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La amiga de mi abuela 10

Y les sigo contando, después de esa noche que la abuela entró bien yegua en mi habitación,todas las noches siguientes siguió habiendo sexo entre los dos, ni ella ni yo pensábamos que eramos abuela y nieto , que estábamos cometiendo incesto ni nada por el estilo, eramos una pareja garchando por el hermoso hecho de coger, hasta que un día en el almuerzo, mi viejo que había empezado ese día sus vacaciones , dijo: esta tarde venís conmigo , que vamos a comprar los pasajes para ir quince días a Córdoba a casa de tus tíos, la casa de los tíos era en un pueblo(en esa época, hoy una ciudad , en la que está ubicada la mayor fábrica de golosinas)casi en el campo,¡ no, yo no quiero ir! quince días ahí son insoportables, dije, pensando en que perdería la posibilidad de coger, ya que mi abuela se quedaba en casa y yo lo único que podría hacer en el campo es la paja. Mi viejo me miró y dijo vos no elegís, obedeces y venís a Córdoba sin chistar, y en ese momento la abuela Clara, rápida como siempre dijo, pero yerno ¿cual es el problema?, el nene que se quede conmigo una semana y la otra se encuentra con ustedes allá, resultado entre ella y mamá lo convencieron, fuimos a sacar los pasajes tres para el otro día y uno para la semana siguiente, esa noche con el asunto de hacer las valijas y acostarse temprano para ir a despachar las valijas a la estación, por primera vez en varias noches me acosté sin sexo. Al otro día mis padres y hermana viajaron y yo me quedé solo en casa con la abuela, alrededor de las ocho de la noche después de la despedida, llegamos con Clara a casa, entramos, yo cerré la puerta de calle, trabé todo y fuí a encontrarme con la abuela, la encontré en su habitación completamente desnuda, me miró y me dijo, ¿que haces todavía así?, a partir de ahora y por una semana vamos a vivir solos y en pelotas, vamos a coger cuanto querrámos y en el lugar de la casa que nos agarre la calentura, ¿sós capaz de hacerlo?, sin contestarle la agarré de la cintura la atraje contra mí y le comí la boca con un beso de lengua de los que había aprendido con ella, con mi lengua llena de la saliva de los dos recorrí su mentón, el nacimiento de sus grandes pechos, hasta llegar a sus pezones duros y morados, alternando entre el seno derecho y el izquierdo a los que mordí suavemente al principio y más fuerte con el aumento de mi calentura, hasta llegar al punto que la abuela comenzara a gemir, ¡ sí así mordéme bien las tetas, coméme los pezones , dejáme las marcas de tus dientes clavadas en todo el cuerpo!, ya no eran gemidos , eran gritos, me pedía que le dejara mi marca, que la hiciera mi propiedad, entre sus pedidos y gritos de placer la penetré sin avisarle , con mi tronco duro como nunca antes me acuerdo haberlo tenido, entrando y saliendo de su concha como un pistón y acabandole adentro con un latigazo de leche . que salió escupida de mi pija como no recuerdo muchas veces. Tirados en la cama ya repuestos de ese polvo maravilloso, abrazandola,le dije, la verdad que no te había podido decir antes lo bien y rápida que estuviste con la idea que me quedara con vos una semana; nene, la abuela sabe lo que hace, esta semana te voy a secar los huevos, pensabas que iba a dejar que te fueras a Córdoba para que tú prima que ya tiene diecinueve se quedara con lo que yo preparé todo este tiempo; no abue, ni pensé en eso, y te juro que no vá a pasar nada. Claro que esto se los contaré otro día .

3 comentarios - La amiga de mi abuela 10

Haedosex123 +1
Trata de subir los relatos mas seguidos porfavoooor ajajaj