A pesar del cansancio provocado por la seguidilla de orgasmos, ella quería mas. La miré como pidiendo un poco de piedad y ella de inmediato sonrió, con la mirada le mostré mi cansado miembro, que yacía semi inerte y palpitante sobre mi muslo izquierdo, ella solo se levantó de hombros y se lanzó cual fiera sobre mi moribundo falo, lo agarró con su mano. comenzó a lamer mis bolas y perineo, acercando sus lamidas peligrosamente a mi ano, lo que me generó una extraña incomodidad que se vio reflejada en un pequeño estertor que recorrió mi cuerpo, lejos de desanimarla se lanzó con mas fuerza, y derechamente empezó a lamer mi culo, mientras con la mano me masturbaba suavemente, obviamente, acusé recibo de dicho trato y las leves palpitaciones que sentía fueron en aumento, y vi con mis propios ojos como un potente flujo de sangre lleno las cavidades de mi pene provocando una enorme erección. Reconozco que el sentir que esa erección fuese provocada por un anilingus me incomodo un poco, ya que jamás había experimentado algo así, pero nuevamente la calentura fue mas fuerte, y me deje llevar por esa maestra del sexo. Cuando vio que mi miembro estaba listo para la acción, dejó de lamerme el culo y se lanzo sobre mi.
.- te lo habían comido así antes?
- nunca... respondí algo nervioso, era la verdad
- parece que te gustó - dijo riendo mientras me pajeaba lentamente
- fue raro. Nuevamente no mentía
- pero funciono- y me dió un enorme beso, la mezcla de sabores que se mezclaron en esa fusión de lenguas me hicieron sentir salvaje, primitivo y quería que eso no terminase..
- ahora puedes metérmelo... me susurro al oído
me miró nuevamente con esos potentes ojos, y volvió a dibujar su picara sonrisa, paso su lengua por mis labios y giró sobre si misma bajándose de mi cuerpo, gateó sobre la cama , para luego arrodillarse en dirección hacia donde estaban mis pies, arrodillada, bajo su torso hacia la cama, apoyando sus enormes tetas, llevó sus manos a la espalda y levanto su perfecto trasero.
- estoy lista... dijo soltando una risa traviesa
La imagen era idílica, una hermosa mujer, total y absolutamente receptiva, esperando deseosa ser penetrada por mi. la noche definitivamente había tomado una dirección insospechada. su vagina se veía hinchada, húmeda casi podía verla palpitar, su rosado pálido inicial se había tornado un poco mas roja por tanta humedad, apenas una centimetros mas arriba el delicado ano coronaba una visión magnifica. no alcancé ni siquiera a pensar, mis movimientos eran puro instinto, solo había deseo en mis pensamientos, necesitaba penetrarla, deseaba penetrarla, nada mas pasaba por mi cabeza. rápidamente me puse de rodillas detrás de ella, mi miembro nuevamente duro, estaba listo para la acción, ansiaba perderme en esos muros carnosos, queria sentir la suavidad de esa invitante vagina. para prolongar el deseo, jugué con sus labios, los dibuje con mi palpitante glande, lentamente, podía sentir como la humedad aumentaba, mi erección era tan potente que casi dolía, ella gemía levemente, hacia pequeños movimientos con sus caderas invitándome a penetrarla, busque con mi falo su clítoris, acaricie con mi glande que ya comenzaba a despuntar con pequeñas gotas de liquido preseminal, sentí como su cuerpo se estremeció, en ese momento, Embestí. Fue increíble, pude sentir como esa hermosa vagina envolvia en su esponjosa y delicada estructura mi potente miembro hambriento de deseo, había un efecto de succión en cada embestida, podía sentir su deseo, como su caverna amatoria quería prolongar cada instante, intentaba atraparme. con cada penetración sus caderas se movían a mi ritmo, amortiguando las embestidas, sentía las paredes de su vagina contraerse y dilatarse, generando una dulce caricia en todo mi pene. agarre sus nalgas con fuerza, eran tan enormes que mi mano apenas podía agarrarlas, se las abría y se las cerraba a mi gusto, para poder ver y atestiguar aquel erotico e intenso momento. deslice mi pulgar hacia su ano, lo acaricié por fuera, cada una de sus oscuras estrías parecían contraerse cada vez que mi dedo las rosaba, en una embestida, mi pulgar se perdió en lo profundo de esa estrella negra de placer, ni se inmutó. recibía todo lo que le daba. Mis testículos ya no podían mas, trataban de retener el ultimo suspiro dentro de si, hasta que el cosquilleo inconfundible se hizo sentir. por suerte vino en el mismo instante que la oleada de placer se dejaba caer sobre ella, sus paredes vaginales se contraían de manera frenética y me percate que su orgasmo al igual que el mio era inminente, sus ligeros quejidos eran ahora gritos, chorros de liquido blanquecino salían sin control desde su interior, mojándolo todo e impregnando el aire de un aroma inconfundible a hembra salvaje. por mi parte saque mi falo de aquella fuente de placer para explotar sobre su culo, al cual yo me aferraba manteniendo sus deliciosas nalgas separadas, el chorro fue tan potente que restos de mi semen podían verse hasta en su cuello. no podía de amasar ese enorme culo, necesitaba sentir su piel, su carne. los gritos fueron reemplazados por una respiración entrecortada y satisfecha.
Hace rato que te tenia ganas- dijo aun sin aliento
yo no respondí nada, prefería dejar esa conversación para otro momento
.- te lo habían comido así antes?
- nunca... respondí algo nervioso, era la verdad
- parece que te gustó - dijo riendo mientras me pajeaba lentamente
- fue raro. Nuevamente no mentía
- pero funciono- y me dió un enorme beso, la mezcla de sabores que se mezclaron en esa fusión de lenguas me hicieron sentir salvaje, primitivo y quería que eso no terminase..
- ahora puedes metérmelo... me susurro al oído
me miró nuevamente con esos potentes ojos, y volvió a dibujar su picara sonrisa, paso su lengua por mis labios y giró sobre si misma bajándose de mi cuerpo, gateó sobre la cama , para luego arrodillarse en dirección hacia donde estaban mis pies, arrodillada, bajo su torso hacia la cama, apoyando sus enormes tetas, llevó sus manos a la espalda y levanto su perfecto trasero.
- estoy lista... dijo soltando una risa traviesa
La imagen era idílica, una hermosa mujer, total y absolutamente receptiva, esperando deseosa ser penetrada por mi. la noche definitivamente había tomado una dirección insospechada. su vagina se veía hinchada, húmeda casi podía verla palpitar, su rosado pálido inicial se había tornado un poco mas roja por tanta humedad, apenas una centimetros mas arriba el delicado ano coronaba una visión magnifica. no alcancé ni siquiera a pensar, mis movimientos eran puro instinto, solo había deseo en mis pensamientos, necesitaba penetrarla, deseaba penetrarla, nada mas pasaba por mi cabeza. rápidamente me puse de rodillas detrás de ella, mi miembro nuevamente duro, estaba listo para la acción, ansiaba perderme en esos muros carnosos, queria sentir la suavidad de esa invitante vagina. para prolongar el deseo, jugué con sus labios, los dibuje con mi palpitante glande, lentamente, podía sentir como la humedad aumentaba, mi erección era tan potente que casi dolía, ella gemía levemente, hacia pequeños movimientos con sus caderas invitándome a penetrarla, busque con mi falo su clítoris, acaricie con mi glande que ya comenzaba a despuntar con pequeñas gotas de liquido preseminal, sentí como su cuerpo se estremeció, en ese momento, Embestí. Fue increíble, pude sentir como esa hermosa vagina envolvia en su esponjosa y delicada estructura mi potente miembro hambriento de deseo, había un efecto de succión en cada embestida, podía sentir su deseo, como su caverna amatoria quería prolongar cada instante, intentaba atraparme. con cada penetración sus caderas se movían a mi ritmo, amortiguando las embestidas, sentía las paredes de su vagina contraerse y dilatarse, generando una dulce caricia en todo mi pene. agarre sus nalgas con fuerza, eran tan enormes que mi mano apenas podía agarrarlas, se las abría y se las cerraba a mi gusto, para poder ver y atestiguar aquel erotico e intenso momento. deslice mi pulgar hacia su ano, lo acaricié por fuera, cada una de sus oscuras estrías parecían contraerse cada vez que mi dedo las rosaba, en una embestida, mi pulgar se perdió en lo profundo de esa estrella negra de placer, ni se inmutó. recibía todo lo que le daba. Mis testículos ya no podían mas, trataban de retener el ultimo suspiro dentro de si, hasta que el cosquilleo inconfundible se hizo sentir. por suerte vino en el mismo instante que la oleada de placer se dejaba caer sobre ella, sus paredes vaginales se contraían de manera frenética y me percate que su orgasmo al igual que el mio era inminente, sus ligeros quejidos eran ahora gritos, chorros de liquido blanquecino salían sin control desde su interior, mojándolo todo e impregnando el aire de un aroma inconfundible a hembra salvaje. por mi parte saque mi falo de aquella fuente de placer para explotar sobre su culo, al cual yo me aferraba manteniendo sus deliciosas nalgas separadas, el chorro fue tan potente que restos de mi semen podían verse hasta en su cuello. no podía de amasar ese enorme culo, necesitaba sentir su piel, su carne. los gritos fueron reemplazados por una respiración entrecortada y satisfecha.
Hace rato que te tenia ganas- dijo aun sin aliento
yo no respondí nada, prefería dejar esa conversación para otro momento
3 comentarios - No me lo esperaba. Parte 3