Saludos amig@s poringer@s. Aquí les hago entrega de la segunda parte de mi historia con la Diosa Daniela. sin más preámbulos, Espero que lo disfruten y si es de su agrado por favor dejar sus puntos y comentarios.
1era parte
http://m.poringa.net/posts/relatos/3102635/Daniela-Historia-Real-1era-parte.html
Me sentía en trance... Cuando de pronto el sonido de un celular hizo brincar a mi amante del suelo con tal nerviosismo que me asusté demasiado
—Ese es el celular de ángel—
El muy hijo de puta debe estar fuera del departamento.
Mi primera reacción fue correr a esconderme en el baño detrás de la cortina de la ducha. mientras Daniela se limpió lo mejor que pudo para salir al encuentro de su marido. Cuando abrió la puerta, no encontró a nadie, así que buscó el sonido del celular y lo encontró vibrando entre los sillones.
Cuando Daniela entra al baño con el teléfono de su marido en la mano me dice
—el muy imbécil dejó el celular en casa, no tardará en venir por él—
Recogí mis cosas rápidamente, me despedí de Daniela con un beso apasionado y emprendí rumbo con mi cara llena de risa.
Al día siguiente, me encuentro con Daniela en el pasillo del hospital, y para mi asombro me ignora por completo, siendo el resto del día de la misma forma. A eso de las 19:30 horas recibo un mensaje de WhatsApp.
Daniela: te espero en los estacionamientos en 5 minutos, No tardes 😘
Al llegar a nuestro encuentro Daniela se encontraba en su coche, bajar cristal y me dice
—qué esperas ahí de pie, sube al Auto—
Una ves dentro de él arranca el auto con destino incierto.
—estás preparado para tu última etapa de tu inducción—
Asentí repetidamente con la cabeza. Recorrimos por alrededor de 20 minutos la capital, hasta llegar a un lujoso motel del sector Oriente de Santiago. Un lugar muy sofisticado donde era primordial resguardar la identidad y privacidad de sus pasajeros. Las habitaciones eran amplias y muy acogedoras, por lo que me sentí muy agusto, eso me ayudó bastante con mi nerviosismo ya que era la primera vez que visitaba un lugar así.
Comenzamos a besarnos desenfrenadamente, mi intención era despojarla lo antes posible de su ropa. Pero se negó, dejándome en claro que el ritmo y el control estaba bajo su poder, seguido a esto entrar tocador y me dice
—ponte cómodo, vuelvo enseguida—
Al salir del baño, Daniela salió envuelta en una transparencia qué dejaba muy poco a la imaginación, su pelo suelto y su cuerpo brillante. pues se había aplicado un aceite aromático increíble.
Continuamos besándonos como si el mundo fuese acabar, lenta y calmadamente comenzó a quitarme la ropa, Hasta dejarme boca arriba en la cama completamente desnudo. Descendió con su lengua rodeando mi cuello mordisqueando mis tetillas, haciéndome estremecer por completo, luego siguió por el vientre recorriendo con su juguetona lengua hasta toparse de lleno con mi sexo erecto y palpitante. Se aferró a él con su mano derecha, lo acarició suavemente, escupió en el y comenzó a frotarlo enérgicamente. Todo esto lo hacía mirándome fijamente a los ojos. La muy puta sabía cómo volverme loco. Continúo por al menos una hora haciéndome el mejor sexo oral de mi vida, con un poco de dificultad y una que otra arcada , lograba introducir mi verga en su totalidad dentro de su húmeda boca, que para ese entonces estaba llena de una mezcla entre mi semen y su saliva.
La imagen de Daniela con su cabello tomado en su clásica coleta , su boca llena y rebosando de fluidos. Amenazó más de una vez con descargar en su totalidad mi elixir de la vida. Por lo cual le pedí que me acercara el condón que había sobre el velador
—Ah no, a mí me gusta a fierro pelado—
sólo Procura no acabar dentro. Además me cuido.
Esas tres últimas palabras bastaron para convencerme por completo. Humedeció sus dedos anulares y medio con su boca, después con ellos mismos fruto su inflamada clítoris diciéndome
—está es la mejor parte de la inducción—
Mi glande nutrido se expande, abriendo paso dentro de sus afiebrado y jugosos labios, Qué hacían presión provocándome un placer incontrolable. Daniela comenzó con un ritmo suave, adquiriendo velocidad y terminó brincando sobre mi verga descontroladamente. Sabia que no aguantaría mucho tiempo más en esa circunstancia, Así que le pedí cambio de posición, dejándola en 4 al borde de la cama yo de pie, la visita era deslumbrante y muy apetecible, por lo que no dudes en bajar a degustar esa maravilla, su clítoris inflamado me fue fácil encontrarlo con mi lengua, a ella le temblaban las piernas con cada rose que le daba.
—Metemelo porfavor ahora— suplicaba
La sensación de acabar era inminente, sabía que no resistiría mucho tiempo más, Así que tenía que ir por el premio mayor. Para mi asombro ese culito se veían con muy poco uso, así que me la jugué y comencé a estimularla con un dedo, no recibí respuesta, sólo un intenso suspiro. Después de un rato me la jugué con dos, ahi soltó un gemido y volteó a mirarme desafiante a los ojos.
—Ni se te ocurra intentarlo,— tú no, eso es sólo de ángel.
Claro, la muy puta no tiene problemas en cogerse a su compañero y que la llene de leche, pero el culo es sólo del marido.
Y cómo era de esperar, acabé en reiteradas veces y en cantidades inconmensurables.
Caímos exhaustos en la cama. por las piernas de Daniela escurría semen por doquier , Así que nos dirigimos al jacuzzi, nos besamos, nos masturbamos el uno al otro y nos marchamos de nuestro secreto nido de amor.
Me dejó en las puertas de mi casa, se despidió de un delicioso beso con lengua y se marcho.
Al día siguiente, ansioso por ver a Daniela e invitarla a repetir hoy mismo lo de aquella noche , me encuentro con Javier (Enfermero jefe) que me avisa que Daniela estaba en observaciones, pues se había desmayado curando la herida de un paciente.
—al parecer está embarazada. ya estoy pensando quien la va a reemplazar en su preNatal—
Continuara...
*Todo el apoyo multimedia es recopilado de Post comunidad Poringa!
1era parte
http://m.poringa.net/posts/relatos/3102635/Daniela-Historia-Real-1era-parte.html
Me sentía en trance... Cuando de pronto el sonido de un celular hizo brincar a mi amante del suelo con tal nerviosismo que me asusté demasiado
—Ese es el celular de ángel—
El muy hijo de puta debe estar fuera del departamento.
Mi primera reacción fue correr a esconderme en el baño detrás de la cortina de la ducha. mientras Daniela se limpió lo mejor que pudo para salir al encuentro de su marido. Cuando abrió la puerta, no encontró a nadie, así que buscó el sonido del celular y lo encontró vibrando entre los sillones.
Cuando Daniela entra al baño con el teléfono de su marido en la mano me dice
—el muy imbécil dejó el celular en casa, no tardará en venir por él—
Recogí mis cosas rápidamente, me despedí de Daniela con un beso apasionado y emprendí rumbo con mi cara llena de risa.
Al día siguiente, me encuentro con Daniela en el pasillo del hospital, y para mi asombro me ignora por completo, siendo el resto del día de la misma forma. A eso de las 19:30 horas recibo un mensaje de WhatsApp.
Daniela: te espero en los estacionamientos en 5 minutos, No tardes 😘
Al llegar a nuestro encuentro Daniela se encontraba en su coche, bajar cristal y me dice
—qué esperas ahí de pie, sube al Auto—
Una ves dentro de él arranca el auto con destino incierto.
—estás preparado para tu última etapa de tu inducción—
Asentí repetidamente con la cabeza. Recorrimos por alrededor de 20 minutos la capital, hasta llegar a un lujoso motel del sector Oriente de Santiago. Un lugar muy sofisticado donde era primordial resguardar la identidad y privacidad de sus pasajeros. Las habitaciones eran amplias y muy acogedoras, por lo que me sentí muy agusto, eso me ayudó bastante con mi nerviosismo ya que era la primera vez que visitaba un lugar así.
Comenzamos a besarnos desenfrenadamente, mi intención era despojarla lo antes posible de su ropa. Pero se negó, dejándome en claro que el ritmo y el control estaba bajo su poder, seguido a esto entrar tocador y me dice
—ponte cómodo, vuelvo enseguida—
Al salir del baño, Daniela salió envuelta en una transparencia qué dejaba muy poco a la imaginación, su pelo suelto y su cuerpo brillante. pues se había aplicado un aceite aromático increíble.
Continuamos besándonos como si el mundo fuese acabar, lenta y calmadamente comenzó a quitarme la ropa, Hasta dejarme boca arriba en la cama completamente desnudo. Descendió con su lengua rodeando mi cuello mordisqueando mis tetillas, haciéndome estremecer por completo, luego siguió por el vientre recorriendo con su juguetona lengua hasta toparse de lleno con mi sexo erecto y palpitante. Se aferró a él con su mano derecha, lo acarició suavemente, escupió en el y comenzó a frotarlo enérgicamente. Todo esto lo hacía mirándome fijamente a los ojos. La muy puta sabía cómo volverme loco. Continúo por al menos una hora haciéndome el mejor sexo oral de mi vida, con un poco de dificultad y una que otra arcada , lograba introducir mi verga en su totalidad dentro de su húmeda boca, que para ese entonces estaba llena de una mezcla entre mi semen y su saliva.
La imagen de Daniela con su cabello tomado en su clásica coleta , su boca llena y rebosando de fluidos. Amenazó más de una vez con descargar en su totalidad mi elixir de la vida. Por lo cual le pedí que me acercara el condón que había sobre el velador
—Ah no, a mí me gusta a fierro pelado—
sólo Procura no acabar dentro. Además me cuido.
Esas tres últimas palabras bastaron para convencerme por completo. Humedeció sus dedos anulares y medio con su boca, después con ellos mismos fruto su inflamada clítoris diciéndome
—está es la mejor parte de la inducción—
Mi glande nutrido se expande, abriendo paso dentro de sus afiebrado y jugosos labios, Qué hacían presión provocándome un placer incontrolable. Daniela comenzó con un ritmo suave, adquiriendo velocidad y terminó brincando sobre mi verga descontroladamente. Sabia que no aguantaría mucho tiempo más en esa circunstancia, Así que le pedí cambio de posición, dejándola en 4 al borde de la cama yo de pie, la visita era deslumbrante y muy apetecible, por lo que no dudes en bajar a degustar esa maravilla, su clítoris inflamado me fue fácil encontrarlo con mi lengua, a ella le temblaban las piernas con cada rose que le daba.
—Metemelo porfavor ahora— suplicaba
La sensación de acabar era inminente, sabía que no resistiría mucho tiempo más, Así que tenía que ir por el premio mayor. Para mi asombro ese culito se veían con muy poco uso, así que me la jugué y comencé a estimularla con un dedo, no recibí respuesta, sólo un intenso suspiro. Después de un rato me la jugué con dos, ahi soltó un gemido y volteó a mirarme desafiante a los ojos.
—Ni se te ocurra intentarlo,— tú no, eso es sólo de ángel.
Claro, la muy puta no tiene problemas en cogerse a su compañero y que la llene de leche, pero el culo es sólo del marido.
Y cómo era de esperar, acabé en reiteradas veces y en cantidades inconmensurables.
Caímos exhaustos en la cama. por las piernas de Daniela escurría semen por doquier , Así que nos dirigimos al jacuzzi, nos besamos, nos masturbamos el uno al otro y nos marchamos de nuestro secreto nido de amor.
Me dejó en las puertas de mi casa, se despidió de un delicioso beso con lengua y se marcho.
Al día siguiente, ansioso por ver a Daniela e invitarla a repetir hoy mismo lo de aquella noche , me encuentro con Javier (Enfermero jefe) que me avisa que Daniela estaba en observaciones, pues se había desmayado curando la herida de un paciente.
—al parecer está embarazada. ya estoy pensando quien la va a reemplazar en su preNatal—
Continuara...
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4 comentarios - Daniela (Historia real) 2da parte