Me cogí a la prima de mi esposa.

Este es el primer relato que escribo, les pido su opinión, tanto en contenido y narrativa, a ver si la próxima puedo hacer algo mejor. Estos relatos son adaptaciones de mi vida, situaciones que pasaron adulteradas, o sencillas fantasías.



Me Cogí A La Prima De Mi Esposa


Para un finde largo, vino a quedarse la primita de mi esposa, ella es muy amiga de mi hijastro, tienen la misma edad, pero nosotros vivimos en Morón y ella en Quilmes, así que no se ven mucho. La conozco de chica, pero fue creciendo y poniéndose demasiado linda, flaquita, alta, piernas largas, colita parada, un caramelito.
Le preparamos una cama en el otro cuarto, y nos vinimos a acostar, a mirar una película. Mi mujer es bastante dormilona, y siempre la queda cuando miramos algo, así que yo me quedé despierto, boludeando en internet.
Me levanto para ir a buscar algo de tomar en la cocina, y la veo a ella ahí, sirviendose un vaso de jugo. No la había visto con la ropa de cama, una remerita, un short demasiado chico y unas medias cortitas tipo fluor, el pelo rubio, suelto, casi hasta la cintura.
"Qué haces, Cami -le digo-, no me guardes la botella que yo también quiero tomar" y se corre y veo que se está aguantando la risa, al principio no entiendo, hasta que caigo: yo me levanté en remera y boxer, y de verla a ella así, se me había vuelto una carpa abajo. Intento, como un pelotudo, que se me baje, estiro la remera para abajo, un papelón, y ella me dice, bien picarona "¿estabas jugando con Maru?" -No, no, está durmiendo ya... "¿y entonces?" ni me deja responder y se me pone bien cerca y me agarra la palanca de cambios a través del boxer; antes de darme cuenta, nos estamos besando.
Ahora sí, le meto la mano abajo de la remera, sin corpiño, para acariciarle las tetitas preciosas que tiene, la agarro bien por el culo. Ella tampoco se queda atrás, me saca la verga del boxer y me pajea, brusco, torpe, y me calienta como nada en la vida. Solita se agacha y la empieza a chupar, a mi se me pone tan dura que ya me duele, ver mi pija adentro de esa boca, esa carita tan hermosa tirandome la goma es tremendo; ya me la imagino toda manchada de mi leche, pero me tengo que aguantar para no acabar ya mismo.
Se la saco yo, porque ella no va a parar, la vuelvo  a besar -que linda que es, la puta madre- y le bajo el short y la bombachita, apenas hasta arriba de las rodillas. La manoseo, le agarro bien el culo, le meto un dedo en el orto, otro más. Le acaricio la conchita peludita, le juego mucho en el clítoris; está empapada, y me encanta.
Me preparo para penetrarla y ella se me aleja "Pará -me dice-, en la conchita no, que nunca llegué a tanto... probemos por atrás". Y yo pruebo, imaginate como estoy. Me arrodillo así me queda su culo en la cara, la empujo un poquito para adelante, que se incline sobre la mesada, ella se pone en puntitas de pie, le abro la cola y se la empiezo a chupar toda, la lamo, la chupo, le meto la lengua lo más que puedo, me transo su ojete, directamente.
Cuando ya la siento lista, la vuelvo a besar, con todo el gusto de su orto en la boca, y mientras la beso, le empiezo a meter la pija en el culo. Me gime adentro de la boca, le muerdo la lengua y entro más profundo, termina el beso y yo estoy en ese culo hasta los huevos. Despacito la empiezo a sacar, casi hasta la puntita, y se la vuelvo a meter... estamos así un ratito, voy aumentando la velocidad y su culito ya me acepta, bien apretadita, pero puedo hacer lo que quiera. Así que me la culeo ahí paradita, con el short hasta las rodillas, en puntitas de pie, con la remera levantada, ella se frota la conchita, yo la froto con mi mano arriba de la suya, la siento acabar una, dos, tres veces, le paso la mano acabada por toda la boca, que me chupe los dedos. "Llename, ay, llename". Le basta con decir esto para que yo explote adentro suyo, me saltan dos chorros tremendos de leche adentro de su colita, y después me empiezo a chorrear, como si hubieran descorchado un champagne. Hasta que no me deja de salir, no salgo de adentro suyo; antes de sacarsela, ella ya se va levantando la bombachita, cosa que ni bien le saco la pija, y le chorrea mi semen, ella ya está vestidita, manchandose toda, yéndose a dormir sucia.
-¿Te gustó?
"Me encantó" me da un besito y se vuelve al cuarto. Le mando dos cubitos de hielo al jugo y yo vuelvo al mío.

Esa fue la única vez que me garché a Camila, ni volvimos a hablar del tema, y solo nos vimos para navidad pasada. También salió ganando mi esposa, que ahora que cogemos pienso mucho en esa noche y le termino dando con más ganas y llenándola con más leche; imaginate si supiera que es porque sueño con volver a llenar a su primita.



Muchas gracias por leerme.