se masturbaron hasta que sus penes estallaron llenando de semen mi cuerpo, cada gota de semen, al contacto con mi piel me quemaba, al terminar acercaron sus penes a mi boca para que los limpiara mientras el viejo desconocido puso su tremendo pene en mi concha y poniendo mis piernas en sus hombros me la clavó toda para embestir violentamente y cuando se iba a venir la sacó para arrojarme su candente semen en la cara..
Se levantaron y me arrojaron billetes otra vez, me hacían sentir una puta, pero me agradaba esa sensación, que me poseyeran y me arrojaran dinero como a una puta cualquiera. Luego uno de ellos fue y tomo la cámara y recorrió mi cuerpo, al llegar a mi conejito lo abrió para filmarlo, luego agarró mis pechos filmándolos y al llegar a mi rostro me dijo -¿ERES NUESTRA PUTITA? – me preguntó -¡SIP, SIP, SOY SU PUTA! – Les dije jadeando aun por la cogida tan brutal -¿Y TE GUSTA QUE TE METAMOS LA VERGA MAMITA? – volvió a preguntar -¡SI, SI, ME GUSTA MUSHO! – y continuó filmando mi cuerpo desnudo, deteniéndose donde había caído semen para que se pudiera grabar bien.
Después se fueron y me dejaron tendida, estaba agotada, el olor a sexo inundaba la habitación y en mi agotamiento me quede dormida mientras ellos se vestían y se iban.
Cuando desperté era tarde, no había ido al gym en la mañana y solo me quedaría ir al spinning en la tarde, pero no dejaba de pensar en el viejo, quizás hoy lo volvería a ver. Me levanté, aun sudorosa, oliendo a sexo y pegajosa del semen que me había impregnado. Tuve que volver a bañarme, los albañiles habían cerrado la regadera al ver que me había quedado dormida.
En el spinning, antes de terminar una mujer que apenas si conocía porque era nueva se acercó a saludarme antes de bajarme de la bici, era guapa y con físico muy bien cuidado y algo madura, mientras se presentaba puso su mano sobre la mía al tiempo que su otra mano se posó en mi trasero, me dijo que no había visto una muchacha tan hermosa como yo, que desde que me vio atraje su atención etc. su mirada me indicaba que me deseaba, me excitó mucho eso, pero por el momento no me interesaba una experiencia lésbica, atendí con amabilidad su plática y me invitó a salir lo que decliné amablemente pero dejé la puerta abierta para otra ocasión.
Me metí a la regadera para bañarme antes de irme y me vestí. Pero al pasar por el parque no vi al viejo, así que seguí mi camino a casa algo triste ya que tenía muchas ganas de verlo por los sueños eróticos que había tenido con él. No me había percatado que él viejo me había visto y me seguía en silencio para ver donde vivía.
La luz mercurial estaba apagada ya que no había luz en la colonia y como ya anochecía la calle estaba a oscuras. Llegue a casa antes que él, abrí y entré y encendí una lamparita de gas con lo que la sala quedaba en penumbras levemente alumbrada, entonces sonó la puerta. –“¿Quién será?”- pensé dentro de mí y fui a ver, apenas abrí y la sorpresa me dejó paralizada ¡El viejo! Me quedé quieta totalmente sorprendida a unos pasos de la puerta y él aprovechando entró e inmediatamente me tapó la boca cerrando la puerta a sus espaldas abrazándome al tiempo que me dio dos fuertes nalgadas.
Intenté resistirme -¡NO, AQUÍ EN MI CASA NO! – pero era tarde, me tenía sometida en sus fuertes brazos y sus caricias cargadas de lujuria vencían la poca resistencia que podía oponer.
Sus manotas apretujaron mi trasero y me miró fijamente a los ojos con su mirada vidriosa, llena de lujuria, sujeto mi rostro por las mejillas y su boca se apoderó de la mía en un beso candente y mientras lo hacía sus manos bajaron y me sujetaba por la cintura atrayéndome a él hasta restregar su bulto en mi puchita.
Ese beso candente acabó por someterme y llenarme de lujuria. Me besaba locamente al tiempo que sus manos se metían bajo la blusa recorriendo mi espalda y mis pechos, amasándolos, manoseando mi trasero a su antojo, me besaba embriagándome de su aliento alcohólico, lujurioso. Entonces jadeando como un macho en celo me dijo al oído:
-¡PUTITA, NO DEJO DE PENSAR EN TI! ¡TENGO UNAS GANAS ENORMES DE ROMPERTE EL CULO!
- ¡YO TAMBIEN PAPITO!
-¡QUERIA VERTE Y METERTELA EN EL CULO DE NUEVO!
-¡PAPI, YO TE SUEÑO, TE DESEO, DESEO TU RICO PENE Y COMO ME HACES TUYA!
Entonces su boca volvió a explorar la mía con su lengua al tiempo que me bajaba la licra dejándome en tanga para amasar mis pompas libremente con sus manos rasposas mientras yo desabrochaba su camisa y su pantalón quitándoselos. Cuando escuché la hebilla golpear el suelo me estremecí por saberme sola con este macho que me haría suya.
Ahora el viejo me quitó la blusa y mordisqueó mis pezones, los lamía locamente mientras sus dedos hacían a un lado la tanga y se abrían paso buscando mi ano y mi conejito -¡AAAHHHHHH! – estaba enloquecida, encendida. Sonó el teléfono y en el identificador vi que era mi marido:
-¿Sí? – Le dije tratando de ocultar mis jadeos.
-¡Hola mi amor! ¿Acabas de llegar?
-¡Sip! Acabo de llegar del ejercicio mi amor.
-¡Se nota, te oyes agitada!
-¡Sip! ¡Nos pusieron mucho ejercicio! – Le dije mientras el viejo seguía metiendo sus dedos en mi vagina y ano lengüeteando al mismo tiempo mis pechos lo que me hacía jadear ligeramente pues al sentirme sometida por ese viejo mientras hablaba con mi esposo me excitaba mucho.
-¡Pues se oyen muy excitantes esos jadeos!
-¿Te gustan mi amor? ¿Quieres que gima para ti?
-¡SI!
Aprovechando eso di rienda suelta a mis gemidos que me provocaba el viejo:
-¡AAAHHHH! ¡AH, AH, AH, AAAHHH!
-¡MAMITA, ME VAS A HACER VENIR, TENGO UNA ERECCIÓN COMO A TI TE GUSTA!
-¡¡¿¿SSIIIIIIII??!! ¡AAAHHH!
-¡QUE RICO SE OYEN TUS GEMIDOS! ¡CUANDO LLEGUE TE VOY A COGER MI AMOR!
-¡TE ESPERO PAPI!
Y colgué… Entonces el viejo me llevó a la mesa y me sentó, poniéndose entre mis piernas las puso sobre sus hombros y su lengua se metió en mi puchita, lamía desesperado, mientras acariciaba mis piernas, entonces me acostó boca arriba y poniéndose entre mis piernas sujetándolas por los tobillos y abriéndolas totalmente empezó a restregar su pene paseándolo de mi concha a mi ano, volviéndome loca -¡YA PAPI, DAMELA, NO SEAS MALO! – le dije enloquecida.
Pero él seguía torturándome, a veces se detenía en mi concha y metía ligeramente la punta y cuando creía que me iba a penetrar violentamente la sacaba dejando mi conejito palpitando como loco, luego la ponía en mi ano y repetía la operación, me volvía loca las sensaciones que recorrían mi ano y mi puchita, le suplicaba casi a gritos que la metiera.
Ahora la puso en mi conejito y la metió lentamente hasta la mitad y se detuvo contemplándome jadear desesperada, mientras sus manos acariciaban mi cuerpo, recorría mis piernas, mi vientre y caderas hasta llegar a mis pechos masajeándolos vigorosamente excitándome, se movía lentamente en círculos y yo sentía su pene excitarme cada vez más y sólo había metido la mitad, yo intentaba desesperadamente meter todo su pene en mi concha, pero al moverme para hacerlo él se retiraba sin dejarme clavármela al tiempo que seguía acariciándome toda.
-¡AAAHHH! ¡PAPITOOOO! ¡YA DAMELAAAA!!!
-¡NO CULONA, VOY A DISFRUTARTE AQUÍ EN TU CASA Y EN TU CAMA NALGONA!
Sentía enloquecer, ese viejo sabía volverme loca, gritaba pidiendo me penetrara ya y entonces, sin más, la clavó de golpe arrancándome un grito y empezó a embestirme salvajemente poniendo mis piernas en sus hombros, sentía sus testículos chocar en mi trasero mientras mis pechos rebotaban en cada embestida. Me bombeaba violentamente, el placer y la lujuria me volvían loca, mientras yo masajeaba mis pechos y estimulaba mi clítoris con mis dedos.
Sus embestidas me arrancaron un rico orgasmo que me hizo estremecer y él, al darse cuenta bombeó más violentamente haciéndome gritar y luego se detuvo dejándome respirar, entonces me hizo levantarme y me llevó a la alcoba y acostándome boca arriba la puso en mi ano y volvió a meterla, pero esta vez lentamente haciéndome gozar al sentir como cada centímetro de esa barra de carne entraba abriendo mis entrañas.
Cuando la metió toda volvió a arremeter salvajemente, violentamente mientras yo seguía estimulando mi clítoris y mis pechos gimiendo intensamente. Bombeaba violentamente, luego la sacaba casi toda para clavarla fuertemente, repitiéndolo varias veces para volver a arreciar el ritmo.
Luego la sacó y me hizo empinarme en la cama y volvió a clavarla en mi ano y estirando mis brazos hacia atrás repitió la culeada que me había vuelto loca, su panza rebotaba en mi trasero, me sometía a su antojo, apretaba mi ano para sentir más placer y enloquecerlo, entonces me estiró lo más posible hacia atrás para morder mi cuello y soltando mis manos me sujetó por los pechos mientras seguía empalándome por el ano, ahora su boca se apoderó de mi cuello otra vez, luego mordió mis orejas y me dijo al oído:
-¡QUIEN ES TU DUEÑO PUTA NALGONA! ¡¡QUIEN ES TU DUEÑO!!
-¡TU, TU, TU PAPITO, ME VUELVES LOCA!- le dije entre jadeos.
-¡ERES MIA PUTA NALGONA, ERES MI PUTA!
-¡SI, SI, SI, SOY TU PUTA, LO QUE TU QUIERAS, PERO NO TE DETENGAS!
Estallé en un violento orgasmo, casi orinándome, entonces cuando empezó a jadear intensamente me dijo -¡TE VOY A LLENAR DE LECHE TU CULO! – y sin más empezó a venirse en mis entrañas arrancándome otro orgasmo. Entonces la sacó y se recostó la cama y poniéndome de frente se comía mi boca y mis pechos.
-¡PAPITO, PAPITO, PAPI! – entre suspiros le decía mientras sus manos rasposas seguían recorriendo mi cuerpo desnudo, a veces me miraba fijamente con esa mirada llena de lujuria y me hacía sentir sometida, sumisa, totalmente suya. Ese sentimiento me hizo besarlo como loca y masajeé su pene logrando que tuviera otra erección lo que aproveché para montarlo, me la clavé toda y comencé a cabalgar al tiempo que me sujetaba por las caderas guiando las embestidas -¡PAPI, PAPI, PAPIII! – le gritaba ya que su pene llegaba hasta adentro mientras sus manos masajeaban mi trasero y mis pechos.
Lo cabalgué hasta que gritó -¡ME VOY A VENIR CULERA! – Y yo me quité inmediatamente poniendo mi cara delante de su pene esperando su lechita en mi boca, pero él no terminó allí, me dijo -¡TE TENGO UN REGALITO PUTA!- Y entonces tomo una almohada de mi cama y vació toda la leche que le quedaba para luego limpiar su pene en la almohada y luego acercarla a mi boca para que se lo limpiara con mi lengua, lo que aproveché para lamerla toda y mordisquear sus testículos.
-¡No la vas a limpiar ni la vas a cambiar, quiero que cuando te acuestes y tu marido se duerma la huelas para que te acuerdes de mí putita! ¡Para que te acuerdes de tu dueño pinche nalgona!
-¡Si papito, lo que tu digas!
Se acostó sobre mí y me manoseaba y yo a él besándolo aún, lamiendo sus pechos y masajeando su pene que ya había perdido su erección -¡Eres una puta muy caliente, y eres mía! ¡Tienes un cuerpazo y una carita de angel – me dijo recorriendo mi cuerpo con sus manos haciéndome estremecer nuevamente. Después se vistió, me besó y se llevó mi tanga -¡DESPUES VOLVERE A COGERTE NALGONA! ¡AHORA QUE SE DONDE VIVES TE VOY A CULEAR DELANTE DEL RETRATO DE TU CORNUDITO Y EN LA CAMA DONDE DUERMES CON EL CULONA! ¡JAJAJAJAJAJAJA!
Y si, volvería a hacerme suya, ese viejo me había seducido con su forma animal de poseerme y ahora que sabía donde vivía me tenía totalmente a su merced.
Continuará.
Mil perdones por no haber podido escribir antes, ando ocupadilla jijijijijijijiji. Ya no tengo el tiempo para hacerlo así que serán más espaciados pero intentaré seguir publicando. Aqui esta mi siguiente relato:
Ese viejo me había poseído de manera enloquecedora. Durante la noche soñaba que él me poseía, me hacía suya salvajemente sometiéndome, penetrando mi ano mientras yo gritaba su nombre. Al despertar sobresaltada, mi conejito palpitaba enloquecidamente y estaba a mil, sudaba y necesitaba sexo. Fui al baño tomando mi consolador para meterlo mientras gemía suavemente pensando en ese viejo hasta venirme de manera increíble y volvía a costarme un rato más.
Cada noche se repetían esos sueños eróticos al grado de haberme despertado totalmente empapada producto de la excitación. Al la mañana siguiente, las sensaciones en mi cuerpo me recordaban cada embestida y mi conejito palpitaba deseando otra sesión de sexo con él.
Cuando mi esposo se iba fui a despedirlo en la puerta, iba con mi baby doll y mi tanga sin bra. Como era muy temprano no me preocupé que alguien me viera despedirlo. Nos besamos antes de que se fuera y mientras lo hacíamos pasaron los albañiles que trabajaban en la casa de al lado, mi esposo les daba la espalda y no se dio cuenta que pasaban y que me lanzaron besos y me miraban con lujuria.
Apenas se fue mi esposo entré a bañarme, mientras lo hacía, los albañiles me miraban desde el techo vecino y me tronaban besos, mirándolos les mande un beso y saqué mi lengua mirando sus bultos relamiéndome de saber que vendrían en un momento ya que había dejado la puerta del patio entreabierta.
De repente los vi desaparecer y empecé a excitarme. Apenas alcancé a escuchar en unos instantes cuando entraban a mi habitación. Entonces, la puerta del baño se abrió y descorrieron la cortina ya desnudos, sus cuerpos gruesos y velludos me produjeron una excitación intensa, pero ahora no venían solos, traían otro hombre con ellos, alto, grueso, con un enorme pene de cabeza rojiza, grueso y todos con sus penes totalmente erectos …
-¿COMO VES A LA ZORRA QUE NOS ESTAMOS CULEANDO COMPADRE? ¿VERDAD QUE ESTA BUENISIMA?
-¡ESTA BUENISIMA! ¡QUE CULO Y QUE TETAS SE CARGA LA PUTA!
Al ver a ese hombre desconocido intente cubrirme con las manos, pero los otros dos se abalanzaron sobre mí sujetando mis manos contra la pared y el viejo se hincó buscando mi conejito con su lengua, intenté cerrar las piernas mientras el otro me tapaba la boca para que no gritara, pero como no me dejaba abrió mis piernas a la fuerza y puso una sobre su hombro y la otra igual dejándome a su disposición.
Entonces su mano comenzó a masajear mi clítoris mientras su otra mano buscaba mi ano hasta conseguir meter un dedo -¡HHMMMMMM!- Gemí ahogadamente y entonces su lengua comenzó a lamer mi puchita, a succionarla provocando que se comenzara a humedecer por la tremenda excitación con que mi cuerpo reaccionó a pesar de que yo quería soltarme y escapar.
Los otros 2 que me sujetaban lamían mis pechos y mi cuello, luego, al ver que ya no forcejeaba soltaron mi boca y metieron sus lenguas en ella, me tenían totalmente sometida, sus bocas lamían la mía y mis pechos -¡AAAHHHH, AH, AH!- Me volvían loca sus lamidas. Su compañero invadía mi ano metiendo hasta 3 dedos a la vez mientras se comía mi conejito y los otros succionaban salvajemente mis pezones haciéndome gemir intensamente mientras con su manos libres y su lengua recorrían mi cuerpo.
Yo solo cerraba mis ojos dejándome hacer. Entonces tuve mi primer orgasmo en la boca del viejo desconocido ante la cantidad de placer que su lengua me daba. Cuando vieron como me estremecía víctima del tremendo orgasmo me sujetaron y me llevaron a la cama escurriendo agua para acostarme y ahora sus manos me recorrían toda, la regadera se había quedado abierta y el sonido del agua corriendo me excitaba aun más, entonces uno de ellos volvió a lamer mi clítoris, a succionarlo salvajemente mientras el viejo desconocido metía su lengua en mi boca.
Pero el otro no me tocaba y abrí los ojos para ver porque no lo hacía, estaba de pie a un lado de la cama con una video cámara filmando lo que sus amigos me hacían, filmando como se comían mi concha y mi boca mientras sus manos subían hasta mis pechos para amasarlos cachondamente.
Solo ver eso me puso más caliente de lo que ya estaba. Lamía mi conejito locamente y yo gemía ahogadamente viendo a la cámara hasta que me arrancaron otro orgasmo, ahora empezó a subir por mi vientre lamiéndolo hasta llegar a mis pechos para morderlos y chuparlos salvajemente mientras yo sujetaba los penes de los otros 2 masajeándolos. Luego, puso su cuerpo sobre el mío sujetando mis manos a ambos lados de mi cabeza mientras mordía mi cuello y mis labios lamiendo mi lunar.
Uno solo contemplaba la escena y el otro seguía filmando masajeando ambos sus penes totalmente excitados, luego, filmó como el viejo desconocido fue acercando su pene hasta ponerlo cerca de mi boca y yo con la punta de mi lengua lo tocaba, su compañero volvió a mi conejito y el viejo metió su pene a mi boca mientras filmaban como lo metía y sacaba, así, mientras uno se comía mi conejito el otro disfrutaba de mi boca.
-¡MMMM, ERES UNA PUTITA MALA!
-¡MMMMMM! ¡AAAHH, AH, AH!
-¿QUIERESMAS DE TU RICO DULCE MAMACITA?
-¡SI, SI, SI, DAMELO TODO PORFA!
Entonces sujetando mi cabeza lo metía y sacaba más violentamente, me estaba follando salvajemente.
-¡TEN ZORRA, COMETE MI VERGA!
-¡MMMMM, MMMMMMM!
-¿QUIERES COJERTELA COMPA? ¡TE CEDEMOS EL PRIVILEGIO DE MONTARLA PRIMERO! ¡JAJAJAJAJAJAJA!
Su amigo ya había conseguido arrancarme otro tremendo orgasmo otra vez mientras éste me follaba por la boca. Entonces la sacó y acostándose este viejo que ni siquiera sabía su nombre me dijo -¡MONTAME PERRA! – Me excitaba que me trataran así, así que sumisamente le obedecí, me tenían en sus manos, lentamente subiéndome arriba de él de frente guie su pene a mi conejito y fui bajando hasta clavármela toda y entonces sujetándome de las caderas empezó a embestirme arrancándome gritos de placer.
La clavaba brutalmente, sentía como esa barra candente entraba y salía enloqueciéndome. Su amigo no se quedó quieto, mientras filmaba subiéndose a la cama puso su pene en mi boca y continuó follándomela. Pero el que estaba libre no se quedó quieto, se colocó detrás de mí poniendo su pene en mi ano, me iba a encular, entonces el viejo se detuvo y me forzó a inclinarme y entonces el otro metió su pene en mi ano lentamente, solo sentirlo abrirse paso me provocó otro orgasmo, entonces, ya penetrada por mis 3 agujeritos volvieron a arremeter acompasando sus embestidas, mis gemidos ahogados llenaban la habitación.
Me arrancaron otro orgasmo, ahora, cambiaron de lugar y entonces el de la boca fue a un buró y puso la cámara allí para que siguiera filmando lo que los 3 me hacían y continuaron sometiéndome a sus deseos luego se fue a mi ano y me la calvó lentamente para acompasar el ritmo a su compañero, haciéndome suya de manera intensa.
Y mientras lo hacían, el de atrás lamía mi espalda, mi cuello y mordía mis orejas y el de abajo se comía mis pechos mientras con sus manos sujetando firmemente mis caderas guiaban el ritmo de la cogida y yo sujetaba el pene del otro con mis manos masajeándolo. Lo único que se escuchaba eran mis gemidos producto de los brutales orgasmos que me arrancaban, sus bufidos y el chaca chaca de las penetraciones.
Es difícil describir todo lo que me hicieron, solo sé que me penetraron como quisieron, me dejaron totalmente adolorida de mi conejito y mi ano de tantas veces que me penetraron, tantas sensaciones me despertaron que es imposible describirlas.
Entonces, viendo que ya iban a terminar me arrojaron a la cama y poniéndose uno a cada lado de mí se masturbaron hasta que sus penes estallaron llenando de semen mi cuerpo, cada gota de semen, al contacto con mi piel me quemaba, al terminar acercaron sus penes a mi boca para que los limpiara mientras el viejo desconocido puso su tremendo pene en mi concha y poniendo mis piernas en sus hombros me la clavó toda para embestir violentamente y cuando se iba a venir la sacó para arrojarme su candente semen en la cara..
Se levantaron y me arrojaron billetes otra vez, me hacían sentir una puta, pero me agradaba esa sensación, que me poseyeran y me arrojaran dinero como a una puta cualquiera. Luego uno de ellos fue y tomo la cámara y recorrió mi cuerpo, al llegar a mi conejito lo abrió para filmarlo, luego agarró mis pechos filmándolos y al llegar a mi rostro me dijo -¿ERES NUESTRA PUTITA? – me preguntó -¡SIP, SIP, SOY SU PUTA! – Les dije jadeando aun por la cogida tan brutal -¿Y TE GUSTA QUE TE METAMOS LA VERGA MAMITA? – volvió a preguntar -¡SI, SI, ME GUSTA MUSHO! – y continuó filmando mi cuerpo desnudo, deteniéndose donde había caído semen para que se pudiera grabar bien.
Después se fueron y me dejaron tendida, estaba agotada, el olor a sexo inundaba la habitación y en mi agotamiento me quede dormida mientras ellos se vestían y se iban.
Cuando desperté era tarde, no había ido al gym en la mañana y solo me quedaría ir al spinning en la tarde, pero no dejaba de pensar en el viejo, quizás hoy lo volvería a ver. Me levanté, aun sudorosa, oliendo a sexo y pegajosa del semen que me había impregnado. Tuve que volver a bañarme, los albañiles habían cerrado la regadera al ver que me había quedado dormida.
En el spinning, antes de terminar una mujer que apenas si conocía porque era nueva se acercó a saludarme antes de bajarme de la bici, era guapa y con físico muy bien cuidado y algo madura, mientras se presentaba puso su mano sobre la mía al tiempo que su otra mano se posó en mi trasero, me dijo que no había visto una muchacha tan hermosa como yo, que desde que me vio atraje su atención etc. su mirada me indicaba que me deseaba, me excitó mucho eso, pero por el momento no me interesaba una experiencia lésbica, atendí con amabilidad su plática y me invitó a salir lo que decliné amablemente pero dejé la puerta abierta para otra ocasión.
Me metí a la regadera para bañarme antes de irme y me vestí. Pero al pasar por el parque no vi al viejo, así que seguí mi camino a casa algo triste ya que tenía muchas ganas de verlo por los sueños eróticos que había tenido con él. No me había percatado que él viejo me había visto y me seguía en silencio para ver donde vivía.
La luz mercurial estaba apagada ya que no había luz en la colonia y como ya anochecía la calle estaba a oscuras. Llegue a casa antes que él, abrí y entré y encendí una lamparita de gas con lo que la sala quedaba en penumbras levemente alumbrada, entonces sonó la puerta. –“¿Quién será?”- pensé dentro de mí y fui a ver, apenas abrí y la sorpresa me dejó paralizada ¡El viejo! Me quedé quieta totalmente sorprendida a unos pasos de la puerta y él aprovechando entró e inmediatamente me tapó la boca cerrando la puerta a sus espaldas abrazándome al tiempo que me dio dos fuertes nalgadas.
Intenté resistirme -¡NO, AQUÍ EN MI CASA NO! – pero era tarde, me tenía sometida en sus fuertes brazos y sus caricias cargadas de lujuria vencían la poca resistencia que podía oponer.
Sus manotas apretujaron mi trasero y me miró fijamente a los ojos con su mirada vidriosa, llena de lujuria, sujeto mi rostro por las mejillas y su boca se apoderó de la mía en un beso candente y mientras lo hacía sus manos bajaron y me sujetaba por la cintura atrayéndome a él hasta restregar su bulto en mi puchita.
Ese beso candente acabó por someterme y llenarme de lujuria. Me besaba locamente al tiempo que sus manos se metían bajo la blusa recorriendo mi espalda y mis pechos, amasándolos, manoseando mi trasero a su antojo, me besaba embriagándome de su aliento alcohólico, lujurioso. Entonces jadeando como un macho en celo me dijo al oído:
-¡PUTITA, NO DEJO DE PENSAR EN TI! ¡TENGO UNAS GANAS ENORMES DE ROMPERTE EL CULO!
- ¡YO TAMBIEN PAPITO!
-¡QUERIA VERTE Y METERTELA EN EL CULO DE NUEVO!
-¡PAPI, YO TE SUEÑO, TE DESEO, DESEO TU RICO PENE Y COMO ME HACES TUYA!
Entonces su boca volvió a explorar la mía con su lengua al tiempo que me bajaba la licra dejándome en tanga para amasar mis pompas libremente con sus manos rasposas mientras yo desabrochaba su camisa y su pantalón quitándoselos. Cuando escuché la hebilla golpear el suelo me estremecí por saberme sola con este macho que me haría suya.
Ahora el viejo me quitó la blusa y mordisqueó mis pezones, los lamía locamente mientras sus dedos hacían a un lado la tanga y se abrían paso buscando mi ano y mi conejito -¡AAAHHHHHH! – estaba enloquecida, encendida. Sonó el teléfono y en el identificador vi que era mi marido:
-¿Sí? – Le dije tratando de ocultar mis jadeos.
-¡Hola mi amor! ¿Acabas de llegar?
-¡Sip! Acabo de llegar del ejercicio mi amor.
-¡Se nota, te oyes agitada!
-¡Sip! ¡Nos pusieron mucho ejercicio! – Le dije mientras el viejo seguía metiendo sus dedos en mi vagina y ano lengüeteando al mismo tiempo mis pechos lo que me hacía jadear ligeramente pues al sentirme sometida por ese viejo mientras hablaba con mi esposo me excitaba mucho.
-¡Pues se oyen muy excitantes esos jadeos!
-¿Te gustan mi amor? ¿Quieres que gima para ti?
-¡SI!
Aprovechando eso di rienda suelta a mis gemidos que me provocaba el viejo:
-¡AAAHHHH! ¡AH, AH, AH, AAAHHH!
-¡MAMITA, ME VAS A HACER VENIR, TENGO UNA ERECCIÓN COMO A TI TE GUSTA!
-¡¡¿¿SSIIIIIIII??!! ¡AAAHHH!
-¡QUE RICO SE OYEN TUS GEMIDOS! ¡CUANDO LLEGUE TE VOY A COGER MI AMOR!
-¡TE ESPERO PAPI!
Y colgué… Entonces el viejo me llevó a la mesa y me sentó, poniéndose entre mis piernas las puso sobre sus hombros y su lengua se metió en mi puchita, lamía desesperado, mientras acariciaba mis piernas, entonces me acostó boca arriba y poniéndose entre mis piernas sujetándolas por los tobillos y abriéndolas totalmente empezó a restregar su pene paseándolo de mi concha a mi ano, volviéndome loca -¡YA PAPI, DAMELA, NO SEAS MALO! – le dije enloquecida.
Pero él seguía torturándome, a veces se detenía en mi concha y metía ligeramente la punta y cuando creía que me iba a penetrar violentamente la sacaba dejando mi conejito palpitando como loco, luego la ponía en mi ano y repetía la operación, me volvía loca las sensaciones que recorrían mi ano y mi puchita, le suplicaba casi a gritos que la metiera.
Ahora la puso en mi conejito y la metió lentamente hasta la mitad y se detuvo contemplándome jadear desesperada, mientras sus manos acariciaban mi cuerpo, recorría mis piernas, mi vientre y caderas hasta llegar a mis pechos masajeándolos vigorosamente excitándome, se movía lentamente en círculos y yo sentía su pene excitarme cada vez más y sólo había metido la mitad, yo intentaba desesperadamente meter todo su pene en mi concha, pero al moverme para hacerlo él se retiraba sin dejarme clavármela al tiempo que seguía acariciándome toda.
-¡AAAHHH! ¡PAPITOOOO! ¡YA DAMELAAAA!!!
-¡NO CULONA, VOY A DISFRUTARTE AQUÍ EN TU CASA Y EN TU CAMA NALGONA!
Sentía enloquecer, ese viejo sabía volverme loca, gritaba pidiendo me penetrara ya y entonces, sin más, la clavó de golpe arrancándome un grito y empezó a embestirme salvajemente poniendo mis piernas en sus hombros, sentía sus testículos chocar en mi trasero mientras mis pechos rebotaban en cada embestida. Me bombeaba violentamente, el placer y la lujuria me volvían loca, mientras yo masajeaba mis pechos y estimulaba mi clítoris con mis dedos.
Sus embestidas me arrancaron un rico orgasmo que me hizo estremecer y él, al darse cuenta bombeó más violentamente haciéndome gritar y luego se detuvo dejándome respirar, entonces me hizo levantarme y me llevó a la alcoba y acostándome boca arriba la puso en mi ano y volvió a meterla, pero esta vez lentamente haciéndome gozar al sentir como cada centímetro de esa barra de carne entraba abriendo mis entrañas.
Cuando la metió toda volvió a arremeter salvajemente, violentamente mientras yo seguía estimulando mi clítoris y mis pechos gimiendo intensamente. Bombeaba violentamente, luego la sacaba casi toda para clavarla fuertemente, repitiéndolo varias veces para volver a arreciar el ritmo.
Luego la sacó y me hizo empinarme en la cama y volvió a clavarla en mi ano y estirando mis brazos hacia atrás repitió la culeada que me había vuelto loca, su panza rebotaba en mi trasero, me sometía a su antojo, apretaba mi ano para sentir más placer y enloquecerlo, entonces me estiró lo más posible hacia atrás para morder mi cuello y soltando mis manos me sujetó por los pechos mientras seguía empalándome por el ano, ahora su boca se apoderó de mi cuello otra vez, luego mordió mis orejas y me dijo al oído:
-¡QUIEN ES TU DUEÑO PUTA NALGONA! ¡¡QUIEN ES TU DUEÑO!!
-¡TU, TU, TU PAPITO, ME VUELVES LOCA!- le dije entre jadeos.
-¡ERES MIA PUTA NALGONA, ERES MI PUTA!
-¡SI, SI, SI, SOY TU PUTA, LO QUE TU QUIERAS, PERO NO TE DETENGAS!
Estallé en un violento orgasmo, casi orinándome, entonces cuando empezó a jadear intensamente me dijo -¡TE VOY A LLENAR DE LECHE TU CULO! – y sin más empezó a venirse en mis entrañas arrancándome otro orgasmo. Entonces la sacó y se recostó la cama y poniéndome de frente se comía mi boca y mis pechos.
-¡PAPITO, PAPITO, PAPI! – entre suspiros le decía mientras sus manos rasposas seguían recorriendo mi cuerpo desnudo, a veces me miraba fijamente con esa mirada llena de lujuria y me hacía sentir sometida, sumisa, totalmente suya. Ese sentimiento me hizo besarlo como loca y masajeé su pene logrando que tuviera otra erección lo que aproveché para montarlo, me la clavé toda y comencé a cabalgar al tiempo que me sujetaba por las caderas guiando las embestidas -¡PAPI, PAPI, PAPIII! – le gritaba ya que su pene llegaba hasta adentro mientras sus manos masajeaban mi trasero y mis pechos.
Lo cabalgué hasta que gritó -¡ME VOY A VENIR CULERA! – Y yo me quité inmediatamente poniendo mi cara delante de su pene esperando su lechita en mi boca, pero él no terminó allí, me dijo -¡TE TENGO UN REGALITO PUTA!- Y entonces tomo una almohada de mi cama y vació toda la leche que le quedaba para luego limpiar su pene en la almohada y luego acercarla a mi boca para que se lo limpiara con mi lengua, lo que aproveché para lamerla toda y mordisquear sus testículos.
-¡No la vas a limpiar ni la vas a cambiar, quiero que cuando te acuestes y tu marido se duerma la huelas para que te acuerdes de mí putita! ¡Para que te acuerdes de tu dueño pinche nalgona!
-¡Si papito, lo que tu digas!
Se acostó sobre mí y me manoseaba y yo a él besándolo aún, lamiendo sus pechos y masajeando su pene que ya había perdido su erección -¡Eres una puta muy caliente, y eres mía! ¡Tienes un cuerpazo y una carita de angel – me dijo recorriendo mi cuerpo con sus manos haciéndome estremecer nuevamente. Después se vistió, me besó y se llevó mi tanga -¡DESPUES VOLVERE A COGERTE NALGONA! ¡AHORA QUE SE DONDE VIVES TE VOY A CULEAR DELANTE DEL RETRATO DE TU CORNUDITO Y EN LA CAMA DONDE DUERMES CON EL CULONA! ¡JAJAJAJAJAJAJA!
Y si, volvería a hacerme suya, ese viejo me había seducido con su forma animal de poseerme y ahora que sabía donde vivía me tenía totalmente a su merced.
Continuará.
6 comentarios - 33.El viejo (SexyAracely)