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Mis experiencias como una mujer escort (XII)

Tarde unos  veinte minutos en recuperar la compostura, de una forma el privarme a mi misma  del orgasmo en el momento adecuado hizo mas fuerte el descargo tiempo después.Las cenizas del incienso habían quedado sobre el objeto que lo sostuvo mientras  que se quemaba y perfumaba el lugar, la música había terminado. Me levante aun  con una levedad corporal producida por el placer que me había dado, suspire y  comencé a limpiar un poco, tome la toalla que deje cerca y la pase por la  silla, la limpie de los roces de los cuerpos que habían pasado por ahí, la  doble y la guarde, tire los resquicios del incienso y puse a lavar el ajustado  delantal.
Al terminarme fui a bañar, use una esponja para procurar limpiarme de adentro hacia fuera,me lave el pelo, enjabone mi cuerpo y me pase una crema humectante por las  piernas y brazos. Termine y cerré el agua, me seque y salí con la toalla  alrededor de mi pelo. Fui hasta mi cuarto, me puse desodorante, perfume y al no  tener otro compromiso arreglado decidí solo vestirme con un camisón de seda  color negro, me ate el pelo y fui hasta la cocina a ver si había algo para  comer. Al verificar que no había nada en la heladera, indefectiblemente tuve  que cocinarme algo. Habiendo visto que tenia todos los ingredientes me propuse  hacerme una ensalada cesar, era bastante completa y me iba a saciar por  completo. Al terminar de prepararla abrí una pequeña botella de vino blanco  para acompañarla y fui hasta la mesa del comedor.
Mientras  comía me comenzó a llegar un aluvión de mensajes a mi celular, cuando lo agarre  vi que me habían sumado a un grupo de whatsapp, y al ver los números y los  mensajes me di cuenta que eran todos mis compañeros de la secundaria,pretendían juntarse con ocasión de que era viernes para volver a vernos, pasar  una salida y ponernos al corriente. Debo decir que estaba lejos de ser la mas  querida en el curso, pero tenia varias amistades, así que acepte la invitación.Nos repartimos lo que cada persona iba a llevar y Fernando ofreció poner una  casa quinta, que le pertenecía a sus padres. El horario del encuentro iba a ser  de noche, así que tenia varias horas entremedio. Termine de almorzar y dadas  las circunstancias me tuve que vestir, tenia que ir a comprar algunas cosas que  llevaría al encuentro. No tenia muchas ganas de arreglarme demasiado, así que  me quite el camisón, me puse una tanga de algodón color negra, junto a una  calza del mismo color, medias blancas, zapatillas rojas y una camiseta suelta  color naranja. Me ate el pelo, me puse lentes negros de sol y tome la cartera  guardando las cosas importantes, salí del departamento, baje caminando y fui  hasta un supermercado que había a la vuelta.
Al entrar  me puse a pensar y definir que iba a comprar para llevar, evidentemente íbamos  a ser muchos, así que el alcohol era una obligación, tome un carro y fui hasta  esa sección, agarre una botella de vodka de frutilla, otra de tequila, un ron  con especias, y un licor de dulce de leche. Con respecto a la comida había  pensado en llevar nachos, podría yo preparar una salsa para acompañarlos. Lo  compre todo y salí de ahí, volví a mi casa y guarde las botellas de alcohol en  dos bolsas de arpillera, serian suficientemente resistente y no se  desfondarían. Un  rato después me envió  un mensaje mi amiga.
—Quédate  tranquila, te paso a buscar y vamos con mi auto, ¿Qué vas a llevar vos? Yo  compre unas carnes y unas cervezas para que los chicos hagan en la parilla.
—Compre  alcohol, un poco de todo, y voy a llevar nachos con alguna salsa picante que  voy a preparar mas tarde — le comente yo.
—Lleva una  bikini y una toalla por las dudas, va a haber una pileta — me aviso — y  cambiando de tema, ¿Cómo vas con el trabajo?.
—Todo muy  bien, ya estoy completamente acomodada, y ya hable con mi papa para ahorrar y  comprarme una camioneta.
—Ah genial,me parece ideal. Bueno te dejo y más tarde hablamos, ¿sí?.
—Dale sisi— le dije y cortamos.
Para no  olvidarme me puse inmediatamente a cocinar la salsa para los nachos, al no  tener idea de cómo, me fije por internet diferentes recetas, me decidí por una  que tenia picante, con el alcohol y un posible menú de parrilla haría un  conjunto bueno. Me puse música y comencé. Tarde unos quince minutos en hacerla,al terminar la guarde en un pote y la puse dentro de la heladera.
Fui al  living y me puse a ver televisión, no había demasiado, pero al menos era ruido.Cuando mis ojos se estaban cerrando solos — evidentemente me estaba aburriendo— sonó mi celular, fui a buscarlo y era un mensaje de whatsapp.
—¿Vas a ir  hoy a lo de Fernando? — era Kevin, un compañero con el que había tenido algo  casual en el ultimo tiempo del colegio, era un pibe atlético,  jugaba handball en un club y era un músico  de medio tiempo. Me gustaba bastante, y desde haber egresado no nos habíamos  visto, el siempre llevaba puesto un perfume que debilitaría a cualquier mujer.
—Hola..sisi voy, me lleva Laura — le dije.
—Si queres  te paso a buscar y te llevo yo —Me ofreció.
—Nono  gracias, te agradezco Kev — así le decíamos, nuestro grupo mucho no se llevaba  con los apodos, salvo por algunos diminutivos, sino decirlo completo.
—Mm bueno  dale, ¿ Vos como estas, que estas haciendo? — me pregunto.
—Todo bien,por ahora nada, tengo libre el día en el trabajo. ¿Vos estas estudiando o  trabajando? — le pregunté.
—Me metí en  el conservatorio de música y por las noches toco en un bar la guitarra. Estas  invitada un día a venir — me contaba — ¿de qué trabajas?.
—Estoy con  Laura de secretarias en un estudio de abogados — dije.
—¿vos? — se  reía — no me la esperaba, bueno me alegra hablarte, a la noche nos vemos,¿dale?.
—Sisi dale,un beso — le dije y cortamos.
Al no tener  nada mejor que hacer fui a mi pieza, abrí un poco la ventana y me acosté,rápidamente entro una brisa cálida y sonreí. Cerré mis ojos y me propuse dormir  un poco. Evidentemente lo logre, ya que al levantarme ya era de noche, me  levante rápido y asuste, pensando que me había salteado el evento,afortunadamente al ver el reloj vi que eran las siete, y todavía faltaba una  hora para que mi amiga pasara a buscarme. Bostecé y me pare, tenia que preparar  el bolso para ir y decidir la ropa. Agarre uno de cuero que tenia muy lindo y  guarde una toalla color celeste, una trikini color verde agua y guarde unas  ojotas. Debía ducharme, así que fui al baño, abrí el agua y desnudándome me  metí. Me di una ducha rápida y salí. Fui hasta mi cuarto secándome, a debatir  que me iba a poner, elegí un vestido suelto con pequeñas tiras por los hombros,color negro por detrás y dorado en el frente, un conjunto de ropa interior que  combinara con ese vestido y unas botas hasta la rodilla con taco bajo. Me  perfume, agarre mi cartera, junto a las bolsas con alcohol, la comida que había  preparado y baje al hall de entrada del edificio a esperar a mi amiga. Unos  diez minutos después aparecía ella con su celular en la mano, cuando me vio lo  guardo y yo salí. Nos saludamos  y luego  de ordenar las cosas en la parte de atrás de su auto emprendíamos camino, al  ser mas o menos fuera del centro la casa quinta a la que íbamos nos tomo un  tiempo.
Al llegar  ya todo parecía un desmadre,  mas de una  docena de autos estacionados por donde podían, música a todo lo que daba y  gente entrando. Era una casa de dos pisos, cercada pero con una gran extensión  a cada lado, por el frente y por lo que parecía ser por atrás también, había  luces que provenían del patio, quizás ahí estaban todos. Al ser su casa,Fernando estaba en la puerta recibiendo a la gente y organizando un poco la  situación. Nosotras estacionamos como pudimos y entramos, en la puerta nos  recibo él.
—¿Hola  chicas como andan? — nos saludamos entre nosotros con un beso en la mejilla.
—¿Todo bien  y vos?  — le dijo laura — che que  quibombo — me reí y acote.
—Muy errada  no estas sofí — se reia — yo todo bien — nos miro las manos repletas de bolsas— lo que tengan de comida llévenlo para la cocina, métanlo donde puedan que hay  dos heladeras, y si tienen algún bolso o cartera que quieran guardar vayan  arriba.
Así  hicimos, dándonos paso entre la gente, mientras saludábamos a todos y  charlábamos,  al llegar a la cocina  parecía un patio de comidas mundial, había de todo y los olores se confundían  los unos a los otros. Descargamos todo y le pedí a Laura que lleve mi bolso  junto a mi cartera arriba, me había auto-ofrecido a ordenar un poco al menos la  cocina. Ella se fue y primero me puse a clasificar y separar el alcohol,  no había saludado ni visto a todos, pero no  parecíamos ser mas de 20, aunque las bebidas reflejaban una cantidad suficiente  como para todo un país entero. Botellas de cerveza, vodka, tequila, rum,ginebra, whisky, y una decena de latas de energizante, terminado eso pase  después por la comida, habían ensaladas de todo tipo, piononos dulces y  salados, vitel toné, empanadas vegetarianas y no vegetarianas, evidentemente la  cantidad de alcohol iba en concordancia con la comida.
Cuando  estuve ligeramente satisfecha de haber hecho algo pase al jardín, ni bien cruce  la puerta sentí el piso vibrar, vi a mi derecha y allí estaba el equipo de  audio, estaban pasando electrónica. Al estar de  nuevo todos juntos parecía de  nuevo ser nuestra fiesta de egresados. Fue muy lindo. Allí estaban; Victoria,Mariana, Mariela, Ricky, David, Ezequiel, Luciano, José, Fernanda, y varios  más. Como seria típico, la mayoría de los hombres estaban agolpados sobre la  parilla, ocupándose del asado. Entre ese tumulto paso el encuentro, risas por  doquier, anécdotas, historias, charlas y demás. Organización era lo que menos  había, no hubo una mesa central donde comer, sino más algo del estilo de“sentate donde puedas y come”, al menos esa afirmación pudo ser respaldada porla cantidad de sillas, almohadones y sillones que había por doquier, eso mismo  me recordaba nuevamente a la fiesta de egresados.
Pasaban las  horas y los ánimos, por momentos era tiempo de bailar, luego de comer, luego de  meternos a la pileta, lo cual nos llevo a cada uno a buscar nuestras prendas y  meternos, y así. Las botellas de alcohol se iban apilando a un costado de la  casa, las caras usuales se las veía ya haber caído por efecto del mismo,durmiendo donde podían, también las risas sonoras y la formación de oraciones  sin sentido por autoría de la mayoría, yo incluida.
Habían  pasado lo que yo quise pensar como 3 o 4 horas de haber llegado, yo ya estabacansada  físicamente y estaba ligera de mente, evidentemente tomé de más. Estaba  en la pileta, recostada sobre una reposera que habia  puesto, hablando con Kevin. Demasiada coherencia no se podía  pedir de nosotros, ambos estábamos con los trajes de baño, y con alcohol  encima.
—¿No queres  subir? — me preguntó él sin miramientos.
—¿A donde?— pregunte yo intentando ponerme seria, o al menos intentando entender lo que  decía y la situación.
—Adentro,arriba a los cuartos — me miro y apoyo una de sus manos sobre el muslo que  tenia de su lado.
Sin control  aparente me acerque a el y lo agarre de sus mejillas, le comí la boca y nos  fundimos en un beso con lengua intenso, estábamos los dos en trance, el se  aprovecho y me tomo de la cola con sus dos manos, me subió arriba suyo y nos  seguimos besando. Comencé a moverme despacio sobre él, frotando mi entrepierna  contra la suya, los dos estábamos desinhibidos por la cantidad exorbitante de  alcohol que habíamos tomado. Me tomo en sus brazos y se paro, me agarraba de la  cintura, mientras yo me sostenía de el abrazándolo por el cuello, y rodeándolo  con mis piernas mientras lo besaba. Comenzamos un largo y lento camino hacia la  casa, curiosos y curiosas nos miraban, pero la verdad es que no éramos los  únicos acaramelados, ya habían otras personas que comenzaron antes de nosotros.entramos y mientras nos golpeábamos suave de pared a pared llegamos finalmente  al primer piso, ahora la tarea era buscar una habitación con una cama,
Nos tomo  dos intentos, uno era un baño pequeño, el segundo fue un closet, con cajas y  abrigos de invierno. La tercera fue la vencida, abrimos la puerta y era una  cama matrimonial con sabanas color blanco y negro, almohadas grises con dos  mesas de luz a cada lado y con veladores, todo sobre una alfombra felpuda  blanca que cubría todo el piso. Como si fuera un telo, sobre cada mesa de luz  había al menos 3 cajas de preservativos varios. Mi hombre entro, llevándome  despacio a la cama, pasando sus manos sin ningún cuidado por mi cola, me acostó  y se monto encima de mi. No dejaba de besarme mientras me agarraba y apretaba  las tetas, yo no paraba de gemir, mientras lo agarraba del pelo y seguía  besándolo con toda la lengua que podía.
—Sacate  todo ya y cojeme — le dije mientras como podía me sacaba la trikini.
El se  levanto, se quito la malla, yo aproveche para quitarme la trikini, cuando lo  hizo vi su enorme erección, estaba húmeda y con las venas marcadas, tome un  preservativo de la mesita y lo abrí con la boca. Manteniéndolo allí me acerque  y tome con una mano su pija, lo masturbe fuerte y usando la boca se lo puse. Él  estaba parado al borde de la cama, cuando se vio ya listo me agarro de la  cintura y me llevo hacia él, mis piernas extendidas quedaban a cada lado de su  cabeza, dejando el camino libre. Me estaba frotando el clítoris cuando decidió  metérmela de una, sin ningún tipo de aviso, grite fuerte e inmediatamente mis  pezones se volvieron duros como una roca, me agarro de las manos y comenzó a  cojerme.
—¿Te gusta  puta? — me lo decía mientras me embestía contra la cama. Sentía toda su  extensión en mi concha, cada milímetro. Él conocía que me gustaba que me  trataran así, que me excitaba.
—Sii no  pares, dame mas — lo mire y gemí fuerte.
—Decime que  sos una hambrienta de pija —me desafió — grítalo.
—¡Dame toda  la pija, tengo mucha hambre! — lo complací y seguía gimiendo.
Se tiro mas  encima de mí enterrando su miembro dentro de mí, me quito un fuerte gemido  mientras ahora se movía mas lento, pero profundamente. Al tenerlo mas cerca demí  vi la oportunidad, me chupe el dedo índice de mi mano izquierda mirándolo y  se lo metí muy despacio en el ano. Le pude sacar un grito fuerte y luego me  miro, se había debilitado y no se movía.
—La puta  que te parió — me miro fijo — tenes suerte que me puse un forro, sino te habría  dejado cien mil hijos, eso no me lo hace nadie — lo mire y lo bese.
Eso era una  rutina cuando estábamos juntos, se ve que con sus parejas siguientes no tenia  la misma confianza para realizarlo con ellas. Nos quedamos así unos segundos y  un fluido comenzó a salir de mi concha, semen no iba a ser, el preservativo no  se rompió, sino lo hubiese notado o él, quizás estaba tan concentrada en la  penetración que no me di cuenta que también yo había tenido un orgasmo.
Momentos  después salió de encima de mí, se saco el preservativo anudándolo y lo mire,todavía la tenia dura y llena de semen. Abrí la boca sin decir nada mirándolo y  él entendió. Se acerco a mi boca, metió su miembro adentro y me agarro del  pelo, intente abrir mi garganta lo mas que pude y segundo después me estaba  cogiendo la boca a mas no poder. Me atragantaba sin ningun cuidado y yo  intentando seguir chupándola, mi producción de saliva estaba al máximo, varios  minutos pasaban, mi boca comenzaba a sentirse adormecida, ya no sentía con  total claridad la pija que entraba y salía, los párpados me pesaban cada vez  mas, dificultándome mantenerlos abiertos.

1 comentarios - Mis experiencias como una mujer escort (XII)

MIGUELFERREZ
sigue bueno el relato aunque no parace escrito por una mujer,que venga el proximo!!