Griselda me propuso una tarde salir con una pareja amiga con la que apenas habíamos compartido un cumpleaños. La idea era ir a comer a un restaurante de San Telmo que tiene un "clima" muy a nuestro gusto y despues ir a bailar, cosa que ella sabe que detesto.
Marcela y Damian, que así se llaman, son una pareja de alrededor de 40 años. Ella es menuda y muy extrovertida y el mas bien serio.
Nos pasaron a buscar y arrancamos al restaurante. Marcela muy divertida contando sus anecdotas de trabajo, y como un pendejo le tira los perros. Damian se fue soltando en el camino con comentarios del tipo "claro, como no te van a tirar los galgos con lo linda que sos", y cosas por el estilo.
La cena transcurrió muy animada, con un Damian relajado. Hablamos de política y de fútbol con buena y animada conversación.
Tomamos dos botellas de malbec y la charla se animó y fue, de a poco, yendo al terreno sexual. Damián era mas abierto de lo que parecía y jugamos a que contabamos las historias que habíamos tenido cada uno con otras personas.
Yo acariciaba por debajo de la mesa la pierna de Grisela cuando ella contó que salia con un pendejo mucho menor que ella. La miré a los ojos y noté su excitación. La conozco.
Cuando llegó el momento de irnos, yo propuse ir a casa en lugar de bailar a escuchar musica y toma champan.
Marcela rápidamente dijo "siiiii, Marcelo, odio bailar". Asi que volvimos. Damian había sido prudente con el alcohol porque manejaría pero nosotros tres estabamos, digamos, apenas tocados.
Llegamos a casa y, abrimos un champan y guarde otro para despues.
Bebiamos y charlabamos cuando descubrí una mirada algo sugerente de Damián a las tetas de Griselda.
"Te gustan, chabon", le dije como un chiste.
"Jjajajaja, claro, como no"
"Mira que lindas son" le dije mientras acariciaba a Griselda en la espalda y sus pechos se erectaban como suele pasarle. Conozco esa reacción. Las caricias en su espalda impactan directamente en sus pezones.
La charla siguió, y las miradas se cruzaban: Damian a Griselda y yo a Marcela.
Ya en la segunda botella, la desinhibición ganó la batalla y Damian la besó a Marcela quien respondió sin dejar de mirarme. Lo comenzó a acariciar y me seguía mirando.
Griselda los miraba besarse y ya estaba muy excitada acariciandome la pierna. Me besó en la boca y senté el calor que significaba su calentura extrema.
"Te gusta Marcela?" me dijo Damián.
"Mucho", respondí
"Queres sentir como besa? es fantástica"...
El silencio ganó la habitación. Me senté a su lado, Marcela quedó en medio de Damian y yo y la besé en la boca.
Yo sabía que no quedaría allí la cosa pero le pregunté a Damían si podía seguir. "Claro", contestó. Y le acaricié los pechos por encima de la ropa. El también hizo lo suyo con las piernas y ambos estabamos acariciándola, mientras Marcela besaba a su novio y a mi alternando.
Griselda era una espectadora de como acariciabamos a su amiga entre su novio y yo.
Damian le desprendió la camisa y le quitó el corpiño dejando sus pechos pequeños a disposición de mi boca.
Los lamí y sus pezones crecieron, esos pechos pequeños albergaban enormes pezones que me dediqué a lamer y morder, mientras Damían le levantaba la pollera para acariciar su concha ya humeda por encima de la tanga blanca.
"Queres mirar o participar?" le dije a Griselda.
"Mirar", respondió y se quitó la remera y el corpiño para inmediatamente acariciar sus pezones.
Con esa sola palabra despertó mi instinto.
Damian y yo terminamos de desnudar a Marcela y nos desnudamos. Ella sentada yo lamia sus pezones hermosos y enormes mientras Damian arrodillado se deleitaba con su concha que, ademas, estaba sin depilar.
Marcela me acariciaba la pija mientras seguia con sus pechos (los pezones me enloquecían) y Damian se paró a su lado y ella se comió toda su pija de una.
Me hizo pararme para chupar las dos pijas alternando una y otra. Luego se resfregaba la mia y la pajeaba mientras seguia chupando la de su novio.
Me di vuelta y vi a Griselda totalmente desnuda masturbándose. Acariciaba su clítoris con una mano mientras se metía los dedos en la concha y en el culo con la otra.
Verla pajearse es muy excitante. Simpre le pido que lo haga y le relato fantasías pero ahora era distinto: estaba mirando como nos cogíamos con Marcela y Damían.
Marcela se sentó sobre la pija de Damían mientras me la chupaba. Lo cabalgaba y gemía. Con su mano me pasaba la pija por su cara y gozaba mordiendome la cabeza.
Damian le pidió que se pusiera en cuatro y ella obedeció. Gritó cuando el se la metió toda en el culo de una. Yo queria penetrarla y se lo dije. Entonces sucedió.
Damian se acostó, ella lo cabalgaba y me pidió "metemela toda por el culo, Marcelo, hiervo por tener dos pijas adentro"
Yo la penetre y sentia como la pija de Damian la cogía por la concha, mientras veía a Griselda masturbarse con tres dedos en la concha y dos en el culo, gimiendo y moviendose con frenesí.
Marcela acababa los gritos y tanto Damian como yo no aguantábamos.
Entonces Griselda se acercó en silencio, ambos dejamos de penetrar a Marcela y nos masturbamos frente a la boca abierta de Grisela que esperaba el manantial de leche en su cara y su boca.
Mi chorro de leche fue directo a la boca de Gri y a los pocos segundos Damian le baño la cara. Luego Marcela se acercó y me succionó la poca leche que quedaba mientras Griselda lo hacía con Damian. Su cara llena de leche de su amigo era un espectáculo viendola lamer esa pija.
Las bocas de las dos amigas se juntaron y mezclaron sus salivas con nuestras leches. Se lamieron y gozaban. Marcela lamía la leche de su novio de la cara de Griselda y se besaban. Se abrazaban y parecían seguir. Pero eso es la historia que continuará.
Marcela y Damian, que así se llaman, son una pareja de alrededor de 40 años. Ella es menuda y muy extrovertida y el mas bien serio.
Nos pasaron a buscar y arrancamos al restaurante. Marcela muy divertida contando sus anecdotas de trabajo, y como un pendejo le tira los perros. Damian se fue soltando en el camino con comentarios del tipo "claro, como no te van a tirar los galgos con lo linda que sos", y cosas por el estilo.
La cena transcurrió muy animada, con un Damian relajado. Hablamos de política y de fútbol con buena y animada conversación.
Tomamos dos botellas de malbec y la charla se animó y fue, de a poco, yendo al terreno sexual. Damián era mas abierto de lo que parecía y jugamos a que contabamos las historias que habíamos tenido cada uno con otras personas.
Yo acariciaba por debajo de la mesa la pierna de Grisela cuando ella contó que salia con un pendejo mucho menor que ella. La miré a los ojos y noté su excitación. La conozco.
Cuando llegó el momento de irnos, yo propuse ir a casa en lugar de bailar a escuchar musica y toma champan.
Marcela rápidamente dijo "siiiii, Marcelo, odio bailar". Asi que volvimos. Damian había sido prudente con el alcohol porque manejaría pero nosotros tres estabamos, digamos, apenas tocados.
Llegamos a casa y, abrimos un champan y guarde otro para despues.
Bebiamos y charlabamos cuando descubrí una mirada algo sugerente de Damián a las tetas de Griselda.
"Te gustan, chabon", le dije como un chiste.
"Jjajajaja, claro, como no"
"Mira que lindas son" le dije mientras acariciaba a Griselda en la espalda y sus pechos se erectaban como suele pasarle. Conozco esa reacción. Las caricias en su espalda impactan directamente en sus pezones.
La charla siguió, y las miradas se cruzaban: Damian a Griselda y yo a Marcela.
Ya en la segunda botella, la desinhibición ganó la batalla y Damian la besó a Marcela quien respondió sin dejar de mirarme. Lo comenzó a acariciar y me seguía mirando.
Griselda los miraba besarse y ya estaba muy excitada acariciandome la pierna. Me besó en la boca y senté el calor que significaba su calentura extrema.
"Te gusta Marcela?" me dijo Damián.
"Mucho", respondí
"Queres sentir como besa? es fantástica"...
El silencio ganó la habitación. Me senté a su lado, Marcela quedó en medio de Damian y yo y la besé en la boca.
Yo sabía que no quedaría allí la cosa pero le pregunté a Damían si podía seguir. "Claro", contestó. Y le acaricié los pechos por encima de la ropa. El también hizo lo suyo con las piernas y ambos estabamos acariciándola, mientras Marcela besaba a su novio y a mi alternando.
Griselda era una espectadora de como acariciabamos a su amiga entre su novio y yo.
Damian le desprendió la camisa y le quitó el corpiño dejando sus pechos pequeños a disposición de mi boca.
Los lamí y sus pezones crecieron, esos pechos pequeños albergaban enormes pezones que me dediqué a lamer y morder, mientras Damían le levantaba la pollera para acariciar su concha ya humeda por encima de la tanga blanca.
"Queres mirar o participar?" le dije a Griselda.
"Mirar", respondió y se quitó la remera y el corpiño para inmediatamente acariciar sus pezones.
Con esa sola palabra despertó mi instinto.
Damian y yo terminamos de desnudar a Marcela y nos desnudamos. Ella sentada yo lamia sus pezones hermosos y enormes mientras Damian arrodillado se deleitaba con su concha que, ademas, estaba sin depilar.
Marcela me acariciaba la pija mientras seguia con sus pechos (los pezones me enloquecían) y Damian se paró a su lado y ella se comió toda su pija de una.
Me hizo pararme para chupar las dos pijas alternando una y otra. Luego se resfregaba la mia y la pajeaba mientras seguia chupando la de su novio.
Me di vuelta y vi a Griselda totalmente desnuda masturbándose. Acariciaba su clítoris con una mano mientras se metía los dedos en la concha y en el culo con la otra.
Verla pajearse es muy excitante. Simpre le pido que lo haga y le relato fantasías pero ahora era distinto: estaba mirando como nos cogíamos con Marcela y Damían.
Marcela se sentó sobre la pija de Damían mientras me la chupaba. Lo cabalgaba y gemía. Con su mano me pasaba la pija por su cara y gozaba mordiendome la cabeza.
Damian le pidió que se pusiera en cuatro y ella obedeció. Gritó cuando el se la metió toda en el culo de una. Yo queria penetrarla y se lo dije. Entonces sucedió.
Damian se acostó, ella lo cabalgaba y me pidió "metemela toda por el culo, Marcelo, hiervo por tener dos pijas adentro"
Yo la penetre y sentia como la pija de Damian la cogía por la concha, mientras veía a Griselda masturbarse con tres dedos en la concha y dos en el culo, gimiendo y moviendose con frenesí.
Marcela acababa los gritos y tanto Damian como yo no aguantábamos.
Entonces Griselda se acercó en silencio, ambos dejamos de penetrar a Marcela y nos masturbamos frente a la boca abierta de Grisela que esperaba el manantial de leche en su cara y su boca.
Mi chorro de leche fue directo a la boca de Gri y a los pocos segundos Damian le baño la cara. Luego Marcela se acercó y me succionó la poca leche que quedaba mientras Griselda lo hacía con Damian. Su cara llena de leche de su amigo era un espectáculo viendola lamer esa pija.
Las bocas de las dos amigas se juntaron y mezclaron sus salivas con nuestras leches. Se lamieron y gozaban. Marcela lamía la leche de su novio de la cara de Griselda y se besaban. Se abrazaban y parecían seguir. Pero eso es la historia que continuará.
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