Habían pasado varios días desde la ultima cojida que le habían dado a roció en aquel gimnasio y su cuerpo ya pedía otra buena ración de sexo, pero ella de momento no tenia nada planeado ya que se estaba preparando para ir a una noche mexicana en casa de una amiga, no era nada formal, así que se puso unos leggins ajustados, unas botas que le llegaban hasta las rodillas y un suéter holgado y ya una vez lista, salio de casa y abordo el metro, que para esa hora y por la fecha, estaba a reventar, compro su boleto y como pudo logro entrar al vagón y se acomodo de espaldas a una puerta, el metro comenzó su marcha y todo transcurría normal, la mayoría de los pasajeros eran grupos de hombres y mujeres, que seguramente se dirigían a alguna fiesta o al zócalo a festejar, poco a poco el tres se iba llenando cada vez mas, lo que provoco que roció quedara justo en medio de un mar de gente, que en su mayoría eran hombres, se dio cuenta que algunos olían bastante a alcohol, pero en ese momento no le dio mucha importancia, que podría pasar, pensó, el tren continuo su marcha y después de unos minutos, se detuvo por completo, quedando justo en medio de un túnel, algunos comenzaron a lanzar chiflidos, y algunos mas solo reían y charlaban, roció miro su reloj y vio que aun iba a buen tiempo, y pensó que aquello solo duraría unos minutos y después, a divertirse, pero pasados unos segundos su esperanza se desvaneció, ya que de ponto, todo se quedo a obscuras, la luz se había ido, los chiflidos de la gente se acrecentaron aun mas, junto con algunas risas y bromas, roció cerro sus ojos suspiro y decidió alejar su mente, pensando en la fiesta que la esperaba, cuando de pronto, sintió que algo se apoyaba en su cadera, de principio pensó que era solo un roce accidental, pero segundos después, se dio cuenta que era una mano que la sujetaba, intento voltearse, pero era tanta la gente, que no pudo mas que mover un poco su cabeza y entre la penumbra, vio a un hombre un poco mas alto que ella, intento moverse, pero aquel hombre apoyo su cuerpo contra ella, aprisionándola contra la puerta, roció se quedo quieta, pensó que aquel hombre se apartaría, pero no fue así, al contrario, sintió como aquel hombre la rodeaba con sus brazos sujetándola por la cadera, sentía como aquellas manos comenzaban a sobar sus carnes por encima de la ropa, así que roció solo acertó a decir en voz baja,
- suéltame, por favor…
y para su sorpresa, aquel hombre le contesto,
- solo será un momento, no te muevas,
Roció volvió a voltearse y recargo su cabeza en la puerta del vagón, aquel hombre al ver que ella había cedido, comenzó a acariciarla mas y mas fuerte, ella pensó que todo terminaría de un momento a otro, pero de nuevo sus esperanzas se desvanecieron, ya que de pronto, sintió como algo duro comenzaba a frotarse en sus nalgas, ella bien sabia que eso que sentía, era la verga de aquel hombre, así que solo alcanzo decirle
- noo..noo.espera..
Aquel hombre no hizo caso a las suplicas de roció y por el contrario, recargo mas su cuerpo contra el ya tembloroso cuerpo de roció y siguió restregando su verga contra las hermosas nalgas de ella, pero ahora lo hacia con mas fuerza, roció sentía aquel pedazo de carne incrustarse justo en medio de sus nalgas, podía sentir la dureza y el calor que de el emanaban,
- tienes unas nalgas bien grandes y sabrosas, desde que entraste a la estación te eche el ojo, tranquila solo será un momento,
roció estaba completamente aprisionada, por un lado tenia la puerta y detrás de ella, a aquel hombre que no dejaba de frotarse contra sus nalgas, sentía su respiración detrás de la nuca, olía a alcohol y a tabaco,
- esta bien, haré lo que tu digas,
Las manos de aquel hombre, se deslizaron por sus caderas y roció sintió como comenzaban a acariciar y apretar sus nalgas de una forma bastante dura, así que roció solo pudo decir,
- despacio por favor...me lastimas…
aquel hombre recorría por completo las nalgas de roció, sentía como sus manos subían y bajaban, rápidamente, apretándolas y pellizcándolas, mientras que la dura y caliente verga se enterraba justo entre sus nalgas, pero aquel hombre no conforme con eso, le susurro a roció,
- agarrame la verga, putita,
roció lentamente llevo su mano a la altura de sus nalgas y aquel hombre se encargo de llevar su verga justo a la palma de su mano, roció al sentir aquel pedazo de carne, no tuvo de otra mas que apretarlo y lo sacudió un par de veces,
- ya, por favor suéltame..
- no putita, hasta que me venga..
roció no podía creer que le estuviera pasando eso, rodeada de gente y nadie se había dado cuenta de lo que le estaba pasando, tal vez era la oscuridad o tal vez los que la habían visto, no decían nada, simplemente escuchaba risas y voces, así que no le quedo de otra mas que comenzar a masturbar aquella verga, la sujeto débilmente y de inmediato sintió la tremenda dureza de aquel miembro, comenzó a mover su mano de un lado hacia otro, mientras sentía la respiración agitada de aquel hombre sobre su nuca,
- si..así…continua…
Roció no dejaba de mover su mano, aquella verga crecía mas y mas con cada moviendo que ella hacia, de pronto, el tren comenzó a moverse, y aquel hombre le dijo que se apurara, roció comenzó a mover mas rápido su mano, la respiración de aquel hombre se aceleraba mas y mas con cada movimiento que ella hacia, mientras sentía, como apretaban sus caderas, hasta que de pronto aquella verga se puso bastante dura y de un momento a otro, sintió como un liquido caliente comenzaba a escurrir por su mano, aquel hombre había terminado y lo estaba haciendo en su mano, el semen de aquel hombre rápidamente comenzó a escurrir por sus dedos, roció de inmediato la soltó, pero aun sentía como algunos chorros de semen, caían sobre sus nalgas, y de pronto se dio cuenta que el tren había llegado a la estación, las puertas se abrieron y en ese momento intento voltear, pero una multitud la empujo hacia afuera, y además la estación también estaba a obscuras, roció se acerco a la pared y dejo que se vaciara un poco el anden y comenzó a caminar, aun tenia bastante semen en su mano, pero no llevaba nada para limpiarse, así que con la misma manga del suéter, comenzó a limpiarse, llevo su mano a sus nalgas y sintió que también estaban bastante mojadas, se bajo el suéter lo mas que pudo y salio del metro, aun bastante consternada, llego a la fiesta y de inmediato entro al baño, se lavo los rastros de semen, mientras pensaba que ya no podía regresar, así que se calmo un poco y salio del baño, mientras pensaba que mas podía pasarle,
- suéltame, por favor…
y para su sorpresa, aquel hombre le contesto,
- solo será un momento, no te muevas,
Roció volvió a voltearse y recargo su cabeza en la puerta del vagón, aquel hombre al ver que ella había cedido, comenzó a acariciarla mas y mas fuerte, ella pensó que todo terminaría de un momento a otro, pero de nuevo sus esperanzas se desvanecieron, ya que de pronto, sintió como algo duro comenzaba a frotarse en sus nalgas, ella bien sabia que eso que sentía, era la verga de aquel hombre, así que solo alcanzo decirle
- noo..noo.espera..
Aquel hombre no hizo caso a las suplicas de roció y por el contrario, recargo mas su cuerpo contra el ya tembloroso cuerpo de roció y siguió restregando su verga contra las hermosas nalgas de ella, pero ahora lo hacia con mas fuerza, roció sentía aquel pedazo de carne incrustarse justo en medio de sus nalgas, podía sentir la dureza y el calor que de el emanaban,
- tienes unas nalgas bien grandes y sabrosas, desde que entraste a la estación te eche el ojo, tranquila solo será un momento,
roció estaba completamente aprisionada, por un lado tenia la puerta y detrás de ella, a aquel hombre que no dejaba de frotarse contra sus nalgas, sentía su respiración detrás de la nuca, olía a alcohol y a tabaco,
- esta bien, haré lo que tu digas,
Las manos de aquel hombre, se deslizaron por sus caderas y roció sintió como comenzaban a acariciar y apretar sus nalgas de una forma bastante dura, así que roció solo pudo decir,
- despacio por favor...me lastimas…
aquel hombre recorría por completo las nalgas de roció, sentía como sus manos subían y bajaban, rápidamente, apretándolas y pellizcándolas, mientras que la dura y caliente verga se enterraba justo entre sus nalgas, pero aquel hombre no conforme con eso, le susurro a roció,
- agarrame la verga, putita,
roció lentamente llevo su mano a la altura de sus nalgas y aquel hombre se encargo de llevar su verga justo a la palma de su mano, roció al sentir aquel pedazo de carne, no tuvo de otra mas que apretarlo y lo sacudió un par de veces,
- ya, por favor suéltame..
- no putita, hasta que me venga..
roció no podía creer que le estuviera pasando eso, rodeada de gente y nadie se había dado cuenta de lo que le estaba pasando, tal vez era la oscuridad o tal vez los que la habían visto, no decían nada, simplemente escuchaba risas y voces, así que no le quedo de otra mas que comenzar a masturbar aquella verga, la sujeto débilmente y de inmediato sintió la tremenda dureza de aquel miembro, comenzó a mover su mano de un lado hacia otro, mientras sentía la respiración agitada de aquel hombre sobre su nuca,
- si..así…continua…
Roció no dejaba de mover su mano, aquella verga crecía mas y mas con cada moviendo que ella hacia, de pronto, el tren comenzó a moverse, y aquel hombre le dijo que se apurara, roció comenzó a mover mas rápido su mano, la respiración de aquel hombre se aceleraba mas y mas con cada movimiento que ella hacia, mientras sentía, como apretaban sus caderas, hasta que de pronto aquella verga se puso bastante dura y de un momento a otro, sintió como un liquido caliente comenzaba a escurrir por su mano, aquel hombre había terminado y lo estaba haciendo en su mano, el semen de aquel hombre rápidamente comenzó a escurrir por sus dedos, roció de inmediato la soltó, pero aun sentía como algunos chorros de semen, caían sobre sus nalgas, y de pronto se dio cuenta que el tren había llegado a la estación, las puertas se abrieron y en ese momento intento voltear, pero una multitud la empujo hacia afuera, y además la estación también estaba a obscuras, roció se acerco a la pared y dejo que se vaciara un poco el anden y comenzó a caminar, aun tenia bastante semen en su mano, pero no llevaba nada para limpiarse, así que con la misma manga del suéter, comenzó a limpiarse, llevo su mano a sus nalgas y sintió que también estaban bastante mojadas, se bajo el suéter lo mas que pudo y salio del metro, aun bastante consternada, llego a la fiesta y de inmediato entro al baño, se lavo los rastros de semen, mientras pensaba que ya no podía regresar, así que se calmo un poco y salio del baño, mientras pensaba que mas podía pasarle,
0 comentarios - Rocio la caliente, manoseada en el metro