Que loco, lo que me pasó anoche!!!

Volví­a del Laburo, por Rivadavia y veo una morocha, "De Lujo", tratando de arrancar el auto... capot abierto, y esa cosas...
Como caballero que soy, me ofrecí a solucionar su problema... el tema es que eso? solo era el gancho. Si, una nueva manera de hacer paradas!
RESULTA QUE CHARLAMOS DE LOS COSTOS y me pareció muy razonable, así­ que accedí­ al arrendamiento de ese monumento, de forma temporaria. Cerro su auto, subimos al mí­o y nos dirigimos a un albergue cercano, donde esta chicha haci­a de las suyas. Con toda naturaleza, entramos a la cochera 18, subimos a la habitación y llamó al servicio, diciendo que era Ruth... al ver, era como de entre casa, puesto que hasta identificación tení­a.
Bien, vamos a lo nuestro... nos acercamos y fundimos en un abrazo de pasión! raro en estos casos... ya que bien sabes la actitud de estas mujeres.
Empezamos a acariciarnos, una piel hermosa, una cara divina unos labios de fuego!!! de pronto, sucumbí­ a la tentación y me estiré a darle un beso, cosa que suponí­a, iba a evitar... y ahí­ me desconcertó, por que me dio el mejor beso que recibí­ en años!!! labios, lengua y pasión, en el mismo frasco; Un Lujo!!!
La cosa tomó vuelo, nos vestimos de lujuria y nos soltamos al placer, cuerpos, manos, labios, al servicio de "Ese Dulce Encuentro". Me saca, suave y sutilmente alguna de mis ropas y queda al desnudo el tremendo y duro bulto que provocaba mi erección, inocultable, por ese entonces. Ella susurró algo, como dando una señal de asombro, que a esta altura, todos sabemos... no es mas que para complacer al otro, parte de la escena cotidiana.
A tiempo, que intento hacer lo mismo... primero, le quito la camisa, que contení­a a esos dos hermoso y naturales pechos, de mujer, de treinta y pico... Especial! luego, me dejo caer, para besar y mordisquear esa suave y dulce piel del abdomen... que coronaba con un piercing, detalle de sutileza. levanto la vista y me esta mirando, con esos ojos felinos, de morocha hermosa... le hago la pregunta, con mis ojos? y me responde que sí­, con los suyos... desato su jeans, fino y elastizado, se deja ver una delgada, dulce y estrepitosa tanga, desde la cual se descubre, asoma o protruye, un pene... levanto la vista, ella me mire con ojos de emoción... cara de... te explico. Pero yo lo impido... me repongo... la tomo de sus hermosas mejillas y la silencio, con mi mejor y mas profundo beso!


ErossII.