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Campamento Familiar II


Antes:
Campamento Familiar I

El sol empezó a caer y Candelaria en las duchas. Enjabonando ese cuerpo joven y sensual pensaba en todos los hombres que la habían deseado esa tarde. Recordaba las cosas que le habían dicho que le harían todos esos hombres y sin darse cuenta su mano se deslizó suavemente por su vientre y se fue metiendo lentamente entre sus piernas. Esa hermosa vagina adolescente pedía a gritos algo de placer y sus dedos la iban a complacer. Se mordió los labios se asomó para asegurarse de estar sola y sin vueltas comenzó a masturbarse protegida por el vapor y el sonido de la ducha que la ocultaban.

Mientras tanto en el campamento de al lado Mateo estaba totalmente volado. Reía sin parar con sus amigos. La pelirroja que había deslumbrado a su padre ya estaba entre sus principales prioridades también. Sabía que se llamaba Sabrina, que era vegetariana y que por los comentarios permanentes que hacía sobre hombres definitivamente no era lesbiana así que solamente pensaba en que esa colorada tenía que ser suya de alguna manera. El mayor de los hermanos Blanco estaba sentado a su lado y le daba charla todo lo que podía, entre comentarios iba mechando chistes y piropos que hacían que la voluptuosa chica le sonriera casi todo el tiempo.

En el acampe familiar Esteban y Melina parecían los más relajados. Tomaban unos mates y charlaban tranquilamente. Meli lucía contenta las trenzas que le había hecho Sasha y se sentía renovada. Su marido poco pensaba en el cambio de look de su esposa. La figura de Sabrina, la pelirroja hippie lo tenía obsesionado. Pensaba en alguna forma de acercarse a ella pero no sabía cómo. Melina tenía otro tipo de preocupaciones. Veía muy inquieto a Brunito y estaba un poco preocupada. 

El joven Bruno no sólo estaba inquieto como veía la madre. A esa altura estaba desesperado. Las hermosas morochas que tenía al lado y que ahora además frecuentaban a su familia eran pura sensualidad en cada movimiento, en cada gesto y en cada mirada. Sentía que las dos notaban la forma en la que las observaba y lejos de molestarles o incomodarlas, disfrutaban de sentirse tan deseadas por el rubiecito que no dejaba de admirar cada curva de esos imponentes cuerpos. 

Mientras se sacaban la ropa en las duchas, Dalia decía que Bruno le parecía dulce mientras que Sasha lo veía como todo un entretenimiento y de paso también le contaba a su amiga la forma en la que la miró Esteban incluso en presencia de su mujer. Las dos mulatas se reían de los babosos de al lado sin saber que en la ducha siguiente estaba Candelaria que salió con cara de pocos amigos. Las dos morenas recién desnudas se quedaron mudas al verla. La rubia obviamente en total desnudez y aparte mojada se quedaron mirándose unos segundos y la hija de Esteban se secó para salir cuanto antes. Sabía que su hermano era un degenerado total pero le causó una gran impresión lo que contaban de su padre a quien idealizaba.

Este último salió a recorrer la zona buscando algunas ramas secas para hacer fuego y cocinar algo. mientras estaba en plena recolección se encontró con justo a la persona que buscaba desde el primer momento. Sabrina se había alejado del grupo para ir a meterse al agua y estaba solamente cubierta por un diminuto bikini celeste que inútilmente intentaba sostener sus hermosos pechos pecosos. Debajo no era muy grande tampoco. Un pequeño triangulo celeste se perdía entre sus piernas. Esteban apenas podía juntar la boca ante semejante visión. La palirroja venía muy concentrada escurriendo su cabellera y al verlo lo saludó con una sonrisa. Estaban idiotizado dejó caer todas las ramas y Sabrina se acercó a ayudarla. Al tenerla cerca pudo ver que unos pezones rozados se transparentaban bajo el corpiño de la malla. La temperatura había subido bastante y la colorada lo sabía. Miró el bulto que se había formado en el traje de baño de Esteban y sonrió con mucha malicia.

Mateo estaba fumando relajado en una hamaca paraguaya que habían colgado los hippies entre dos arboles cuando su hermanita se le acercó y con esos modales de nena consentida le dijo que la tenía que acompañar a ver a alguien. Él se rió y la intentó echar, mandándola con su padre pero la pequeña rubia era astuta y le respondió que si iba con el padre iba a contarle las cosas que tenía escondidas en esa mochila mugrosa. La cara de Mateo cambió y le preguntó si era muy lejos mientras se levantaba muy parsimonioso. Sin dar muchos detalles señaló hacia el sur y dijo que era un motorhome que había por allá. Resignado el vago de su hermano se puso su mochila al hombro y empezó a caminar junto a ella. Para Mateo era interesante ver como tipos de todas las edades miraban la delicada figura de su hermanita. Cande ya no era una nena, sus curvas eran más que interesantes. Era difícil notar que una chica tan bella y ese barbudo flacucho fueran hermanos. Más de uno lo miraba con admiración pensando que era su chica.

 Cuando llegaron, Lucía salió a recibirla muy feliz y lo invitó a Mateo pero su hermana no lo dejó contestar y dijo que él ya se iba. Para su hermano mayor fue todo un desplante por lo que decidió irse casi sin saludar. De lejos Candelaria le dijo que la pasara a buscar antes de la cena y el asintió. Estaba cansado y molesto, solo quería volver a esa hamaca y seguir fumando tranquilo así que decidió cortar camino entre los arboles ya que el campamento era una especie de U. Cuando ya estaba acercándose al lugar de su carpa escuchó unos gemidos entre los arboles pero era algo común en esos lugares y siguió para no ser inoportuno. Pero no se aguantó y estando solo quiso darle algo de morbo a la tarde. Se acercó sigiloso y su cara de picardía se transformó en perplejidad. Vio a su padre de pie junto a un árbol y la pelirroja arrodillada frente a él mamándole la verga sin pausa.

El trabajo de Sabrina era impecable, recorría toda la verga venosa de Esteban con sus labios mirándolo fijamente con sus ojos claros. El tipo no dejaba de gozar ni un segundo. Tenía los ojos blancos por la habilidosa boca de esa deliciosa colorada. Para Mateo la imagen de su padre engañando a su mamá con una piba a la que le doblaba la edad era fuerte pero a él esa mujer lo calentaba tanto como a su padre así que no se contuvo y sacó su verga para masturbarse con la escena. Veía como Esteban empujaba con sus dos manos la cabeza de Sabri haciéndola que se ahogue con la punta de su verga. Ese sonido de arcada lo calentaba y hacía que se pajeara más rápido. Notó como el cuerpo completo de su padre se apretó intentando en vano contenerse y segundos después en un gemido interminable una acabada que fue a parar casi por completo a la boca de la hermosa pelirroja.

La mina se paró y escupió la mayor parte de la espesa acabada mezclada con su saliva en sus deliciosas tetas. Con las dos manos la desparramó por sus redondos pechos mirando con cara de placer a Esteban que se mordía los labios con esa erótica imagen. La joven le dio unas lamidas más en la verga y le subió el traje de baño. Con una sonrisa cómplice le reprochó que ahora tendría que meterse al agua de nuevo para lavarse y se alejó con un andar muy provocador. Esteban quedó parado contra el árbol observando la exuberante figura de la pelirroja alejarse. Mateo miraba el hermoso culo de Sabrina alejarse lentamente y esa imagen le sirvió para terminar su paja y acabar mientras su padre juntaba las ramas de nuevo y volvía al campamento familiar.

Mientras tanto Melina seguía haciendo buenas migas con Sasha que no perdía el tiempo y aprovechaba cada ocasión que tenía para estar cerca de ella. Luego de haberle cambiado el look con las trenzas se había ganado su atención. La imponente morena luego de la ducha que se dio con su amiga se había quedado vestida solamente con la parte superior del bikini y un minishort blanco. Meli no había pasado aún por el agua pero estaba esplendida. No se daba cuenta con las ganas que la miraba la mulata pero el que si parecía darse cuenta de todo era Bruno que seguía cada movimiento de Sasha como un perro siguiendo un hueso. Estaba sentado junto a su carpa y cada vez sospechaba más de las intenciones que esa hermosa hembra tenía con su madre.

Dalia se sentó a su lado y volvió a notar los nervios del inexperto chico apenas cruzaron miradas. Notaba que a Brunito le costaba sostenerle la mirada sin ponerse nervioso y para romper el hielo le hablaba de temas superficiales como el calor y la belleza del lugar. Bruno como cegado por la belleza de esa delicada y escultural morocha respondía con monosílabas ya que cuando intentaba decir algo más elaborado empezaba a tartamudear. Dalia disfrutaba de esa inocencia y quiso poner a prueba la resistencia del rubio jovencito. Le preguntó cómo la veía a Sasha para seducir a su madre. Bruno se sobresaltó por la pregunta pero Dalia se le acercó al oído y le dijo que se quede tranquilo que no eran lesbianas y tras una breve pausa le aclaró que ambas son bisexuales y a ella en especial le gustan los chicos tímidos. Apenas terminó de decir eso le dio un beso en la mejilla.

Bruno quedó en shock con la revelación y la sensual muñeca de chocolate se puso de pie dejando sus hermosas piernas a la altura de la cara de Brunito y se fue conteniendo la risa a su carpa. El pobre pibe quedó con la pija dura como un fierro mientras la otra chica seguía acercándose a su madre que charlaba inocentemente con ella y no notaba como la desnudaba con la mirada. Sasha no quería que esa hermosa madura se fuera del camping sin haber probado su cuerpo al desnudo. Mientras charlaban acariciaba sus brazos y sus hombros tanteando hasta dónde podía avanzar. Sin darse cuenta Melina le dio la oportunidad justa. Le dijo que en su carpa tenía unas fotos del amanecer que había tomado en la ruta y ella no dudo un segundo en entrar con ella al diminuto iglú de lona. Apenas cruzó la entrada bajó el cierre para tener más privacidad


Cuando Esteban volvió a las carpas con todo listo para hacer el fuego encontró a su mujer encerrada con la amiga y a su hijo menor a pocos metros de ellas esperándolo. Vio a su hijo mayor tirado en la hamaca paraguaya y no entendió a que se debía esa mirada acusatoria que le propinó. Supuso que era algún grado inofensivo de paranoia producto de las cosas que fuma. Pero luego de mirar para todos lados abrió la carpa y sin sospechar nada raro solo tenía una duda para plantearle a Melina, a esa hora en dónde estaba Candelaria...

Sigue en:
Campamento Familiar III

9 comentarios - Campamento Familiar II

masitasexxx
Muy caliente! Excelente historia...seguimos leyendo!
pablons87
muy buen relato, espero mas!
jackryan1981
Más más más......esto esta muy interesante!!!!!
veteranodel60
Muy buena la historia espero que pongas la próxima con algunas fotos.van 10 puntos, y pronto la siguiente
sobralargo
Fascinante!! No tardes en seguir