Mi nombre es Héctor tengo 24 años hoy. Pero la historia verídica que les empiezo a relatar ocurrió a mis 21 años recién egresado de la escuela de guardavidas.
Mi primer verano trabaje en una pileta por zona oeste cerca del partido de Morón precisamente.
Básicamente trabajaba desde las 12 del mediodía hasta las 9 de la noche (horario en el que yo me encargaba de cerrar). La pileta en si era una mediaolímpica y no tenía mucha vida, salvo por los chicos de la colonia. Me estaba embolando entre el griterío y la poca cantidad de gente que concurría. Pero esto cambio, ya que en mí primer fin de semana pude contemplar el cuerpazo de una mujer de unos 40 años llamada Lucía (PARA QUE SE DEN UNA IDEA SU CUERPO ERA COMO EL DE BRANDI LOVE). Ya desde el momento que la vi no pude quitarle la mirada imagínense que la muy turra vino con una tanga a la pileta y lo primero que hizo fue venir a saludarme. Quedé atónito, no podía hablar. Al transcurrir la tarde, vino a charlar conmigo ya que "estaba" aburrida . Me contó que era maestra jardinera que tenía una hija de 19 y que se encontraba separada (¿para qué?). Ella con mucha atención oía lo que yo le contaba de mi vida y cada tanto me apoyaba suavemente su mano por mi pierna. Luego de esa tarde, en el que me miraba sin disimulo cada vez que se zambullía a la pileta (ya que según ella no sabía nadar) pude comprobar que tan buena estaba su hija (la cual me presento antes de irse). Magali había sacado el cuerpo de su madre pero tenía unos ojos verdes que la hacían deslumbrar sobre las demás chicas. Quedamos en arreglar para que venga a la pileta a nadar sin tener que pagar. Lucía como gesto de generosidad me saludó y me dio un abrazo en el que pude sentir su pecho contra el mío.
2do fin de semana
Días feos a veces tocan y no viene nadie.
Pero esto me permitió terminar de confirmar que realmente Lucia sentía algún tipo de atraccion. Vino a la pileta a saludarme ya que estaba por ahí y me trajo unos bizcochitos que con gustó deguste. Mientras estaba comiendo me pregunto si tenía novia, ante mi respuesta negativa dijo algo como que lastima lo que se pierde la juventud. Ante esto le dije que la realidad era que era normal yo. No me la creía. Ya que no había nadie en la pileta y ante el día horrible que tocó decidí cerrar la pileta más temprano. Lucía se ofreció a ayudarme y una vez que llegamos a la puerta del club, decidí despedirme y agradecerle por venir. Lucía me preguntó si tenía algo que hacer ya que si quería podíamos ir a merendar a su casa y me respuesta no fue otra que SÍ .
Mi primer verano trabaje en una pileta por zona oeste cerca del partido de Morón precisamente.
Básicamente trabajaba desde las 12 del mediodía hasta las 9 de la noche (horario en el que yo me encargaba de cerrar). La pileta en si era una mediaolímpica y no tenía mucha vida, salvo por los chicos de la colonia. Me estaba embolando entre el griterío y la poca cantidad de gente que concurría. Pero esto cambio, ya que en mí primer fin de semana pude contemplar el cuerpazo de una mujer de unos 40 años llamada Lucía (PARA QUE SE DEN UNA IDEA SU CUERPO ERA COMO EL DE BRANDI LOVE). Ya desde el momento que la vi no pude quitarle la mirada imagínense que la muy turra vino con una tanga a la pileta y lo primero que hizo fue venir a saludarme. Quedé atónito, no podía hablar. Al transcurrir la tarde, vino a charlar conmigo ya que "estaba" aburrida . Me contó que era maestra jardinera que tenía una hija de 19 y que se encontraba separada (¿para qué?). Ella con mucha atención oía lo que yo le contaba de mi vida y cada tanto me apoyaba suavemente su mano por mi pierna. Luego de esa tarde, en el que me miraba sin disimulo cada vez que se zambullía a la pileta (ya que según ella no sabía nadar) pude comprobar que tan buena estaba su hija (la cual me presento antes de irse). Magali había sacado el cuerpo de su madre pero tenía unos ojos verdes que la hacían deslumbrar sobre las demás chicas. Quedamos en arreglar para que venga a la pileta a nadar sin tener que pagar. Lucía como gesto de generosidad me saludó y me dio un abrazo en el que pude sentir su pecho contra el mío.
2do fin de semana
Días feos a veces tocan y no viene nadie.
Pero esto me permitió terminar de confirmar que realmente Lucia sentía algún tipo de atraccion. Vino a la pileta a saludarme ya que estaba por ahí y me trajo unos bizcochitos que con gustó deguste. Mientras estaba comiendo me pregunto si tenía novia, ante mi respuesta negativa dijo algo como que lastima lo que se pierde la juventud. Ante esto le dije que la realidad era que era normal yo. No me la creía. Ya que no había nadie en la pileta y ante el día horrible que tocó decidí cerrar la pileta más temprano. Lucía se ofreció a ayudarme y una vez que llegamos a la puerta del club, decidí despedirme y agradecerle por venir. Lucía me preguntó si tenía algo que hacer ya que si quería podíamos ir a merendar a su casa y me respuesta no fue otra que SÍ .
0 comentarios - Verano 2014 que calentura