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El precio de ser infiel

Les voy a contar la experiencia que acabó con mi matrimonio.
Nunca fui un hombre cariñoso, cualidad que heredé de mi padre, un renombrado putero entre los amigos del barrio, pero un tempano de hielo con mi madre, abusivo y simplón. El prefería ir al prostíbulo a diario a meterle un buen polvo a mi vieja. yo por tanto y sin justificarme por cierto, sentía a veces que me parecía cada vez mas a el.
Maria mi mujer es muy distinta a mi madre y siempre me dejó en claro que era diametralmente opuesta a ella y que no iba a soportar cojudeces, y aun que sabía de mis correrías y adivinaba el sentido de mi indiferencia parece que se cansó de darme consejos y sin mas decidió aleccionarme de la peor manera para mi ego, pero solo así aprendí.
yo venía de una sucesión de malas noches por el trabajo y por ciertas escapadas que había tenido entre semana con unas amiguitas de la oficina. era el balance de fin de año y María sabia lo tarde que salíamos , si, el viejo truco del " salimos tarde de la oficina". solo importaba yo y mi pendejada.
Maria me había hecho prometerle que el sábado saldríamos a cenar y luego veríamos una peli, pero no pude estar, ya saben "compromisos impostergables". pero ella no se inmuto ni me dijo nada, solo me hizo prometer que dentro de dos semanas no faltara que íbamos a tener visita.
Ese sábado en efecto dejé todos mis compromisos de lado y llegué a casa temprano. allì estaba juano, un amigo de la infancia nuestra que había llegado de España luego de muchos años . Maria se había puesto muy guapa, con el vestido de noche mas lindo de su ropero, nos sentamos a cenar y luego pasamos a la sala, Maria sacó unos tragos mientras conversábamos sobre como le había ido a Juano por allá.
Juano es un tipo resuelto y vacilón , alto, me llevaba varios centímetros, muy atlético y con los brazos llenos de tatuajes, era un tipo de mundo ,cabellera ondulada y la piel muy canela y de experiencias interminables pero soltero, así que en el barrio muchos sospechaban que tal vez tuviera otros gustos aun que mas de una gustaba de su atractivo.
No se cómo fue que Juano apareció en realidad en casa, no era muy cercano a Maria por lo que sé y a pesar de que es contemporáneo conmigo pues no éramos muy buenos amigos, de cualquier manera la velada era de lo mas amena y mi mujer se portó muy bien, Nos preparó una cena deliciosa y los tragos le salieron igual de ricos, pero había un detalle que se me pasó, me estaba mareando muy rápido.
Amor, te sientes bien mi vida?-Me dijo Maria.
Si claro -contesté, aunque no podía predecir exactamente que era lo que me pasaba.
Juano, y como te ha ido en el amor? - Preguntó Maria. Debes haber tenido muchos en tus viajes por el mundo, verdad?.
Claro que si-replicó el. He visto y hecho de todo, he conocido gente maravillosa y he experimentado sensaciones alucinantes.
yo escuchaba y no podía articular palabra, mis manos y pies parecían clavados a su sitio, hasta incluso mi respiración parecía pausada, en la mano derecha llevaba mi copa sostenida y mis piernas juntas estaban relajadas y aun así no me hacían caso para nada, por momentos era como si cerrara los ojos y durmiera, pero de pronto abría y escuchaba con normalidad pero en un estado catatónico de espanto. De pronto Juano se fue al baño y Maria me miró fijamente, me quitó la copa y al oído me dijo: "Te he puesto una droga en el trago, estarás consciente durante todita mi venganza, que creías?, que todos estos años de aguantar tus infidelidades en silencio no me las iba a cobrar?" me dijo y se sentó con una maquiavélica sonrisa en la cara que me llenó de espanto.
Juano volvió a la sala y Maria se paró delante de el y le quito la copa de la mano y lo besó. El trató de alejarla: "No Temas, el está profundamente dormido, no es la primera vez, tenemos una relación abierta, el sale con sus amigos cuando quiere y con quien quiere y bueno pues yo hago lo mío". Mintió y lo siguió besando mientras el ya correspondía con pasión mientras lo tumbaba en el mueble largo, ella encima como una pantera y el como un niño en una dulcería sin saber por dónde empezar a disfrutar.
Ella le abrió de pronto la camisa y beso su pecho mientras descubría mas tatuajes, parecía poseída por un loco ataque de lujuria, de pronto desabrochó su correa y se la sacó de un tirón, , abrió su pantalón y dejó al descubierto su largo pene, yo estaba aterrado frente a lo que veía.
Ella como con un apetito voraz se metió toda su verga en la boca mientras mis ojos se cerraban involuntariamente podía por momentos escuchar el singular sonido de la mamada y cuando se atoraba cuando se comía toda la pieza y los gemidos del despiadado felón.
Caí en la oscuridad por unos segundos creo y al abrir los ojos no era una pesadilla, ahora ella estaba sobre el cabalgándolo y mirándome fijamente a los ojos, rebuscando en mi conciencia aquel ápice de dolor que pretendía infligirme.
Pero Juano . El buen Juano no era un cualquiera, venia de disfrutar placeres extremos durante sus viajes, una chupada de pinga no serían suficiente para satisfacer aquel lado siniestro tan delicioso del que uno se enamora cuando desciende a lo mas oscuro y recóndito de la hipersexualidad, pero mi buena Maria no lo sabía , había escogido muy mal al sujeto que haría de mi verdugo.
Cuando observé como su rostro cambiaba y su mirada no era ya la misma me asusté y traté sin éxito de salir de ese estado pero solo mi corazón se aceleraba.
Juano de pronto se había parado detrás de ella y tirando de su cabello arremetía con fuerza tanto así que el sonido del golpe con sus nalgas se hizo fuerte y muy intenso, Maria intentaba empujarlo hacia atrás para contenerlo pero el la cogió de ambos brazos como una llave de judo mientras le mordía el cuello.
Ella empezó a gemir dolorosamente y pude notar en su rostro sorpresa y miedo. Hubiera querido decirle que no gritara porque eso agitaba la pasión del animal que Juano llevaba adentro, pero fue en vano moverme y menos hablar.
El la tumbo en cuatro en el mueble sin dejar de sujetarla de los brazos hacia atrás y le agachó la cabeza hasta enterrársela entre los cojines, ya con el culo para arriba cogió la correa de su pantalón y acelerando la cabalgata empezó a pegarle en el culo como si de una potra para domar se tratara. Toma perra- gritaba entusiasmado. Solo pude escuchar el grito ahogado de dolor antes de perder de nuevo la conciencia.
Cuando abrí los ojos la había puesto sobre la meza de centro con las piernas abiertas y cogida del cabello la penetraba con la misma intensidad de hace un rato mientras la abofeteaba.
¨Ya no, te lo ruego-suplicaba, Me vas a partir la concha¨
! Cállate zorra!-le increpó con extraña dulzura y le metió los dedos a la boca para que se los chupara mientras con la otra aleccionaba sus pezones jalándolos como pretendiendo arrancarlos.
¨Por favor te lo suplico, no me hagas daño¨-Rogaba con desesperación y de pronto la volteo otra vez pero esta vez era distinto, se ensalivó la verga, la cogió de los cabellos otra vez y se montó sobre ella para enterrarle la pieza por el culo sin piedad. Ella pegó un chillido de dolor pero sus manos no podían retirar a Juano empujándolo, así que se cogió las nalgas y se las abrió intentando darle espacio a su dilatado culo para aguantar el brutal vaivén, los chillidos cada vez mas ahogados eran alternados con gemidos que no sabría decir si eran de placer, se sobaba el clítoris con vehemencia y se metía los dedos en la almeja buscando ese instante de placer en el que llega el dolor te hace llegar al clímax. De pronto Juano fue el que cogiéndose con las uñas del culo de Maria dejo escapar un grito largo casi como un bufido y empujando lo mas que pudo hacia adentro como si quisiera meter las bolas descargó toda su leche en el culo de ella. Luego sacó su miembro y con gloriosa sonrisa se puso a observar como su semen se escapaba del culo horadado de María . Sonrió, se tumbó a un lado y se vistió, ella aun exhausta se quedó recostada boca abajo, él se acercó y le dijo al oído palabras que no pude escuchar, le mordió la oreja, luego me miro, se levantó y se fue.
luego de varios minutos ella volteo y me miro con el mayor desprecio y me dijo: ¨que tal te pareció el espectáculo?, te gusto que me rompiera el culo?. te gusto que me humille pidiéndole sexo a un desconocido?- me dijo , y pasándome la mano por el rostro me limpió las lágrimas , recién allí me percaté que también estaba todo mojado de sudor y hasta me había meado, pero aun no recuperaba la movilidad de mis extremidades a pesar que ya las sentía.
Luego de unos minutos me dijo: quieres saber que me susurró al oído?- mientras se ponía de nuevo el vestido. Me dijo: Ahora eres mía, no se a que juegan tú y tu marido, pero ahora me perteneces, te gustó? , Entonces, Cuando te cite, iras?. - y su mirada volvió a cambiar y otra vez se tornó desafiante y agresiva: Adivina que?-Dijo ,ME GUSTÓ . Luego se levantó y me dejó solo sentado en aquel mueble.
Tiempo después no pude soportar mas y me fui, no pude. Admito que esta experiencia fue mucho para mí, pero lo peor para mi orgullo fue tener que verla salir a encontrarse con Juano y mas aun coincidir en un bulín que suelo frecuentar con mis amigos y mi ego fue destruido en el acto por mis propios compañeros de correrías. Mi conducta licenciosa y mi falta de afecto minaron mi relación, recibí una lección que en mi vida imaginé, la vanidad es sin duda el peor de los pecados.

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