Soy una puta, pero no soy cualquier puta, soy la más codiciada de la esquina de San Camilo, los
clientes frenan sus autos por mí y en una callejuela despliego todas mis técnicas manuales, orales
y vaginales con sus miembros de todos los tamaños. Y como dije antes no soy como cualquiera de
esas weonas que ustedes ven por distintos lugares de Santiago.
Adoro mi trabajo nocturno.
¡Soy la mejor! Hasta los 3 reyes magos vinieron a visitarme a mi cueva de paja y trajeron con ellos
la estrella de bolitas, metiéndomela en el culo una a una, o talvez no era una estrella, eran bolas
chinas, pero vinieron a mí a ver el gran nacimiento de vello púbico que había entre mis piernas
para internar sus ofrendas de consoladores, huevitos, dedos y sus miembros celestiales. Era un
negro, un blanco y un trigueño. O sea, eso me hace la Santa Puta, la milagrosa entre todas para
hacerlos tener el orgasmo más rico, llenándome de leche para alimentar a la niña que nace entre
mis muslos con sus rabos bautizados por la iglesia de las santas putas pérdida.
Pero soy tan especial hablando putiticamente, que han pasado por mí de todas las razas y
también me convierte en la puta de las naciones unidas. En otras palabras, soy una puta internacional.
Tengo clientes vip, y mientras vengan con sus papeles al día, dejo que me lo metan sin envoltorio.
A veces me comporto como una prostituta con trastornos de personalidad múltiples,
convirtiéndome en una colegiala, una profesora, policía y entre otros. Tomando el papel al pie de
la letra.
Y cuando soy una policía les digo: ¡En el nombre de la ley, debes follarme duro!
Cuando soy una enfermera les digo: Le tomaré la presión del prepucio con mi boca. Y a uno que
otro cuando me pongo en plan de profesora los azotó con reglazos en las nalgas.
Eso me hace la mejor, porque soy toda una actoraza. Si me toca un miembro chico, puedo sin
ningún problema fingir el orgasmo más creyente. Y ellos se lo tragan. Llegan como unos loser, y se
sienten unos sex symbol, no saben que después cuando se lo metan a otra, la tipa llorará de la
decepción. Algún día yo seré Actriz porno, ahora solo me luzco con videos caseros, que recopilo en
mi vieja computadora y pulo mi cuerpo con distintas cirugías pagadas por idiotas hediondos a
billetes.
También trabajo en las cam, en páginas donde te dan propinas por meterme una serie de cosas en
el sexo, en la última que hice fue el champañazo anal y vaginal. Gracias a que ejercito mi
herramienta de trabajo, tengo una técnica increíble para destaparlas con mis músculos vaginales y
sentir el champañazo.
1 comentarios - Confesiones de una puta afortunada