Salimos ese fin de semana con mi esposo, mi hijo y mis suegros a su finca. Mi esposo se estaría con nosotros solo la noche del sabado y regresaria a Cali el domingo en la mañana, mientras que nosotros pasaríamos dos días mas allí. Ese sábado hacia un clima caluroso asi que me coloque una minifalda y una camiseta top que destacaba mis cualidades femeninas. Mis tetas y mi trasero seguian aun firmes luego de 4 años de matrimonio.
Durante todo el dia vi con sorpresa como mi suegro me observaba. No era muy frecuente que salieramos todos durante los fines de semana y yo llevaba mucho tiempo sin lucir una minifalda, asi que creo que era la primera vez que el me veia vestida asi. Como estuvimos con el nene llevandolo por la finca, el estuvo conmigo todo el rato. Sus ojos tenian tiempo para mirar a su nieto y por supuesto fijarse en mis atributos. En algunas ocasiones, el un poco descaradamente, se me acercaba y rozaba mis pechos al pasarme a Camilo, mi hijo, para que lo cargara en sus brazos. Yo lo tomaba, seguia caminando con Camilo y el se quedaba atras mio. Cuando Camilo volteaba buscando a su abuelo, mi suegro estaba con su mirada clavada en mis piernas y mi trasero.
Mi suegro a sus 52 años de edad habia pasado una epoca dificil. Mi suegra habia quedado invalida desde hace 10 años a raiz de un accidente casero, por lo que el habia estado muy pendiente de ella y se habia convertido en su angel guardian. Pense que era un poco injusto con el, ver a su nuera tan sexy, bella y provocadora luciendo esa mini falda, mientras que el, por causas del destino, no podia disfrutar de un cuerpo femenino como el mio. En su mirada se reflejaba el deseo y la provocacion por lo que me senti un poco culpable al lucir ese dia la corta falda.
Esa noche cenamos, vimos un poco de TV y luego que Camilo se quedo dormido, al lado de su abuela, pasamos a la sala y empezamos a charlar. Yo me sente al lado de mi esposo y cruze las piernas. Mi suegro se acomodo en el sillon de en frente a disfrutar de la charla y de la vista que yo le daba. La mini falda le permitia ver la parte alta de mis piernas. Cuando yo me ponia de pie, para alcanzarles las cervezas o algo de comer, el sin ningun problema miraba como yo descruzaba las piernas y por decimas de segundo mi falda le permitia ver mi diminuta tanga.
-"Que guapa estas Ana...", me dijo mi suegro sonriendo.
-"Que afortunado eres Ramiro...", le dijo el a mi esposo con tono burlon.
Reimos, pero yo sabia que ese comentario tenia su sentido. Nunca lo senti asi pero esa noche me di cuenta que mi suegro me deseaba.
Luego de charlar de temas varios, decidi subir a dormir en la habitacion que ellos nos habian asignado mientras que mi esposo y mi suegro se quedaban tomandose unas cervezas. Al despedirme de mi esposo con un beso, el me acaricio el trasero. Subiendo las escaleras, voltee a mirarlos y vi como los dos no despegaban sus ojos de mi.
Al rato subio mi esposo con algunos tragos en la cabeza, pero con la firme intencion de cumplir su objetivo: hacerme el amor. Ramiro entro a la habitacion, se acerco a la cama donde yo me empezaba a dormir, me despojo de la pijama que tenia puesta desnudandome por completo y empezo con su lengua a lamerme las tetas y la vagina. Como el estaba afectado por los tragos, se abalanzo sobre mi de repente y senti como su verga se introducia dentro de mi vulva, aun sin lubricar. El siempre jugaba con mi cuca y mi clitoris antes de penetrarme, pero esta vez, producto del alcohol, se apresuro. Senti un poco de dolor inicialmente cuando el empezo a mover el abdomen y su verga empezo a entrar y salir de mi vagina, pero luego mis fluidos ayudaron a mitigarlo. Cuando el dolor se convertia en placer, y yo me empezaba apenas a excitar, Ramiro, mi esposo, se derramo. Dejo escapar un pequeño quejido y al momento senti su liquido caliente dentro de mi. Lo abraze fuertemente por la espalda, mientras que el tenia las contracciones abdominales y disfrutaba de su orgasmo. Yo por supuesto me moleste un poco, ya que queria algo mas duradero y el lo habia echado a perder.
En ese instante mire hacia la puerta y la vi entreabierta. Alli vi la figura de mi suegro quien observaba como su hijo le hacia el amor a su nuera. Mientras tanto, mi esposo se sacudia sobre mi, terminando de derramarse. La vision de mi suegro en la puerta fue interrumpida por mi esposo:
-"Ahora perrito... quiero tu culo rico", me pidio el, al sacarme su verga de mi vagina.
Mientras me volteaba y me ubicaba, observe nuevamente que mi suegro seguia alli.
Ramiro tomo un frasco de aceite para bebes y me lo vacio en el ano. Luego abriendo mis nalgas, me penetro lentamente. A pesar del aceite, senti tambien dolor pero lo aguante. Cuando tenia toda su verga dentro de mi culo, mi esposo empezo a taladrarme moviendo su pene con movimientos pausados. Esta vez fue diferente. Empezo con una cadencia lenta y luego fue aumentando. Al cabo de diez minutos, los dos llegamos a un delicioso orgasmo. Mientras que mi esposo me sujetaba por las tetas y yo sentia en mi culo su calida leche, los dos dejamos salir un gemido de placer. Luego, cuando el paro de sacudirse y su eyaculacion habia terminado, voltee a mirar hacia la puerta nuevamente y mi suegro seguia mirando sin perder detalle.
Habia sido una experiencia sexual extraña, ya que por primera vez en mi vida un hombre observaba como mi esposo me hacia el amor.
Luego Ramiro me retiro su verga y se acosto a mi lado. Me acoste con el, abrazandolo, y por un rato charlamos de lo atractiva que yo me veia con la falda que me habia colocado ese dia y de la derramada que el se acababa de pegar dentro de mi. Me pare de la cama mientras que mi esposo quedaba tendido sobre ella, y me acerque a la puerta para cerrarla. Por supuesto mi suegro ya se habia marchado. Me senti incomoda al ver como el observo a su hijo haciendome el amor. Cuando la estaba cerrando vi con sorpresa que Ramiro no fue el unico que se derramo mientras me clavaba su verga. En el piso yacian dos pequeños charcos de un viscoso liquido blanco. Ademas la puerta, su marco exterior y la pared estaban salpicados del mismo liquido como si una manguera abierta hubiese pasado por alli. Por supuesto, la verga de mi suegro tambien habia explotado.
Al dia siguiente, mi esposo se marcho en la mañana asi que me quede con mis suegros y Camilo, mi nene. Ese dia me coloque la otra mini que llevaba. Pense que al fin y al cabo, mi suegro habia disfrutado la noche anterior viendo como su hijo me clavaba su verga dentro de mi sexo, asi que no dude en lucir nuevamente mis piernas y mi trasero.
El dia domingo transcurrio sin novedad aunque mi suegro fue mas evidente al observar mi trasero. Parecia que no le era suficiente haber visto como la verga de su hijo se hundia en mi culo mientras que el se masturbaba desde la puerta. Llegada la noche mi suegra se fue a dormir bien temprano junto con su nieto. Asi que me quede con mi suegro quien me invito a jugar billar pool.
La sala de juegos tenia una inmensa mesa de billar con todas las bolas y los accesorios del caso. Mi suegro jugaba billar y le gustaba mucho. Como yo nunca habia jugado el se ofrecio a enseñarme, cosa que acepte. Para mostrarme como se tomaba el taco de billar, el me abrazaba por detras y sus manos rozaban mis tetas mientras que su abdomen se juntaba con mi trasero. Los minutos iban pasando y yo observaba como el se quedaba mirando mi culo cuando yo me agachaba sobre la mesa al momento que me correspondia el turno de golpear la bola de billar. Claro, como la minifalda que yo tenia puesta es de las de corto vuelo, esta se subia, dejandole ver mucho mas de la parte alta de mis piernas y mi redondo trasero se moldeaba bajo la cortisima falda, dejandolo fantasear. Ademas cuando yo caminaba, los movimientos de mis nalgas se notaban a travez de la ajustada falda. El maestro estaba siendo atraido por la alumna, quien al lucir esta falda no lo dejaba concentrar. Cuando el no se hacia detras mio a observar mi trasero, entonces se colocaba justo en frente para mirar como mis tetas, al estar yo agachada, quedaban perfectamente expuestas para sus ojos.
En cada una de las jugadas que me correspondian, el me abrazaba para indicarme como golpear la bola con el taco. En una de estas, el se ubico detras mio y coloco sus manos sobre mi cadera.
-"Piensa muy bien donde vas a golpear la bola, cariño", me comento el.
-"Si, Don Francisco, pero es que esta muy dificil", le respondi yo debido a la dificultad de la jugada.
Cuando me disponia a golpear la bola sin su ayuda, senti como una de sus manos se movia de mi cadera y se desplazaba hacia mi culo. Me lo acaricio fuertemente pasando dos veces su mano sobre mis nalgas haciendo movimientos circulares. Golpee la bola y la meti dentro del hueco. Salte para celebrar y el me abrazo.
-"Felicitaciones...Ana... lo hiciste muy bien...", comento el al ver lo bien que habia hecho mi jugada y luego me dio un beso en la mejilla.
No le di importancia al hecho, pero me di cuenta que esa noche el estaba dispuesto a todo.
Luego de su turno, me correspondio nuevamente. La jugada me obligaba a casi acostarme sobre la mesa ya que la bola habia quedado en una posicion incomoda. Me acomode y mi cuerpo quedo doblado y recostado sobre la mesa. Por lo dificil que me representaba hacer la jugada, empeze a reirme. Mi suegro tambien empezo a reirse y caminando por el borde de la mesa se ubico detras mio fijandose solo en mi trasero. Mi cuerpo estaba en una posicion que cualquier hombre desearia para tener sexo conmigo, de pie, mis largas piernas entreabiertas, la falda, moldeando mi culo, se hacia subido tanto que dejaba ver mi entrepierna y mi cuerpo casi recostado sobre la mesa, le permitian tener desde atras una vista formidable.
-"Perdoname Ana..." me dijo el.
Me soprendi por el comentario y cuando me volteaba a preguntarle porque lo decia, senti como sus manos se posaban sobre mi trasero y facilmente me subian la falda. Transcurrieron dos segundos. Dos segundos eternos donde por mi mente paso la idea de voltearme y pedirle que se controlara. Pense tambien en darle una cachetada por atrevido. Pense por supuesto en gritar y llamar a mi suegra. El mientras tanto, esperaba mi reaccion.
Continuará...
Durante todo el dia vi con sorpresa como mi suegro me observaba. No era muy frecuente que salieramos todos durante los fines de semana y yo llevaba mucho tiempo sin lucir una minifalda, asi que creo que era la primera vez que el me veia vestida asi. Como estuvimos con el nene llevandolo por la finca, el estuvo conmigo todo el rato. Sus ojos tenian tiempo para mirar a su nieto y por supuesto fijarse en mis atributos. En algunas ocasiones, el un poco descaradamente, se me acercaba y rozaba mis pechos al pasarme a Camilo, mi hijo, para que lo cargara en sus brazos. Yo lo tomaba, seguia caminando con Camilo y el se quedaba atras mio. Cuando Camilo volteaba buscando a su abuelo, mi suegro estaba con su mirada clavada en mis piernas y mi trasero.
Mi suegro a sus 52 años de edad habia pasado una epoca dificil. Mi suegra habia quedado invalida desde hace 10 años a raiz de un accidente casero, por lo que el habia estado muy pendiente de ella y se habia convertido en su angel guardian. Pense que era un poco injusto con el, ver a su nuera tan sexy, bella y provocadora luciendo esa mini falda, mientras que el, por causas del destino, no podia disfrutar de un cuerpo femenino como el mio. En su mirada se reflejaba el deseo y la provocacion por lo que me senti un poco culpable al lucir ese dia la corta falda.
Esa noche cenamos, vimos un poco de TV y luego que Camilo se quedo dormido, al lado de su abuela, pasamos a la sala y empezamos a charlar. Yo me sente al lado de mi esposo y cruze las piernas. Mi suegro se acomodo en el sillon de en frente a disfrutar de la charla y de la vista que yo le daba. La mini falda le permitia ver la parte alta de mis piernas. Cuando yo me ponia de pie, para alcanzarles las cervezas o algo de comer, el sin ningun problema miraba como yo descruzaba las piernas y por decimas de segundo mi falda le permitia ver mi diminuta tanga.
-"Que guapa estas Ana...", me dijo mi suegro sonriendo.
-"Que afortunado eres Ramiro...", le dijo el a mi esposo con tono burlon.
Reimos, pero yo sabia que ese comentario tenia su sentido. Nunca lo senti asi pero esa noche me di cuenta que mi suegro me deseaba.
Luego de charlar de temas varios, decidi subir a dormir en la habitacion que ellos nos habian asignado mientras que mi esposo y mi suegro se quedaban tomandose unas cervezas. Al despedirme de mi esposo con un beso, el me acaricio el trasero. Subiendo las escaleras, voltee a mirarlos y vi como los dos no despegaban sus ojos de mi.
Al rato subio mi esposo con algunos tragos en la cabeza, pero con la firme intencion de cumplir su objetivo: hacerme el amor. Ramiro entro a la habitacion, se acerco a la cama donde yo me empezaba a dormir, me despojo de la pijama que tenia puesta desnudandome por completo y empezo con su lengua a lamerme las tetas y la vagina. Como el estaba afectado por los tragos, se abalanzo sobre mi de repente y senti como su verga se introducia dentro de mi vulva, aun sin lubricar. El siempre jugaba con mi cuca y mi clitoris antes de penetrarme, pero esta vez, producto del alcohol, se apresuro. Senti un poco de dolor inicialmente cuando el empezo a mover el abdomen y su verga empezo a entrar y salir de mi vagina, pero luego mis fluidos ayudaron a mitigarlo. Cuando el dolor se convertia en placer, y yo me empezaba apenas a excitar, Ramiro, mi esposo, se derramo. Dejo escapar un pequeño quejido y al momento senti su liquido caliente dentro de mi. Lo abraze fuertemente por la espalda, mientras que el tenia las contracciones abdominales y disfrutaba de su orgasmo. Yo por supuesto me moleste un poco, ya que queria algo mas duradero y el lo habia echado a perder.
En ese instante mire hacia la puerta y la vi entreabierta. Alli vi la figura de mi suegro quien observaba como su hijo le hacia el amor a su nuera. Mientras tanto, mi esposo se sacudia sobre mi, terminando de derramarse. La vision de mi suegro en la puerta fue interrumpida por mi esposo:
-"Ahora perrito... quiero tu culo rico", me pidio el, al sacarme su verga de mi vagina.
Mientras me volteaba y me ubicaba, observe nuevamente que mi suegro seguia alli.
Ramiro tomo un frasco de aceite para bebes y me lo vacio en el ano. Luego abriendo mis nalgas, me penetro lentamente. A pesar del aceite, senti tambien dolor pero lo aguante. Cuando tenia toda su verga dentro de mi culo, mi esposo empezo a taladrarme moviendo su pene con movimientos pausados. Esta vez fue diferente. Empezo con una cadencia lenta y luego fue aumentando. Al cabo de diez minutos, los dos llegamos a un delicioso orgasmo. Mientras que mi esposo me sujetaba por las tetas y yo sentia en mi culo su calida leche, los dos dejamos salir un gemido de placer. Luego, cuando el paro de sacudirse y su eyaculacion habia terminado, voltee a mirar hacia la puerta nuevamente y mi suegro seguia mirando sin perder detalle.
Habia sido una experiencia sexual extraña, ya que por primera vez en mi vida un hombre observaba como mi esposo me hacia el amor.
Luego Ramiro me retiro su verga y se acosto a mi lado. Me acoste con el, abrazandolo, y por un rato charlamos de lo atractiva que yo me veia con la falda que me habia colocado ese dia y de la derramada que el se acababa de pegar dentro de mi. Me pare de la cama mientras que mi esposo quedaba tendido sobre ella, y me acerque a la puerta para cerrarla. Por supuesto mi suegro ya se habia marchado. Me senti incomoda al ver como el observo a su hijo haciendome el amor. Cuando la estaba cerrando vi con sorpresa que Ramiro no fue el unico que se derramo mientras me clavaba su verga. En el piso yacian dos pequeños charcos de un viscoso liquido blanco. Ademas la puerta, su marco exterior y la pared estaban salpicados del mismo liquido como si una manguera abierta hubiese pasado por alli. Por supuesto, la verga de mi suegro tambien habia explotado.
Al dia siguiente, mi esposo se marcho en la mañana asi que me quede con mis suegros y Camilo, mi nene. Ese dia me coloque la otra mini que llevaba. Pense que al fin y al cabo, mi suegro habia disfrutado la noche anterior viendo como su hijo me clavaba su verga dentro de mi sexo, asi que no dude en lucir nuevamente mis piernas y mi trasero.
El dia domingo transcurrio sin novedad aunque mi suegro fue mas evidente al observar mi trasero. Parecia que no le era suficiente haber visto como la verga de su hijo se hundia en mi culo mientras que el se masturbaba desde la puerta. Llegada la noche mi suegra se fue a dormir bien temprano junto con su nieto. Asi que me quede con mi suegro quien me invito a jugar billar pool.
La sala de juegos tenia una inmensa mesa de billar con todas las bolas y los accesorios del caso. Mi suegro jugaba billar y le gustaba mucho. Como yo nunca habia jugado el se ofrecio a enseñarme, cosa que acepte. Para mostrarme como se tomaba el taco de billar, el me abrazaba por detras y sus manos rozaban mis tetas mientras que su abdomen se juntaba con mi trasero. Los minutos iban pasando y yo observaba como el se quedaba mirando mi culo cuando yo me agachaba sobre la mesa al momento que me correspondia el turno de golpear la bola de billar. Claro, como la minifalda que yo tenia puesta es de las de corto vuelo, esta se subia, dejandole ver mucho mas de la parte alta de mis piernas y mi redondo trasero se moldeaba bajo la cortisima falda, dejandolo fantasear. Ademas cuando yo caminaba, los movimientos de mis nalgas se notaban a travez de la ajustada falda. El maestro estaba siendo atraido por la alumna, quien al lucir esta falda no lo dejaba concentrar. Cuando el no se hacia detras mio a observar mi trasero, entonces se colocaba justo en frente para mirar como mis tetas, al estar yo agachada, quedaban perfectamente expuestas para sus ojos.
En cada una de las jugadas que me correspondian, el me abrazaba para indicarme como golpear la bola con el taco. En una de estas, el se ubico detras mio y coloco sus manos sobre mi cadera.
-"Piensa muy bien donde vas a golpear la bola, cariño", me comento el.
-"Si, Don Francisco, pero es que esta muy dificil", le respondi yo debido a la dificultad de la jugada.
Cuando me disponia a golpear la bola sin su ayuda, senti como una de sus manos se movia de mi cadera y se desplazaba hacia mi culo. Me lo acaricio fuertemente pasando dos veces su mano sobre mis nalgas haciendo movimientos circulares. Golpee la bola y la meti dentro del hueco. Salte para celebrar y el me abrazo.
-"Felicitaciones...Ana... lo hiciste muy bien...", comento el al ver lo bien que habia hecho mi jugada y luego me dio un beso en la mejilla.
No le di importancia al hecho, pero me di cuenta que esa noche el estaba dispuesto a todo.
Luego de su turno, me correspondio nuevamente. La jugada me obligaba a casi acostarme sobre la mesa ya que la bola habia quedado en una posicion incomoda. Me acomode y mi cuerpo quedo doblado y recostado sobre la mesa. Por lo dificil que me representaba hacer la jugada, empeze a reirme. Mi suegro tambien empezo a reirse y caminando por el borde de la mesa se ubico detras mio fijandose solo en mi trasero. Mi cuerpo estaba en una posicion que cualquier hombre desearia para tener sexo conmigo, de pie, mis largas piernas entreabiertas, la falda, moldeando mi culo, se hacia subido tanto que dejaba ver mi entrepierna y mi cuerpo casi recostado sobre la mesa, le permitian tener desde atras una vista formidable.
-"Perdoname Ana..." me dijo el.
Me soprendi por el comentario y cuando me volteaba a preguntarle porque lo decia, senti como sus manos se posaban sobre mi trasero y facilmente me subian la falda. Transcurrieron dos segundos. Dos segundos eternos donde por mi mente paso la idea de voltearme y pedirle que se controlara. Pense tambien en darle una cachetada por atrevido. Pense por supuesto en gritar y llamar a mi suegra. El mientras tanto, esperaba mi reaccion.
Continuará...
1 comentarios - Mi rejuvenecido suegro.