"Decime donde estás, paso a buscarte", me escribió Christian, luego de una hora chateando. Yo estaba en un boliche con mis amigas, él comiendo con sus amigos. Hacía varios días que no nos veíamos, y esos mensajes nos habían calentado un montón. Como estás vestida, qué te gustaría hacerme si me tuvieras en frente; y cosas por el estilo que fueron generando una situación incontenible.
"Se me está parando la pija de solo leerte", me ponía. Y yo me mojaba de solo imaginar sus manos dominarme nuevamente. 4.30 lo esperé en la puerta. Subí a su auto y nos saludamos con un beso de lengua, así de una. Ni un "hola", chape directo. Arrancó el auto y yo empecé a tocarle la pierna. Él hacía lo mismo conmigo, me iba levantando la pollerita hasta dejar ver parte de mi tanguita.
"Mirá lo que hiciste", me dijo llevando mi mano hasta su pija, dura y latiendo debajo del jean. Lo hice frenar, y me tiré encima. Lo besé mientras le desabrochaba el pantalón. Saqué su pija y me acomodé para chuparsela, mientras él arrancó la marcha de nuevo y seguimos camino.
"Hoy vamos a hacer algo distinto", me dijo mientras me levantaba la cabeza. Fuimos a un telo. Entramos a una habitación llena de espejos. En las paredes, y en el techo también. Me senté en la cama, mientras él se paró frente a mi y empezó a desvestirme. Quedé solo con la tanguita, y ahora empecé a desvestirlo a él.
Me agarró de los pelos y puso su pija en mi boca. Ahogaba mis suspiros en su verga que chocaba contra mi garganta. Él dominaba los movimientos de mi cabeza. Me hizo parar. Me besó y me puso contra uno de los espejos de la pared.
Pasó sus manos con suavidad por mi espalda, mi cola y mis muslos para luego pegarme un chirlo fuertísimo en la cola. "Ay!" grité yo cuando sentí el golpe. Otro más. "Mmmmm" este segundo chirlo lo disfruté y dejé escapar un fuerte suspiro de aprobación.
Agarró su pija y la empezó a rozarla por mi concha, mientras me manoseaba las tetas y me besaba el cuello. Mis piernas temblaban y mi concha se mojaba cada vez que la punta de su verga tocaba la entrada de mi vagina.
Me agarró las manos, con las que me apoyaba en el espejo, y me las colocó detrás de mi espalda. Agarró el cinto de su pantalón y me las ató, bien fuerte para que no pudiera zafarme. Yo seguía parada, con las piernas semiabiertas, a disposición de lo que él quisiera hacerme.
Siguió besando y acariciando mi cuerpo hasta que me llevó a la cama de nuevo. Me sentó en el borde y él, parándose en ese mismo borde, puso su pija en mi cara. Como pude, sin las manos, atrapé la verga con mi boca y empecé a chuparla.
Christian me empujó y caí contra la cama, boca arriba. "Quiero que recordemos esta noche", dijo yendo hacia su pantalón. Sacó una cámara de fotos, de esas más antiguas, y la puso sobre una mesita que había cerca de la cama.
Empezó a filmar todo. Se arrodilló en la cama y empezó a chuparme la concha. Estaba tan caliente, que en poco tiempo acabé contorsionando mi cuerpo y apretando su cabeza entre mis piernas. La cámara estaba de puesta de tal forma que en el video se podía observar la curva de mi espalda quebrándose mientras él no se detenía de chupármela hasta que que me aflojé él salió de entre mis piernas para tirarse encima mío. Me beso con pasión dejándome sentir el sabor a mis flujos en su lengua.
Se acomodó y me clavó la verga, que se deslizó por mi concha, empapada, hasta el fondo. La sacaba y la ponía despacio. Metía la puntita, y de golpe la enterraba. Yo gemía y pedía más. Christian me agarró fuerte de las piernas y me sacudió bien duro, salvaje como a mi me gusta. El ruido de nuestros cuerpos chocando y mis gemidos tapaban la música funcional de la habitación.
Sacó la pija. Se puso al lado de mi cabeza y me la metió en la boca. Me tenía aprisionada de los pelos empujando mi nuca contra su cuerpo, haciendo que la verga se clavara bien adentro de mi garganta. Yo solo atinaba a tratar de lamerla como pudiera, aunque la posición era bastante incómoda. Sentía como le latía y estaba a punto de explotar.
Volvió a ponerse entre mis piernas, pero ahora las juntó contra un costado. Me la puso y empezó a cogerme agarrándome fuerte de la cola. Me pegó un par de chirlos mientras me taladraba sin piedad. mi cola tan expuesta a su voluntad era una tentación irresistible para sus manos.
Otra vez me dio vuelta y me dejó boca arriba. No paró un instante de garcharme, mientras comenzaba a chuparme y amasar las tetas. Como si fuese un paquete, me puso boca abajo. "Levantá la cola" me ordenó. Acomodé mis caderas, como él me había ordenado. Abrió mis nalgas y empezó a chuparme el culo, hasta que sentí como acomodaba su pija nuevamente en mi concha.
Me agarró de los pelos y me pegó otra cogida salvaje. Cada embestida era acompañada de un chirlo en mi cola. Yo desencajada gritaba que me cogiera más y más fuerte. Me agarró de las caderas y levantó mi cola, dejándome en 4 pero con mi cara contra el colchón. Sentía como mi concha latía y se abría y cerraba esperando la pija de Christian.
Pero antes que la pija, recibí su lengua. Otra vez, me chupó la concha. Pasaba su lengua desde mi clítoris hasta mi colita, dejándome las piernas temblando mientras acababa por segunda vez en la noche. Me dejé caer mientras trataba de recuperarme. Christian no esperó, y me dio vuelta para seguir cogiéndome desesperado.
"No aguanto mucho más", me dijo luego de besarme profundamente. "Acabame... acabame toda, llename de leche" le decía mientras él no detenía sus embestidas. Se frenó, me hizo arrodillar en la cama. Buscó la cámara y se paró frente a mi.
"Chupala putita, dale" me dijo poniéndome la pija en la boca. Aun tenía las manos atadas. Agarré la pija con mis labios y empecé a chupársela. No daba más. La tenía durísima. La sentía latir y los huevos duros a punto de explotar.
Comía solo la cabeza, rozando mi lengua por el glande y metiéndome poco más de la mitad en la boca hasta sacarla casi por completo y repetir todo. No aguantó mucho. Sentí un primer chorro caliente de leche saltar en mi garganta. Después otra descarga más en mi boca.
Tragué un poco, pero acabó tanta cantidad que se me escapaba leche por las comisuras de mis labios. Sentía como su semen chorreaba por mis mejillas. Christian sacó la pija de mi boca y terminó de acabar en mi cara. Miré al costado, al espejo más cercano y vi como toda mi cara estaba chorreando su acabada hasta mis pechos. Las sábanas tampoco se salvaron del enchastre.
Me tiré hacia atrás, mientras él volvía a acomodar la cámara y se tiraba encima mío. "Sigo con la pija durísima" me dijo mientras me daba vuelta para ponerme en 4. Me olvidé que estaba toda sucia chorreando leche y le pedí que me cogiera sin piedad.
Cuando la metió me di cuenta que no mentía. Seguía igual de dura que al principio. Ahora las embestidas eran más fuertes, con más violencia. Ya no tenía que estar regulando para no acabar tan rápido. Me agarró de los pelos, levantando mi cabeza con una mano, y ahorcándome con la otra. "Ay sii", exclamé yo al sentir otra vez como me apretaba el cuello. Me había convertido en una puta sumisa, más que antes.
Mientras me cogía, me fue soltando el cinto de mis manos. Eso significaba que ahora el rol protagónico lo iba tomar yo. Cuando me dejó libre, él se tiró para atrás. Yo me incorporé y de un salto me di vuelta y lo empujé contra la cama. Me trepé arriba y agarrando su pija me la clavé. Me senté de golpe en su verga dejándola llegar hasta el fondo de mi conchita.
Me moví de todas las formas posibles. Levantaba mis caderas, refregaba mi clítoris contra su cuerpo, me movía en círculos. Tiré mi cuerpo hacia adelante y lo besé mientras seguía cabalgando en su verga. Sus manos se pegaron a mi cola.
Se chupó uno de sus dedos y volvió a llevarlos atrás. Sonreí por que ya sabía qué venía ahora. Fue hurgando entre mis nalgas hasta llegar a mi ano. Despacio, metió el dedo mientras yo seguía moviéndome en su pija.
Los movimientos eran coordinados. Yo sacaba su pija, el metía el dedo. Me hacía delirar. Estaba mojadísima, sentía como la pija resbalaba cada vez más. El orgasmo era inminente. Me detuve un segundo y sentí como me tembló todo el cuerpo. Sin embargo, lejos de calmarme me sentía aun más caliente. Me levanté de la pija y le puse mi concha en la cara. Tenía otro orgasmo atravesado por salir.
Lo agarré de los pelos y refregué mi concha contra su lengua. Cuando se acomodó, Christian me agarró la cola de nuevo y empezó a colarme dos dedos. Cuando sentí la puntita del dedo en mi ano acabé. Lo apreté entre mis muslos que no pararon de temblar por varios segundos.
Me dejé caer en la cama. "No doy más!" le dije exhausta. Lejos de importarle, me acomodó nuevamente boca arriba y me garchó como si fuese la última vez en su vida. Se levantó, me agarró de los pelos y me puso frente a un espejo (previo acomodar la cámara para que no se perdiera detalle). Apoyé mis manos y abrí las piernas, mientras él me cogía de atrás.
Se aferró con una mano de mis caderas, y la otra me tocaba los pechos. Luego fue bajando, hasta llegar a mi clítoris. No paró de cogerme en ningún momento. Me tocaba y sacudía. Mis brazos no aguantaron más y mi cara golpeó contra los espejos. Ya no podía ofrecer resistencia a nada.
Me estaba destrozando y ya me había rendido a que hiciera conmigo lo que quisiera. "No parés!" le grité mientras aceleraba el movimiento de su mano. "Ahhh ahhhh ahhhh" empecé a gritar. A gemir. A temblar. Se aflojaron mis piernas. Sentí que me caía. Christian me soltó y me dejé caer al piso. No sentía las piernas. "Mirá como está tu concha" me dijo, poniéndome su pija en mi boca.
Estaba empapada. Le comí desesperada la pija con gusto a mis flujos un rato, hasta que se levantó y se sentó en la cama, dejándome a mi tirada en el piso sin fuerzas para moverme. Como pude me fui acercando, me senté sobre él y lo besé; luego me di vuelta y me la clavé de nuevo, dándole la espalda.
Lo cabalgué un rato, mientras Christian aprovechaba a manosearme el orto con ganas. Me di vuelta y seguí moviéndome con su verga clavada hasta el fondo, pero no por mucho. Me agarró de las piernas y me alzó. Me aferré fuerte a sus hombros mientas él me sacudía contra su cuerpo. Otra vez, me estaba pegando una cogida salvaje, pero ahora yo estaba suspendida en el aire aferrada a sus hombros y clavada en la concha por su poronga.
Cuando no aguantó más, me tiró en la cama. Desencajado, se tiró encima mío y me dio vuelta para empezar a chuparme la cola. solita levanté mis caderas y abrí mis nalgas para facilitarle el trabajo. Luego de un rato, me acomodó en 4 para culearme.
"Despacito... que me duele" le dije con voz aniñada. En verdad quería que me rompiera el orto, y sabía que esas palabras iban a conseguirlo. Apuntó su pija a mi cola, sentí como la tanteaba. Me relajé y dejé que entrara.
Poco a poco, mi colita se fue tragando toda la pija de Christian. "Ay que dura que está!" seguía con el juego, aunque realmente la tenía durísima y me estaba abriendo en dos sin piedad. Con la pija totalmente clavada, empezó a meterme dedos en la concha. "Me vas hacer acabar de nuevo hijo de putaaahhh ahhhh!" grité cuando exploté otra vez.
Me tiré para adelante sacándome la pija del culo. Christian me dio vuelta y me quería seguir cogiendo pero le pedí que frenara. No daba más. No sentía las piernas, me ardía la concha y no tenía más fuerzas. "Basta. Acostate que te hago acabar yo", le dije mientras me acomodaba para chuparsela.
Agarré la pija de la base, y empecé a lamerla desde los huevos hasta la punta. Cada vez que llegaba arriba, la pija se tensaba más. Me re calienta eso. Fui bajando más. Hasta que le chupé más abajo de los huevos mientras lo pajeaba. Christian gemía de placer, aprobando lo que hacía. No podía dejar de probar lo que había experimentado con él unas semanas antes.
Me metí la pija en la boca, bien hasta el fondo. Escupí la saliva que tenía sobre su tronco y con la mano la distribuí pajeándolo. Volví a tragarme la verga, con la mano acompañaba el movimiento de mi boca. Con la otra mano, empecé a jugar en sus bolas hasta que seguí más abajo y con el dedo rozarle el ano. Se volvió loco. "No pares!!" me gritaba mientras yo tragaba más de su pija y probaba de meter más el dedo.
Cuando sentí que sus piernas temblaban, saqué su pija de mi boca y solo acariciándole las bolas esperé a que acabara. Largó un par de chorros fuertísimos que llegaron casi hasta su pecho. La pija seguía latiendo. Le pasaba la lengua por la puntita, limpiando los restos de semen que aún seguían saliendo.
"Basta..." me dijo queriendo sacar mi cabeza. Pero después de lo que me había hecho, ahora tenía que tener una pequeña venganza. "Basta nada... ahora aguantatela" le dije mientras tragaba toda la pija y se la seguí chupando. Él se mordía los labios aguantando mi boca en su verga. Se la limpié y chupé un rato hasta que empezó a bajarse. Le dejé la pija flácida y limpia, y luego me acosté. Me sonreí y sentí la leche seca en mis mejillas.
Christián agarró la cámara y frenó la filmación. Sacó la memoria y me la dio. "Guardala, para la próxima vez que nos encontremos la vemos y nos calentamos". Nos bañamos y nos dormimos hasta que se terminó el turno. No dábamos más ninguno de los dos como para otro polvo.
Este relato lo hice mirando el video, para no perderme detalle. 38 minutos 12 segundos de sexo salvaje donde me sentí una porno star y donde experimentamos todas las posiciones posibles. No voy a mentir, mirarlo me calentó mucho. Por suerte, esta noche viene Christian para ver el video juntos.
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La historia completa:
#0 Mis 50 sombras
#1 Sometida y entregada
#2 Pagando deudas
#3 Atame y haceme tuya
#4 Suplicando que me hagan la cola
#5 Sacandome las ganas acumuladas
#6 La mucamita
#7 Recibiendo regalos navideños
#8 Festejando San Valentín
#9 Polvazo inesperado con algo de morbo
#10 Nena con juguete nuevo
#11 Hasta el eXtremo
#13 Esclava y sumisa
#14 Disfrutando el mundial
***********************************
Indice
"Se me está parando la pija de solo leerte", me ponía. Y yo me mojaba de solo imaginar sus manos dominarme nuevamente. 4.30 lo esperé en la puerta. Subí a su auto y nos saludamos con un beso de lengua, así de una. Ni un "hola", chape directo. Arrancó el auto y yo empecé a tocarle la pierna. Él hacía lo mismo conmigo, me iba levantando la pollerita hasta dejar ver parte de mi tanguita.
"Mirá lo que hiciste", me dijo llevando mi mano hasta su pija, dura y latiendo debajo del jean. Lo hice frenar, y me tiré encima. Lo besé mientras le desabrochaba el pantalón. Saqué su pija y me acomodé para chuparsela, mientras él arrancó la marcha de nuevo y seguimos camino.
"Hoy vamos a hacer algo distinto", me dijo mientras me levantaba la cabeza. Fuimos a un telo. Entramos a una habitación llena de espejos. En las paredes, y en el techo también. Me senté en la cama, mientras él se paró frente a mi y empezó a desvestirme. Quedé solo con la tanguita, y ahora empecé a desvestirlo a él.
Me agarró de los pelos y puso su pija en mi boca. Ahogaba mis suspiros en su verga que chocaba contra mi garganta. Él dominaba los movimientos de mi cabeza. Me hizo parar. Me besó y me puso contra uno de los espejos de la pared.
Pasó sus manos con suavidad por mi espalda, mi cola y mis muslos para luego pegarme un chirlo fuertísimo en la cola. "Ay!" grité yo cuando sentí el golpe. Otro más. "Mmmmm" este segundo chirlo lo disfruté y dejé escapar un fuerte suspiro de aprobación.
Agarró su pija y la empezó a rozarla por mi concha, mientras me manoseaba las tetas y me besaba el cuello. Mis piernas temblaban y mi concha se mojaba cada vez que la punta de su verga tocaba la entrada de mi vagina.
Me agarró las manos, con las que me apoyaba en el espejo, y me las colocó detrás de mi espalda. Agarró el cinto de su pantalón y me las ató, bien fuerte para que no pudiera zafarme. Yo seguía parada, con las piernas semiabiertas, a disposición de lo que él quisiera hacerme.
Siguió besando y acariciando mi cuerpo hasta que me llevó a la cama de nuevo. Me sentó en el borde y él, parándose en ese mismo borde, puso su pija en mi cara. Como pude, sin las manos, atrapé la verga con mi boca y empecé a chuparla.
Christian me empujó y caí contra la cama, boca arriba. "Quiero que recordemos esta noche", dijo yendo hacia su pantalón. Sacó una cámara de fotos, de esas más antiguas, y la puso sobre una mesita que había cerca de la cama.
Empezó a filmar todo. Se arrodilló en la cama y empezó a chuparme la concha. Estaba tan caliente, que en poco tiempo acabé contorsionando mi cuerpo y apretando su cabeza entre mis piernas. La cámara estaba de puesta de tal forma que en el video se podía observar la curva de mi espalda quebrándose mientras él no se detenía de chupármela hasta que que me aflojé él salió de entre mis piernas para tirarse encima mío. Me beso con pasión dejándome sentir el sabor a mis flujos en su lengua.
Se acomodó y me clavó la verga, que se deslizó por mi concha, empapada, hasta el fondo. La sacaba y la ponía despacio. Metía la puntita, y de golpe la enterraba. Yo gemía y pedía más. Christian me agarró fuerte de las piernas y me sacudió bien duro, salvaje como a mi me gusta. El ruido de nuestros cuerpos chocando y mis gemidos tapaban la música funcional de la habitación.
Sacó la pija. Se puso al lado de mi cabeza y me la metió en la boca. Me tenía aprisionada de los pelos empujando mi nuca contra su cuerpo, haciendo que la verga se clavara bien adentro de mi garganta. Yo solo atinaba a tratar de lamerla como pudiera, aunque la posición era bastante incómoda. Sentía como le latía y estaba a punto de explotar.
Volvió a ponerse entre mis piernas, pero ahora las juntó contra un costado. Me la puso y empezó a cogerme agarrándome fuerte de la cola. Me pegó un par de chirlos mientras me taladraba sin piedad. mi cola tan expuesta a su voluntad era una tentación irresistible para sus manos.
Otra vez me dio vuelta y me dejó boca arriba. No paró un instante de garcharme, mientras comenzaba a chuparme y amasar las tetas. Como si fuese un paquete, me puso boca abajo. "Levantá la cola" me ordenó. Acomodé mis caderas, como él me había ordenado. Abrió mis nalgas y empezó a chuparme el culo, hasta que sentí como acomodaba su pija nuevamente en mi concha.
Me agarró de los pelos y me pegó otra cogida salvaje. Cada embestida era acompañada de un chirlo en mi cola. Yo desencajada gritaba que me cogiera más y más fuerte. Me agarró de las caderas y levantó mi cola, dejándome en 4 pero con mi cara contra el colchón. Sentía como mi concha latía y se abría y cerraba esperando la pija de Christian.
Pero antes que la pija, recibí su lengua. Otra vez, me chupó la concha. Pasaba su lengua desde mi clítoris hasta mi colita, dejándome las piernas temblando mientras acababa por segunda vez en la noche. Me dejé caer mientras trataba de recuperarme. Christian no esperó, y me dio vuelta para seguir cogiéndome desesperado.
"No aguanto mucho más", me dijo luego de besarme profundamente. "Acabame... acabame toda, llename de leche" le decía mientras él no detenía sus embestidas. Se frenó, me hizo arrodillar en la cama. Buscó la cámara y se paró frente a mi.
"Chupala putita, dale" me dijo poniéndome la pija en la boca. Aun tenía las manos atadas. Agarré la pija con mis labios y empecé a chupársela. No daba más. La tenía durísima. La sentía latir y los huevos duros a punto de explotar.
Comía solo la cabeza, rozando mi lengua por el glande y metiéndome poco más de la mitad en la boca hasta sacarla casi por completo y repetir todo. No aguantó mucho. Sentí un primer chorro caliente de leche saltar en mi garganta. Después otra descarga más en mi boca.
Tragué un poco, pero acabó tanta cantidad que se me escapaba leche por las comisuras de mis labios. Sentía como su semen chorreaba por mis mejillas. Christian sacó la pija de mi boca y terminó de acabar en mi cara. Miré al costado, al espejo más cercano y vi como toda mi cara estaba chorreando su acabada hasta mis pechos. Las sábanas tampoco se salvaron del enchastre.
Me tiré hacia atrás, mientras él volvía a acomodar la cámara y se tiraba encima mío. "Sigo con la pija durísima" me dijo mientras me daba vuelta para ponerme en 4. Me olvidé que estaba toda sucia chorreando leche y le pedí que me cogiera sin piedad.
Cuando la metió me di cuenta que no mentía. Seguía igual de dura que al principio. Ahora las embestidas eran más fuertes, con más violencia. Ya no tenía que estar regulando para no acabar tan rápido. Me agarró de los pelos, levantando mi cabeza con una mano, y ahorcándome con la otra. "Ay sii", exclamé yo al sentir otra vez como me apretaba el cuello. Me había convertido en una puta sumisa, más que antes.
Mientras me cogía, me fue soltando el cinto de mis manos. Eso significaba que ahora el rol protagónico lo iba tomar yo. Cuando me dejó libre, él se tiró para atrás. Yo me incorporé y de un salto me di vuelta y lo empujé contra la cama. Me trepé arriba y agarrando su pija me la clavé. Me senté de golpe en su verga dejándola llegar hasta el fondo de mi conchita.
Me moví de todas las formas posibles. Levantaba mis caderas, refregaba mi clítoris contra su cuerpo, me movía en círculos. Tiré mi cuerpo hacia adelante y lo besé mientras seguía cabalgando en su verga. Sus manos se pegaron a mi cola.
Se chupó uno de sus dedos y volvió a llevarlos atrás. Sonreí por que ya sabía qué venía ahora. Fue hurgando entre mis nalgas hasta llegar a mi ano. Despacio, metió el dedo mientras yo seguía moviéndome en su pija.
Los movimientos eran coordinados. Yo sacaba su pija, el metía el dedo. Me hacía delirar. Estaba mojadísima, sentía como la pija resbalaba cada vez más. El orgasmo era inminente. Me detuve un segundo y sentí como me tembló todo el cuerpo. Sin embargo, lejos de calmarme me sentía aun más caliente. Me levanté de la pija y le puse mi concha en la cara. Tenía otro orgasmo atravesado por salir.
Lo agarré de los pelos y refregué mi concha contra su lengua. Cuando se acomodó, Christian me agarró la cola de nuevo y empezó a colarme dos dedos. Cuando sentí la puntita del dedo en mi ano acabé. Lo apreté entre mis muslos que no pararon de temblar por varios segundos.
Me dejé caer en la cama. "No doy más!" le dije exhausta. Lejos de importarle, me acomodó nuevamente boca arriba y me garchó como si fuese la última vez en su vida. Se levantó, me agarró de los pelos y me puso frente a un espejo (previo acomodar la cámara para que no se perdiera detalle). Apoyé mis manos y abrí las piernas, mientras él me cogía de atrás.
Se aferró con una mano de mis caderas, y la otra me tocaba los pechos. Luego fue bajando, hasta llegar a mi clítoris. No paró de cogerme en ningún momento. Me tocaba y sacudía. Mis brazos no aguantaron más y mi cara golpeó contra los espejos. Ya no podía ofrecer resistencia a nada.
Me estaba destrozando y ya me había rendido a que hiciera conmigo lo que quisiera. "No parés!" le grité mientras aceleraba el movimiento de su mano. "Ahhh ahhhh ahhhh" empecé a gritar. A gemir. A temblar. Se aflojaron mis piernas. Sentí que me caía. Christian me soltó y me dejé caer al piso. No sentía las piernas. "Mirá como está tu concha" me dijo, poniéndome su pija en mi boca.
Estaba empapada. Le comí desesperada la pija con gusto a mis flujos un rato, hasta que se levantó y se sentó en la cama, dejándome a mi tirada en el piso sin fuerzas para moverme. Como pude me fui acercando, me senté sobre él y lo besé; luego me di vuelta y me la clavé de nuevo, dándole la espalda.
Lo cabalgué un rato, mientras Christian aprovechaba a manosearme el orto con ganas. Me di vuelta y seguí moviéndome con su verga clavada hasta el fondo, pero no por mucho. Me agarró de las piernas y me alzó. Me aferré fuerte a sus hombros mientas él me sacudía contra su cuerpo. Otra vez, me estaba pegando una cogida salvaje, pero ahora yo estaba suspendida en el aire aferrada a sus hombros y clavada en la concha por su poronga.
Cuando no aguantó más, me tiró en la cama. Desencajado, se tiró encima mío y me dio vuelta para empezar a chuparme la cola. solita levanté mis caderas y abrí mis nalgas para facilitarle el trabajo. Luego de un rato, me acomodó en 4 para culearme.
"Despacito... que me duele" le dije con voz aniñada. En verdad quería que me rompiera el orto, y sabía que esas palabras iban a conseguirlo. Apuntó su pija a mi cola, sentí como la tanteaba. Me relajé y dejé que entrara.
Poco a poco, mi colita se fue tragando toda la pija de Christian. "Ay que dura que está!" seguía con el juego, aunque realmente la tenía durísima y me estaba abriendo en dos sin piedad. Con la pija totalmente clavada, empezó a meterme dedos en la concha. "Me vas hacer acabar de nuevo hijo de putaaahhh ahhhh!" grité cuando exploté otra vez.
Me tiré para adelante sacándome la pija del culo. Christian me dio vuelta y me quería seguir cogiendo pero le pedí que frenara. No daba más. No sentía las piernas, me ardía la concha y no tenía más fuerzas. "Basta. Acostate que te hago acabar yo", le dije mientras me acomodaba para chuparsela.
Agarré la pija de la base, y empecé a lamerla desde los huevos hasta la punta. Cada vez que llegaba arriba, la pija se tensaba más. Me re calienta eso. Fui bajando más. Hasta que le chupé más abajo de los huevos mientras lo pajeaba. Christian gemía de placer, aprobando lo que hacía. No podía dejar de probar lo que había experimentado con él unas semanas antes.
Me metí la pija en la boca, bien hasta el fondo. Escupí la saliva que tenía sobre su tronco y con la mano la distribuí pajeándolo. Volví a tragarme la verga, con la mano acompañaba el movimiento de mi boca. Con la otra mano, empecé a jugar en sus bolas hasta que seguí más abajo y con el dedo rozarle el ano. Se volvió loco. "No pares!!" me gritaba mientras yo tragaba más de su pija y probaba de meter más el dedo.
Cuando sentí que sus piernas temblaban, saqué su pija de mi boca y solo acariciándole las bolas esperé a que acabara. Largó un par de chorros fuertísimos que llegaron casi hasta su pecho. La pija seguía latiendo. Le pasaba la lengua por la puntita, limpiando los restos de semen que aún seguían saliendo.
"Basta..." me dijo queriendo sacar mi cabeza. Pero después de lo que me había hecho, ahora tenía que tener una pequeña venganza. "Basta nada... ahora aguantatela" le dije mientras tragaba toda la pija y se la seguí chupando. Él se mordía los labios aguantando mi boca en su verga. Se la limpié y chupé un rato hasta que empezó a bajarse. Le dejé la pija flácida y limpia, y luego me acosté. Me sonreí y sentí la leche seca en mis mejillas.
Christián agarró la cámara y frenó la filmación. Sacó la memoria y me la dio. "Guardala, para la próxima vez que nos encontremos la vemos y nos calentamos". Nos bañamos y nos dormimos hasta que se terminó el turno. No dábamos más ninguno de los dos como para otro polvo.
Este relato lo hice mirando el video, para no perderme detalle. 38 minutos 12 segundos de sexo salvaje donde me sentí una porno star y donde experimentamos todas las posiciones posibles. No voy a mentir, mirarlo me calentó mucho. Por suerte, esta noche viene Christian para ver el video juntos.
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La historia completa:
#0 Mis 50 sombras
#1 Sometida y entregada
#2 Pagando deudas
#3 Atame y haceme tuya
#4 Suplicando que me hagan la cola
#5 Sacandome las ganas acumuladas
#6 La mucamita
#7 Recibiendo regalos navideños
#8 Festejando San Valentín
#9 Polvazo inesperado con algo de morbo
#10 Nena con juguete nuevo
#11 Hasta el eXtremo
#13 Esclava y sumisa
#14 Disfrutando el mundial
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Indice
38 comentarios - #12 Porno Star
gracias por pasar!!
graicas por pasar 😉
Y ese culo también está para llenarlo de crema para la piel
Me gusta que estes animandote a incluir fotos!
Gracias por volver.
gracias por pasar!
¿alguna imagen más? Una donde no se te vea la cara, no queremos estropear la foto jajajaaja
gracias por pasar!
gracias por pasar!
Cada vez que te leo me hago mi propia "película" imaginando todo con cada detalle que contas.
Besos y van puntos para vos
gracias!
van 10
gracias por pasar!