Ya en mis post anteriores relaté los encuentros con Deniela, mi ex. Por si quieren leerlos aquí van los links.
http://www.poringa.net/posts/relatos/3052283/Reencuentro.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/3053126/Reencuentro-2.html
Lo cierto es que esa noche me fui de su casa caliente como una pava, luego de verla masturbarse furiosamente sin que dejara que le toque un pelo, luego de contarme su ruptura con el pendejo que había conocido "en la red" y con el que había roto días antes. Y del desfile de ropa interior que me había dedicado al solo efecto de calentarme y provocar su calentura.
Llegué a casa como a las 2 de la mañana puteando por la calentura con que había quedado dispuesto a encontrar alguien con quien conversar y que me cambie el humor.
La imagen de Daniela pajeándose frente a mi no se borraba de mi cabeza cuando llegó el pedido de videollamada de watsapp de ella.
Como si me hubiera seguido, me dijo que "ahora seguro que te metiste en esas páginas porno que tanto te gustan para descargarte, asqueroso". "Y para que sepas -siguió- al pendejo lo conocí en una de las que ibas vos, ¿viste que yo tambien puedo levantarme tipos?"
Decididamente iba a colgarle cuando me dijo que "no quería que te quedaras asi de caliente, boludín"
"¿Queres dedicarme una paja como yo te la dediqué hace un rato?"
Hice un largo silencio mirando la pantalla del celu y vi como se iba para la cama y me hablaba mientras tanto "dale, nene, que te gusta"
Al verla tirada en la cama, mostrándome su cuerpo, no podía salir de mi asombro. Esa mujer casi mojigata, que meses antes era poco mas que una monja, se había convertido en un volcán.
Lo cierto que los primeros planos de sus pezones y de su cuerpo que me iba mostrando sin llegar a su concha me fueron calentando, sin decir nada. Ella hablaba, se mostraba y yo la miraba en silencio. Sentía como mi pija se iba endureciendo junto con sus pezones y más cuando los tocaba (cosa que siempre se negaba a hacer cuando vivíamos juntos)
"Dale, mostrame la pija, no seas malito, seguro que está dura"
Yo seguía en silencio hasta que comenzó a mostrarme su concha y la abría... la masajeaba y acercaba mucho el teléfono para que la viera.
"Te gusta? mostrame un poquito la pija asi me caliento mas, papi"
Le dije que solo lo haría cuando estuviera suficientemente dura, cosa que ya sucedía...
"por favor, quiero ver esa pija ya que no la chupé, quiero ver como te salta la lechita, te conozco, estas a full por la cara que tenes"
Apoyé el telefono en la mesa ratona de manera que tuviera el primer plano de mi pija y la vi comenzar, por segunda vez en la noche, lo que no logré en años: una masturbación desenfrenada, fuerte, caliente.
Esa mujer que no resistía sino un polvo de vez en cuando, ya iba por la segunda paja para mostrarme.
Comencé a sacudírmela como me pedía, viendo como se metía los dedos. Ya había apoyado el celu de manera de tener un primer plano de su concha.
La imagen era su concha y mi pija, nada mas, sólo los gemidos que venian del diminuto parlante del telefono me hacían pajearme como mas intensidad hasta que le dije "acabo". Ella comenzó a pajearse furiosamente y me gritaba "la leche en la pantalla, quiero verla salir y sentir que es en mi concha" mientras gemía y gritaba de placer.
Acabé con ganas, fuerte, algo quedó en el telefono.
"Asi me gusta, que me hagas caso, me encanta ver salir tu lechita. Si te portas bien otro dia me la das toda en la boca"
Y cortó.
Objetivo logrado para ella y, de alguna manera, para mi.
Las cosas se iban de control.
Y continuaron yéndose.
http://www.poringa.net/posts/relatos/3052283/Reencuentro.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/3053126/Reencuentro-2.html
Lo cierto es que esa noche me fui de su casa caliente como una pava, luego de verla masturbarse furiosamente sin que dejara que le toque un pelo, luego de contarme su ruptura con el pendejo que había conocido "en la red" y con el que había roto días antes. Y del desfile de ropa interior que me había dedicado al solo efecto de calentarme y provocar su calentura.
Llegué a casa como a las 2 de la mañana puteando por la calentura con que había quedado dispuesto a encontrar alguien con quien conversar y que me cambie el humor.
La imagen de Daniela pajeándose frente a mi no se borraba de mi cabeza cuando llegó el pedido de videollamada de watsapp de ella.
Como si me hubiera seguido, me dijo que "ahora seguro que te metiste en esas páginas porno que tanto te gustan para descargarte, asqueroso". "Y para que sepas -siguió- al pendejo lo conocí en una de las que ibas vos, ¿viste que yo tambien puedo levantarme tipos?"
Decididamente iba a colgarle cuando me dijo que "no quería que te quedaras asi de caliente, boludín"
"¿Queres dedicarme una paja como yo te la dediqué hace un rato?"
Hice un largo silencio mirando la pantalla del celu y vi como se iba para la cama y me hablaba mientras tanto "dale, nene, que te gusta"
Al verla tirada en la cama, mostrándome su cuerpo, no podía salir de mi asombro. Esa mujer casi mojigata, que meses antes era poco mas que una monja, se había convertido en un volcán.
Lo cierto que los primeros planos de sus pezones y de su cuerpo que me iba mostrando sin llegar a su concha me fueron calentando, sin decir nada. Ella hablaba, se mostraba y yo la miraba en silencio. Sentía como mi pija se iba endureciendo junto con sus pezones y más cuando los tocaba (cosa que siempre se negaba a hacer cuando vivíamos juntos)
"Dale, mostrame la pija, no seas malito, seguro que está dura"
Yo seguía en silencio hasta que comenzó a mostrarme su concha y la abría... la masajeaba y acercaba mucho el teléfono para que la viera.
"Te gusta? mostrame un poquito la pija asi me caliento mas, papi"
Le dije que solo lo haría cuando estuviera suficientemente dura, cosa que ya sucedía...
"por favor, quiero ver esa pija ya que no la chupé, quiero ver como te salta la lechita, te conozco, estas a full por la cara que tenes"
Apoyé el telefono en la mesa ratona de manera que tuviera el primer plano de mi pija y la vi comenzar, por segunda vez en la noche, lo que no logré en años: una masturbación desenfrenada, fuerte, caliente.
Esa mujer que no resistía sino un polvo de vez en cuando, ya iba por la segunda paja para mostrarme.
Comencé a sacudírmela como me pedía, viendo como se metía los dedos. Ya había apoyado el celu de manera de tener un primer plano de su concha.
La imagen era su concha y mi pija, nada mas, sólo los gemidos que venian del diminuto parlante del telefono me hacían pajearme como mas intensidad hasta que le dije "acabo". Ella comenzó a pajearse furiosamente y me gritaba "la leche en la pantalla, quiero verla salir y sentir que es en mi concha" mientras gemía y gritaba de placer.
Acabé con ganas, fuerte, algo quedó en el telefono.
"Asi me gusta, que me hagas caso, me encanta ver salir tu lechita. Si te portas bien otro dia me la das toda en la boca"
Y cortó.
Objetivo logrado para ella y, de alguna manera, para mi.
Las cosas se iban de control.
Y continuaron yéndose.
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