La fantasía de Ana

Prostituta
Varias cosasfueron cambiando en nosotros, sin saberlo ya estábamos en un camino que hastahoy no pensamos dejar.
Los mensajesy relatos eróticos alimentaban nuestras fantasias, la idea de un nuevo gangbangdonde la diosa se Ana, atendida por varios hombres solo para disfrute de ella. Laidea nos volaba la cabeza, pero uno de esos días en un mail ella me confesabala idea de prostituirse, si, vender su cuerpo a extraños para que hagan conella lo que quieran. La idea lejos de asustarme me excitaba mucho pero noestaba convencido si ella estaría decidida a dar el siguiente paso.
Después dehablarlo bastante y con mucha calentura en la cama comenzaron los preparativos.
Es curiosocomo uno puede calentarse primero compartiendo a su mujer en trio, después enun grupal y ahora estaba más que caliente sabiendo que no iba a poder verlatrabajar, pero esas cosas son así.
El siguientepaso era contactar hombres para la ocasión y explicarles que mi esposa quería prostituirsey era yo quien se las ofrecía por un monto que no fuera excesivo pero tampocoun regalo.
Así fue comoquedó con Miguel y Mario para el segundo turno.
Era unaexperiencia nueva y ella de la calle conoce muy poco, pero eso no la detuvo,los citó en un dpto. a las 6 de la tarde., primero fue Miguel, quien al llegar lasaludó, le pagó y empezó a tocarla, Ana llevaba unas medias de red, zapatosrojos, sostén y tanga del mismo juego color negro con detalles blancos, muyrica, muy puta.
Ahí nomás ladio vuelta y le comió la cola y después la concha y parado se la empezó a metersin forro, Ana no le dijo nada, le gusta mucho la pija y no se preocupa por lospreservativos, prefiere la leche adentro.
De ahí fuerona la cama y Miguel la cogía con tantas ganas y tantas fuerzas que solo hacíaque Ana se caliente más, la abrazaba, la besaba y le decía lo mucho que legustaba y que quería hacerle la cola, cosa que no sucedió, pero eso no evitóque la cogiera en cuatro fuerte cosa que a Ana la excita y empieza a pedir quele tire el pelo y le pegue en la cola. Imagínense la situación, ella en cuatropidiendo que le peguen y yo paseando mientras espero que me avise cuandotermine.
Pasaron 40minutos cuando recibo una foto de mi mujer en 4, es una rara sensación decelos, morbo y excitación que solo logran ponerme la pija como una piedra yentonces llega otra foto con la concha de mi mujer llena de semen. Que puta quees mi esposa, como me calienta que sea así,  es lo único que puedo pensar.
En eso ellame escribe y me dice: recién se fue Miguel, me voy a bañar porque en un ratollega Mario. La pija me explotaba, mi mujer preparándose para prostituirse conotro hombre, el segundo y último hasta hoy.
Mario llególe pagó y se fueron a la cama donde Ana comenzó con una rica mamada a sucliente, una vez que la tuvo bien dura en su boca le puso el preservativo yempezó a montarlo un rato hasta que cansada por la sesión anterior se acostóboca arriba mientras le comían la concha y enseguida sintió la pija entrando ensu depilada, húmeda y caliente conchita recién usada.  
Así estuvieronun rato hasta que Mario por alguna razón no pudo seguir mas y solo se dedicó acomerle la concha sucia de mi esposa, hoy convertida en toda una prostituta.   
Una hora despuésllegó a casa, aun con las medias puestas, no pude resistirme y le saque la ropa,le hice el amor con un forro puesto, no por asco, yo quería sentirme un clientey así la cogí hasta que llene el forro de leche.
Así fue comome encontré con mi puta toda usada, con ese aroma a hembra que desprende despuésde una sesión de sexo con otro hombre, sensaciones que solo podemos sentirquienes vivimos este tipo de situaciones, donde asumimos nuestros roles yexperimentamos el placer extremo al compartir a nuestra esposa. Y así fue comopor primera y única vez, mi amada Ana trabajó de prostituta realizando supropia fantasía.  
 
 Acá les dejo las dos fotos que me llegaron ese día