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Sexualidad y familia (Parte III)

Buenas! Bienvenido a la tercera parte de esta saga donde les cuento mi vida sexual con mi hermanita menor, mi compañera de tantas aventuras... Para los que recien llegan, les dejo las primeras entregas para que estén al tanto. Saludos, disfruten y compartan!

Primera Parte: http://www.poringa.net/posts/relatos/3166521/Sexualidad-y-familia-Parte-I.html

Segunda Parte: http://www.poringa.net/posts/relatos/3169260/Sexualidad-y-familia-Parte-II.html

Cuarta Parte: http://www.poringa.net/posts/relatos/3177415/Sexualidad-y-Familia-Parte-IV.html

Bueno, ya conocen más o menos la historia y cómo viene la mano. Esta es la tercera entrega de esta saga y lo que voy a hacer aquí es recopilar algunas experiencias aisladas que se fueron dando en medio de lo que fue el comienzo, que ya les conté en los otros posts, y lo que fue sucediendo después. Porque a medida que ibamos haciendo estos juegos, estoy seguro que mis padres fueron notando algunas cosas sospechosas, como que desaparecíamos los dos juntos, o qué se yo, la cuestión era que eramos niños, hermanos, haciendo cosas prohibidas, que supongo nuestros padres fueron sospechando y de a poco y disimuladamente fueron intentando evitar que siguieramos haciendolo. 


Incluso una vez que estabamos en nuestra habitación, los dos enfrentados, con los pantalones bajos, mirandonos los genitales uno al otro, recuerdo que en un momento le pido como con gestos que me deje tocarle la concha, a lo que me dice medio temerosa que sí, y accedí... Fue hermoso. Fueron dos segundos en que llevé mi mano a su entrepierna, apoyé dos o tres dedos sobre los labios de su vagina, cerca del agujero sexual digamos, y rapida y suavemente acaricié su piel, sus labios, de "abajo" hacia "arriba", una vez, y retiré mi mano. Mi pene enseguida se endureció y calentó muchísimo. Justo a tiempo fue todo, porque al toque escuchamos un ruido afuera, y cuando apenas terminamos de subirnos el pantalón entra mi madre con la pregunta "¿Qué estan haciendo?". Obviamente nos hicimos los boludos y terminó ahí. Recuerden que para este momento yo ya estaba completamente interesado y curiosiado en lo que era una vagina.
Alternadamente hubo un día en que entré al baño y vi por el reflejo el cuerpo desnudo de mi madre... De frente, así que ví una teta y su concha, peluda. La verdad más que calentarme fue un evento traumático jajaja pero bueno de alguna manera reforzó mis ganas de conocer a fondo la concha de mi hermana (suena muy gracioso).


Cuestión que eventualmente, no sé cuándo, creamos un nuevo juego que trataba nuevamente de acostarnos los dos en una cama, pero esta vez no estaba la fantasía de la mamá oso ni nada por el estilo. Simplemente eramos dos hermanos que se acostaban en una cama. Aprovechabamos mucho la cama de nuestros padres cuando no estaban, porque era mas grande. Entonces nos acostabamos los dos, a mirar una peli o la excusa que tuvieramos. La cuestión era siempre igual, nos acostabamos inocentemente, con ropa. Enseguida yo me bajaba el pantalón o de alguna manera u otra sacaba mi pija y me masturababa un poco, "disimuladamente" para que ella no se diera cuenta... Ponele. Cuestión, que ella lo percibía también enseguida y actuaba acorde a ello. Cómo? Por ejemplo se acercaba un poco a mi... O se quitaba el pantalón diciendo que tenía calor... O directamente decía que se iba a dormir y se ponía boca abajo, dandome la espalda digamos. Y yo ahí hacía de las mías. Siempre bajo las sábanas, quizás acercaba un poco mi pene a su piel... Entonces rozaba mi glande contra sus nalgas... Todo muy tímido y apenas sabiendo lo que hacíamos.


Pero esto no era muy usual. Lo más normal era que empezara yo a tocarla. Un poco su culo y sus nalgas pero como saben, en esta epoca me interesaba tambien en su concha, asi que me pasaba mucho tiempo con ella. La acariciaba.. Acercaba mi cara, la olía. Le daba algún que otro beso (siempre a los labios externos, claramente una concha era un enigma para mi en esa epoca). Pero lo que mas hacía era tocarla con mis dedos. Por afuera, por alrededor, por el centro, por dentro de sus labios exteriores. sentía por primera vez su flujo, pegajoso y caliente, que no tenía la menor idea qué era pero me calentaba de sobremanera. La tocaba un poco, le acariciaba la concha por dentro, insistito en que sin tener la menor idea de qué hacía. Olía mis propios dedos y me re calentaba o directamente los chupaba. Todo en silencio, siempre con la luz apagada y lo unico que se escuchaba era la tele. La ultima vez que lo hicimos, le estaba directamente colando los dedos, revolviendolos por dentro de su concha, llenandome la mano de sus fluidos, traspirando de la calentura y el calor que hacía bajo las sabanas. Fue la ultima vez que lo hicimos porque en un momento entró mi madre diciendo "Qué olor que hay acá, salgan por favor". Esa vez entendí que mi madre sabía o estaba cada vez más segura de lo que pasaba entre nosotros.


Por un tiempo, a raíz de que habiamos cambiado de habitaciones y ahora dormíamos en una del piso de arriba, que siempre estaba vacío, acostumbramos a juntarnos a jugar allá. Entrabamos, cerrabamos la puerta, pero con la luz prendida ahora, y nos desnudabamos. Jugabamos a nada, a lo que sea, pero estando desnudos. Ya era casi una costumbre. Recuerdo patentemente la primera vez que la hice sentarse en la cama, flexionar sus piernas para agarrarlas con las rodillas contra su pecho, y tener frente a mi su concha y su ano, abiertos solo para mi. Recuerdo darle unos besos, solo con labios, sin lengua, un poco por su concha de arriba a abajo, un poco por sus piernas/muslos, por sus nalgas, hasta su ano que era para mi lo más rico. Bueno, le di unos cuantos besos, y ante la curiosidad agarré un crayón, y se lo intserté un poco y de a poco en la conchita. Ninguno de los dos sabíamos qué hacíamos pero lo disfrutabamos de sobre manera. Escuché un pequeñísimo gemido cuando introduje casi completo el crayón. En esa época no sabía qué era gemir, así que creí que la habia lastimado y lo quité rapidamente. Ella se bajó de la cama a hacer no sé qué y yo le acerqué mi pene a sus manos. Ella medio disgustada se corrió, y empezamos un juego en que yo la perseguía agarrandome el pene y ella corría de mi. Ese juego terminó conmigo aprensadola contra la cama, los dos riendo mucho, y mi pene completamente duro frotandose por el movimiento, contra sus piernas. Ella boca abajo y yo encima de ella, haciendonos como cosquillas, mientras mi pija rozaba constantemente contra su culo, incluso al punto que en un momento lo encajé entre sus piernas, y entre el vaivén de los movimientos,  terminé acabandole toda la pierna. Ella no entendía qué había sucedido y medio que se asustó un poco, o no sé, le dio verguenza. 


Una de las escenas mas hermosas que vivimos juntos fue una tarde en que estabamos en casa solos en mi cuarto, con mi vieja en la cocina o el living no recuerdo. Habiamos puesto el colchón en el living principal para ponernos a mirar una peli, no recuerdo cuál. La peli de todas formas era una excusa. A unos minutos de empezar la pelicula, estabamos los dos boca arriba, uno al lado del otro, y yo abrazandola por debajo de su cuello. Es decir estabamos abrazados mirando la tele, acostados, como una parejita. Ella tenía una de sus piernas por encima de las mías, casi apoyando la carne de su culo sobre mi cintura, por así decirlo (espero se entienda). Esa vez -lo escribo y me re caliento- mientras yo acariciaba un poco su pelo, ella me acariciaba el abdomen. Hacía movimientos muy suaves en que con la yema de dos dedos rozaba la piel que aparecía justo por encima de mi pantalón. Su movimiento era horizontal y constante. Yo me re calentaba, necesitaba que su mano tocara mi pija. Asi que me empecé a mover de a poco como para que su mano en lugar de acariciar mi panza llegara a mi entrepierna. De a poco lo fui logrando, mientras acariciaba todavia su pelo, un poco su cara, su oreja, su cuello...Me iba corriendo hasta que su mano hacía el mismo recorrido pero por encima de mi pantalón, casi masturbandome. A todo esto mi mano izquierda comenzaba a acercarse a la suya para tomarla y ayudarla con el movimiento, mientras mi mano izquierda se paseaba ahora por sus hombros, su pecho... Ya eramos unos niños mas grandes y ella había desarrollado unas hermosas tetas que yo tenía muchas ganas de comerrrrr. Así que llegó el punto en que tomé su mano y la guié para que agarrara mi pene por sobre el pantalón y comenzara a masturbarlo. Ayyyy qué rico se sentía. Era la primera vez que otra persona me masturbaba, y se sentía increiblemente rico. Mientras, yo había podido quitar una de sus tetas por encima de su escote y había acercado mucho la cara a ella, porque me tentaba demasiado. El morbo era muy intenso, estar los dos en silencio, pretendiendo mirar una peli pero en realidad tocándonos y experimentandonos el uno al otro mientras nuestra madre daba vueltas por ahí y podía entrar en cualquier momento...


Ahí estabamos nosotros. Ella ya con sus dos tetas afuera, y yo con mi pene también afuera del pantalón. Ella había rodeado todo mi tronco con sus cinco dedos, su mano calentita, tibiecita, me daba un placer inmesurable. Su mano bajaba y subía, ya no guiada por la mía, que simplemente reposaba contra el colchón. Ella seguía masturbandome mientras yo masajeaba una teta y le chupaba la otra. Chicos.... no puedo explicarles. Debe haber sido uno de los momentos donde mas excitación sentí en mi vida. Yo chupaba como podía, ella me masturbaba como podía.... Eramos niños... Pero las ganas eran muy intensas, los ruidos y los olores muy nuevos. Hacía un calor tremendo. Ya llegado cierto punto de calentura, me puse como de costado para enfrentarla. Ella siguió haciendome la paja ya con la punta de mi pija rozando su cadera. Mi cara pegada a la suya, dandole besos en la mejilla, los dos sumamente transpirados. Ella aún boca arriba... Pero las ganas eran demasiadas, asi que de a poco manipulé su cuerpo para quedar ambos en cucharita. Mis dos manos arremetían contra sus tetas, sus jóvenes tetas, por primera vez amasadas, esta vez por su hermano mayor. Estaba practicamente encima de ella, presionandola contra la pared de la habitación donde se apoyaba la cama. Para este punto ella ya no me masturbaba sino tenía las dos manos en cualquier lado, mientras yo ponía mi pene entre sus dos piernas para frotarme. Su culo apretaba contra mi pelvis, sus pelos transpiradísimos contra su cara, que no podía ver. La luz apagada, la tele aún dando una peli que ni sabíamos de qué trataba. Su remera mal acomodada con sus dos tetas para afuera y gran parte de la espalda descubierta. Su pantalón y bombacha corridas hasta debajo de las rodillas. Su cuerpo de costado, recibiendo todos mis buenos tratos. Le decía cosas que no recuerdo. Me hacía la paja entre sus piernas o con mis manos, apretaba acariciaba y amasaba sus dos tetas, de a una. Una mano de ella ahora se escondía entre sus piernas para darse placer. Ese juego terminó una vez más, yo acabando sobre todo su culo y baja espalda. Veía mi semen, que todavía era mas o menos nuevo para mi, recorrer toda la carne de su culo. Moverse lentamente y caer hacia el colchón, habiendo acariciado sus nalgas y su piel. La imagen del culo de mi hermana todo transpirado y lleno de mi semen, es algo que no me voy a olvidar jamás, y esa situación en particular fue y es material para muchas de mis pajas.


Se repitieron así varias escenas.. Otras muy parecidas que no vale la pena contar, pero ya tienen la idea... Pero hubo una vez en particular, que estabamos jugando así en nuestra habitación, en un cumpleaños familiar, no recuerdo de quién, en nuestra casa. Esa vez jugabamos a algo parecido a lo de la mamá oso, en su cama. El tema es que esa vez en un momento mientras mordía un poco sus nalgas (amaba hacer eso porque a ella le hacía como cosquillas) miré hacia la puerta y ví cómo un primo nuestro nos estaba espiando...


Y es así cómo quiero introducir a mi primo a esta historia, aunque sea por un tiempito.
Porque fue unos varios meses después de esta situación, que un día nos juntamos como tantas otras veces en la quinta de mis abuelos, toda la familia... hermanos, primos.. y los adultos. La quinta contaba con el campo de por sí, que tenía muchos arboles, una cancha de futbol, un quincho y una piscina, y bueno por otro lado la casa en sí. Esto fue un verano, y pasaron varias cosas, en un momento de esta historia en que mi primo Gabriel, de mi misma edad, pasa a ser por rato al menos, también protagonista de la historia. Es una especie de quiebre... Que cambió todo. Pero lo dejo para otro posteo, porque de ese verano hay muchísimo material y es... bueno es realmente el verano que dio un vuelco increible a mi vida, la de mi hermana, y la de algunos otros.... Saludos, y hasta la próxima. Compartan!! 


Les comento de paso, que debido a lo fuerte de las escenas que contaré en la proxima entrega, es posible que me tarde un poco más en escribirlo... Sobre todo porque estoy un poco a full con parciales y qué se yo. Pero les aseguro que vale la pena esperar, así que estén atentos!!!

3 comentarios - Sexualidad y familia (Parte III)

S7stark
Excelentísimo relato se ve que la historia viene buena. Ánimo gacho y no te tardes tanto en actualizar nos dejas con las ganas.
elsimono
Gracias broder... esta noche subo la parte V
linbisket01
wow
esperando con ganas los siguientes relatos
y si se pudiera fotos seria perfecto
elsimono
esta noche subo la parte V con dos fotitos..