Mis ojos atónitos no podÃan dejar de ver su cara mientras mechupaba la pija. Juro que era imposible cerrar los ojos. La dedicación deltrato de su boca a mi poronga me hacÃa desfallecer y quejarme, sobre todocuando podÃa ver que mi tronco desaparecÃa completamente y sus labios tocabansu nacimiento en mi panza. Siempre desee en una situación asà acabar en suboca, pero ella me sugerÃa que no lo hiciera. Ese dÃa estaba yo muy encendido yloco por terminar asÃ. Fue donde reflexione sobre que habÃa dos opciones, querealmente hoy yo estaba muy loco o simplemente esto sucedida de a dos y por lotanto querÃa sacarme mi leche para hacerla suya. No dije nada, el intentébuscar otra postura, pero un ademan preciso hizo que Amalia me indicara que no memoviera. Creà por un momento que eso era una invitación a acabar en su boca,pero era tanto el miedo que me habÃa metido que empecé a hablar en voz alta yrepetir que iba a acabar. Como contrapartida a cada una de mis quejas la fricciónsobre la pija era más determinante.
No pude más, un chorro fuerte y abundante choco contra sugarganta, ya que pude ver como retraÃa su cara hacia atrás y como entre lascomisuras de sus labios caÃa mÃ, ahora su, leche.
 En segundos me dicuenta que expulsado la cantidad máxima que podÃa contener en su boca, degustoel semen y se tragó el resto. Su mirada era muy cómplice e infernal. Yo pensé quelo habÃa conseguido, cuando me quedo muy claro que ella lo habÃa deseado- Todoesto es tan reciente que no volvió a ocurrir, pero estoy seguro que no habrá lÃmitespara este nuevo entendimiento.
                                        Â
No pude más, un chorro fuerte y abundante choco contra sugarganta, ya que pude ver como retraÃa su cara hacia atrás y como entre lascomisuras de sus labios caÃa mÃ, ahora su, leche.
 En segundos me dicuenta que expulsado la cantidad máxima que podÃa contener en su boca, degustoel semen y se tragó el resto. Su mirada era muy cómplice e infernal. Yo pensé quelo habÃa conseguido, cuando me quedo muy claro que ella lo habÃa deseado- Todoesto es tan reciente que no volvió a ocurrir, pero estoy seguro que no habrá lÃmitespara este nuevo entendimiento.
                                        Â
0 comentarios - Una instantanea