Y era la última noche de vacaciones en Córdoba, y había usado los forros que la abuela me había dado, pero lo usé con quien menos esperaba, la esposa de mi tío, el hermano de papá, la madre de la prima que seguramente iba a querer cogerme(según mi abuela), estaba en la cama pensando en eso, sin poder dormir a pesar de ya ser la una de la madrugada, había cogido a mi tía, una culona fuerte, acostumbrada a los trabajos del campo, con la cual jamás había pensado ni siquiera en hacerme la paja en el baño de casa, pero así se dió y no iba a andar despreciando polvos, ahí recién me dí cuenta que en realidad era la primera vez que no cogía con una vieja, la tía Marta tenía cuarenta y cinco o cuarenta y seis años, casi veinticinco años menos que mis dos " habituales parejas", y por primera vez lo hacía con forro, y me dí cuenta lo acertada que estaba la abuela, que quilombo se armaría si embarazara a alguna chica de mi edad, así que en ese momento decidí que para descargarme solo buscaría viejitas o señoras casadas, en esos pensamientos estaba cuando se abrió la puerta suavemente y apareció tía Marta , haciendome señas que la siguiera, así lo hice a unos metros de distancia, lo que me permitía ver a traslúz con la luz de la luna, como se transparentaba su camisón, dejando ver sus piernas y caderas gordas bamboleandose solas para mí, lo que me hizo poner al palo automaticamente, llegamos a la cocina, que está en la otra punta de las habitaciones, cerré la puerta, la alcancé , la agarré de atrás apoyandole bien la garcha en la raya del orto y abrazandola fuertemente le apreté las tetas comprobando que no llevaba corpiño, sobrino , me dijo, vos no sos el tímido de la tarde en el galpón, no tía soy el macho que te va llenar de leche la concha y después para que me recuerdes hasta la próximas vacaciones te voy a dejar el culo abierto como una fkor, uyy bebe como estás, pero lamentablemente la leche no va a entrar en mi concha, porque vamos a usar forro de vuelta, pero en compensación acabarás bien adentro de mi orto gordo, sin más se dió vuelta me agarró la pija, me puso el forro que tenía en la mano, la guió entre sus labios vaginales, apoyo el culo contra la mesa y me pidió dulcemente, entráme con amor como si fuera tu novia, lo hice, la cogí suave, como me pidió, mientras le chupaba los pezones por sobre el camisón, baboseandole el mismo haciendo que los pezones duros se transparantaran en la tela, y así acabamos casi al mismo tiempo, me sacó el forro, me chupó hasta la última gota de leche y hablamos , tu novia debe estar feliz, cogés muy lindo amor, me dijo, la miré y contesté, en realidad no tengo novia, me estoy cogiendo a la abuela Clara y a veces a la amiga. El, vieja puta, le salió del alma y enseguida se rió, con razón te dió los forros y que bronca le vá a dar que los hayas usado, siguió riendo, bueno pero ahora es tarde y todavía te debo algo, fué a la heladera agarró un poco de manteca, se la pasó por el culo, apoyó todo su pecho y estómago sobre la mesa, con las piernas bien abiertas, sus pies bien apoyados en el suelo , con sus manos se abrió las nalgas, me ofreció su agujero enmantecado y me pidiò; como recién te pedí con amor ahora rompéme el culo como vos me prometiste, sin dudar apoyé la puntita en el orificio anal y embestí con toda mi fuerza, creo que le dolió de veraz por que pego un manotazo que la mesa crujió y ahogó un grito, cuando acabé y se la saqué, la di vuelta para darle un beso y tenía los ojos llenos de lágrimas, me besó apasionadamente y riendo me dijo, me dejas el culo roto como dijiste, pero me quedo con la satisfacción de imaginar la cara de tu abuela, cuando le contés que no te cogiste a una putita cualquiera, que te cogiste a tu tía, y seguís coleccionando viejas.
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