Soy médico, llevo casada con mi esposo varios años, han sido felices, con problemas pero nada que no se pueda resolver. Pero tengo algo que no me e podido quitar, me encanta el sexo, y lo tengo bastante en casa, casi diario hago el amor con mi esposo, pero quiero más, soy muy caliente.
pues esto sucedió en una noche de guardia, fui a la cafetería, y no había nadie más que un chico, un pasante que se notaba bastante cansado, fui por algo de café y un bocadillo, y me senté en su mesa.
-¿puedo?
-claro, adelante doctora
-noche pesada ¿verdad?
-bastante llevo dos guardias nocturnas seguidas
-me imagino, yo pasé por lo mismo hace algunos años.
Nuestra conversación fluía agradablemente, el chico aunque tenia la cara cansada, era muy atractivo.
-si tu gustas, puedes ir a mi consultorio a tomar una siesta
-pero y si me descubren
-no pasa nada, no te preocupes, en mi consultorio no entra nadie que no quiera
-se lo agradecería mucho doctora
Llegamos a mi consultorio, me acomode en mi escritorio y el se sentó frente a mi, noté que me miraba las tetas; las tengo algo grandes y me gusta usar escotes para presumirlas, algunas chicas del hospital me odian por eso, me recosté un poco sobre el escritorio con el fin de que viera un poco más, y así lo hizo.
-¿te gustan?
-emmm, a que se refiere doctora?
-mis tetas
El chico me miró sorprendido, sin poder decir algo,
-noté que las mirabas
-no doctora como cree
-te vi
El chico se ponía cada vez mas nervioso, se levanto e intento irse.
-no te vayas
-disculpe doctora
-mejor cierra la persiana
Se quedo de pie un momento en la puerta y camino hacia la ventana y cerro las persianas, me baje la blusa y el sostén, dejando fuera mis tetas, mis pezones estaban ya muy duritos.
-ven, chupamelas
Caminó hacia mi, se inclino, tomo una con la mano y se la puso en la boca, parecía que se la quería meter toda, su lengua jugaba con mi pezón, era muy rico, me humedecía a cada lenguetazo que me daba.
-muerdelas por favor
Así lo hizo, y paso a la otra teta e igual, la chupo con la misma intensidad, mientras yo acariciaba su verga dura sobre el pantalón, le baje la bragueta y se la saque; no era muy grande, más bien normal, y la comencé a masturbar.
-quiero comerme tu verga
-con gusto doctora
Se aparto de mi, me incline, la tomé con mis dedos y me llevaba a la boca, cuando tocaron la puerta del consultorio, avisándome que tenia consulta que dar.
Me sentí mal con el chico, pero lo recompense mas adelante...
pues esto sucedió en una noche de guardia, fui a la cafetería, y no había nadie más que un chico, un pasante que se notaba bastante cansado, fui por algo de café y un bocadillo, y me senté en su mesa.
-¿puedo?
-claro, adelante doctora
-noche pesada ¿verdad?
-bastante llevo dos guardias nocturnas seguidas
-me imagino, yo pasé por lo mismo hace algunos años.
Nuestra conversación fluía agradablemente, el chico aunque tenia la cara cansada, era muy atractivo.
-si tu gustas, puedes ir a mi consultorio a tomar una siesta
-pero y si me descubren
-no pasa nada, no te preocupes, en mi consultorio no entra nadie que no quiera
-se lo agradecería mucho doctora
Llegamos a mi consultorio, me acomode en mi escritorio y el se sentó frente a mi, noté que me miraba las tetas; las tengo algo grandes y me gusta usar escotes para presumirlas, algunas chicas del hospital me odian por eso, me recosté un poco sobre el escritorio con el fin de que viera un poco más, y así lo hizo.
-¿te gustan?
-emmm, a que se refiere doctora?
-mis tetas
El chico me miró sorprendido, sin poder decir algo,
-noté que las mirabas
-no doctora como cree
-te vi
El chico se ponía cada vez mas nervioso, se levanto e intento irse.
-no te vayas
-disculpe doctora
-mejor cierra la persiana
Se quedo de pie un momento en la puerta y camino hacia la ventana y cerro las persianas, me baje la blusa y el sostén, dejando fuera mis tetas, mis pezones estaban ya muy duritos.
-ven, chupamelas
Caminó hacia mi, se inclino, tomo una con la mano y se la puso en la boca, parecía que se la quería meter toda, su lengua jugaba con mi pezón, era muy rico, me humedecía a cada lenguetazo que me daba.
-muerdelas por favor
Así lo hizo, y paso a la otra teta e igual, la chupo con la misma intensidad, mientras yo acariciaba su verga dura sobre el pantalón, le baje la bragueta y se la saque; no era muy grande, más bien normal, y la comencé a masturbar.
-quiero comerme tu verga
-con gusto doctora
Se aparto de mi, me incline, la tomé con mis dedos y me llevaba a la boca, cuando tocaron la puerta del consultorio, avisándome que tenia consulta que dar.
Me sentí mal con el chico, pero lo recompense mas adelante...
19 comentarios - Deje que me chuparan las tetas
Saludos....