Cuando mi pija se fue deslizándose despacio dentro de suculo quería apretarme las mejillas para saber si estaba despierto. Creo que fueobsesivo el deseo de que me entregara ese culo hermoso. Era una manzana con unavirola oscura y pequeña que mi dedo trabajo delicadamente con vaselina hastaprovocar que se agrandara. La pajeaba, sabía que llegar a su culo implicaría uncamino lateral. La sentía gemir hasta que mi dedo índice calo hasta el fondohasta los nudillos. Su espalda se arqueo como si quisiera más y fue ahí dondesaque el dedo y arrime el glande de mi pija hasta la virola agrandada. Puerteey poco a poco se la mande al fondo. Heme aquí, de pleno en su culo y tratandode creer que esto me está pasando y no está pasando. Ella, mueve su culotratando de que el tronco de la pija se mueva en su esfínter. Ella sabe quequiero llenarle el culo de leche. Por el espejo enfrente de su cara me ve ysabe por mi cara lo que la estoy gozando. Su culo se mueve con frenesí. Su culome va a sacar toda la leche que tengo, su culo, hay como un revuelo de murciélagososcuros en mi mente y acabo. Por la suave y estrecha galería de su culo mileche se escurre. La siento gemir, aprieto los pliegues de su cintura y másfuerza hago en su precioso culo mientras siento que poco a poco mi pija pierdefuerza. A empezar a soñar nuevamente.
0 comentarios - La esencia del deseo