Una cosa que nunca imaginé fue que me iba a terminar gustando la hermana de uno de mis mejores amigos, la conocía desde chica y nunca la había visto con deseo. El tiempo pasó, terminamos la secundaria, fuimos a la universidad y con mi amigo seguiamos y seguimos saliendo hasta el dia de hoy. Eso hizo que sigamos cercanos su hermana y yo obviamente, compartiendo salidas con otros amigos y amigas de ambos, en todo tipo de situaciones. Una de mis favoritas era aquella en la que, ya de grandes, ibamos a la casa de mi amigo, que vivía con su mamá y su hermana solamente. La madre era bastante compinche y cuando llegabamos se iba, por lo que teníamos la casa sola y aunque no era muy grande y tenía dos baños, estaban los ambientes muy bien divididos y bastante lejanos uno de otro.
Cuando ibamos al principio nunca se me hubiera ocurrido buscar o siquiera intentar buscar una situación asi, pero la hermana de mi amigo fue creciendo y poniéndose cada vez mas linda, asi que naturalmente cuando nos veíamos me empecé a sentir muy atraído por ella, se vestía de una forma tradicional pero tenía una sensualidad especial, de la que estoy seguro, al menos durante un tiempo, ella no era consciente.
Las reuniones eran normales, charlabamos, comíamos algo, preparabamos unos tragos, nada fuera de eso, ninguna situación extraña ni osada, pero si de mucha intimidad. Como la casa era chica, algunas cosas de todos los dias estaban a la vista, particularmente una que me empezó a llamar la atención: la ropa para planchar. Solían dejarla a la vista, pero en el baño de visitas, cerca de la cocina, donde generalmente no se podía pasar porque lo usaban de cuarto de lavado y planchado, pero que a veces al ser muchos y muchas en las reuniones, se terminaba usando. Asi fue como terminé en el baño de servicio y sin darme cuenta, en el pilón de ropa, encontré algo que me hizo mirar a la hermana de mi amigo para siempre (y por que no a la madre también, ya que ahi estaba la ropa de todos), su ropa interior, de todas las formas, tamaños, telas y colores que se puedan imaginar. Sinceramente al principio me llamó la atención, pero hasta ahi, ni siquiera era capaz de tocar nada, no me parecía bien, solo era un detalle, conocer su ropa desde cerca, tenía un no se que excitante, pero no pasaba de una observación. Y asi fue durante mucho tiempo.
Siguieron las reuniones, seguíamos usando ambos baños, la ropa seguía estando ahi. Cada vez que entraba, con el paso del tiempo, estaba un poco mas pendiente de lo que podía llegar a ver, un dia una bombacha mas chica de color celeste, otro dia otra mas grande de color negro, otro dia una violeta con tiras. Agradable de ver, pero no me provocaba una excitación mucho mayor. A veces hasta me daba gracia, me reia, pensando que ella ni se imaginaba que yo estaba viendo lo que usaba. Y por otro lado, había veces que veia bombachas que claramente no eran de ella, sino de la madre, porque eran mas grandes, mas tradicionales en color y forma, mas viejas y rotas y sin ningun intento de provocación, solo destinadas a un uso diario común.
Un dia llegamos y había mucha ropa tirada, era fin de semana, parecía ropa acumulada de la semana. Mi amigo nos pidió disculpas por el desorden, diciendo que "no habían podido lavar la ropa de toda la semana por un problema de agua". La verdad nunca me importó el desorden de una casa de alguien conocido, mucho menos de un gran amigo, asi que no le di mayor importancia, nos fuimos al patio, cocinamos, bebimos, charlamos, lo de siempre. Ese dia, como no había ropa lavada, tampoco había ropa para secar y planchar en los baños, asi que no pude ver nada y la verdad tampoco lo pensaba. Realmente no era algo de lo que esté pendiente. Nos fuimos como cualquier otro dia, no fue un dia relevante, pero si fue un dia que me hizo empezar a pensar en otra cosa: si había ropa para planchar siempre, debía haber mucha ropa para lavar siempre, la ropa que ese dia estaba desparramada por todos lados, a la vista en la cocina, donde atras de una puerta plegable tenían una lavadora. Y allí no solo podía haber ropa para planchar, sino ropa para lavar, mucha, siempre. Y la misma ropa que siempre encontraba limpia, tal vez ahi la podía encontrar no tan limpia... y al pensar en las bombachas de la hermana mi amigo, la idea encendió una luz en mi conciencia, allí podían estar las bombachas sin lavar de su hermana.
En el momento solo me pareció un pensamiento pícaro, sin mucha relevancia, me causaba gracia poder cruzarme con su ropa sucia, sobre todo porque su hermana era muy coqueta y segurament eodiaría que alguien encontrara su ropa sucia, sea ropa interior o cualquiera, era una chica que siempre se veía muy prolija y agradable, bien vestida, con estilo casual, pero agradable.
Uno de esos dias de reunión, con mis amigos habíamos quedado en cocinar algo a la parrilla, iba a llevar mucho tiempo, asi que me pidieron que vaya temprano a prepararlo, antes de que mi amigo llegara del trabajo. Accedí sin problemas y mi amigo me dijo que vaya cuando quiera a llevar las cosas y empezar la cocción, que su hermana o su madre iban a estar para recibirme. Asi fue como el fin de semana siguiente salí del trabajo como cualquier dia, compré las cosas y fui para la casa de mi amigo. Tal como me había dicho, su hermana estaba allí, la madre aun no volvía del trabajo, asi que me abrió y nos quedamos en la cocina, ella me dijo que iba a tomar unos mates mientras se secaba el pelo y le dije que me parecía excelente, asi que puso la pava y empezó a cortar una torta que había preparado para convidarme. Le dije que mientras iba a dejar las cosa en el patio cerca de la parrilla y entonces me fui a llevarlas hasta ahi, como venía desde el trabajo y de hacer las compras, me habían dado ganas de ir al baño. Ella había puesto música mientras tanto, le dije desde el patio que pasaba al baño y volvía para tomar mate, pero no me contestó. A los segundos termina la canción y me grita que ya estaba todo listo, que vaya, pero yo ya estaba en el baño y le contesté "si, voy al baño como te dije, ahora voy". Su reacción a mi comentario me asustó en verdad, empezó a gritar "'¡no, no vayas a ese baño, no!". Pero yo ya estaba en la puerta y aunque me asusté, entendí por qué no quería que entrara y mientras procesaba el susto ella llegó, me empujó y cerró la puerta de un golpe diciéndome -por favor, usa el otro baño, me acabo de bañar aca y no está limpio-.
Como dije, era una persona coqueta, limpia, ordenada, claro que un baño desordenado puede hacer que se incomode y no me deje pasar, asi que me fui al otro baño en silencio y ella vino corriendo a sentarse en la cocina. Cuando entro al baño no podía dejar de pensar en lo que había pasado y sobre todo, en lo que había visto. En el baño al que casi entro y ella me pidió que no lo hiciera, había un pantalon en el piso con una bombacha enroscada, su pantalon, su bombacha, que se había sacado minutos antes de que yo llegue, parada sobre su lugar, dejándolo caer al piso. Cuando ella me impidió entrar al baño ya lo había visto, seguramente por eso no quería que entre al baño, no solo por el desorden.
Haber visto su pantalon y su bombacha tirados en el piso realmente despertó otra cosa en mi, que no había sentido al ver su ropa interior seca y para planchar, ésta vez realmente me había movido algo, me sentía excitado y curioso.
Salí del baño, ella seguía escuchando música, me pasó un mate y estuvimos ahi un rato, hasta que llegó mi amigo y nos fuimos al patio a cocinar. Ese dia no fui mas al baño, pero cuando me fui y llegué a mi departamento, me puse a pensar en la situación con su hermana y el baño. Realmente no se que hubiera pasado si hubiera entrado y hubiera estado su pantalon tirado con su bombacha adentro, supongo que los hubiese esquivado, hubiese usado el baño y luego saldría como si nada. Pero cuando lo pensé bien, me quedé tildado, ¿solo eso hubiera pasado?
Me fui a dormir extrañado.
Las próximas reuniones que tuvimos empecé a estar mas pendiente de su hermana, con el correr de los dias la encontraba mas atractiva, mas agradable en el trato, me miraba y se reia, como si hubiera algo que solo ella y yo sabíamos, algo picarón. Capaz era mi imaginación, pero me sentía raro con esa situación. Asi fue que con el paso del tiempo, mientras seguía viendo ropa para planchar, comencé a pensar en algo nuevamente, que tardé en elaborar en mi cabeza, porque realmente no era algo que tuviera en cuenta: si había ropa limpia, debería haber ropa sucia para lavar... y si había visto una bombacha de su hermana una vez en ese lugar, seguramente debería haber mas en otro lugar. ¿Cual era el lugar? Exacto, la zona de la lavadora en la cocina, detrás de la puerta plegable.
Asi fue como un dia, cuando llegué, saludé y empecé a prestar atención a ese lugar, a veces estaba abierto, a veces cerrado, a veces había ropa a la vista para lavar, a veces no. Pero mi atención estaba ahora enfocada en algo que antes no y la curiosidad me fue dando ganas de ir mas allá.
Asi fue como un dia, en una reunión, mientras estaban todos en el patio, al pasar por el baño de la cocina y luego llevar cosas para lavar a la pileta, me detuve unos segundos a mirar esa zona de la lavadora a ver qué podría encontrar. Estaba todo vacío, no había nada, pero al abrir la tapa de arriba descubrí otra cosa, dentro de la lavadora había algo, estaba oscuro, se veía como unas medias, con arrugas, convertido en un bollo, lo agarro con la mano para ver que era y no, no eran medias, no era una remera, no era nada que me esperara... era una bombacha azul con estampado de besos.
Claramente era una bombacha de la hermana de mi amigo, imposible que la madre usara algo asi, era una mujer de cincuenta y tantos años, bella, pero no tan provocadora. Definitivamente era una bombacha de la hermana.
Apenas sentí eso en mis manos me invadió un calor y una verguenza sin igual, me sentí cruzando un límite incorrecto, lo único que pude hacer fue dejarla caer nuevamente en la lavadora, cerrar la tapa y salir de la cocina, volviendo al patio a seguir charlando.
Ese dia no pasó nada mas que eso para mi, cuando encontré eso, quedé tildado toda la noche y cuando nos mirabamos con su hermana sentía una increíble atracción y excitación por ella, con su ropa de fiesta, su perfume, su sonrisa.
Al volver a casa esa noche me masturbé por primera vez pensando en su hermana, no en su ropa interior, sino en ella, en su sensualidad, en su cuerpo, en su voz, ahora ella me tenía totalmente cautivado. Sabía que la próxima reunión tenía que ir en busca de algo de su ropa, ya no era una opción ni una casualidad, realmente tenía ganas de ver algo, de tomarlo y de apreciarlo.
Por un tiempo, unas 3 ó 4 semanas, estuvimos saliendo fuera de su casa, las reuniones eran en pubs y restaurantes, no nos juntabamos en su casa para cambiar un poco y salir de lo que siempre hacíamos. Pensé que eso me haría olvidar de mis ganas de encontrar su ropa, pero pasó todo lo contrario, me dieron mas ganas de volver y hacer lo que había pensado. Ver su ropa.
Llegó el dia en que nos reunimos en su casa nuevamente, era el cumpleaños de mi amigo y solo había invitado a los mas íntimos a una cena, era un dia de semana y no pensabamos quedarnos hasta tan tarde, el próximo fin de semana habría un festejo mas extenso, pero esa noche era tan solo una cena sencilla. Era mi oportunidad, poca gente, dia de semana, la ropa aun no se lavaba, porque solían hacerlo los fines de semana como había dicho mi amigo, oportunidad perfecta para ver la lavadora en busca de algo. Asi fue como durante la cena, mientras todos conversaban y comían, ofrecí traer mas bebida de la cocina y me levanté para tal fin. Me pidieron mas vino y una jarra de agua, asi que les dije que iba a demorar un poco asi descorchaba la botella y la llevaba abierta. Me levanté, todos siguieron con sus conversaciones, fui hacia la cocina y saqué el vino, llené la jarra y antes de hacer ninguna otra cosa, miré la lavadora, la puerta plegable estaba abierta, pensé que en tal ocasión, seguramente antes de que llegaramos su hermana y su madre se habrían alistado, dándose una ducha, dejando la ropa sucia en su lugar, manteniendo el orden de la casa para la reunión. Ésta vez no demoré nada, fui hacia la lavadora y levanté la tapa, había mucha ropa y la removí para encontrar lo que buscada, hasta que toqué algo, lo levanté y ahi estaba: una bombacha color violeta con tiras, la misma que había visto antes para planchar, claramente de su hermana, claramente sucia, esperándome, todavía húmeda del baño, de estar dentro de la lavadora. No se me ocurrió hacer nada mas que ponerla en mi bolsillo, no sabía bien con que fin, pero no podía demorar en llevar las bebidas, asi que volví de inmediato. Lo que buscaba ya lo había encontrado y ya estaba conmigo. Fui a la mesa, serví las bebidas, seguí cenando y pensaba en lo que tenía en mi bolsillo, sabía que no me lo podía llevar, podían darse cuenta, asi que tenía que hacer algo antes de que termine la reunión. Por eso, cuando terminé de cenar pase al baño para poder ver bien lo que había encontrado. Encendí la luz, me aseguré de trabar la puerta y metí la mano en mi bolsillo, lo que saqué era realmente exitante, era ropa interior auténtica de su hermana, sin lavar, en mis manos, para mi solo, la excitación fue inmediata.
No quise demorar y solo atiné a bajarme el pantalon para descubrir mi erección prominente, creo recordar el detalle de lo húmeda que sentía mi miembro, casi goteando, enrojecido, palpitando, queriendo eyacular de inmediato. Comencé a masturbarme mientras solamente observaba su bombacha, estaba cautivado totalmente, centrado en esa prenda violeta, sintiendo un extraño aroma que despedía y que no pude evitar percibir, sin pensarlo me llevé la bombacha a la cara y aspiré todo lo que pude, el olor era impresionante, un perfume, era ella misma en una prenda, tenía su perfume, su desodorante que yo tanto conocía pero que había pasado desapercibido, ahi estaba, impregnado en la bombacha, que no pude parar de oler hasta que casi sin darme cuenta solté una eyaculación tan intensa que me desbordó la mano y ensució toda la alfombra del baño, la sensación fue indescriptible, había cruzado un límite, había sentido algo que antes no había siquiera imaginado, estaba extasiado y sorprendido, tanto que al volver en si observé todo a mi alrededor y no sabía si había pasado un minuto o una hora. Lo cual me hizo caer en cuenta de que debía devolver la bombacha y volver a la mesa, porque no quería levantar sospechas de nada extraño, ni que pensaran que me sentía mal. Apreté el botón para simular haber usado el baño, limpié la alfombra, salí con la bombacha en mi bolsillo y antes de ir a la mesa pasé fugazmente por la cocina para dejar caer la bombacha en la lavadora.
Mientras continuó la reunión me mantuve totalmente enfocado en su hermana, sin que lo notara, estaba enamorado de lo que había conocido de ella, de lo que había descubierto. No pasó mucho tiempo hasta que nos fuimos, estando de acuerdo en vernos el próximo fin de semana para un festejo mas extenso y despreocupado de horarios, con mucha mas gente.
No podía mantener la atención en ninguna otra cosa asi que asentí a todo y dije que me retiraba para poder descansar bien, al otro dia tenía que trabajar, todos mis amigos también asi que me siguieron detrás, hicimos un poco de orden y nos despedimos en la puerta.
Ya en mi casa creo que tardé una hora o mas en poder dormirme, no podía dejar de pensar en lo que había pasado, en lo que había visto y conocido, en lo que ahora sabía. Me masturbé una vez mas para cansarme y despejar el deseo que sentía, lo cual funcionó de inmediato.
Las próximas reuniones no serían iguales, o por lo menos no para mi, mi atención estaba ahora dirigida a algo en particular, iba a ser todo como siempre, pero distinto a la vez.
Muchas cosas pasaron desde esa vez, muchas cosas descubrí, mucho nos seguimos relacionando con la hermana de mi amigo, pero eso quedará para otro relato, solo sabía que lo que me había producido la situación había cambiado todo, tenía un nuevo enfoque, un nuevo deseo, realmente excitante, que recién comenzaba, que tenía mucho para desarrollarse y que con el tiempo les contaré.
Gracias por leer, espero que lo disfruten.
Hasta la próxima.
Cuando ibamos al principio nunca se me hubiera ocurrido buscar o siquiera intentar buscar una situación asi, pero la hermana de mi amigo fue creciendo y poniéndose cada vez mas linda, asi que naturalmente cuando nos veíamos me empecé a sentir muy atraído por ella, se vestía de una forma tradicional pero tenía una sensualidad especial, de la que estoy seguro, al menos durante un tiempo, ella no era consciente.
Las reuniones eran normales, charlabamos, comíamos algo, preparabamos unos tragos, nada fuera de eso, ninguna situación extraña ni osada, pero si de mucha intimidad. Como la casa era chica, algunas cosas de todos los dias estaban a la vista, particularmente una que me empezó a llamar la atención: la ropa para planchar. Solían dejarla a la vista, pero en el baño de visitas, cerca de la cocina, donde generalmente no se podía pasar porque lo usaban de cuarto de lavado y planchado, pero que a veces al ser muchos y muchas en las reuniones, se terminaba usando. Asi fue como terminé en el baño de servicio y sin darme cuenta, en el pilón de ropa, encontré algo que me hizo mirar a la hermana de mi amigo para siempre (y por que no a la madre también, ya que ahi estaba la ropa de todos), su ropa interior, de todas las formas, tamaños, telas y colores que se puedan imaginar. Sinceramente al principio me llamó la atención, pero hasta ahi, ni siquiera era capaz de tocar nada, no me parecía bien, solo era un detalle, conocer su ropa desde cerca, tenía un no se que excitante, pero no pasaba de una observación. Y asi fue durante mucho tiempo.
Siguieron las reuniones, seguíamos usando ambos baños, la ropa seguía estando ahi. Cada vez que entraba, con el paso del tiempo, estaba un poco mas pendiente de lo que podía llegar a ver, un dia una bombacha mas chica de color celeste, otro dia otra mas grande de color negro, otro dia una violeta con tiras. Agradable de ver, pero no me provocaba una excitación mucho mayor. A veces hasta me daba gracia, me reia, pensando que ella ni se imaginaba que yo estaba viendo lo que usaba. Y por otro lado, había veces que veia bombachas que claramente no eran de ella, sino de la madre, porque eran mas grandes, mas tradicionales en color y forma, mas viejas y rotas y sin ningun intento de provocación, solo destinadas a un uso diario común.
Un dia llegamos y había mucha ropa tirada, era fin de semana, parecía ropa acumulada de la semana. Mi amigo nos pidió disculpas por el desorden, diciendo que "no habían podido lavar la ropa de toda la semana por un problema de agua". La verdad nunca me importó el desorden de una casa de alguien conocido, mucho menos de un gran amigo, asi que no le di mayor importancia, nos fuimos al patio, cocinamos, bebimos, charlamos, lo de siempre. Ese dia, como no había ropa lavada, tampoco había ropa para secar y planchar en los baños, asi que no pude ver nada y la verdad tampoco lo pensaba. Realmente no era algo de lo que esté pendiente. Nos fuimos como cualquier otro dia, no fue un dia relevante, pero si fue un dia que me hizo empezar a pensar en otra cosa: si había ropa para planchar siempre, debía haber mucha ropa para lavar siempre, la ropa que ese dia estaba desparramada por todos lados, a la vista en la cocina, donde atras de una puerta plegable tenían una lavadora. Y allí no solo podía haber ropa para planchar, sino ropa para lavar, mucha, siempre. Y la misma ropa que siempre encontraba limpia, tal vez ahi la podía encontrar no tan limpia... y al pensar en las bombachas de la hermana mi amigo, la idea encendió una luz en mi conciencia, allí podían estar las bombachas sin lavar de su hermana.
En el momento solo me pareció un pensamiento pícaro, sin mucha relevancia, me causaba gracia poder cruzarme con su ropa sucia, sobre todo porque su hermana era muy coqueta y segurament eodiaría que alguien encontrara su ropa sucia, sea ropa interior o cualquiera, era una chica que siempre se veía muy prolija y agradable, bien vestida, con estilo casual, pero agradable.
Uno de esos dias de reunión, con mis amigos habíamos quedado en cocinar algo a la parrilla, iba a llevar mucho tiempo, asi que me pidieron que vaya temprano a prepararlo, antes de que mi amigo llegara del trabajo. Accedí sin problemas y mi amigo me dijo que vaya cuando quiera a llevar las cosas y empezar la cocción, que su hermana o su madre iban a estar para recibirme. Asi fue como el fin de semana siguiente salí del trabajo como cualquier dia, compré las cosas y fui para la casa de mi amigo. Tal como me había dicho, su hermana estaba allí, la madre aun no volvía del trabajo, asi que me abrió y nos quedamos en la cocina, ella me dijo que iba a tomar unos mates mientras se secaba el pelo y le dije que me parecía excelente, asi que puso la pava y empezó a cortar una torta que había preparado para convidarme. Le dije que mientras iba a dejar las cosa en el patio cerca de la parrilla y entonces me fui a llevarlas hasta ahi, como venía desde el trabajo y de hacer las compras, me habían dado ganas de ir al baño. Ella había puesto música mientras tanto, le dije desde el patio que pasaba al baño y volvía para tomar mate, pero no me contestó. A los segundos termina la canción y me grita que ya estaba todo listo, que vaya, pero yo ya estaba en el baño y le contesté "si, voy al baño como te dije, ahora voy". Su reacción a mi comentario me asustó en verdad, empezó a gritar "'¡no, no vayas a ese baño, no!". Pero yo ya estaba en la puerta y aunque me asusté, entendí por qué no quería que entrara y mientras procesaba el susto ella llegó, me empujó y cerró la puerta de un golpe diciéndome -por favor, usa el otro baño, me acabo de bañar aca y no está limpio-.
Como dije, era una persona coqueta, limpia, ordenada, claro que un baño desordenado puede hacer que se incomode y no me deje pasar, asi que me fui al otro baño en silencio y ella vino corriendo a sentarse en la cocina. Cuando entro al baño no podía dejar de pensar en lo que había pasado y sobre todo, en lo que había visto. En el baño al que casi entro y ella me pidió que no lo hiciera, había un pantalon en el piso con una bombacha enroscada, su pantalon, su bombacha, que se había sacado minutos antes de que yo llegue, parada sobre su lugar, dejándolo caer al piso. Cuando ella me impidió entrar al baño ya lo había visto, seguramente por eso no quería que entre al baño, no solo por el desorden.
Haber visto su pantalon y su bombacha tirados en el piso realmente despertó otra cosa en mi, que no había sentido al ver su ropa interior seca y para planchar, ésta vez realmente me había movido algo, me sentía excitado y curioso.
Salí del baño, ella seguía escuchando música, me pasó un mate y estuvimos ahi un rato, hasta que llegó mi amigo y nos fuimos al patio a cocinar. Ese dia no fui mas al baño, pero cuando me fui y llegué a mi departamento, me puse a pensar en la situación con su hermana y el baño. Realmente no se que hubiera pasado si hubiera entrado y hubiera estado su pantalon tirado con su bombacha adentro, supongo que los hubiese esquivado, hubiese usado el baño y luego saldría como si nada. Pero cuando lo pensé bien, me quedé tildado, ¿solo eso hubiera pasado?
Me fui a dormir extrañado.
Las próximas reuniones que tuvimos empecé a estar mas pendiente de su hermana, con el correr de los dias la encontraba mas atractiva, mas agradable en el trato, me miraba y se reia, como si hubiera algo que solo ella y yo sabíamos, algo picarón. Capaz era mi imaginación, pero me sentía raro con esa situación. Asi fue que con el paso del tiempo, mientras seguía viendo ropa para planchar, comencé a pensar en algo nuevamente, que tardé en elaborar en mi cabeza, porque realmente no era algo que tuviera en cuenta: si había ropa limpia, debería haber ropa sucia para lavar... y si había visto una bombacha de su hermana una vez en ese lugar, seguramente debería haber mas en otro lugar. ¿Cual era el lugar? Exacto, la zona de la lavadora en la cocina, detrás de la puerta plegable.
Asi fue como un dia, cuando llegué, saludé y empecé a prestar atención a ese lugar, a veces estaba abierto, a veces cerrado, a veces había ropa a la vista para lavar, a veces no. Pero mi atención estaba ahora enfocada en algo que antes no y la curiosidad me fue dando ganas de ir mas allá.
Asi fue como un dia, en una reunión, mientras estaban todos en el patio, al pasar por el baño de la cocina y luego llevar cosas para lavar a la pileta, me detuve unos segundos a mirar esa zona de la lavadora a ver qué podría encontrar. Estaba todo vacío, no había nada, pero al abrir la tapa de arriba descubrí otra cosa, dentro de la lavadora había algo, estaba oscuro, se veía como unas medias, con arrugas, convertido en un bollo, lo agarro con la mano para ver que era y no, no eran medias, no era una remera, no era nada que me esperara... era una bombacha azul con estampado de besos.
Claramente era una bombacha de la hermana de mi amigo, imposible que la madre usara algo asi, era una mujer de cincuenta y tantos años, bella, pero no tan provocadora. Definitivamente era una bombacha de la hermana.
Apenas sentí eso en mis manos me invadió un calor y una verguenza sin igual, me sentí cruzando un límite incorrecto, lo único que pude hacer fue dejarla caer nuevamente en la lavadora, cerrar la tapa y salir de la cocina, volviendo al patio a seguir charlando.
Ese dia no pasó nada mas que eso para mi, cuando encontré eso, quedé tildado toda la noche y cuando nos mirabamos con su hermana sentía una increíble atracción y excitación por ella, con su ropa de fiesta, su perfume, su sonrisa.
Al volver a casa esa noche me masturbé por primera vez pensando en su hermana, no en su ropa interior, sino en ella, en su sensualidad, en su cuerpo, en su voz, ahora ella me tenía totalmente cautivado. Sabía que la próxima reunión tenía que ir en busca de algo de su ropa, ya no era una opción ni una casualidad, realmente tenía ganas de ver algo, de tomarlo y de apreciarlo.
Por un tiempo, unas 3 ó 4 semanas, estuvimos saliendo fuera de su casa, las reuniones eran en pubs y restaurantes, no nos juntabamos en su casa para cambiar un poco y salir de lo que siempre hacíamos. Pensé que eso me haría olvidar de mis ganas de encontrar su ropa, pero pasó todo lo contrario, me dieron mas ganas de volver y hacer lo que había pensado. Ver su ropa.
Llegó el dia en que nos reunimos en su casa nuevamente, era el cumpleaños de mi amigo y solo había invitado a los mas íntimos a una cena, era un dia de semana y no pensabamos quedarnos hasta tan tarde, el próximo fin de semana habría un festejo mas extenso, pero esa noche era tan solo una cena sencilla. Era mi oportunidad, poca gente, dia de semana, la ropa aun no se lavaba, porque solían hacerlo los fines de semana como había dicho mi amigo, oportunidad perfecta para ver la lavadora en busca de algo. Asi fue como durante la cena, mientras todos conversaban y comían, ofrecí traer mas bebida de la cocina y me levanté para tal fin. Me pidieron mas vino y una jarra de agua, asi que les dije que iba a demorar un poco asi descorchaba la botella y la llevaba abierta. Me levanté, todos siguieron con sus conversaciones, fui hacia la cocina y saqué el vino, llené la jarra y antes de hacer ninguna otra cosa, miré la lavadora, la puerta plegable estaba abierta, pensé que en tal ocasión, seguramente antes de que llegaramos su hermana y su madre se habrían alistado, dándose una ducha, dejando la ropa sucia en su lugar, manteniendo el orden de la casa para la reunión. Ésta vez no demoré nada, fui hacia la lavadora y levanté la tapa, había mucha ropa y la removí para encontrar lo que buscada, hasta que toqué algo, lo levanté y ahi estaba: una bombacha color violeta con tiras, la misma que había visto antes para planchar, claramente de su hermana, claramente sucia, esperándome, todavía húmeda del baño, de estar dentro de la lavadora. No se me ocurrió hacer nada mas que ponerla en mi bolsillo, no sabía bien con que fin, pero no podía demorar en llevar las bebidas, asi que volví de inmediato. Lo que buscaba ya lo había encontrado y ya estaba conmigo. Fui a la mesa, serví las bebidas, seguí cenando y pensaba en lo que tenía en mi bolsillo, sabía que no me lo podía llevar, podían darse cuenta, asi que tenía que hacer algo antes de que termine la reunión. Por eso, cuando terminé de cenar pase al baño para poder ver bien lo que había encontrado. Encendí la luz, me aseguré de trabar la puerta y metí la mano en mi bolsillo, lo que saqué era realmente exitante, era ropa interior auténtica de su hermana, sin lavar, en mis manos, para mi solo, la excitación fue inmediata.
No quise demorar y solo atiné a bajarme el pantalon para descubrir mi erección prominente, creo recordar el detalle de lo húmeda que sentía mi miembro, casi goteando, enrojecido, palpitando, queriendo eyacular de inmediato. Comencé a masturbarme mientras solamente observaba su bombacha, estaba cautivado totalmente, centrado en esa prenda violeta, sintiendo un extraño aroma que despedía y que no pude evitar percibir, sin pensarlo me llevé la bombacha a la cara y aspiré todo lo que pude, el olor era impresionante, un perfume, era ella misma en una prenda, tenía su perfume, su desodorante que yo tanto conocía pero que había pasado desapercibido, ahi estaba, impregnado en la bombacha, que no pude parar de oler hasta que casi sin darme cuenta solté una eyaculación tan intensa que me desbordó la mano y ensució toda la alfombra del baño, la sensación fue indescriptible, había cruzado un límite, había sentido algo que antes no había siquiera imaginado, estaba extasiado y sorprendido, tanto que al volver en si observé todo a mi alrededor y no sabía si había pasado un minuto o una hora. Lo cual me hizo caer en cuenta de que debía devolver la bombacha y volver a la mesa, porque no quería levantar sospechas de nada extraño, ni que pensaran que me sentía mal. Apreté el botón para simular haber usado el baño, limpié la alfombra, salí con la bombacha en mi bolsillo y antes de ir a la mesa pasé fugazmente por la cocina para dejar caer la bombacha en la lavadora.
Mientras continuó la reunión me mantuve totalmente enfocado en su hermana, sin que lo notara, estaba enamorado de lo que había conocido de ella, de lo que había descubierto. No pasó mucho tiempo hasta que nos fuimos, estando de acuerdo en vernos el próximo fin de semana para un festejo mas extenso y despreocupado de horarios, con mucha mas gente.
No podía mantener la atención en ninguna otra cosa asi que asentí a todo y dije que me retiraba para poder descansar bien, al otro dia tenía que trabajar, todos mis amigos también asi que me siguieron detrás, hicimos un poco de orden y nos despedimos en la puerta.
Ya en mi casa creo que tardé una hora o mas en poder dormirme, no podía dejar de pensar en lo que había pasado, en lo que había visto y conocido, en lo que ahora sabía. Me masturbé una vez mas para cansarme y despejar el deseo que sentía, lo cual funcionó de inmediato.
Las próximas reuniones no serían iguales, o por lo menos no para mi, mi atención estaba ahora dirigida a algo en particular, iba a ser todo como siempre, pero distinto a la vez.
Muchas cosas pasaron desde esa vez, muchas cosas descubrí, mucho nos seguimos relacionando con la hermana de mi amigo, pero eso quedará para otro relato, solo sabía que lo que me había producido la situación había cambiado todo, tenía un nuevo enfoque, un nuevo deseo, realmente excitante, que recién comenzaba, que tenía mucho para desarrollarse y que con el tiempo les contaré.
Gracias por leer, espero que lo disfruten.
Hasta la próxima.
5 comentarios - Las bombachas de la hermana de mi amigo #1