Una noche alguien tocó la puerta y cuando la abrí, era Sergio, mi cuñado; como estaba sola y hacía un calor infernal, sólo estaba vestida con una blusa de tirantes y un short que apenas y tapaba mi trasero, Sergio pasó de mirarme la cara a mirarme todo el cuerpo con lascivia, me dijo que mi marido lo había mandado a recoger unos documentos y que era de suma importancia que se los mandara mañana temprano, yo le creí, se metió a la casa y le mostré el lugar en donde Rubén guardaba los papeles, como mi marido los guardaba en el último cajón de un archivero, me tuve que inclinar para buscarlos, por lo que le di una buena vista de mi trasero a mi cuñado. Cuando me levante y le di los papeles note lo abultado de su pantalón, el noto mi mirada porque de una manera cínica me dijo que si quería tocarlo otra vez.
Mi cuñado empezó a caminar con paso decidido hacia mí, lo cual me espantó, empecé a dar pasos hacia atrás hasta que ya no pude más y pegué mi espalda contra la pared. Sergio dio una última mirada a mi cuerpo y cuando termino, me tomo de mi cabeza fuertemente y me empezó besar, yo trataba de resistirme al beso, manteniendo mi boca cerrada pero me empezó a tocar todo el cuerpo con sus grandes manos tocaba y pellizcaba mi trasero, por lo cual emití un chillido que me hizo abrir suficientemente mi boca como para que el introdujera su lengua, cuando bajó sus labios hacia mi cuello, me empezó a decir todo tipo de obscenidades, sobre cómo le gustaban los vestidos que me ponía porque al agacharme se me veía el trasero, que su deseo era romperme el culo y que había soñado este momento muchas veces. No sé qué me pasó en ese momento, pero me estaba calentando todo lo que me decía y hacía.
Después de un rato me cargo muy fácilmente al dormitorio, yo sólo le decía que no quería que estaba la nena durmiendo , pero me llevo a mi cuarto . Me bajo el short y me bajo mi tanga quedando mi vagina y cola al desnudo , al verlo, me miró a los ojos, empezó a desabrocharse el cinturón y acto seguido los pantalones y su slip. Me quede atónita, su herramienta era enorme y bastante gorda, además de que estaba dura como una roca, me da vergüenza admitirlo, pero me estaba excitando imaginando cómo esa bestia me rompería en dos.
Me separó las piernas, estaba muy agitada y más lo estuve cuando me di cuenta de lo que estaba a punto de hacer. Empezó a besar mis labios mayores muy lentamente, después se separó, yo estaba a punto de reprocharle, pero metió su dedo índice en mí y mientras lo movía en círculos, me miraba fijamente a los ojos, me daba mucha vergüenza que él supiera que estaba disfrutando por lo que cerré los ojos y me deje llevar.
Cuando mi vagina ya derramaba jugos, el sacó su dedo, y se montó sobre mí. Me besó y cuando se separó, me miró fijamente mientras rompía mi blusa y quitaba los restos de tela de mi cuerpo, quedando solamente en sostén. Todavía no había separado la mirada de mis ojos cuando empezó a enterrar su pene en mi vagina. Su herramienta entraba con mucha dificultad y como no, si esa bestia era enorme.
Una vez que la tuve adentro, se empezó a mover como loco, para este punto yo ya me deja violar, obtuve dos orgasmos y después de un rato pude sentir como su pene se contraía en las paredes de mi vagina, derramando fuertes chorros de leche entre mis tetas No me dejó recuperarme cuando ya estaba duro otra vez.
Esto fue sólo la práctica de lo que le espera a tu precioso culo- Me susurró en el oído, me dio la vuelta y colocó tres almohadas en mi vientre, dejando muy parado y a su merced mi trasero. Pude sentir como agarraba y remojaba sus dedos del semen que me escurría por la vagina para después untarlo como crema en mi agujerito trasero. Metió un dedo y yo me sentía a morir del dolor, pero después me fui acostumbrando y la excitación comenzó a crecer más y más, haciendo que me mojara y cayeran más fluidos en mi rayita. Mi cuñado empezó a guiar su erección a mi culo y se empezó a abrir paso, pude sentir que toda su longitud había entrado en mí. Por suerte para mí, Sergio controló (esta vez), su instinto de enterrármela una y otra vez y me dejó acostumbrarme a su tamaño. Yo quería sentir ya su moviendo, empecé a mover mis caderas buscando el placer que necesitaba, Mi cuñado lo vio como una invitación a moverse y no tardó en unirse a mis movimientos. Después él tomó el control y me agarró por mis caderas y empezó con el moviendo rudo de sus embestidas.
Cuando terminó derramó un poco más de semen en mi trasero y sacó su pene de mí. Estaba tan cansada que me quede dormida aún con el culo levantado y dilatado.
Mi cuñado empezó a caminar con paso decidido hacia mí, lo cual me espantó, empecé a dar pasos hacia atrás hasta que ya no pude más y pegué mi espalda contra la pared. Sergio dio una última mirada a mi cuerpo y cuando termino, me tomo de mi cabeza fuertemente y me empezó besar, yo trataba de resistirme al beso, manteniendo mi boca cerrada pero me empezó a tocar todo el cuerpo con sus grandes manos tocaba y pellizcaba mi trasero, por lo cual emití un chillido que me hizo abrir suficientemente mi boca como para que el introdujera su lengua, cuando bajó sus labios hacia mi cuello, me empezó a decir todo tipo de obscenidades, sobre cómo le gustaban los vestidos que me ponía porque al agacharme se me veía el trasero, que su deseo era romperme el culo y que había soñado este momento muchas veces. No sé qué me pasó en ese momento, pero me estaba calentando todo lo que me decía y hacía.
Después de un rato me cargo muy fácilmente al dormitorio, yo sólo le decía que no quería que estaba la nena durmiendo , pero me llevo a mi cuarto . Me bajo el short y me bajo mi tanga quedando mi vagina y cola al desnudo , al verlo, me miró a los ojos, empezó a desabrocharse el cinturón y acto seguido los pantalones y su slip. Me quede atónita, su herramienta era enorme y bastante gorda, además de que estaba dura como una roca, me da vergüenza admitirlo, pero me estaba excitando imaginando cómo esa bestia me rompería en dos.
Me separó las piernas, estaba muy agitada y más lo estuve cuando me di cuenta de lo que estaba a punto de hacer. Empezó a besar mis labios mayores muy lentamente, después se separó, yo estaba a punto de reprocharle, pero metió su dedo índice en mí y mientras lo movía en círculos, me miraba fijamente a los ojos, me daba mucha vergüenza que él supiera que estaba disfrutando por lo que cerré los ojos y me deje llevar.
Cuando mi vagina ya derramaba jugos, el sacó su dedo, y se montó sobre mí. Me besó y cuando se separó, me miró fijamente mientras rompía mi blusa y quitaba los restos de tela de mi cuerpo, quedando solamente en sostén. Todavía no había separado la mirada de mis ojos cuando empezó a enterrar su pene en mi vagina. Su herramienta entraba con mucha dificultad y como no, si esa bestia era enorme.
Una vez que la tuve adentro, se empezó a mover como loco, para este punto yo ya me deja violar, obtuve dos orgasmos y después de un rato pude sentir como su pene se contraía en las paredes de mi vagina, derramando fuertes chorros de leche entre mis tetas No me dejó recuperarme cuando ya estaba duro otra vez.
Esto fue sólo la práctica de lo que le espera a tu precioso culo- Me susurró en el oído, me dio la vuelta y colocó tres almohadas en mi vientre, dejando muy parado y a su merced mi trasero. Pude sentir como agarraba y remojaba sus dedos del semen que me escurría por la vagina para después untarlo como crema en mi agujerito trasero. Metió un dedo y yo me sentía a morir del dolor, pero después me fui acostumbrando y la excitación comenzó a crecer más y más, haciendo que me mojara y cayeran más fluidos en mi rayita. Mi cuñado empezó a guiar su erección a mi culo y se empezó a abrir paso, pude sentir que toda su longitud había entrado en mí. Por suerte para mí, Sergio controló (esta vez), su instinto de enterrármela una y otra vez y me dejó acostumbrarme a su tamaño. Yo quería sentir ya su moviendo, empecé a mover mis caderas buscando el placer que necesitaba, Mi cuñado lo vio como una invitación a moverse y no tardó en unirse a mis movimientos. Después él tomó el control y me agarró por mis caderas y empezó con el moviendo rudo de sus embestidas.
Cuando terminó derramó un poco más de semen en mi trasero y sacó su pene de mí. Estaba tan cansada que me quede dormida aún con el culo levantado y dilatado.
15 comentarios - cogida por mi cuñado
Muy buena descripcion
Van puntos