Me llamo Juan y tengo 38 años un poco más alto de lo normal (1.82 mts), delgado de complexión y no me gusta presumir con las Damas, pero afortunadamente bien dotado, no me considero guapo, soy de piel morena cabeza rapada y barba cerrada con varias canas por cierto, les voy a compartir una experiencia que marco mi vida y provoco que a la larga me divorciara de mi esposa.
Hace como 2 años mi sobrino Marco de 26 años ( Hijo de mi hermana la mayor) estaba buscando una casa para renta, ya que le habían dado un puesto ejecutivo en la ciudad y él tenía un buen tiempo de no radicar aquí, le ofrecí una casa que está a lado de la mía y que es de mi mujer y el acepto, un día, yo llego del trabajo y veo a mi sobrino que acababa de llegar con su esposa de nombre Vanesa, me la presento a mí y a mi mujer (Elda), una chica de 23 años estatura mediana (1.60 mts), de cara no muy guapa pero con una linda boca, labios un poco gruesos pero no muy grandes y una sonrisa hermosa, de cuerpo era otra cosa, la jovencita se cargaba unas tetas de cirujano muy bien hechas y de muy buen tamaño hasta diría que un poco grandes para su complexión; tiempo después me enteraría que se las pago mi sobrino, además tenía una figura bien formada, buena cintura y caderas acorde a su complexión atlética, unas lindas piernas y un gran trasero que denotaban su trabajo en el gimnasio. Paso el tiempo y solíamos vernos en casa en algunas ocasiones para convivir y pasar un rato en familia, Elda y Vanesa se llevaban muy bien y Marco nos agradecía el buen trato; en ese tiempo la mama de mi esposa enfermo y tuvo que ir a cuidarla a provincia, por unos días, que después resultaron ser casi 3 meses; Marco y Vanesa pasaban largos ratos de fines de semana en mi casa, fue en ese tiempo que empecé a notar que Vanesa me miraba de una forma diferente, quería decirme algo pero no se atrevía, algunas veces notaba que me miraba mucho a la entrepierna pero pensaba que era solo mi imaginación. También yo comencé a observarla más, me encantaba ver su culo cuando estaba distraída y sus tetas, aunque a veces sentía que ella lo notaba.
Un día viernes, llegando tarde del trabajo Vanesa estaba esperando en la puerta de mi casa, la saludé y la invite a pasar, comenzamos a platicar y me comentó que Marco había salido de viaje, él iba estar fuera por unos días, le ofrecí una copa de vino tinto y comenzamos una buena charla, hablando de todo un poco, nos terminamos las copas y ella se ofreció a servir la segunda ronda, con el calor que provoca el vino tinto observe a Vanesa esa noche de manera descarada sin importar si ella me veía o no, ella traía unos jeans blancos ajustados que dejaban ver ese gran trasero que tenía y una blusa que hacía que sus senos lucieran espectaculares y con los botones a punto de salir disparados a sacarme un ojo. En eso, yo regreso mi mente de ese trance y estaba ella ofreciéndome la copa en mi mano, fue en ese momento que me dijo, Tengo problemas con Marco, la incite a decirme más, y me comento lo siguiente, hace ya un tiempo que no congeniamos en la cama, vaya, no hacemos el amor, no me quiere tocar y debo confesar que en la calle varios chicos de mi edad me atraen y me coquetean, pero yo no me atrevo a darles entrada por respeto a mi marido. Me quede pasmado al escuchar lo que Vanesa me había comentado. Le agradecí la confianza y ella me dijo que necesitaba ayuda, por que como Mujer y sobre todo en esa edad que ella estaba, tenía necesidades fisiológicas que su marido no quería satisfacer. En ese punto de la conversación, se levantó abruptamente del sillón un poco sonrojada, para salir de mi casa, pero antes de salir me dijo, creo que tú como familia me puedes ayudar, ¿me pregunto si podía ir el sábado a su casa como a las 8 de la noche? para platicar más del tema, yo accedí y le dije que la buscaría en su casa a la hora señalada, se despidió en ese momento y se fue de mi casa, dejándome bastante excitado con esa conversación, más clamándome un poco despues, pensaba que quería contarme todas sus penas, para que pudiera sacar su frustración. .
El día sábado llegue un poco tarde a casa de Vanesa pasadas las 9 y toque a su puerta, pensaba en cómo me disculparía, ya que tuve una reunión con unos amigos y unos tragos de cerveza me obligaron a quedarme más tiempo de lo planeado, también pensaba en los consejos que podía darle tratándose de esos temas delicados, en eso estaba, cuando ella abrió la puerta y todo lo que iba a decir se me olvido, solo pude observarla, estaba enfundada con un vestido rojo con un escote de esos que llegan más abajo del ombligo, dejando ver prácticamente todas sus tetas, era obvio que no traía bra, y sus pezones resaltaban por debajo de la tela. Mirando un poco más abajo, el vestido era muy corto e igualmente ajustado apenas y cubría por debajo de sus nalgas y no traía medias. También se me hizo más alta de lo normal, ya que traía unos tacones abiertos muy altos que nunca la había visto usar, me invita a pasar y yo ya estaba entre una mezcla de nervioso y excitado, viéndola desde atrás note su enrome culo enforrado en su vestido y como se movía cadenciosamente, en eso me dice “Tío” toma asiento y ponte cómodo en el sofá, hasta ese día nunca me había llamado así. En ese momento coloco otra silla enfrente y me dijo, te voy a explicar cómo me puedes ayudar, y empezó a decirme, ya te exprese mi problema y encontré una solución para calmar mis ganas y es la siguiente, ella tomo un poco de tiempo y después me dijo, necesito tocarme, en eso me miro a los ojos con su cara un tanto sonrojada y continua, pero yo no me éxito sino tengo un hombre enfrente, y como tú eres de la familia y te tengo confianza, pensé inmediatamente en ti, me indicó, sino quieres te entenderé, pero creo que a ti te servirá tocarte también, ya que mi Tía lleva tiempo fuera y tu como hombre también tienes tus necesidades y no quiero que andes mirando otras mujeres. No lo dude y le dije a Vanesa que aceptaba.
Después de las explicaciones previas me dijo vamos a poner las reglas, y la primera es que ambos podemos decirnos que quiere que haga el otro siempre y cuando no implique contacto entre nuestros cuerpos, y siempre debemos permanecer uno enfrente del otro en nuestras respectivas sillas o de pie según lo que se tenga que hacer. La segunda regla es siempre atender la solicitud del otro mientras esta solicitud no viole la primera regla. Le conteste inmediatamente que estaba de acuerdo, y de inmediato ella comenzó con su primera petición, solicitándome que me quitara el pantalón los boxers y mi camisa, o sea me encuero de un solo golpe, no tarde más de un segundo cuando ya estaba en pelotas, ella me vio la verga descaradamente, la cual ya estaba ligeramente levantada por la excitación del momento, Vanesa me dijo, se ve grande y gruesa nunca había visto una así , bromeando le dije que la vería aún más grande en unos momentos más, toco mi turno y le dije a Vanessa que se despojara del vestido y me dejara ver sus tetas, ella no dijo nada y se limitó a quitarse el vestido quedándose solamente en tanga y sus tacones; que ricas tetas tenia, eran operadas pero sus pezones rosas y erectos estaban para sacarle un ojo a cualquiera, en eso la escucho decir, ¿quieres que me las frote?, a lo que yo solo asiento la cabeza, y ella empieza a tocarse sus senos, toma un poco de saliva de su boca con sus dedos y los empieza a frotar cada vez con más intensidad, salen sus primeros gemidos: Me dice con una voz más caliente que quiere ver cómo me la jalo para que se ponga bien firme mi instrumento, no espero más y me la empiezo a chaquetear y le pido que se quítate la tanga y que abra sus piernas porque quiero ver su concha, ella de inmediato se quita la tanga y me la avienta en la cara, para decirme que quiere que la ponga alrededor de mi verga y me la siga jalando con ella. Vanesa se sienta frente a mi completamente desnuda y abres sus grandes muslos dejando ver una conchita inflamada y ya bastante húmeda, me pregunta, ¿qué quieres que haga Tio?, le digo que abra sus labios vaginales un poco más y que con sus dedos descubra su clítoris y lo comience a frotar como si ella fuera una gran puta, inmediatamente veo salir un rico néctar de su concha y se empieza a contraer y a gemir un poco más y yo con mi verga y su tanga en la mano estoy a punto de turrón, ella no deja de mirarme la verga y se sigue tocando el clítoris y con la otra mano frota sus enormes tetas , se nota que está por venirse, en ese momento le digo quiero que te des vuelta y me dejes ver tu culo. Se voltea y se inclina agarrándose de la silla con una mano y con la otra no para de masturbar su concha, le solicito que abra sus nalgas ya que son enormes y no me dejan ver su orto, accede a mi petición y entonces pude ver ese culo rosadito con sus pliegues bien definidos, Vanesa me dice ¿te gusta mi culito?, y le comento que es, sin duda, el mejor que he visto, a lo que me responde, nunca nadie me lo ha cogido Tío, ni yo misma me lo toco, no me atrevo, se me hace muy sucio para mí es un tabú. Le digo sobrina, esta será tu primera experiencia con tu culo, una zorrita como tú no debe desperdiciar eso orto de esa manera, ¿te atreves?, ella me responde que está en las reglas que debe de cumplir, prosigo y le doy las instrucciones, toma un poco de jugo de tu concha con tu dedito y llévalo a tu culo, comiénzalo a esparcir por los bordes con la yema de tu dedo ve sintiendo su arrugas y textura, luego llega al centro y presiona fuerte con tu dedito para ir educando ese orto, repítelo varias veces hasta que tu culo dilate y deje entrar la yema de tu dedo, ella no lo duda y lo empieza a hacer, comienza a gemir un poco más apresurada, me comenta al instante que se siente muy bien que le gusta masajear su ano, que no sabe porque antes se había privado de tan rico placer, después de unos minutos veo como ese culo cerrado y virginal, sede para dejar entrar el dedito de Vanesa,, mientras ella continúa con su otra mano frotando su clítoris y metiendo un par de dedos en su concha que a estas alturas esta super inflamada y chorreando jugo por entre sus piernas, se podía ver que ya estaba a punto de reventar. En eso me dice que quiere verme la verga pero como esta de espalda no puede, ¿que si se puede voltear para vérmela?, le digo que si pero que debe continuar inclinada para que pueda admirar ese culito , ella se da vuelta y continua ya con un ritmo imparable frotándose ambos orificios, debido a su inclinación ella queda muy cerca de mi palo, casi a punto de tocarlo con su boquita, sin parar de gemir me comenta con su voz entre cortada que mi verga le fascina que se ve que esta dura, caliente y muy jugosa, entonces las palabras salen de su boca, ‘lo siento Tío’, la putita de tu sobrina va a romper la primera regla, y siento al instante como su boquita se empieza a tragar todo mi glande, hace un gran esfuerzo hasta que la mitad de mi verga llega hasta su campana en la garganta, noto como se contrae y comienza a venirse de lo más rico sin soltar mi verga la saca un poco para respirar y su lengua empieza a recórrela por debajo de mi cabeza, en eso la saca de su boca y me pide que me venga en su carita, no le contesto nada simplemente mi verga reacciona sola y empieza bañar de leche todo su rostro, un par de minutos después Vanesa me limpia la verga a lengüetadas desde mis huevos hasta el glande cuando termina me comenta que nunca había tenido un orgasmo como ese con Marco ni con otro hombre sin tener penetración alguna, aunque según ella era poca su experiencia, todavía agitada ella se limpia el rostro y me comenta que en 2 horas llegaba el vuelo de Marco y deberá estar lista para recibirlo, le digo que está bien pero que ella rompió las reglas y la próxima vez pagaría las consecuencia, ella se ríe ,y me da un beso en la mejilla para despedirme mientras me dice al oído que lo mantengamos en secreto, tomo mis cosas para vestirme y retirarme de su casa.
CONTINUARA…..
Hace como 2 años mi sobrino Marco de 26 años ( Hijo de mi hermana la mayor) estaba buscando una casa para renta, ya que le habían dado un puesto ejecutivo en la ciudad y él tenía un buen tiempo de no radicar aquí, le ofrecí una casa que está a lado de la mía y que es de mi mujer y el acepto, un día, yo llego del trabajo y veo a mi sobrino que acababa de llegar con su esposa de nombre Vanesa, me la presento a mí y a mi mujer (Elda), una chica de 23 años estatura mediana (1.60 mts), de cara no muy guapa pero con una linda boca, labios un poco gruesos pero no muy grandes y una sonrisa hermosa, de cuerpo era otra cosa, la jovencita se cargaba unas tetas de cirujano muy bien hechas y de muy buen tamaño hasta diría que un poco grandes para su complexión; tiempo después me enteraría que se las pago mi sobrino, además tenía una figura bien formada, buena cintura y caderas acorde a su complexión atlética, unas lindas piernas y un gran trasero que denotaban su trabajo en el gimnasio. Paso el tiempo y solíamos vernos en casa en algunas ocasiones para convivir y pasar un rato en familia, Elda y Vanesa se llevaban muy bien y Marco nos agradecía el buen trato; en ese tiempo la mama de mi esposa enfermo y tuvo que ir a cuidarla a provincia, por unos días, que después resultaron ser casi 3 meses; Marco y Vanesa pasaban largos ratos de fines de semana en mi casa, fue en ese tiempo que empecé a notar que Vanesa me miraba de una forma diferente, quería decirme algo pero no se atrevía, algunas veces notaba que me miraba mucho a la entrepierna pero pensaba que era solo mi imaginación. También yo comencé a observarla más, me encantaba ver su culo cuando estaba distraída y sus tetas, aunque a veces sentía que ella lo notaba.
Un día viernes, llegando tarde del trabajo Vanesa estaba esperando en la puerta de mi casa, la saludé y la invite a pasar, comenzamos a platicar y me comentó que Marco había salido de viaje, él iba estar fuera por unos días, le ofrecí una copa de vino tinto y comenzamos una buena charla, hablando de todo un poco, nos terminamos las copas y ella se ofreció a servir la segunda ronda, con el calor que provoca el vino tinto observe a Vanesa esa noche de manera descarada sin importar si ella me veía o no, ella traía unos jeans blancos ajustados que dejaban ver ese gran trasero que tenía y una blusa que hacía que sus senos lucieran espectaculares y con los botones a punto de salir disparados a sacarme un ojo. En eso, yo regreso mi mente de ese trance y estaba ella ofreciéndome la copa en mi mano, fue en ese momento que me dijo, Tengo problemas con Marco, la incite a decirme más, y me comento lo siguiente, hace ya un tiempo que no congeniamos en la cama, vaya, no hacemos el amor, no me quiere tocar y debo confesar que en la calle varios chicos de mi edad me atraen y me coquetean, pero yo no me atrevo a darles entrada por respeto a mi marido. Me quede pasmado al escuchar lo que Vanesa me había comentado. Le agradecí la confianza y ella me dijo que necesitaba ayuda, por que como Mujer y sobre todo en esa edad que ella estaba, tenía necesidades fisiológicas que su marido no quería satisfacer. En ese punto de la conversación, se levantó abruptamente del sillón un poco sonrojada, para salir de mi casa, pero antes de salir me dijo, creo que tú como familia me puedes ayudar, ¿me pregunto si podía ir el sábado a su casa como a las 8 de la noche? para platicar más del tema, yo accedí y le dije que la buscaría en su casa a la hora señalada, se despidió en ese momento y se fue de mi casa, dejándome bastante excitado con esa conversación, más clamándome un poco despues, pensaba que quería contarme todas sus penas, para que pudiera sacar su frustración. .
El día sábado llegue un poco tarde a casa de Vanesa pasadas las 9 y toque a su puerta, pensaba en cómo me disculparía, ya que tuve una reunión con unos amigos y unos tragos de cerveza me obligaron a quedarme más tiempo de lo planeado, también pensaba en los consejos que podía darle tratándose de esos temas delicados, en eso estaba, cuando ella abrió la puerta y todo lo que iba a decir se me olvido, solo pude observarla, estaba enfundada con un vestido rojo con un escote de esos que llegan más abajo del ombligo, dejando ver prácticamente todas sus tetas, era obvio que no traía bra, y sus pezones resaltaban por debajo de la tela. Mirando un poco más abajo, el vestido era muy corto e igualmente ajustado apenas y cubría por debajo de sus nalgas y no traía medias. También se me hizo más alta de lo normal, ya que traía unos tacones abiertos muy altos que nunca la había visto usar, me invita a pasar y yo ya estaba entre una mezcla de nervioso y excitado, viéndola desde atrás note su enrome culo enforrado en su vestido y como se movía cadenciosamente, en eso me dice “Tío” toma asiento y ponte cómodo en el sofá, hasta ese día nunca me había llamado así. En ese momento coloco otra silla enfrente y me dijo, te voy a explicar cómo me puedes ayudar, y empezó a decirme, ya te exprese mi problema y encontré una solución para calmar mis ganas y es la siguiente, ella tomo un poco de tiempo y después me dijo, necesito tocarme, en eso me miro a los ojos con su cara un tanto sonrojada y continua, pero yo no me éxito sino tengo un hombre enfrente, y como tú eres de la familia y te tengo confianza, pensé inmediatamente en ti, me indicó, sino quieres te entenderé, pero creo que a ti te servirá tocarte también, ya que mi Tía lleva tiempo fuera y tu como hombre también tienes tus necesidades y no quiero que andes mirando otras mujeres. No lo dude y le dije a Vanesa que aceptaba.
Después de las explicaciones previas me dijo vamos a poner las reglas, y la primera es que ambos podemos decirnos que quiere que haga el otro siempre y cuando no implique contacto entre nuestros cuerpos, y siempre debemos permanecer uno enfrente del otro en nuestras respectivas sillas o de pie según lo que se tenga que hacer. La segunda regla es siempre atender la solicitud del otro mientras esta solicitud no viole la primera regla. Le conteste inmediatamente que estaba de acuerdo, y de inmediato ella comenzó con su primera petición, solicitándome que me quitara el pantalón los boxers y mi camisa, o sea me encuero de un solo golpe, no tarde más de un segundo cuando ya estaba en pelotas, ella me vio la verga descaradamente, la cual ya estaba ligeramente levantada por la excitación del momento, Vanesa me dijo, se ve grande y gruesa nunca había visto una así , bromeando le dije que la vería aún más grande en unos momentos más, toco mi turno y le dije a Vanessa que se despojara del vestido y me dejara ver sus tetas, ella no dijo nada y se limitó a quitarse el vestido quedándose solamente en tanga y sus tacones; que ricas tetas tenia, eran operadas pero sus pezones rosas y erectos estaban para sacarle un ojo a cualquiera, en eso la escucho decir, ¿quieres que me las frote?, a lo que yo solo asiento la cabeza, y ella empieza a tocarse sus senos, toma un poco de saliva de su boca con sus dedos y los empieza a frotar cada vez con más intensidad, salen sus primeros gemidos: Me dice con una voz más caliente que quiere ver cómo me la jalo para que se ponga bien firme mi instrumento, no espero más y me la empiezo a chaquetear y le pido que se quítate la tanga y que abra sus piernas porque quiero ver su concha, ella de inmediato se quita la tanga y me la avienta en la cara, para decirme que quiere que la ponga alrededor de mi verga y me la siga jalando con ella. Vanesa se sienta frente a mi completamente desnuda y abres sus grandes muslos dejando ver una conchita inflamada y ya bastante húmeda, me pregunta, ¿qué quieres que haga Tio?, le digo que abra sus labios vaginales un poco más y que con sus dedos descubra su clítoris y lo comience a frotar como si ella fuera una gran puta, inmediatamente veo salir un rico néctar de su concha y se empieza a contraer y a gemir un poco más y yo con mi verga y su tanga en la mano estoy a punto de turrón, ella no deja de mirarme la verga y se sigue tocando el clítoris y con la otra mano frota sus enormes tetas , se nota que está por venirse, en ese momento le digo quiero que te des vuelta y me dejes ver tu culo. Se voltea y se inclina agarrándose de la silla con una mano y con la otra no para de masturbar su concha, le solicito que abra sus nalgas ya que son enormes y no me dejan ver su orto, accede a mi petición y entonces pude ver ese culo rosadito con sus pliegues bien definidos, Vanesa me dice ¿te gusta mi culito?, y le comento que es, sin duda, el mejor que he visto, a lo que me responde, nunca nadie me lo ha cogido Tío, ni yo misma me lo toco, no me atrevo, se me hace muy sucio para mí es un tabú. Le digo sobrina, esta será tu primera experiencia con tu culo, una zorrita como tú no debe desperdiciar eso orto de esa manera, ¿te atreves?, ella me responde que está en las reglas que debe de cumplir, prosigo y le doy las instrucciones, toma un poco de jugo de tu concha con tu dedito y llévalo a tu culo, comiénzalo a esparcir por los bordes con la yema de tu dedo ve sintiendo su arrugas y textura, luego llega al centro y presiona fuerte con tu dedito para ir educando ese orto, repítelo varias veces hasta que tu culo dilate y deje entrar la yema de tu dedo, ella no lo duda y lo empieza a hacer, comienza a gemir un poco más apresurada, me comenta al instante que se siente muy bien que le gusta masajear su ano, que no sabe porque antes se había privado de tan rico placer, después de unos minutos veo como ese culo cerrado y virginal, sede para dejar entrar el dedito de Vanesa,, mientras ella continúa con su otra mano frotando su clítoris y metiendo un par de dedos en su concha que a estas alturas esta super inflamada y chorreando jugo por entre sus piernas, se podía ver que ya estaba a punto de reventar. En eso me dice que quiere verme la verga pero como esta de espalda no puede, ¿que si se puede voltear para vérmela?, le digo que si pero que debe continuar inclinada para que pueda admirar ese culito , ella se da vuelta y continua ya con un ritmo imparable frotándose ambos orificios, debido a su inclinación ella queda muy cerca de mi palo, casi a punto de tocarlo con su boquita, sin parar de gemir me comenta con su voz entre cortada que mi verga le fascina que se ve que esta dura, caliente y muy jugosa, entonces las palabras salen de su boca, ‘lo siento Tío’, la putita de tu sobrina va a romper la primera regla, y siento al instante como su boquita se empieza a tragar todo mi glande, hace un gran esfuerzo hasta que la mitad de mi verga llega hasta su campana en la garganta, noto como se contrae y comienza a venirse de lo más rico sin soltar mi verga la saca un poco para respirar y su lengua empieza a recórrela por debajo de mi cabeza, en eso la saca de su boca y me pide que me venga en su carita, no le contesto nada simplemente mi verga reacciona sola y empieza bañar de leche todo su rostro, un par de minutos después Vanesa me limpia la verga a lengüetadas desde mis huevos hasta el glande cuando termina me comenta que nunca había tenido un orgasmo como ese con Marco ni con otro hombre sin tener penetración alguna, aunque según ella era poca su experiencia, todavía agitada ella se limpia el rostro y me comenta que en 2 horas llegaba el vuelo de Marco y deberá estar lista para recibirlo, le digo que está bien pero que ella rompió las reglas y la próxima vez pagaría las consecuencia, ella se ríe ,y me da un beso en la mejilla para despedirme mientras me dice al oído que lo mantengamos en secreto, tomo mis cosas para vestirme y retirarme de su casa.
CONTINUARA…..
4 comentarios - La Mujer de Mi Sobrino parte 1