Continuación:
(En la primer parte del relato, mientras él le hacia el amor, yo le venía insistiendo a ella que le contara lo que nos habíamos imaginado , y decía.....)
Esa dificultad que note en ella para animarse adecírselo, más me excitaba, así que con mi corazón retumbando de calentura y mivoz entrecortada por el placer que ello me causaba insistí: -Dale miralo ycontale.
Ella dio vuela su cara y mientras lo miraba a él a losojos me decía para que el escuchara claramente:
-que querés que le cuente mi amor? Que me imaginé queClaudio me cogía como me está cogiendo ahora? Que me imaginé que me iba agustar y la verdad que me encanta.
-Que más te imaginaste- contale a él no a mí. Le dije.
Me miro pícaramente y viéndolo a él a los ojos ledijo:
-Sii Claudio quería que me cogieras asiiii, en 4,también quería chupártela como lo hice, también quiero cogerte yo, estar arribatuyo.
Todo eso se lo dijo con la voz entrecortada por suspequeños quejidos y movimientos que le provocaban la verga de Claudio en suinterior.
-Seguí. Le dije. -Que más te ha calentadoperrita, contale.
Y le dijo: -Tu amigo me ha hecho calentar pensado queme hacías la cola, si eso. Y aunque nunca lo hacemos con Gabriel, me hecalentado imaginándome que vos me hacés la cola Claudio..
-Y contale como te pones cuando nos imaginamos todasestas cosas. Como te mojas…
-Antes no me gustaba, pero ahora la verdad me calientamucho, y siii, me he mojado la bombacha mientras con Gabriel imaginábamos todoesto.
Claudio no daba crédito a lo que estaba escuchando, senotaba como lo ponía eso porque desmesuradamente le acariciaba todo lo quealcanzaban con sus manos a Eliana.
Él ya sabía todo eso que estaba escuchando porque yose lo había contado, pero una cosa es contado por mí y otra cosa que se locontara Eliana mirándolo a los ojos con su voz entrecortada y sus ojosentrecerrados de placer mientras él se la cogía.
Pero me pareció despareja esa situación donde soloEliana había contado sus pudorosos pensamientos, así que le dije a Claudio:
-Ahora contale vos a mi esposa que te has imaginadocon ella.
Y Claudio totalmente caliente y desinhibido le empezóa decir:
-Yo también Eliana, la verdad que yo también hacemucho que te deseo, hace mucho que tenía ganas de cogerte como ahora, hacemucho que me vengo pajeando pensando en vos.
Eliana que lo estaba mirando, cuando escucho esapalabra volvió la cara hacia mi pecho, como que le dio un poco de pudor overgüenza que se lo dijera así…
Pero Claudio se dio cuenta e insistió:
-Si Eliana mirame. Le dijo él, y ella lo volvió amirar.
Claro todo esto mientras él se la seguía cogiendo y yoacariciándola.
Y él retomó -Me masturbo, me pajeo imaginándome entodas las formas posibles que te cogería. Gabriel sabe qué hace un tiempo temiro de otro modo, quiero decirte perra que me calentás terriblemente, que meencanta tu culo, tus tetas y esa conchita así depidiladita.
Y estirando su brazo y tomándola de la cara ledijo:-la verdad que cada paja que me he hecho pensando en vos por másplacentera que haya sido no tiene comparación con este placer que me estásdando. Ahhh me encanta… siiiiii….
Esas palabras causaron algún efecto porque Elianaempezó a moverse más chocando su culo con el cuerpo de Claudio como pidiendoque empiece a cogerla más rápido. Claudio lo entendió y empezaron a cogerbruscamente.
Quise que me chupara nuevamente la pija pero la verdadno lo logre, ella estaba concentrada con sus ojos cerrados y con sus quejidosmás intensos como los de Claudio, con quien al unísono movían sus cuerposchocando el culo de ella con las piernas de él provocando un notorio ruido depieles que se embisten, mientras podía imaginarme, como antes lo había visto decerca, como la verga de Claudio calaba hondo en la concha de Eliana.
Solo quise verla disfrutar, ese iba a ser mi placer enese momento, la tome con mis manos de sus mejillas y la bese, tratando de nodesconcentrar ese camino hacia el orgasmo que ya había iniciado, luego la soltéy me recosté sobre el respaldar de la cama para solamente verla sin tocarla,esa imagen de ella con su boca abierta, gimiendo de placer, sus ojos cerrados,con su cuerpo recibiendo semejante cogida, que notoriamente por sus quejidos,que cada vez eran más intensos y más fuertes, indicaban que claramente estaballegando al orgasmo.
También podía verlo a Claudio que violentamente lasacudía desde atrás con sus embestidas, tomándola a veces por las caderas yotras por sus hombros recostando su cuerpo en la espalda de ella, pero con esemovimiento de pelvis cada vez más intenso que los machos no podemos evitarcuando nos estamos por acabar.
Y así fue, casi al unísono se escucharon llegar alplacer máximo, se estaban acabando juntos, con movimientos espasmódicos,rápidos y lentos, quejidos de placer y sufrimiento, de querer seguir pero nopoder por esa sensación que tenés cuando te acabas que parece que ni siquierapodes rozar tu verga con la concha y en el caso de ella su concha con la verga.
Ella se aflojo y se hecho sobre mi verga que estabadura como una piedra, a la pasada le dio una lamida pero estaba exhausta y sequedó aplastada sobre mis piernas, con su culo hacia donde estaba Claudio, y élse echó encima de ella por unos segundos. Luego ella se irguió y Claudio salióde atrás de ella acercándose por su lateral y tomándola de la cara se dieron unlargo beso de lengua mientras Eliana me masturbaba como preparando lo quequería ahora.
Claudio después del beso se fue dela habitación,quedamos Eliana y yo.
Ella me abrazo y nos besamos... Y yo le dije –Te gustocomo te cogió Claudio?-
-Si claro. Me dijo – pero ahora quiero que me cojasvos.
-Claro mi amor. Le dije y la recosté boca arribaabriendo sus piernas y subiéndome encima de ella, pase mis manos por detrás desu cintura levantándola hacia mí, lo que hizo que sus piernas quedaran cruzadassobre mi espalda. Así comencé a penetrarla tratando de llegar hasta el fondo,todo lo más profundo que podía, ella comenzó a quejarse casi a gritos llegandorápidamente a su segundo orgasmo. Nuestros cuerpos seguían literalmente unidos.
Nos besábamos, yo continué entrándole en su ser, nosdijimos todo lo que nos amábamos, lo placentero que estaba siendo aquellanoche, y mi cuerpo comenzó a darme señales de que me venía, la bese, la abracefuerte, muy fuerte y con las ultimas energías que tenía en ese momento y lo másduro posible me acabe en 4, 5 o 6 embestidas que no quería dejar de dar, peroque tuve que dejar de hacerlo porque en ese instante nada podía ofrecerle conmi sexo.
Me salí de encima de ella, quedamos uno al lado delotro mirando el techo, la tome de la mano y se la bese, en eso vi que Claudionos había estado mirando desde la puerta, tenía una copa de vino en la mano ysu verga notoriamente parada.
-Puedo? Me dijo. Como pidiendo permiso para entrar.
-Claro. Le dije, -replicándole: -y después de todoesto se te ocurre pedir permiso para entrar, ja ja que gracioso que sos.
-Bueno no sé por las dudas. Dijo.
Me erguí un poco y mirándola a Eliana sonriente ypícaramente le dije: -Puede entrar Claudio?
Y ella me respondió:
-No se supongo que sí, pero me da un poquito devergüenza ahora, alcánzame una sábana.
-Si adelante Claudio entrá, le dije, y a la pasadaalcanzale esa sabana que está arriba de la silla a Eliana que parece que tienefrio je je .
Claudio que seguía con su verga endurecida, entro consu copa de vino en una mano y con la otra le alcanzo la sabana a Eliana, quienclaramente lejos de tener frio estaba acalorada, pero igualmente se cubrió conesa sábana su sexo y sus tetas.
Claudio se sentó del otro lado de la cama, tomo unsorbo de vino, le ofreció a Eliana quien tomo un poco, luego a mí que tambiéntome, y posteriormente dejo la copa en la mesa de luz recostándose del otrolado de la cama, de costado con su brazo derecho sosteniendo la cabezamirando hacia nosotros, bueno en realidad hacia Eliana quien estaba a su lado ya quien imagino estaría rozando con su verga, o si no, estaría muy cerca deello.
Yo volví a tomarla a Eliana de la mano, allí estábamoslos tres, mi cabeza funcionado a mil, los tres en la misma cama, mi esposa almedio con apenas una sábana cubriéndole todo lo que hacía un rato había estadopara disfrutar a placer, mi amigo de siempre Claudio del otro lado de ella,totalmente desnudo con su pija otra vez empalmada, y yo, de este otro lado,tomándola de la mano a Eliana demostrándole en silencio mi amor y mi deseo deque gozara, también totalmente desnudo y con mi verga morcillosa, que al pensartoda esta situación ya quería tomar su vigorosidad.
Eliana se fue al baño mientras intentaba taparse unpoco más, ante nuestra atenta mirada, luego yo me fui a servir un vino, yapague la filmadora que seguía encendida, cuando regrese ella aún no estaba, mesenté en la cama para saborear el vino y disfrutar la ocasión y le pregunte aClaudio –y ¿qué te parece?...
-Todo lo que me contaste y más, pero me preocupa, comoya te he dicho que nunca voy a poder devolverte esto... dijo.
- No te pedí que tuvieras que hacer lo mismo, ni nuncate lo voy a pedir, esto de hoy es para ella y para mí, nuestro placer es este,es lo que hemos fantaseado con Eliana… no espero ninguna otra cosa.
En eso regreso Eliana y mientras se subía a la camapregunto que hablábamos, le dije que nada, -solo de vos y lo hermosa queestas…me pidió vino, tomo y se recostó nuevamente entre nosotros.
Allí nos quedamos un rato en silencio, Tome otro sorbo de vino, deje la copa sobre la mesa de luz, y le di un rico beso,mientras despacio intente desplazar las sabanas hacia abajo pero me hizo unapequeña resistencia con sus manos que la sostenía tapando sus tetas, la mire,le di un nuevo beso pero más intenso e intente nuevamente y ella soltó lasabana lo que me permitió que poco a poco vayan quedando sus tetas expuestas, yseguí bajándosela hasta que quedo su pubis a la vista totalmente desnuda. Paraese momento Claudio se estaba inclinando sobre ella queriendo ser parte perosin saber cómo.
Mirándola a los ojos fui con mi mano hacia su pubis yempecé a jugar allí, Claudio empezó primero a acariciarle suavemente su tetas yluego a darle besos en ellas.
La cara de Eliana comenzó a demostrar el placer deestar recostada, totalmente desnuda entre dos hombres que la miraban y tocaban.
Le bese la mejilla, le dije –tocásela, y me fui con miboca y mi lengua a recorrer su pubis, su concha húmeda, despacio como sé que legusta a ella, en un momento di vuelta la cabeza para ver que hacían y él estabaarrodillado al lado de ella y ella lo masturbaba con una mano, con la otra leacariciaba sus huevos y le miraba la pija como como explorándola con la vista.
Volví hacia ella, y le dije al oído –como se la mirásparece que te gusta mucho.
-Es distinta a la tuya, me dijo, a la vez que agrego,parece más fina y la piel le tapa todo el glande.
Claro a no ser por la pornografía que solíamos ver eninternet, esa era la primera vez que tenía entre sus manos, y a esa cortadistancia, otra verga para mirar, disfrutar y gozar.
Me puse saliva en mis dedos de la mano derecha ycomencé a masturbarla, Claudio le acariciaba las tetas y la miraba como ella leestaba haciendo la paja, Eliana cerró los ojos y comenzó a suspirar y a moversu pubis acompañando el movimiento de mis dedos que encontraban su clítorisinflamado.
Cuando noté que no faltaba mucho para que se acabara,saque mis dedos de su concha la bese en los labio y le pedí que se tocara. Quese acabara ella sola…
Me miro, dejo de tocarlo a Claudio y llevo su mano asu pubis, le dije – no, quiero que te arrodilles en la cama mirándonos anosotros y que te toques acabándote.
-hay noo!! Me da cosaaa… Dijo…
Le acaricie su clítoris y se quejó rápidamente así quele dije: -dale si no te falta nada para acabarte, dale, mirá como estamosnosotros mirándote, no estas caliente acaso? No te gusta sentirte deseada?Masturbate para nosotros…
Asintió con la cabeza sin decir nada, se sentó primeroen la cama, luego se puso de rodillas quedando de espaldas a nosotrosmostrándonos su hermoso culo y por último se dio vuelta dejándonos verla defrente.
Cerro lo ojos, llevo su mano derecha hacia su conchitay empezó a acariciarse con los dedos anular y medio, y con su mano izquierdacomenzó a tocarse sus tetas.
Claudio y yo nos sentamos apoyados en el espaldar dela cama, ambos con las vergas erectas viendo el espectáculo que nos ofrecíaEliana que ya había perdido nuevamente el pudor y el placer se apoderaba deella, de tal modo que se llevó sus dedos a la boca en busca de saliva paradarse más lubricación.
Estaba hermosa, sus ojos cerrados, su boca abiertadando pequeños quejidos, sus tetas y los aros que colgaban de sus orejasacompañaban suavemente el movimiento de sus dedos que sabían encontrar su puntomás placentero.
El movimiento de su mano comenzó a ser más rápidoejerciendo mayor presión sobre su clítoris, empezó a quejarse más y en unmomento llego al orgasmo. Sus ojos estaban levemente abiertos, se inclinó haciaadelante quedando acostada entre nosotros boca abajo pero su cola un poco másarriba, siguiendo aun los movimientos compulsivos mientras no dejaba de tocarsecon su mano derecha que había quedado bajo su cuerpo.
Mientras continuaba con sus quejidos de final deorgasmo, podíamos ver su culo y su cadera moviéndose levemente de un lado alotro y de arriba abajo, cerro sus piernas como queriendo apretarse más, y luegolas abrió extendidas. Y allí quedo con su cara de placer extremo hacia mi lado,sobre la almohada a escasos centímetros de mi verga.
Claudio y yo comenzamos casi al unísono a acariciarlela espalda recorriendo con nuestras manos desde la cola hasta su cuello,evidentemente le gustaba porque aún no abría los ojos y su cara así lodemostraba.
Acerque mi verga a su cara, le acaricie el cabello yabrió sus ojos, supo qué quería, me agarro la verga con su mano izquierdaapretándomela desde el tronco hacia adelante para llevarla a su boca y salióuna gota de espeso liquido incoloro que con su lengua llevo a su boca,luego le dio un beso al glande y posteriormente comenzó a chupármela lo másprofundo que podía.
Claudio nos miraba, le acariciaba a ella su cabeza conla mano izquierda y con su mano derecha se masturbaba.
Luego Eliana se incorporó un poco para darme un beso,se dio vuelta lo miro a Claudio y cuando el busco su boca ella acudió paradarse ambos varios besos de lengua.
Recordé que la cámara estaba apagada y me levante paraencenderla, lamentando que no lo hubiera hecho antes.
Eliana y Claudio con sus cuerpos recostados uno enfrente del otro se besaban, mientras ella le tocaba la verga y el la concha, eneso él le insinúa que le chupe la verga, Eliana ya dócil, se bajó a laentrepierna del él, le dio un beso a su verga y cuando estuve por decirles quefaltaba que se pusiera el preservativo, ella tomándolo bien con la mano le miróla pija a escasos centímetros y tomo razón de que Claudio aun no tenía puestoel preservativo. La calentura de ambos los había hecho olvidar lo que habíamosprevisto, de que él usaría preservativo.
Pude haberles dicho antes de que él no se había puestoprotección, yo lo había notado, y también había notado la calentura que estabanteniendo ambos lo que podía hacer presuponer que empezaran sin el preservativo,pero la verdad, tiempo después me di cuenta que no lo hice porque me excitabaque los labios de ella, su boca tomaran contacto directo con la verga deClaudio.
-Ponete el forrito le dijo ella mirándolo y connaturalidad.
Yo les alcance uno que saque de una de las dos cajasque había sobre la mesa de luz y mientras ella le sostenía la pija, él con susdos manos se ponía el preservativo que algo le costó.
Cuando logro colocárselo ella empezó a besárselo y achupárselo, él estaba acostado boca arriba y ella arrodillada a su ladoinclinada sobre él, dejándome ver su torso arqueado, su culo con la marca delbikini que le va espectacular y parte de su concha.
Eso era una invitación que acepté, una invitación acolocarme arrodillado detrás de ella y comenzar a jugar con mi verga en susagujeritos acariciándole la espalda.
Jugué así un rato mientras ella le chupaba la pijahasta que quise penetrarla. Le pedí a Claudio que se pusiera en el medio de lacama, así lo hizo casi sentado con las piernas abiertas, Eliana se colocó entresus piernas arrodillada e inclinada hacia él para continuar chupándosela y yodetrás de ella.
Empecé a cogerla, primero despacio, luego más fuerte,la tomaba de sus caderas, luego le acaricie su espalda. Ver como ella lechupaba la pija mientras yo me la cogía me excitaba, más dura me la ponía, ymás fuerte la embestía. En un momento me quede bien adentro de ella, lleve mimano hacia su cabeza y le ayude a que la pija de Claudio estuviera más profundaen su boca, Eso lo hice varias veces, también hice que ella le chupara loshuevos y el tronco de la pija adonde no llegaba el preservativo.
Claudio estaba exaltado de placer, se levantó un pocoy se restregaba la verga entre las tetas de Eliana, ella parecía desfrutarloporque recostaba la cabeza hacia atrás y cerraba sus ojos.
En un momento le dije –Eliana a ver cómo te lo coges aClaudio mientras yo me salía de atrás.
-Sii claro… dijo rápidamente ante mi sorpresa ya quecada cosa que le pedía que hiciese tenía que insistir un par de veces.
Yo me puse al costado, Claudio se bajó un pocoquedando bien recostado boca arriba y con las piernas cerradas. Luego vinoEliana paso una pierna encima de Claudio quedando él y su pija en mediode ella, justo a la altura de su concha, ella se inclinó hacia adelante ambasmanos a la altura de los hombros de él, quedando los torsos de ambos a escasoscentímetros. Mientras se miraban sus caras él la abrazo, ella sentía la vergade él entre sus piernas, se inclinó hacia adelante con una comodidad asombrabley esa pija endurecida se perdía dentro de su concha mientras ella llevaba sucuerpo hacia atrás.
Ella pego su cuerpo al de él, y empezó a mover lacadera y la pelvis comiéndose con su concha esa verga que entraba y salía encada movimiento de ella.
Solo en las películas había visto ese movimientopélvico, porque no lo hace siempre, sino solo cuando está súper caliente yademás yo desde abajo mientras ella suele estar encima mío no lo veo.
-Evidentemente tenías muchas ganas de cogértelo aClaudio. Le dije a Eliana.
-Claro. Dijo ella con su voz entrecortada, -Si ademásera lo que queríamos los dos, agrego.
Me quede al lado de ellos para verlos como cogían, megustaba, me calentaba. Los dos estaban muy excitados.
Me acerque a Eliana, le acaricie las nalgas, luegofugazmente comencé a pasar mi dedo con saliva por el agujero de su culo y noteque le estaba gustando.
Seguí jugando ya con todos mis dedos ensalivados porla zona de su cola, también acariciando ese espacio que queda entre la concha yel agujerito de su culo. Yendo con mi dedo anular de mi mano derecha desde suespalda, pasando por el agujero de su culo, hasta llegar a los labios traserosde su concha haciendo tope con la verga de Claudio que era absorbida una y otravez.
-Tenés ganas de que Claudio te haga la cola como lecontaste antes, le dije a Eliana en voz baja, acercándome a su oído mientrasellos se comían la boca a besos. –Pedile que te la haga mientras me cogés a micomo habíamos imaginado… -querés mi amor?.
Dejó de besarlo, y de moverse como lo estaba haciendo,dio vuelta la cara hacia mí, me sonrió excitada como si quisiera decirme -miráque se lo pido ehhh…
-Dale. Insistí yo ahora hablando en voz alta, pedilelo que le dijiste hoy.
Se volvió a sonreír, lo miro a la cara, atino ahablarle pero como que no se animó, me volvió a mirar y a sonreírse, leacaricie la cola y le insistí, -Dale pedile, no tenés ganas de eso acaso?…
Lo volvió a mirar a los ojos y ahora más decidida ledijo como en voz baja: -Claudio quiero que me hagas la cola mientras cogemoscon Gabriel.
-Claro que sí, me encantaría, le dijo el mientras latomaba de ambas mejillas y le daba un beso que era respondido por ella.
Ella se salió de encima de Claudio, él se bajóde la cama, yo me coloque boca arriba en el mismo lugar donde él había estado,Eliana se me subió encima y empezó de la misma forma que con Claudio a cogermemientras movía su pelvis. Nos abrazamos, nos besábamos, nos cogíamos.
Puse saliva en mis dedos y como pude empecé a jugarcon ellos en su cola, le hice seña con esa mano a Claudio como para que seacercara allí, mientras observe que estaba parado detrás de nosotros tocándosela verga.
Mientras él se subía a la cama, le dije a Eliana:-disfruta mi amor vas a tener 2 pijas adentro tuyo como hemos fantaseado…
Dejamos de besarnos para pegar más nuestros cuerpos ydisfrutar mientras cogíamos, notamos que Claudio empezó a rozar con sus vergael culo de Eliana, así que ella dejo de moverse teniendo mi verga adentro, paradejarlo hacer a él.
Sin dudas por las caras de ella le estaba gustando loque pasaba ahí atrás, comenzó a moverse suavemente y Claudio comenzó aacompañar ese movimiento.
-Te gusta? le pregunté.. –Sii, me contesto.
Seguimos así, la verdad nos comenzó a costar cuandoempezamos a acelerar el ritmo, intentando además que Claudio pudiera hacerle lacola.
Yo intentaba que Eliana estuviera lo más calienteposible, de ese modo habíamos logrado hacer no más de dos veces la cola entodos los años que llevábamos juntos.
Imaginarme que Claudio estaba con su verga intentandoentrarle al culo muy poquitas veces hecho de Eliana, era como entregarle algomuy privado, muy íntimo de ella y quizás por eso me excitaba tanto.
Eliana cerro los ojos se aflojo sobre mi cuerpo, laverdad estábamos algo incomodos, no es como uno se lo imagina y ve en laspelículas, al menos la primera vez que lo intentás por lo menos paranosotros, Claudio comenzó casi a entrar con su punta, poco a poco, hastaque cuando entro apenas un poquito más, Eliana dio un fuerte quejido de dolor.
-Hay me dolió, me dijo.
-Aflojate que te va a empezar a gustar le respondí.
Claudio evidentemente motivado y con la pija bienendurecida porque estaba comenzando a lograr su cometido, la embistiónuevamente y esta vez a ella le dolió mucho más.
-No mi amor no puedo seguir, me dijo mirándomecompujida. –me duele mucho.
-Pero no te gusta, le dije.
-Síi, bueno no sé, dudó y agregó, -Creo que sí pero mehace doler mucho.
-Dale un poquito más, una vez que entre te va a dejarde doler para solamente gustarte, le dije mientras se notaba que Claudio seguíaintentando.
-Mi amor sabes que te amo y que si vos querés y me lopedís lo voy a terminar haciendo, pero la verdad te juro que me hace dolermucho, me dijo mientras sus ojos se ponían brillosos.
Aunque esa situación me calentaba terriblemente,entendí que más allá que yo lo disfrutara ella no, y la idea era que ambos lapasáramos genial como hasta ahora venía sucediendo.
Le pedí a Claudio que dejara de intentarlo, y selimitó a acariciarla a Eliana mientras nosotros volvíamos a besarnos y noscogíamos. No tardamos casi nada en acabamos los dos a la vez. Eliana seguía muycaliente y sus ojos estaban brillosos un tanto emocionada.
La bese en los labios me baje de la cama y le dijeahora cogételo al pobre Claudio que todavía esta duro.
Él se acercó a ella y le llevo su mano a la pija, ellasupo que tenía que endurecérsela, fue generosa pues se agacho y empezóademás a chupársela, con lo que la pija de Claudio quedo totalmente parada encuestión de segundos.
Yo me senté en una silla para mirarlos tranquilo sinmolestarlos, observe que la cámara seguía filmando todo lo que pasaba.
Ella quedo debajo de él, empezaron a mirarse y abuscarse los labios, a besarse primero despacio y en besos cortos, luego besosmás largos y en un momento podían verse sus lenguas como se entrelazaban dentroy fuera de sus bocas. Ella abrió sus piernas él se acomodó encima entre ellas yfácilmente la penetro, no pude verlo, pero me di cuenta por la exclamación deella, y empezó a cogérsela bruscamente.
Él estaba muy caliente y mientras la penetraba seliberó para decirle lo que estaba pensando, -Me encanta como cogés, estasdivina Eliana, te juro que nunca tuve sexo así con Juana. Decime… te gusta comote estoy cogiendo?
Eliana no le contestaba, lo abrazaba pero no lecontestaba, -Dale Eliana te gusta… decime…
Eliana me busco con la mirada, la vi y le insinuétambién solo con la mirada como diciéndole, dale si te gusta decíselo…
Ella le dijo -Sí, claro que me gusta tener tu pija enmi concha, nos imaginamos muchas veces esto con Gabriel, ahora estoyrecaliente, eso querías que te dijera?.
-Claro, siiii dijo Claudio mientras se acababa por elplacer que le causaba la situación.
Trató de seguir moviéndose porque Eliana no habíallegado al orgasmo, pero fue en vano.
Se bajó de encima de ella quedando los dos uno al ladodel otro ambos boca arriba, me levante de la silla agarre la copa que estabavacía y me fui a servirme otro poco de vino, ya era muy tarde, pero tenía laboca seca y se me ocurrió seguir con el vino.
Cuando volví Claudio le estaba acariciando el cabelloa Eliana, en un momento acercaron sus caras y se dieron un largo beso delengua, y se acariciaron sus sexos, quizás para Claudio como despedida y paraEliana de calentura porque no había logrado acabar.
Claudio se fue al living y comenzó a vestirse, Elianase me acerco y me pidió la copa.
–Te gusto mi amor, le dije.
-Si la verdad me regusto. Y te digo que sigo caliente.A vos te gusto? Me dijo.
-Claro me encanto, fue lo que imaginamos. Y lo que virecién como se besaban y se tocaban me hizo calentar otra vez.
-Si… je je, me doy cuenta porque tenés la pija parada.
Empezamos a acariciarnos, a tocarnos y volvimos ahacer el amor, cuando estábamos acabando los dos escuchamos que la puerta deadelante se cerraba, era Claudio que recién se estaba yendo porque se habíaquedado a mirarnos mientras nos cogíamos y nos decíamos todo lo que nos amábamos.
Cuando nos dormimos ya venía amaneciendo.
Nos despertamos poco antes del mediodía escuchando lalluvia intensa que caía, no hicimos más que hablar de todo lo que había pasado,lo que habíamos sentido cada uno, lo que nos había gustado.
Aunque no se pudiera creer, la verdad seguíamos tancaliente como hacia unas horas antes. Teníamos como un estado de excitación ycalentura, quizás porque habíamos dormido mal y relativamente poco, por todo elsexo que habíamos tenido, no lo sé, pero fue extraño.
Lo que nos contamos en esa intimidad mientras comíamosalgo en la cama y lo que ella llegó a confesarme respecto de sus placeresdurante la noche anterior queda para otra historia, como así también la hermosasiesta de sexo que esa tarde de lluvia tuvimos.
FIN
(esperamos comentarios por aquí o en: pio_ypia@yahoo.com.ar)
(En la primer parte del relato, mientras él le hacia el amor, yo le venía insistiendo a ella que le contara lo que nos habíamos imaginado , y decía.....)
Esa dificultad que note en ella para animarse adecírselo, más me excitaba, así que con mi corazón retumbando de calentura y mivoz entrecortada por el placer que ello me causaba insistí: -Dale miralo ycontale.
Ella dio vuela su cara y mientras lo miraba a él a losojos me decía para que el escuchara claramente:
-que querés que le cuente mi amor? Que me imaginé queClaudio me cogía como me está cogiendo ahora? Que me imaginé que me iba agustar y la verdad que me encanta.
-Que más te imaginaste- contale a él no a mí. Le dije.
Me miro pícaramente y viéndolo a él a los ojos ledijo:
-Sii Claudio quería que me cogieras asiiii, en 4,también quería chupártela como lo hice, también quiero cogerte yo, estar arribatuyo.
Todo eso se lo dijo con la voz entrecortada por suspequeños quejidos y movimientos que le provocaban la verga de Claudio en suinterior.
-Seguí. Le dije. -Que más te ha calentadoperrita, contale.
Y le dijo: -Tu amigo me ha hecho calentar pensado queme hacías la cola, si eso. Y aunque nunca lo hacemos con Gabriel, me hecalentado imaginándome que vos me hacés la cola Claudio..
-Y contale como te pones cuando nos imaginamos todasestas cosas. Como te mojas…
-Antes no me gustaba, pero ahora la verdad me calientamucho, y siii, me he mojado la bombacha mientras con Gabriel imaginábamos todoesto.
Claudio no daba crédito a lo que estaba escuchando, senotaba como lo ponía eso porque desmesuradamente le acariciaba todo lo quealcanzaban con sus manos a Eliana.
Él ya sabía todo eso que estaba escuchando porque yose lo había contado, pero una cosa es contado por mí y otra cosa que se locontara Eliana mirándolo a los ojos con su voz entrecortada y sus ojosentrecerrados de placer mientras él se la cogía.
Pero me pareció despareja esa situación donde soloEliana había contado sus pudorosos pensamientos, así que le dije a Claudio:
-Ahora contale vos a mi esposa que te has imaginadocon ella.
Y Claudio totalmente caliente y desinhibido le empezóa decir:
-Yo también Eliana, la verdad que yo también hacemucho que te deseo, hace mucho que tenía ganas de cogerte como ahora, hacemucho que me vengo pajeando pensando en vos.
Eliana que lo estaba mirando, cuando escucho esapalabra volvió la cara hacia mi pecho, como que le dio un poco de pudor overgüenza que se lo dijera así…
Pero Claudio se dio cuenta e insistió:
-Si Eliana mirame. Le dijo él, y ella lo volvió amirar.
Claro todo esto mientras él se la seguía cogiendo y yoacariciándola.
Y él retomó -Me masturbo, me pajeo imaginándome entodas las formas posibles que te cogería. Gabriel sabe qué hace un tiempo temiro de otro modo, quiero decirte perra que me calentás terriblemente, que meencanta tu culo, tus tetas y esa conchita así depidiladita.
Y estirando su brazo y tomándola de la cara ledijo:-la verdad que cada paja que me he hecho pensando en vos por másplacentera que haya sido no tiene comparación con este placer que me estásdando. Ahhh me encanta… siiiiii….
Esas palabras causaron algún efecto porque Elianaempezó a moverse más chocando su culo con el cuerpo de Claudio como pidiendoque empiece a cogerla más rápido. Claudio lo entendió y empezaron a cogerbruscamente.
Quise que me chupara nuevamente la pija pero la verdadno lo logre, ella estaba concentrada con sus ojos cerrados y con sus quejidosmás intensos como los de Claudio, con quien al unísono movían sus cuerposchocando el culo de ella con las piernas de él provocando un notorio ruido depieles que se embisten, mientras podía imaginarme, como antes lo había visto decerca, como la verga de Claudio calaba hondo en la concha de Eliana.
Solo quise verla disfrutar, ese iba a ser mi placer enese momento, la tome con mis manos de sus mejillas y la bese, tratando de nodesconcentrar ese camino hacia el orgasmo que ya había iniciado, luego la soltéy me recosté sobre el respaldar de la cama para solamente verla sin tocarla,esa imagen de ella con su boca abierta, gimiendo de placer, sus ojos cerrados,con su cuerpo recibiendo semejante cogida, que notoriamente por sus quejidos,que cada vez eran más intensos y más fuertes, indicaban que claramente estaballegando al orgasmo.
También podía verlo a Claudio que violentamente lasacudía desde atrás con sus embestidas, tomándola a veces por las caderas yotras por sus hombros recostando su cuerpo en la espalda de ella, pero con esemovimiento de pelvis cada vez más intenso que los machos no podemos evitarcuando nos estamos por acabar.
Y así fue, casi al unísono se escucharon llegar alplacer máximo, se estaban acabando juntos, con movimientos espasmódicos,rápidos y lentos, quejidos de placer y sufrimiento, de querer seguir pero nopoder por esa sensación que tenés cuando te acabas que parece que ni siquierapodes rozar tu verga con la concha y en el caso de ella su concha con la verga.
Ella se aflojo y se hecho sobre mi verga que estabadura como una piedra, a la pasada le dio una lamida pero estaba exhausta y sequedó aplastada sobre mis piernas, con su culo hacia donde estaba Claudio, y élse echó encima de ella por unos segundos. Luego ella se irguió y Claudio salióde atrás de ella acercándose por su lateral y tomándola de la cara se dieron unlargo beso de lengua mientras Eliana me masturbaba como preparando lo quequería ahora.
Claudio después del beso se fue dela habitación,quedamos Eliana y yo.
Ella me abrazo y nos besamos... Y yo le dije –Te gustocomo te cogió Claudio?-
-Si claro. Me dijo – pero ahora quiero que me cojasvos.
-Claro mi amor. Le dije y la recosté boca arribaabriendo sus piernas y subiéndome encima de ella, pase mis manos por detrás desu cintura levantándola hacia mí, lo que hizo que sus piernas quedaran cruzadassobre mi espalda. Así comencé a penetrarla tratando de llegar hasta el fondo,todo lo más profundo que podía, ella comenzó a quejarse casi a gritos llegandorápidamente a su segundo orgasmo. Nuestros cuerpos seguían literalmente unidos.
Nos besábamos, yo continué entrándole en su ser, nosdijimos todo lo que nos amábamos, lo placentero que estaba siendo aquellanoche, y mi cuerpo comenzó a darme señales de que me venía, la bese, la abracefuerte, muy fuerte y con las ultimas energías que tenía en ese momento y lo másduro posible me acabe en 4, 5 o 6 embestidas que no quería dejar de dar, peroque tuve que dejar de hacerlo porque en ese instante nada podía ofrecerle conmi sexo.
Me salí de encima de ella, quedamos uno al lado delotro mirando el techo, la tome de la mano y se la bese, en eso vi que Claudionos había estado mirando desde la puerta, tenía una copa de vino en la mano ysu verga notoriamente parada.
-Puedo? Me dijo. Como pidiendo permiso para entrar.
-Claro. Le dije, -replicándole: -y después de todoesto se te ocurre pedir permiso para entrar, ja ja que gracioso que sos.
-Bueno no sé por las dudas. Dijo.
Me erguí un poco y mirándola a Eliana sonriente ypícaramente le dije: -Puede entrar Claudio?
Y ella me respondió:
-No se supongo que sí, pero me da un poquito devergüenza ahora, alcánzame una sábana.
-Si adelante Claudio entrá, le dije, y a la pasadaalcanzale esa sabana que está arriba de la silla a Eliana que parece que tienefrio je je .
Claudio que seguía con su verga endurecida, entro consu copa de vino en una mano y con la otra le alcanzo la sabana a Eliana, quienclaramente lejos de tener frio estaba acalorada, pero igualmente se cubrió conesa sábana su sexo y sus tetas.
Claudio se sentó del otro lado de la cama, tomo unsorbo de vino, le ofreció a Eliana quien tomo un poco, luego a mí que tambiéntome, y posteriormente dejo la copa en la mesa de luz recostándose del otrolado de la cama, de costado con su brazo derecho sosteniendo la cabezamirando hacia nosotros, bueno en realidad hacia Eliana quien estaba a su lado ya quien imagino estaría rozando con su verga, o si no, estaría muy cerca deello.
Yo volví a tomarla a Eliana de la mano, allí estábamoslos tres, mi cabeza funcionado a mil, los tres en la misma cama, mi esposa almedio con apenas una sábana cubriéndole todo lo que hacía un rato había estadopara disfrutar a placer, mi amigo de siempre Claudio del otro lado de ella,totalmente desnudo con su pija otra vez empalmada, y yo, de este otro lado,tomándola de la mano a Eliana demostrándole en silencio mi amor y mi deseo deque gozara, también totalmente desnudo y con mi verga morcillosa, que al pensartoda esta situación ya quería tomar su vigorosidad.
Eliana se fue al baño mientras intentaba taparse unpoco más, ante nuestra atenta mirada, luego yo me fui a servir un vino, yapague la filmadora que seguía encendida, cuando regrese ella aún no estaba, mesenté en la cama para saborear el vino y disfrutar la ocasión y le pregunte aClaudio –y ¿qué te parece?...
-Todo lo que me contaste y más, pero me preocupa, comoya te he dicho que nunca voy a poder devolverte esto... dijo.
- No te pedí que tuvieras que hacer lo mismo, ni nuncate lo voy a pedir, esto de hoy es para ella y para mí, nuestro placer es este,es lo que hemos fantaseado con Eliana… no espero ninguna otra cosa.
En eso regreso Eliana y mientras se subía a la camapregunto que hablábamos, le dije que nada, -solo de vos y lo hermosa queestas…me pidió vino, tomo y se recostó nuevamente entre nosotros.
Allí nos quedamos un rato en silencio, Tome otro sorbo de vino, deje la copa sobre la mesa de luz, y le di un rico beso,mientras despacio intente desplazar las sabanas hacia abajo pero me hizo unapequeña resistencia con sus manos que la sostenía tapando sus tetas, la mire,le di un nuevo beso pero más intenso e intente nuevamente y ella soltó lasabana lo que me permitió que poco a poco vayan quedando sus tetas expuestas, yseguí bajándosela hasta que quedo su pubis a la vista totalmente desnuda. Paraese momento Claudio se estaba inclinando sobre ella queriendo ser parte perosin saber cómo.
Mirándola a los ojos fui con mi mano hacia su pubis yempecé a jugar allí, Claudio empezó primero a acariciarle suavemente su tetas yluego a darle besos en ellas.
La cara de Eliana comenzó a demostrar el placer deestar recostada, totalmente desnuda entre dos hombres que la miraban y tocaban.
Le bese la mejilla, le dije –tocásela, y me fui con miboca y mi lengua a recorrer su pubis, su concha húmeda, despacio como sé que legusta a ella, en un momento di vuelta la cabeza para ver que hacían y él estabaarrodillado al lado de ella y ella lo masturbaba con una mano, con la otra leacariciaba sus huevos y le miraba la pija como como explorándola con la vista.
Volví hacia ella, y le dije al oído –como se la mirásparece que te gusta mucho.
-Es distinta a la tuya, me dijo, a la vez que agrego,parece más fina y la piel le tapa todo el glande.
Claro a no ser por la pornografía que solíamos ver eninternet, esa era la primera vez que tenía entre sus manos, y a esa cortadistancia, otra verga para mirar, disfrutar y gozar.
Me puse saliva en mis dedos de la mano derecha ycomencé a masturbarla, Claudio le acariciaba las tetas y la miraba como ella leestaba haciendo la paja, Eliana cerró los ojos y comenzó a suspirar y a moversu pubis acompañando el movimiento de mis dedos que encontraban su clítorisinflamado.
Cuando noté que no faltaba mucho para que se acabara,saque mis dedos de su concha la bese en los labio y le pedí que se tocara. Quese acabara ella sola…
Me miro, dejo de tocarlo a Claudio y llevo su mano asu pubis, le dije – no, quiero que te arrodilles en la cama mirándonos anosotros y que te toques acabándote.
-hay noo!! Me da cosaaa… Dijo…
Le acaricie su clítoris y se quejó rápidamente así quele dije: -dale si no te falta nada para acabarte, dale, mirá como estamosnosotros mirándote, no estas caliente acaso? No te gusta sentirte deseada?Masturbate para nosotros…
Asintió con la cabeza sin decir nada, se sentó primeroen la cama, luego se puso de rodillas quedando de espaldas a nosotrosmostrándonos su hermoso culo y por último se dio vuelta dejándonos verla defrente.
Cerro lo ojos, llevo su mano derecha hacia su conchitay empezó a acariciarse con los dedos anular y medio, y con su mano izquierdacomenzó a tocarse sus tetas.
Claudio y yo nos sentamos apoyados en el espaldar dela cama, ambos con las vergas erectas viendo el espectáculo que nos ofrecíaEliana que ya había perdido nuevamente el pudor y el placer se apoderaba deella, de tal modo que se llevó sus dedos a la boca en busca de saliva paradarse más lubricación.
Estaba hermosa, sus ojos cerrados, su boca abiertadando pequeños quejidos, sus tetas y los aros que colgaban de sus orejasacompañaban suavemente el movimiento de sus dedos que sabían encontrar su puntomás placentero.
El movimiento de su mano comenzó a ser más rápidoejerciendo mayor presión sobre su clítoris, empezó a quejarse más y en unmomento llego al orgasmo. Sus ojos estaban levemente abiertos, se inclinó haciaadelante quedando acostada entre nosotros boca abajo pero su cola un poco másarriba, siguiendo aun los movimientos compulsivos mientras no dejaba de tocarsecon su mano derecha que había quedado bajo su cuerpo.
Mientras continuaba con sus quejidos de final deorgasmo, podíamos ver su culo y su cadera moviéndose levemente de un lado alotro y de arriba abajo, cerro sus piernas como queriendo apretarse más, y luegolas abrió extendidas. Y allí quedo con su cara de placer extremo hacia mi lado,sobre la almohada a escasos centímetros de mi verga.
Claudio y yo comenzamos casi al unísono a acariciarlela espalda recorriendo con nuestras manos desde la cola hasta su cuello,evidentemente le gustaba porque aún no abría los ojos y su cara así lodemostraba.
Acerque mi verga a su cara, le acaricie el cabello yabrió sus ojos, supo qué quería, me agarro la verga con su mano izquierdaapretándomela desde el tronco hacia adelante para llevarla a su boca y salióuna gota de espeso liquido incoloro que con su lengua llevo a su boca,luego le dio un beso al glande y posteriormente comenzó a chupármela lo másprofundo que podía.
Claudio nos miraba, le acariciaba a ella su cabeza conla mano izquierda y con su mano derecha se masturbaba.
Luego Eliana se incorporó un poco para darme un beso,se dio vuelta lo miro a Claudio y cuando el busco su boca ella acudió paradarse ambos varios besos de lengua.
Recordé que la cámara estaba apagada y me levante paraencenderla, lamentando que no lo hubiera hecho antes.
Eliana y Claudio con sus cuerpos recostados uno enfrente del otro se besaban, mientras ella le tocaba la verga y el la concha, eneso él le insinúa que le chupe la verga, Eliana ya dócil, se bajó a laentrepierna del él, le dio un beso a su verga y cuando estuve por decirles quefaltaba que se pusiera el preservativo, ella tomándolo bien con la mano le miróla pija a escasos centímetros y tomo razón de que Claudio aun no tenía puestoel preservativo. La calentura de ambos los había hecho olvidar lo que habíamosprevisto, de que él usaría preservativo.
Pude haberles dicho antes de que él no se había puestoprotección, yo lo había notado, y también había notado la calentura que estabanteniendo ambos lo que podía hacer presuponer que empezaran sin el preservativo,pero la verdad, tiempo después me di cuenta que no lo hice porque me excitabaque los labios de ella, su boca tomaran contacto directo con la verga deClaudio.
-Ponete el forrito le dijo ella mirándolo y connaturalidad.
Yo les alcance uno que saque de una de las dos cajasque había sobre la mesa de luz y mientras ella le sostenía la pija, él con susdos manos se ponía el preservativo que algo le costó.
Cuando logro colocárselo ella empezó a besárselo y achupárselo, él estaba acostado boca arriba y ella arrodillada a su ladoinclinada sobre él, dejándome ver su torso arqueado, su culo con la marca delbikini que le va espectacular y parte de su concha.
Eso era una invitación que acepté, una invitación acolocarme arrodillado detrás de ella y comenzar a jugar con mi verga en susagujeritos acariciándole la espalda.
Jugué así un rato mientras ella le chupaba la pijahasta que quise penetrarla. Le pedí a Claudio que se pusiera en el medio de lacama, así lo hizo casi sentado con las piernas abiertas, Eliana se colocó entresus piernas arrodillada e inclinada hacia él para continuar chupándosela y yodetrás de ella.
Empecé a cogerla, primero despacio, luego más fuerte,la tomaba de sus caderas, luego le acaricie su espalda. Ver como ella lechupaba la pija mientras yo me la cogía me excitaba, más dura me la ponía, ymás fuerte la embestía. En un momento me quede bien adentro de ella, lleve mimano hacia su cabeza y le ayude a que la pija de Claudio estuviera más profundaen su boca, Eso lo hice varias veces, también hice que ella le chupara loshuevos y el tronco de la pija adonde no llegaba el preservativo.
Claudio estaba exaltado de placer, se levantó un pocoy se restregaba la verga entre las tetas de Eliana, ella parecía desfrutarloporque recostaba la cabeza hacia atrás y cerraba sus ojos.
En un momento le dije –Eliana a ver cómo te lo coges aClaudio mientras yo me salía de atrás.
-Sii claro… dijo rápidamente ante mi sorpresa ya quecada cosa que le pedía que hiciese tenía que insistir un par de veces.
Yo me puse al costado, Claudio se bajó un pocoquedando bien recostado boca arriba y con las piernas cerradas. Luego vinoEliana paso una pierna encima de Claudio quedando él y su pija en mediode ella, justo a la altura de su concha, ella se inclinó hacia adelante ambasmanos a la altura de los hombros de él, quedando los torsos de ambos a escasoscentímetros. Mientras se miraban sus caras él la abrazo, ella sentía la vergade él entre sus piernas, se inclinó hacia adelante con una comodidad asombrabley esa pija endurecida se perdía dentro de su concha mientras ella llevaba sucuerpo hacia atrás.
Ella pego su cuerpo al de él, y empezó a mover lacadera y la pelvis comiéndose con su concha esa verga que entraba y salía encada movimiento de ella.
Solo en las películas había visto ese movimientopélvico, porque no lo hace siempre, sino solo cuando está súper caliente yademás yo desde abajo mientras ella suele estar encima mío no lo veo.
-Evidentemente tenías muchas ganas de cogértelo aClaudio. Le dije a Eliana.
-Claro. Dijo ella con su voz entrecortada, -Si ademásera lo que queríamos los dos, agrego.
Me quede al lado de ellos para verlos como cogían, megustaba, me calentaba. Los dos estaban muy excitados.
Me acerque a Eliana, le acaricie las nalgas, luegofugazmente comencé a pasar mi dedo con saliva por el agujero de su culo y noteque le estaba gustando.
Seguí jugando ya con todos mis dedos ensalivados porla zona de su cola, también acariciando ese espacio que queda entre la concha yel agujerito de su culo. Yendo con mi dedo anular de mi mano derecha desde suespalda, pasando por el agujero de su culo, hasta llegar a los labios traserosde su concha haciendo tope con la verga de Claudio que era absorbida una y otravez.
-Tenés ganas de que Claudio te haga la cola como lecontaste antes, le dije a Eliana en voz baja, acercándome a su oído mientrasellos se comían la boca a besos. –Pedile que te la haga mientras me cogés a micomo habíamos imaginado… -querés mi amor?.
Dejó de besarlo, y de moverse como lo estaba haciendo,dio vuelta la cara hacia mí, me sonrió excitada como si quisiera decirme -miráque se lo pido ehhh…
-Dale. Insistí yo ahora hablando en voz alta, pedilelo que le dijiste hoy.
Se volvió a sonreír, lo miro a la cara, atino ahablarle pero como que no se animó, me volvió a mirar y a sonreírse, leacaricie la cola y le insistí, -Dale pedile, no tenés ganas de eso acaso?…
Lo volvió a mirar a los ojos y ahora más decidida ledijo como en voz baja: -Claudio quiero que me hagas la cola mientras cogemoscon Gabriel.
-Claro que sí, me encantaría, le dijo el mientras latomaba de ambas mejillas y le daba un beso que era respondido por ella.
Ella se salió de encima de Claudio, él se bajóde la cama, yo me coloque boca arriba en el mismo lugar donde él había estado,Eliana se me subió encima y empezó de la misma forma que con Claudio a cogermemientras movía su pelvis. Nos abrazamos, nos besábamos, nos cogíamos.
Puse saliva en mis dedos y como pude empecé a jugarcon ellos en su cola, le hice seña con esa mano a Claudio como para que seacercara allí, mientras observe que estaba parado detrás de nosotros tocándosela verga.
Mientras él se subía a la cama, le dije a Eliana:-disfruta mi amor vas a tener 2 pijas adentro tuyo como hemos fantaseado…
Dejamos de besarnos para pegar más nuestros cuerpos ydisfrutar mientras cogíamos, notamos que Claudio empezó a rozar con sus vergael culo de Eliana, así que ella dejo de moverse teniendo mi verga adentro, paradejarlo hacer a él.
Sin dudas por las caras de ella le estaba gustando loque pasaba ahí atrás, comenzó a moverse suavemente y Claudio comenzó aacompañar ese movimiento.
-Te gusta? le pregunté.. –Sii, me contesto.
Seguimos así, la verdad nos comenzó a costar cuandoempezamos a acelerar el ritmo, intentando además que Claudio pudiera hacerle lacola.
Yo intentaba que Eliana estuviera lo más calienteposible, de ese modo habíamos logrado hacer no más de dos veces la cola entodos los años que llevábamos juntos.
Imaginarme que Claudio estaba con su verga intentandoentrarle al culo muy poquitas veces hecho de Eliana, era como entregarle algomuy privado, muy íntimo de ella y quizás por eso me excitaba tanto.
Eliana cerro los ojos se aflojo sobre mi cuerpo, laverdad estábamos algo incomodos, no es como uno se lo imagina y ve en laspelículas, al menos la primera vez que lo intentás por lo menos paranosotros, Claudio comenzó casi a entrar con su punta, poco a poco, hastaque cuando entro apenas un poquito más, Eliana dio un fuerte quejido de dolor.
-Hay me dolió, me dijo.
-Aflojate que te va a empezar a gustar le respondí.
Claudio evidentemente motivado y con la pija bienendurecida porque estaba comenzando a lograr su cometido, la embistiónuevamente y esta vez a ella le dolió mucho más.
-No mi amor no puedo seguir, me dijo mirándomecompujida. –me duele mucho.
-Pero no te gusta, le dije.
-Síi, bueno no sé, dudó y agregó, -Creo que sí pero mehace doler mucho.
-Dale un poquito más, una vez que entre te va a dejarde doler para solamente gustarte, le dije mientras se notaba que Claudio seguíaintentando.
-Mi amor sabes que te amo y que si vos querés y me lopedís lo voy a terminar haciendo, pero la verdad te juro que me hace dolermucho, me dijo mientras sus ojos se ponían brillosos.
Aunque esa situación me calentaba terriblemente,entendí que más allá que yo lo disfrutara ella no, y la idea era que ambos lapasáramos genial como hasta ahora venía sucediendo.
Le pedí a Claudio que dejara de intentarlo, y selimitó a acariciarla a Eliana mientras nosotros volvíamos a besarnos y noscogíamos. No tardamos casi nada en acabamos los dos a la vez. Eliana seguía muycaliente y sus ojos estaban brillosos un tanto emocionada.
La bese en los labios me baje de la cama y le dijeahora cogételo al pobre Claudio que todavía esta duro.
Él se acercó a ella y le llevo su mano a la pija, ellasupo que tenía que endurecérsela, fue generosa pues se agacho y empezóademás a chupársela, con lo que la pija de Claudio quedo totalmente parada encuestión de segundos.
Yo me senté en una silla para mirarlos tranquilo sinmolestarlos, observe que la cámara seguía filmando todo lo que pasaba.
Ella quedo debajo de él, empezaron a mirarse y abuscarse los labios, a besarse primero despacio y en besos cortos, luego besosmás largos y en un momento podían verse sus lenguas como se entrelazaban dentroy fuera de sus bocas. Ella abrió sus piernas él se acomodó encima entre ellas yfácilmente la penetro, no pude verlo, pero me di cuenta por la exclamación deella, y empezó a cogérsela bruscamente.
Él estaba muy caliente y mientras la penetraba seliberó para decirle lo que estaba pensando, -Me encanta como cogés, estasdivina Eliana, te juro que nunca tuve sexo así con Juana. Decime… te gusta comote estoy cogiendo?
Eliana no le contestaba, lo abrazaba pero no lecontestaba, -Dale Eliana te gusta… decime…
Eliana me busco con la mirada, la vi y le insinuétambién solo con la mirada como diciéndole, dale si te gusta decíselo…
Ella le dijo -Sí, claro que me gusta tener tu pija enmi concha, nos imaginamos muchas veces esto con Gabriel, ahora estoyrecaliente, eso querías que te dijera?.
-Claro, siiii dijo Claudio mientras se acababa por elplacer que le causaba la situación.
Trató de seguir moviéndose porque Eliana no habíallegado al orgasmo, pero fue en vano.
Se bajó de encima de ella quedando los dos uno al ladodel otro ambos boca arriba, me levante de la silla agarre la copa que estabavacía y me fui a servirme otro poco de vino, ya era muy tarde, pero tenía laboca seca y se me ocurrió seguir con el vino.
Cuando volví Claudio le estaba acariciando el cabelloa Eliana, en un momento acercaron sus caras y se dieron un largo beso delengua, y se acariciaron sus sexos, quizás para Claudio como despedida y paraEliana de calentura porque no había logrado acabar.
Claudio se fue al living y comenzó a vestirse, Elianase me acerco y me pidió la copa.
–Te gusto mi amor, le dije.
-Si la verdad me regusto. Y te digo que sigo caliente.A vos te gusto? Me dijo.
-Claro me encanto, fue lo que imaginamos. Y lo que virecién como se besaban y se tocaban me hizo calentar otra vez.
-Si… je je, me doy cuenta porque tenés la pija parada.
Empezamos a acariciarnos, a tocarnos y volvimos ahacer el amor, cuando estábamos acabando los dos escuchamos que la puerta deadelante se cerraba, era Claudio que recién se estaba yendo porque se habíaquedado a mirarnos mientras nos cogíamos y nos decíamos todo lo que nos amábamos.
Cuando nos dormimos ya venía amaneciendo.
Nos despertamos poco antes del mediodía escuchando lalluvia intensa que caía, no hicimos más que hablar de todo lo que había pasado,lo que habíamos sentido cada uno, lo que nos había gustado.
Aunque no se pudiera creer, la verdad seguíamos tancaliente como hacia unas horas antes. Teníamos como un estado de excitación ycalentura, quizás porque habíamos dormido mal y relativamente poco, por todo elsexo que habíamos tenido, no lo sé, pero fue extraño.
Lo que nos contamos en esa intimidad mientras comíamosalgo en la cama y lo que ella llegó a confesarme respecto de sus placeresdurante la noche anterior queda para otra historia, como así también la hermosasiesta de sexo que esa tarde de lluvia tuvimos.
FIN
(esperamos comentarios por aquí o en: pio_ypia@yahoo.com.ar)
3 comentarios - Trío con mi esposa, de la fantasía a la realidad... (2)