Hola gente de poringa, hoy les traigo mi segundo relato, espero les guste . Gracias por los puntos y comentarios que me dejaron en el primero.
Para los que no leyeron mi primer relato acá les dejo el link: http://m.poringa.net/posts/relatos/3082066/Perdimos-la-virginidad-con-mi-prima.html
Hola, me llamo Gabriel y mi prima Gisel.
En esta oportunidad les voy a contar la segunda vez que me la cogí.
Ya nos habíamos besado, también nos habíamos tocado cada parte de nuestros cuerpos, me había practicado sexo oral varias veces y habíamos perdido nuestra virginidad una tarde calurosa y perfecta que no voy a olvidarme nunca más.
Nos habíamos visto completamente desnudos, habíamos cogido por primera vez; ahora no era sólo mi prima sino también mi mujer, compañeros en todas nuestras fantasías sexuales.
Ese día de nuestra primera vez, nos quedamos juntos lo que quedaba de la tarde acostados en un sillón y basándonos como dos enamorados, nos mirábamos y sonreíamos cada vez que nos quedábamos sin aire.
Llegaron nuestros padres y ella se fue a su casa.
Esa noche no pude dormir recordando su cuerpo desnudo, sus tetas, las piernas, esa cola hermosa, su suave espalda, su respiración, los gemidos suaves que hacia cuando me la estaba cogiendo, las palabras que me dijo durante todo lo que duró la cogida, el olor a sexo, no podía más, así que estuve toda la noche a pura paja, ya no me salía más leche de tantas pajas.
El día siguiente era domingo así que estaba toda la familia, no podíamos hacer nada, sólo aguantarnos las ganas de querer basarnos en todos lados, sólo nos mirábamos y sonreíamos sin saber qué hacer.
Nuestros padres haciendo un asado y mis primas y mis hermanos correteando de una casa a otra, así que era imposible.
Al día siguiente ya era lunes y todos volvíamos a la rutina, nuestros padres se iban a trabajar temprano; mis hermanos y mis otras primas se iban a la escuela al medio día así que al regresar teníamos las dos casas sólo para nosotros.
Al llegar ella estaba parada en el portón de su casa y me dice.
-Al fin llegaste Gabi, estaba ansiosa esperándote.
-Al fin solos Gisel!! – dije contento.
Miré hacia todos lados para ver sí algún vecino nos observaba y como los que vi estaban en lo suyo, la tome de la cintura y le di un pico.
- ¿qué hacés? nos va a ver alguien- dijo mi prima sorprendida.
- vos no te resististe mucho.
- vamos gabi, entremos a casa!!
Nos metimos como siempre a su habitación, nos acostamos en su cama y comenzamos con nuestros besos y franeleos, luchando a ver quién quedaba por encima del otro; a mí me gustaba de las dos formas, cuando ella estaba por encima me encantaba manosearle todo el culo y cuando yo estaba por encima me gustaba apoyar mi entrepierna en la suya, apretarnos y movernos como sí estuviésemos cogiendo.
Así estuvimos un largo rato, cuando estábamos juntos perdíamos la noción del tiempo, hasta que ella...
- ¿ Gabi me lo sacó?
- ¿qué? – dije sorprendido.
- al pantalón; ¿tenés forros?
- en la mochila tengo un par.
Ella mis misma me estaba pidiendo para coger, la pija ya la tenía dura y levantada como un mástil, busqué en la mochila, tenía algunos de esos forros que te dan gratis en la calle, saqué uno y volví a la cama con ella que se desnudaba mientras iba por los forros.
Cuando me di vuelta ella ya estaba recostada con las tetas al aire y todavía tenía puesta una tanguita negra. La ropa ya estaba en el suelo, tampoco tuvo que sacarse tanto, una remera blanca, corpiño blanco y un short de color verde que se ajustaba muy bien a su figura
Yo me saqué la ropa rápido y me puse el puse el preservativo mientras ella me miraba, más precisamente la verga que la tenía al palo.
Me metí a la cama y nos comimos la boca nuevamente recuperando así la calentura que teníamos hace unos minutos.
- ya mi amor, te la quiero poner- le dije un tanto desesperado.
- si pero despacio, como la otra vez.
Ya estábamos los dos muy calientes, transpirados, con la respiración agitada; cuando le chupaba las tetas se notaba que el corazón le iba a estallar así que era el momento de cogermela otra vez.
En posición "misionero", mi prima ya con las piernas abiertas, se la empecé a meter de a poco y me recibió con unos leves gemidos.
Esta vez tenía la concha completamente depilada, unos labios vaginales hinchados y hermosos, una hermosa almejita, típico de una adolescente iniciándose.
Mi pija se perdía dentro de ella y salía completamente empapado -maldito forro que no me dejaba disfrutar del todo- igual podía sentir lo apretado y caliente que estaba esa concha.
-Ah ha ay seguí así Gabi- decía con la agitada.
- mirá como me pones mi amor- le susurraba al oído.
- siempre vas a ser mi primo favorito, te amo.
Yo le seguía dando, se la enterraba toda despacio y después aumentaba la velocidad de la cogida; sus gemidos eran cada vez más alto e intensos.
- pará pará Gabi – me dijo con voz agitada.
- ¿te estoy lastimando?.
- no mi amor, no. ¿Me dejás arriba?
Ella se subió sobre mi y la verdad que no sabía montar, hacia lo que podía pero igual a mi me encantaba, era la también la primera vez que me montaban y me calentaba demasiado ver rebotar esas tetas redondas sumado a la caras que ponía cuando se ensartaba toda mi verga.
La dejé que me monte por un rato hasta que la noté un poco incómoda, entonces la di vuelta y continúe con mis embestidas.
Así disfrutábamos más, el "misionero" era la posición ideal para una chica y un chico que recién estaban aprendiendo a coger, aparte el sentir nuestros cuerpos, el decirnos cosas al oído era lo más excitante que podía haber.
Ya no me decía despacio, ahora me pedía que la cogiera más rápido.
- ah ah así me gusta, más rápido mi amor, dame con todo primito.
Yo le seguí dando hasta que no aguanté más y acabe pero no podía parar, mi prima me estaba pidiendo más.
Me dolía mucho mi miembro pero seguí dándole, hasta que...
-Ay ah ah aaaaah aaaah!!
Ella me abrazo fuerte y se retorció conmigo.
Estaba presenciando un terrible orgasmo; era la primera vez que lo lograba cogiéndola ya que la primera vez no había llegado acabar aunque ya le había provocado orgasmos otras veces chupándole la concha.
- ¿estás bien mi amor?.
- si , estoy bien Gabi – mientras hacía respiraciones profundas.
Nos abrazamos y besamos, estuvimos así un buen rato.
- ay me encantó, Gabi te amo – me dijo después de un pico.
- a mí también me encantó Gisel, me sorprendiste con la montada.
- sabía que te iba a gusta, pero no es tan fácil como se ve en las películas jaja.
- ¿qué películas estás viendo primita? Que cochina sos!!
- siempre se puede mejorar ¿no? La próxima vez lo voy a hacer mejor.
Mi prima me estaba diciendo que iba a ver próxima vez- no saben lo contento que me pusieron esas palabras-.
Nos fijamos la hora y ya eran como las 3 de la tarde, todavía quedaba tiempo.
Me dijo que se iba a dar una ducha y yo la seguí; nos bañamos juntos por primera vez, ya no éramos nada tímidos con nuestra desnudes.
Nos besamos bajo el agua, jugamos un poco con la espuma y el jabón, me dio una gran chupada como siempre, hasta hubo segundo round. Esta vez me la cogí de parado con ella de espaldas y apoyada en los azulejos. Al fin la tenía como tanto deseé, solo que no podía comerme ese culo que tan loco me tenía. Aproveché la posición para mirarle el culo en todo momento y para embestirla duro haciendo sonar sus nalgas con cada una de mis embestidas hasta que ella tuvo otro orgasmo que hizo que casi pierda el equilibro, yo la sostuve y seguí penetrándola, mas lentamente pero profundo, hasta que acabé otra vez.
Por último me fui a casa pensando en las palabras de mi prima, iba a haber próxima vez.
Ahora mi meta era hacerle esa hermosa cola, sabía que iba a llevar tiempo, que tenía que ser paciente y cuando llegue el momento ella misma me lo iba a pedir.
Espero que les haya gustado, saludos.
Para los que no leyeron mi primer relato acá les dejo el link: http://m.poringa.net/posts/relatos/3082066/Perdimos-la-virginidad-con-mi-prima.html
Hola, me llamo Gabriel y mi prima Gisel.
En esta oportunidad les voy a contar la segunda vez que me la cogí.
Ya nos habíamos besado, también nos habíamos tocado cada parte de nuestros cuerpos, me había practicado sexo oral varias veces y habíamos perdido nuestra virginidad una tarde calurosa y perfecta que no voy a olvidarme nunca más.
Nos habíamos visto completamente desnudos, habíamos cogido por primera vez; ahora no era sólo mi prima sino también mi mujer, compañeros en todas nuestras fantasías sexuales.
Ese día de nuestra primera vez, nos quedamos juntos lo que quedaba de la tarde acostados en un sillón y basándonos como dos enamorados, nos mirábamos y sonreíamos cada vez que nos quedábamos sin aire.
Llegaron nuestros padres y ella se fue a su casa.
Esa noche no pude dormir recordando su cuerpo desnudo, sus tetas, las piernas, esa cola hermosa, su suave espalda, su respiración, los gemidos suaves que hacia cuando me la estaba cogiendo, las palabras que me dijo durante todo lo que duró la cogida, el olor a sexo, no podía más, así que estuve toda la noche a pura paja, ya no me salía más leche de tantas pajas.
El día siguiente era domingo así que estaba toda la familia, no podíamos hacer nada, sólo aguantarnos las ganas de querer basarnos en todos lados, sólo nos mirábamos y sonreíamos sin saber qué hacer.
Nuestros padres haciendo un asado y mis primas y mis hermanos correteando de una casa a otra, así que era imposible.
Al día siguiente ya era lunes y todos volvíamos a la rutina, nuestros padres se iban a trabajar temprano; mis hermanos y mis otras primas se iban a la escuela al medio día así que al regresar teníamos las dos casas sólo para nosotros.
Al llegar ella estaba parada en el portón de su casa y me dice.
-Al fin llegaste Gabi, estaba ansiosa esperándote.
-Al fin solos Gisel!! – dije contento.
Miré hacia todos lados para ver sí algún vecino nos observaba y como los que vi estaban en lo suyo, la tome de la cintura y le di un pico.
- ¿qué hacés? nos va a ver alguien- dijo mi prima sorprendida.
- vos no te resististe mucho.
- vamos gabi, entremos a casa!!
Nos metimos como siempre a su habitación, nos acostamos en su cama y comenzamos con nuestros besos y franeleos, luchando a ver quién quedaba por encima del otro; a mí me gustaba de las dos formas, cuando ella estaba por encima me encantaba manosearle todo el culo y cuando yo estaba por encima me gustaba apoyar mi entrepierna en la suya, apretarnos y movernos como sí estuviésemos cogiendo.
Así estuvimos un largo rato, cuando estábamos juntos perdíamos la noción del tiempo, hasta que ella...
- ¿ Gabi me lo sacó?
- ¿qué? – dije sorprendido.
- al pantalón; ¿tenés forros?
- en la mochila tengo un par.
Ella mis misma me estaba pidiendo para coger, la pija ya la tenía dura y levantada como un mástil, busqué en la mochila, tenía algunos de esos forros que te dan gratis en la calle, saqué uno y volví a la cama con ella que se desnudaba mientras iba por los forros.
Cuando me di vuelta ella ya estaba recostada con las tetas al aire y todavía tenía puesta una tanguita negra. La ropa ya estaba en el suelo, tampoco tuvo que sacarse tanto, una remera blanca, corpiño blanco y un short de color verde que se ajustaba muy bien a su figura
Yo me saqué la ropa rápido y me puse el puse el preservativo mientras ella me miraba, más precisamente la verga que la tenía al palo.
Me metí a la cama y nos comimos la boca nuevamente recuperando así la calentura que teníamos hace unos minutos.
- ya mi amor, te la quiero poner- le dije un tanto desesperado.
- si pero despacio, como la otra vez.
Ya estábamos los dos muy calientes, transpirados, con la respiración agitada; cuando le chupaba las tetas se notaba que el corazón le iba a estallar así que era el momento de cogermela otra vez.
En posición "misionero", mi prima ya con las piernas abiertas, se la empecé a meter de a poco y me recibió con unos leves gemidos.
Esta vez tenía la concha completamente depilada, unos labios vaginales hinchados y hermosos, una hermosa almejita, típico de una adolescente iniciándose.
Mi pija se perdía dentro de ella y salía completamente empapado -maldito forro que no me dejaba disfrutar del todo- igual podía sentir lo apretado y caliente que estaba esa concha.
-Ah ha ay seguí así Gabi- decía con la agitada.
- mirá como me pones mi amor- le susurraba al oído.
- siempre vas a ser mi primo favorito, te amo.
Yo le seguía dando, se la enterraba toda despacio y después aumentaba la velocidad de la cogida; sus gemidos eran cada vez más alto e intensos.
- pará pará Gabi – me dijo con voz agitada.
- ¿te estoy lastimando?.
- no mi amor, no. ¿Me dejás arriba?
Ella se subió sobre mi y la verdad que no sabía montar, hacia lo que podía pero igual a mi me encantaba, era la también la primera vez que me montaban y me calentaba demasiado ver rebotar esas tetas redondas sumado a la caras que ponía cuando se ensartaba toda mi verga.
La dejé que me monte por un rato hasta que la noté un poco incómoda, entonces la di vuelta y continúe con mis embestidas.
Así disfrutábamos más, el "misionero" era la posición ideal para una chica y un chico que recién estaban aprendiendo a coger, aparte el sentir nuestros cuerpos, el decirnos cosas al oído era lo más excitante que podía haber.
Ya no me decía despacio, ahora me pedía que la cogiera más rápido.
- ah ah así me gusta, más rápido mi amor, dame con todo primito.
Yo le seguí dando hasta que no aguanté más y acabe pero no podía parar, mi prima me estaba pidiendo más.
Me dolía mucho mi miembro pero seguí dándole, hasta que...
-Ay ah ah aaaaah aaaah!!
Ella me abrazo fuerte y se retorció conmigo.
Estaba presenciando un terrible orgasmo; era la primera vez que lo lograba cogiéndola ya que la primera vez no había llegado acabar aunque ya le había provocado orgasmos otras veces chupándole la concha.
- ¿estás bien mi amor?.
- si , estoy bien Gabi – mientras hacía respiraciones profundas.
Nos abrazamos y besamos, estuvimos así un buen rato.
- ay me encantó, Gabi te amo – me dijo después de un pico.
- a mí también me encantó Gisel, me sorprendiste con la montada.
- sabía que te iba a gusta, pero no es tan fácil como se ve en las películas jaja.
- ¿qué películas estás viendo primita? Que cochina sos!!
- siempre se puede mejorar ¿no? La próxima vez lo voy a hacer mejor.
Mi prima me estaba diciendo que iba a ver próxima vez- no saben lo contento que me pusieron esas palabras-.
Nos fijamos la hora y ya eran como las 3 de la tarde, todavía quedaba tiempo.
Me dijo que se iba a dar una ducha y yo la seguí; nos bañamos juntos por primera vez, ya no éramos nada tímidos con nuestra desnudes.
Nos besamos bajo el agua, jugamos un poco con la espuma y el jabón, me dio una gran chupada como siempre, hasta hubo segundo round. Esta vez me la cogí de parado con ella de espaldas y apoyada en los azulejos. Al fin la tenía como tanto deseé, solo que no podía comerme ese culo que tan loco me tenía. Aproveché la posición para mirarle el culo en todo momento y para embestirla duro haciendo sonar sus nalgas con cada una de mis embestidas hasta que ella tuvo otro orgasmo que hizo que casi pierda el equilibro, yo la sostuve y seguí penetrándola, mas lentamente pero profundo, hasta que acabé otra vez.
Por último me fui a casa pensando en las palabras de mi prima, iba a haber próxima vez.
Ahora mi meta era hacerle esa hermosa cola, sabía que iba a llevar tiempo, que tenía que ser paciente y cuando llegue el momento ella misma me lo iba a pedir.
Espero que les haya gustado, saludos.
3 comentarios - Segunda garchada a mi prima