Esta es la primer parte del epílogo de un texto de hace un tiempito.
http://www.poringa.net/posts/relatos/3089386/Mi-mujer-y-su-amiga.html
Ante la insistencia de algunos lectores, intento continuar la historia, espero que les guste.
- Hay algo que tengo que contarte de Victoria y de mi...- me dijo dejando un silencio incómodo en el aire entre nosotros. Los autos pasaban por la avenida, una brisa fresca entraba por la ventana entreabierta. Era una noche calmada de primavera. Yo no supe qué decirle, solo dejé que tomara impulso para sacar eso que quería decir. Solo agarré su mano en la mía.
Pasaron un par de minutos en que los dos nos quedamos en silencio mirando el techo. Es increíble que en esas circunstancias aparezcan pensamientos tan insólitos como que recordé que no había pagado las expensas y que tendría que hacerlo sin falta el lunes.
De repente se levantó y fué al baño. Estuvo un par de minutos en que nada pasaba. Después volvió a acostarse boca arriba a mi lado y me volvió a agarrar la mano.
- Me calienta Victoria.- soltó finalmente Alma poniéndose de costado mirándome fijo.
Yo no dije nada.
- Nunca pasó nada más que esos piquitos que a veces me da, o algún abrazo un poco largo y apretado, nada fuera de lo común. Pero veo que más estoy con ella, más me calienta. Y no sé que hacer. Qué se yo... Nunca me había pasado ésto. -
Me acerqué y le dí un pico yo.
- Contame, no hay problema, habémoslo.- le dije con la verga ya endureciéndose de la calentura que me iba dando sus palabras. Calentura inconfesable en esas circunstancias porque su rostro decía que no la estaba pasando bien y que buscaba algo en mi que le sacara la angustia.
- Estas enamorada de ella?- le pregunté esperando lo peor para nuestra pareja.
- Noooooo.- dijo poniendo cara de que no entendía nada.
- No, yo estoy enamorada de vos y estoy muy segura de que quiero seguir acá, con vos. Nosotros somos una pareja y eso me gusta. Es otra cosa. Es obsesión. No sé. Calentura. Es una idea que me da vuelta por la cabeza todo el tiempo y no me la puedo sacar. -
Mientras hablaba se incorporó y quedó sentada en la cama con la espalda apoyada en el respaldo. Todavía tenía puesto el vestido corto color violeta que nunca se sacó después de cojer en la cocina. La bombacha había quedado tirada en algún lugar de la casa. Veía sus pies descalzos moverse inquietos mientras seguía hablando de Victoria.
- A veces me da miedo porque no se si lo puedo manejar. La miro. La veo pasar la letra y le miro la boca y me da un impulso terrible de besarla. Es feo, porque me parece que ella se da cuenta y se hace la boluda. -
- Ella no es la que te da picos también? No le pasará lo mismo?.- pregunté.
- No sé. Eso es lo que me tiene loca. Porque me siento que me histeriquea todo el tiempo y yo estoy esperando que me parta la boca de un chupón y no pasa nada. Es una tensión permanente entre nosotras. Siento todo el tiempo que me atrae, me hace la cabeza, me agarra del brazo, me acomoda el pelo y después cuando todo parece que va a pasar, se aleja y me deja sin entender nada.-
- Me estoy poniendo un poco celoso.- le dije medio en broma.
- Perdoname, sé que no es fácil escuchar esto, pero no quiero mentirte más. Sos muy buena persona y no te quiero lastimar. Aparte leí el texto que escribiste y me pareció que hasta vos viste lo que pasa. Yo te quiero.- me dijo agarrándome la mano y sollozando un poco.
- Yo las vi una vez ensayando, ustedes no se dieron cuenta y me pareció que hay como una electricidad entre ustedes. Por eso se me ocurrió escribir eso. De pajero nomás. -
- Viste que hay algo? Me tiene obsesionada eso, que estamos juntas y todo da para matarnos de un chupón.-
-Me pone celoso y un poco caliente también.- dije sonriéndole.
- No seas boludo. No jodas con estas cosas. Tengo miedo de que se vaya todo a la mierda. Me entendés?-
- Si Alma. Te entiendo. Y no se va a ir todo a la mierda porque te quiero muchísimo por contarme ésto que te pasa. Si te jodo es para que te relajes y lo charlemos.- le dije haciéndome el bueno, pero ya tramando la forma de cojerlas a las dos juntas.
- En serio me entendés? No me vas a echar a la mierda?- me dijo apretándome fuerte la mano y exagerando el tono de voz de arrepentimiento.
- En serio. Yo te amo y quiero vivir con vos. Somos grandes y puede pasar una calentura de estas. Si fuese un tipo en una de esas me preocuparía mas. Pero es Victoria, la conocemos.-
- Y que tiene que ver que la conozcamos?-
- Que se yo, es muy amiga tuya. No sé.-
- No entiendo. Explicame. Te gusta Victoria?- preguntó ahora con un poco de intriga y hasta disgusto.
- No Alma. No me gusta Victoria. O si, pero ya que estamos en confesiones. Me gusta verte con ella. Eso me calienta. Por eso escribí el texto. -
- Querés cojernos a las dos?- Ahora Alma parecía un poco molesta.
- No es eso. Me calienta verlas juntas. Es más un morbo de verlas. Me pone muy caliente espiarlas cuando ensayan. Son muy sexuales las dos actuando. Como la otra vez que te fuiste a bañar al toque que se fué y entré y te estabas pajeando.-
- Te diste cuenta? Que vergüenza!-
- Como que vergüenza, si hasta te hice el orto ese día.-
- Si, viste como me puso? Y me gustó al final cojer por el culo. Ella diciéndome que no sabía gozar por el culo me puso como loca y volaba de la calentura cuando me entré a bañar. Por suerte viniste y me cojiste. En serio no te jode que te cuente todo ésto?-
- La verdad es que me pone la verga re dura que me cuentes esas cosas.- le dije acercándome y pasando la palma de mi mano en su entrepierna desnuda.
- Aparte qué mas quiero que mi mujer se caliente y termine entregándome el ojete. Contame qué harías con ella.- le dije ya con la verga a palo.
Ella recibió la caricia sin rechazarla. También se estaba calentando y el que yo aceptara su confesión sin ofenderme pareció sacarle un peso de encima que llevaba hacía tiempo. Sentía su concha empezando a mojarse. Tiró la cabeza hacia atras, apoyándola en el respaldo y abrió las piernas para facilitar la caricia.
- La besarías?- le pregunté.
- Si, le comería la boca. Tiene unos labios que dan ganas de chaparla fuerte.-
- Como te imaginás besar a una mujer?- pregunté.
- Como dijiste vos en el texto. Eso me calentó bastante. Suave, diferente.-
- Y las tetas? Te gustan?-
- Me gustaría besarla toda. Mmmmmm, esa caricia me esta calentando. Si, me gustaría besarla toda en la piel. Me calienta su espalda.- siguió contando y calentándose más, dejándose llevar por mi mano y sus fantasías.
- Seguí, seguí contando que me pone como loco.- le dije yo.
- La desnudaría por atrás y la acostaría boca abajo y le pasaría la lengua por toda la espalda. A veces la veo cambiarse de remera y me gusta mucho su espalda. Es ancha, pero la piel da ganas de chuparla. -
- Y qué más?- Seguí yo haciendo más intensa la caricia. Agarrándole el clítoris entre los dedos y pajeándola más rápido. Ella gemía y empezaba a mover la cadera acompasadamente.
- Le daría las tetas para que me las chupe. . Ella se los pellizcaba ya con los ojos cerrados.
- Le daría las tetas y que me agarre los pezones entre los labios y le pase la lengua despacio. Lento. Y yo la abrazaría y sentiría toda su piel suave, desnuda contra mi. Y que me bese el cuello y me acaricie el clítoris. Y sentiría el roce de sus tetas contra las mías. Y su concha apoyándose contra mí, las dos frotándonos calientes y bien juntas, abrazadas. Mmmmm, me estás haciendo volar con esa caricia .- Decía gozando.
- No pares por favor.- Le decía yo agarrandome la verga con la mano libre y jadeando de la calentura.
- Te gustaría que te chupe la concha ella?- le pregunté acomodándome en la cama para chuparsela yo. Boca abajo, con la cabeza entre sus piernas abiertas. Sus manos me agarraron de la nuca y me empujaron hacia su concha ya llena de sus flujos. Pasé la lengua sobre sus labios externos y senti el sabor viscoso de su calentura saliendo a raudales de dentro de sus entrañas.
- Mmmmm, si, me entregaría toda abierta para ella. Para que me chupa la concha. Me gustaría ser toda suya. Que me haga volar de calentura. Que me pase la lengua por el clítoris y los labios de la concha. Que me la abra y meta le lengua como una pija chiquita que me vuelva loca cojiéndome sin parar. -
Yo la chupaba haciendo todo lo que decía que le gustaría. Mi verga apretada contra las sábanas estaba por explotar de calentura.
Luego le levanté las piernas agarrándola por detrás de las rodillas y dejé expuesto su sexo y su ano a mi angurria. Empece a lamerle culo y concha descontrolado de la excitación. Ella solo gemía y se apretaba las tetas cada vez más fuerte. De a poco fuí concentrándome solo en el orto. Lamiendo y metiendo mi lengua de a poco en ese agujero lleno de flujos que brotaban de su concha, al igual que mi barbilla y hasta mi cuello.
Y mientras tenía mi lengua entrando y saiendo de su ojete empezó a decir.
- Dale Vicky, chupame el culo. Abrimelo. Haceme tu puta del orto. Abrilo y preparámelo para que me la meta él. Dale, así. Dejame el ojete bien abierto y lubricado. Quiero la verga en el culo. Mira él está acá con nosotras mirando y quiero que me rompa el culo para vos. Para que veas que si soy una puta bien puta y puedo gozar por el culo. Dale, abrilo. Meteme dos dedos vas a ver que puedo aguantarlos y más todavía. Tengo el orto caliente, con muchas ganas de pija. Quiero pija en el culo. Quiero pija en el culo, quiero pija en el culo. -
Vuelta loca entre mis brazos me incorporé e hice caso a sus deseos mandándosela en el orto sin demasiado miramiento. Creo que le dolió un poco al pricipio pero aguantó hasta empezar a gozar mi verga que la taladraba sin compasión como me había pedido.
Seguí bombeándola hasta que la sentí a punto de acabar. Entre gemidos me pedía cada vez más y mas fuerte y yo también empecé a sentir la ola del orgasmo a punto de romper desde mis huevos.
Acabamos juntos, llenándole el culo de semen y ella pajeándose el clítoris mientras la cojía.
Saqué la verga sucia y exhausta de sus entrañas. Su ojete abierto dejaba caer un hilo de guasca hasta las sábanas. Nos acostamos jadeando y nos dormimos. No había mas que decir esa noche.
Me desperté la mañana siguiente con mi pija en su boca. Levanté la mirada y vi su pelo todo despeinado tapando mi entrepierna y mi verga dura como una piedra sintiendo las caricias de su lengua. Levanto la vista y me miró con ojos un poco dormidos todavía.
- Buen día! Me levanté bien puta hoy.- me dijo incorporándose y montándome. Se metió la verga en la concha ya mojada nuevamente. Me cojió agarrándome las manos por sobre mi cabeza. Ofreciéndome las tetas para que las chupe.
Me dejé hacer. Ella hizo todo llevando el ritmo y la intensidad todo el tiempo. Me fue haciendo ver las estrellas a su ritmo hasta que me hizo tener un orgasmo arrollador que inundó su cajeta de mi semen. Como la tenía dura todavía siguió bombeando hasta poder acabar ella también jadeando y hasta haciendo unos pequeños grititos de placer que nunca había escuchado. Me abrazó desnuda sobre mi pecho y se quedó unos largos minutos sobre mi, con la verga todavía adentro que iba achicándose y dejando caer el semen y los flujos retenidos en la concha. Sentía su respiración sobre mi.
Después se levantó y preparó el desayuno. Al rato salió, tenía que hacer unas cosas y yo quedé solo en la casa leyendo el diario. El recuerdo de la noche anterior ocupaba todo mi pensamiento. La calentura me volvió y me fuí al baño a pajearme. Excitado con todo lo que estaba pasando acabé casi enseguida. No sé por qué, pero se me dió por mandarle una foto por celular de mi mano reteniendo la verga llena de leche. "Te extraño" era el texto que la acompañaba.
No sabía si era demasiado. Nunca habíamos hecho algo así. Dos tildes azules aparecieron casi instantáneamente. Pero después nada. Sin respuestas durante un rato largo. Yo seguí con mis cosas. Estaba escribiendo un pequeño relato policial que quería presentar en un concurso. Me aboqué a eso y olvidé por un tiempo tanta calentura liberada en las últimas horas.
Casi dos horas después el ring tone de mi celular me despertó de la ensoñación de escribir. Sonaba en algún lugar del cuarto donde lo había dejado caer. Miré. Era un mensaje suyo. En realidad un video. Empezaba viendo su cara dentro de un gabinete muy pequeño. Parecía un baño público. Hacía primero la señal de "silencio" apoyando el dedo índice sobre sus labios. De fondo se escuchaba la charla de dos voces femeninas, creo que decían algo sobre el fín de semana. Mientras la imágen iba bajando por el cuerpo de Alma y se veía que estaba completamente desnuda, sentada en el inodoro. Completamente desnuda y con las piernas abiertas mostrándome la concha. Se pajeó delante de la cámara del celular hasta que acabó en uno dos minutos de calentura, mientras las voces femeninas seguían hablando del viaje o del fín de semana. Dos dedos entraban y salían frenéticos de su cajeta chorreante de flujos. Cuando terminó los sacó y me mostró como habían quedado llenos de sus efluvios viscosos. Después del video me llegó un mensaje de texto. " hoy estoy muy puta, ya te lo dije".
Y esa semana descontrolamos.
Como dos adolescentes en llamas cojimos todo el tiempo como conejos. En todas las posiciones y lugares que se nos ocurrieron. En privado y en público. Desnudos y vestidos. Descubrimos nuevos placeres que estaban escondidos debajo de toneladas de prejuicios durante años. Yo aprendí que mi ano también está para gozar. Ella que tragar el semen no es pecado y que su cuerpo es una perfecta máquina de placer.
Al final de lo que a partir de ese momento llamamos "la semana loca" le propuse que le diera el texto que escribí a Victoria.
- Vos le das el texto, lo ensayan en casa delante mío y te la cojes ahí mismo mientras yo me pajeo viéndolas. - le conté mi plan perfecto.
De tan absurdo a ella le pareció posible y aceptó mis maquiavélicas disquisiciones.
Esa misma tarde le mandó un mail con el texto adjunto. Transcribo porque me gustó mucho la forma en que lo escribió:
"Hola Vicky. Hace unos días que no nos vemos, esto de la enfermedad de Ernesto cortó todo. Están bien en casa? Tu hija volvió de Bariloche? Debe haber dormido una semana, jajajaj.
La verdadera razón del mail es para hacerte una propuesta. Ahi va:
Como te conté, mi "novio" tiene de hobby escribir. La otra noche después de cenar me mostró algunas cosas que hace y me llamó la atención una escena que me parece que puede llegar a interesarte hacer conmigo.
No es demasiado larga, con lo que nos saca el trabajo de aprendernos demasiado texto y en una de esas te interesa hacer la experiencia conmigo como para no perder el trainning. Con ésto de Ernesto me estoy oxidando! jaajaj.
Aparte que tengo ganas de verte nena!
Fijate, el final me parece un poco demasiado "osado", pero si querés lo cambiamos. La idea era seguir haciendo algo hasta que todo se normalice en el instituto.
Besos y espero que me digas que sí. "
La opción de cambiar el final fue idea mia. Tampoco teníamos que forzar demasiado la cuestión.
Después de eso pasaron un par de días hasta que llegó la respuesta:
"Almita, que bueno que apareces!
Si, me encantaría que nos juntemos y preparemos esa escenita de que escribió tu "novio". Como está el? Me gusta como escribe, ya me parecía que tenía mirada inteligente ese novio tuyo. jajaja.
Y sí, el final es un poco osado, pero tampoco me da miedo darte un beso. Aparte es como si hubiese sido escrito para nosotras no? Me parece que a mi me toca la dueña de casa.
Cuando podés? Decime y voy corriendo para tu casa.
Beso"
http://www.poringa.net/posts/relatos/3089386/Mi-mujer-y-su-amiga.html
Ante la insistencia de algunos lectores, intento continuar la historia, espero que les guste.
- Hay algo que tengo que contarte de Victoria y de mi...- me dijo dejando un silencio incómodo en el aire entre nosotros. Los autos pasaban por la avenida, una brisa fresca entraba por la ventana entreabierta. Era una noche calmada de primavera. Yo no supe qué decirle, solo dejé que tomara impulso para sacar eso que quería decir. Solo agarré su mano en la mía.
Pasaron un par de minutos en que los dos nos quedamos en silencio mirando el techo. Es increíble que en esas circunstancias aparezcan pensamientos tan insólitos como que recordé que no había pagado las expensas y que tendría que hacerlo sin falta el lunes.
De repente se levantó y fué al baño. Estuvo un par de minutos en que nada pasaba. Después volvió a acostarse boca arriba a mi lado y me volvió a agarrar la mano.
- Me calienta Victoria.- soltó finalmente Alma poniéndose de costado mirándome fijo.
Yo no dije nada.
- Nunca pasó nada más que esos piquitos que a veces me da, o algún abrazo un poco largo y apretado, nada fuera de lo común. Pero veo que más estoy con ella, más me calienta. Y no sé que hacer. Qué se yo... Nunca me había pasado ésto. -
Me acerqué y le dí un pico yo.
- Contame, no hay problema, habémoslo.- le dije con la verga ya endureciéndose de la calentura que me iba dando sus palabras. Calentura inconfesable en esas circunstancias porque su rostro decía que no la estaba pasando bien y que buscaba algo en mi que le sacara la angustia.
- Estas enamorada de ella?- le pregunté esperando lo peor para nuestra pareja.
- Noooooo.- dijo poniendo cara de que no entendía nada.
- No, yo estoy enamorada de vos y estoy muy segura de que quiero seguir acá, con vos. Nosotros somos una pareja y eso me gusta. Es otra cosa. Es obsesión. No sé. Calentura. Es una idea que me da vuelta por la cabeza todo el tiempo y no me la puedo sacar. -
Mientras hablaba se incorporó y quedó sentada en la cama con la espalda apoyada en el respaldo. Todavía tenía puesto el vestido corto color violeta que nunca se sacó después de cojer en la cocina. La bombacha había quedado tirada en algún lugar de la casa. Veía sus pies descalzos moverse inquietos mientras seguía hablando de Victoria.
- A veces me da miedo porque no se si lo puedo manejar. La miro. La veo pasar la letra y le miro la boca y me da un impulso terrible de besarla. Es feo, porque me parece que ella se da cuenta y se hace la boluda. -
- Ella no es la que te da picos también? No le pasará lo mismo?.- pregunté.
- No sé. Eso es lo que me tiene loca. Porque me siento que me histeriquea todo el tiempo y yo estoy esperando que me parta la boca de un chupón y no pasa nada. Es una tensión permanente entre nosotras. Siento todo el tiempo que me atrae, me hace la cabeza, me agarra del brazo, me acomoda el pelo y después cuando todo parece que va a pasar, se aleja y me deja sin entender nada.-
- Me estoy poniendo un poco celoso.- le dije medio en broma.
- Perdoname, sé que no es fácil escuchar esto, pero no quiero mentirte más. Sos muy buena persona y no te quiero lastimar. Aparte leí el texto que escribiste y me pareció que hasta vos viste lo que pasa. Yo te quiero.- me dijo agarrándome la mano y sollozando un poco.
- Yo las vi una vez ensayando, ustedes no se dieron cuenta y me pareció que hay como una electricidad entre ustedes. Por eso se me ocurrió escribir eso. De pajero nomás. -
- Viste que hay algo? Me tiene obsesionada eso, que estamos juntas y todo da para matarnos de un chupón.-
-Me pone celoso y un poco caliente también.- dije sonriéndole.
- No seas boludo. No jodas con estas cosas. Tengo miedo de que se vaya todo a la mierda. Me entendés?-
- Si Alma. Te entiendo. Y no se va a ir todo a la mierda porque te quiero muchísimo por contarme ésto que te pasa. Si te jodo es para que te relajes y lo charlemos.- le dije haciéndome el bueno, pero ya tramando la forma de cojerlas a las dos juntas.
- En serio me entendés? No me vas a echar a la mierda?- me dijo apretándome fuerte la mano y exagerando el tono de voz de arrepentimiento.
- En serio. Yo te amo y quiero vivir con vos. Somos grandes y puede pasar una calentura de estas. Si fuese un tipo en una de esas me preocuparía mas. Pero es Victoria, la conocemos.-
- Y que tiene que ver que la conozcamos?-
- Que se yo, es muy amiga tuya. No sé.-
- No entiendo. Explicame. Te gusta Victoria?- preguntó ahora con un poco de intriga y hasta disgusto.
- No Alma. No me gusta Victoria. O si, pero ya que estamos en confesiones. Me gusta verte con ella. Eso me calienta. Por eso escribí el texto. -
- Querés cojernos a las dos?- Ahora Alma parecía un poco molesta.
- No es eso. Me calienta verlas juntas. Es más un morbo de verlas. Me pone muy caliente espiarlas cuando ensayan. Son muy sexuales las dos actuando. Como la otra vez que te fuiste a bañar al toque que se fué y entré y te estabas pajeando.-
- Te diste cuenta? Que vergüenza!-
- Como que vergüenza, si hasta te hice el orto ese día.-
- Si, viste como me puso? Y me gustó al final cojer por el culo. Ella diciéndome que no sabía gozar por el culo me puso como loca y volaba de la calentura cuando me entré a bañar. Por suerte viniste y me cojiste. En serio no te jode que te cuente todo ésto?-
- La verdad es que me pone la verga re dura que me cuentes esas cosas.- le dije acercándome y pasando la palma de mi mano en su entrepierna desnuda.
- Aparte qué mas quiero que mi mujer se caliente y termine entregándome el ojete. Contame qué harías con ella.- le dije ya con la verga a palo.
Ella recibió la caricia sin rechazarla. También se estaba calentando y el que yo aceptara su confesión sin ofenderme pareció sacarle un peso de encima que llevaba hacía tiempo. Sentía su concha empezando a mojarse. Tiró la cabeza hacia atras, apoyándola en el respaldo y abrió las piernas para facilitar la caricia.
- La besarías?- le pregunté.
- Si, le comería la boca. Tiene unos labios que dan ganas de chaparla fuerte.-
- Como te imaginás besar a una mujer?- pregunté.
- Como dijiste vos en el texto. Eso me calentó bastante. Suave, diferente.-
- Y las tetas? Te gustan?-
- Me gustaría besarla toda. Mmmmmm, esa caricia me esta calentando. Si, me gustaría besarla toda en la piel. Me calienta su espalda.- siguió contando y calentándose más, dejándose llevar por mi mano y sus fantasías.
- Seguí, seguí contando que me pone como loco.- le dije yo.
- La desnudaría por atrás y la acostaría boca abajo y le pasaría la lengua por toda la espalda. A veces la veo cambiarse de remera y me gusta mucho su espalda. Es ancha, pero la piel da ganas de chuparla. -
- Y qué más?- Seguí yo haciendo más intensa la caricia. Agarrándole el clítoris entre los dedos y pajeándola más rápido. Ella gemía y empezaba a mover la cadera acompasadamente.
- Le daría las tetas para que me las chupe. . Ella se los pellizcaba ya con los ojos cerrados.
- Le daría las tetas y que me agarre los pezones entre los labios y le pase la lengua despacio. Lento. Y yo la abrazaría y sentiría toda su piel suave, desnuda contra mi. Y que me bese el cuello y me acaricie el clítoris. Y sentiría el roce de sus tetas contra las mías. Y su concha apoyándose contra mí, las dos frotándonos calientes y bien juntas, abrazadas. Mmmmm, me estás haciendo volar con esa caricia .- Decía gozando.
- No pares por favor.- Le decía yo agarrandome la verga con la mano libre y jadeando de la calentura.
- Te gustaría que te chupe la concha ella?- le pregunté acomodándome en la cama para chuparsela yo. Boca abajo, con la cabeza entre sus piernas abiertas. Sus manos me agarraron de la nuca y me empujaron hacia su concha ya llena de sus flujos. Pasé la lengua sobre sus labios externos y senti el sabor viscoso de su calentura saliendo a raudales de dentro de sus entrañas.
- Mmmmm, si, me entregaría toda abierta para ella. Para que me chupa la concha. Me gustaría ser toda suya. Que me haga volar de calentura. Que me pase la lengua por el clítoris y los labios de la concha. Que me la abra y meta le lengua como una pija chiquita que me vuelva loca cojiéndome sin parar. -
Yo la chupaba haciendo todo lo que decía que le gustaría. Mi verga apretada contra las sábanas estaba por explotar de calentura.
Luego le levanté las piernas agarrándola por detrás de las rodillas y dejé expuesto su sexo y su ano a mi angurria. Empece a lamerle culo y concha descontrolado de la excitación. Ella solo gemía y se apretaba las tetas cada vez más fuerte. De a poco fuí concentrándome solo en el orto. Lamiendo y metiendo mi lengua de a poco en ese agujero lleno de flujos que brotaban de su concha, al igual que mi barbilla y hasta mi cuello.
Y mientras tenía mi lengua entrando y saiendo de su ojete empezó a decir.
- Dale Vicky, chupame el culo. Abrimelo. Haceme tu puta del orto. Abrilo y preparámelo para que me la meta él. Dale, así. Dejame el ojete bien abierto y lubricado. Quiero la verga en el culo. Mira él está acá con nosotras mirando y quiero que me rompa el culo para vos. Para que veas que si soy una puta bien puta y puedo gozar por el culo. Dale, abrilo. Meteme dos dedos vas a ver que puedo aguantarlos y más todavía. Tengo el orto caliente, con muchas ganas de pija. Quiero pija en el culo. Quiero pija en el culo, quiero pija en el culo. -
Vuelta loca entre mis brazos me incorporé e hice caso a sus deseos mandándosela en el orto sin demasiado miramiento. Creo que le dolió un poco al pricipio pero aguantó hasta empezar a gozar mi verga que la taladraba sin compasión como me había pedido.
Seguí bombeándola hasta que la sentí a punto de acabar. Entre gemidos me pedía cada vez más y mas fuerte y yo también empecé a sentir la ola del orgasmo a punto de romper desde mis huevos.
Acabamos juntos, llenándole el culo de semen y ella pajeándose el clítoris mientras la cojía.
Saqué la verga sucia y exhausta de sus entrañas. Su ojete abierto dejaba caer un hilo de guasca hasta las sábanas. Nos acostamos jadeando y nos dormimos. No había mas que decir esa noche.
Me desperté la mañana siguiente con mi pija en su boca. Levanté la mirada y vi su pelo todo despeinado tapando mi entrepierna y mi verga dura como una piedra sintiendo las caricias de su lengua. Levanto la vista y me miró con ojos un poco dormidos todavía.
- Buen día! Me levanté bien puta hoy.- me dijo incorporándose y montándome. Se metió la verga en la concha ya mojada nuevamente. Me cojió agarrándome las manos por sobre mi cabeza. Ofreciéndome las tetas para que las chupe.
Me dejé hacer. Ella hizo todo llevando el ritmo y la intensidad todo el tiempo. Me fue haciendo ver las estrellas a su ritmo hasta que me hizo tener un orgasmo arrollador que inundó su cajeta de mi semen. Como la tenía dura todavía siguió bombeando hasta poder acabar ella también jadeando y hasta haciendo unos pequeños grititos de placer que nunca había escuchado. Me abrazó desnuda sobre mi pecho y se quedó unos largos minutos sobre mi, con la verga todavía adentro que iba achicándose y dejando caer el semen y los flujos retenidos en la concha. Sentía su respiración sobre mi.
Después se levantó y preparó el desayuno. Al rato salió, tenía que hacer unas cosas y yo quedé solo en la casa leyendo el diario. El recuerdo de la noche anterior ocupaba todo mi pensamiento. La calentura me volvió y me fuí al baño a pajearme. Excitado con todo lo que estaba pasando acabé casi enseguida. No sé por qué, pero se me dió por mandarle una foto por celular de mi mano reteniendo la verga llena de leche. "Te extraño" era el texto que la acompañaba.
No sabía si era demasiado. Nunca habíamos hecho algo así. Dos tildes azules aparecieron casi instantáneamente. Pero después nada. Sin respuestas durante un rato largo. Yo seguí con mis cosas. Estaba escribiendo un pequeño relato policial que quería presentar en un concurso. Me aboqué a eso y olvidé por un tiempo tanta calentura liberada en las últimas horas.
Casi dos horas después el ring tone de mi celular me despertó de la ensoñación de escribir. Sonaba en algún lugar del cuarto donde lo había dejado caer. Miré. Era un mensaje suyo. En realidad un video. Empezaba viendo su cara dentro de un gabinete muy pequeño. Parecía un baño público. Hacía primero la señal de "silencio" apoyando el dedo índice sobre sus labios. De fondo se escuchaba la charla de dos voces femeninas, creo que decían algo sobre el fín de semana. Mientras la imágen iba bajando por el cuerpo de Alma y se veía que estaba completamente desnuda, sentada en el inodoro. Completamente desnuda y con las piernas abiertas mostrándome la concha. Se pajeó delante de la cámara del celular hasta que acabó en uno dos minutos de calentura, mientras las voces femeninas seguían hablando del viaje o del fín de semana. Dos dedos entraban y salían frenéticos de su cajeta chorreante de flujos. Cuando terminó los sacó y me mostró como habían quedado llenos de sus efluvios viscosos. Después del video me llegó un mensaje de texto. " hoy estoy muy puta, ya te lo dije".
Y esa semana descontrolamos.
Como dos adolescentes en llamas cojimos todo el tiempo como conejos. En todas las posiciones y lugares que se nos ocurrieron. En privado y en público. Desnudos y vestidos. Descubrimos nuevos placeres que estaban escondidos debajo de toneladas de prejuicios durante años. Yo aprendí que mi ano también está para gozar. Ella que tragar el semen no es pecado y que su cuerpo es una perfecta máquina de placer.
Al final de lo que a partir de ese momento llamamos "la semana loca" le propuse que le diera el texto que escribí a Victoria.
- Vos le das el texto, lo ensayan en casa delante mío y te la cojes ahí mismo mientras yo me pajeo viéndolas. - le conté mi plan perfecto.
De tan absurdo a ella le pareció posible y aceptó mis maquiavélicas disquisiciones.
Esa misma tarde le mandó un mail con el texto adjunto. Transcribo porque me gustó mucho la forma en que lo escribió:
"Hola Vicky. Hace unos días que no nos vemos, esto de la enfermedad de Ernesto cortó todo. Están bien en casa? Tu hija volvió de Bariloche? Debe haber dormido una semana, jajajaj.
La verdadera razón del mail es para hacerte una propuesta. Ahi va:
Como te conté, mi "novio" tiene de hobby escribir. La otra noche después de cenar me mostró algunas cosas que hace y me llamó la atención una escena que me parece que puede llegar a interesarte hacer conmigo.
No es demasiado larga, con lo que nos saca el trabajo de aprendernos demasiado texto y en una de esas te interesa hacer la experiencia conmigo como para no perder el trainning. Con ésto de Ernesto me estoy oxidando! jaajaj.
Aparte que tengo ganas de verte nena!
Fijate, el final me parece un poco demasiado "osado", pero si querés lo cambiamos. La idea era seguir haciendo algo hasta que todo se normalice en el instituto.
Besos y espero que me digas que sí. "
La opción de cambiar el final fue idea mia. Tampoco teníamos que forzar demasiado la cuestión.
Después de eso pasaron un par de días hasta que llegó la respuesta:
"Almita, que bueno que apareces!
Si, me encantaría que nos juntemos y preparemos esa escenita de que escribió tu "novio". Como está el? Me gusta como escribe, ya me parecía que tenía mirada inteligente ese novio tuyo. jajaja.
Y sí, el final es un poco osado, pero tampoco me da miedo darte un beso. Aparte es como si hubiese sido escrito para nosotras no? Me parece que a mi me toca la dueña de casa.
Cuando podés? Decime y voy corriendo para tu casa.
Beso"
8 comentarios - Mi mujer y su amiga (epilogo I)
Mepa que Almita está manipulando hábilmente al escritor....jejejje