Hace ya unos buenos años, siendo bastante pendejo (23 años), tuve la que creo fue mi mejor experiencia sexual, que les paso a relatar. En esa época estaba saliendo con una chica algo menor que yo (20-21 años), era algo rellenita pero que lo compensaba siendo muy linda de cara e increíblemente voluptuosa, con las caderas y tetas más grandes que he tenido el gusto de disfrutar. La había conocido en una página de contactos de esas viejas que puntuabas y empezabas a charlar. La verdad que la levante (bah ella me agarro como si nosotros levantaramos a las minas) a partir de charlas de música, literatura, cine, cosas que poco tenían que ver con encuentros casuales.
El asunto es que la chica (llamémosla Sabri) parecía al principio media tímida, pero al empezar a conocerla y salir me sorprendió la experiencia que tenía a la hora de cojer, le ponía muchísimas ganas era super caliente, pero además tenía ese extra que da la experiencia: la manera de moverse, de hacer un buen pete, de animarse y pedir cosas. De a poquito me fue contando que, aunque no parecía, era increíblemente sexual. A medida que se fue animando quedo claro que me levaba mucho kilometraje de experiencia (yo tampoco fui nunca un pibe re ganador). Le gustaba probar cosas (o repetir cosas que ya había hecho), me pedía posiciones que nuca había intentado, quiso incorporar juguetes a nuestros encuentros (a lo cual yo encantado), le copaba ell morbo y perdía de a poco el miedo de expresarmelo. En fin, aprendí mucho de ella y además podíamos habar mucho, de variados temas, pero en especial de sexo.
En estos diálogos me cuenta de una amiga y de como, una vez, habían enfiestado juntas a un flaco. Me shockeo y me hizo sentir un poco virgo la cantidad de experiencia que me sacaba, pero me re calentó. Obviamente intente seguir con el tema y ver si se podía dar, pero ella me dijo que yo realmente le gustaba y no quería compartirme y, además, su amiga estaba de novia ahora. No insistí mucho más, la chica realmente me gustaba y el sexo era fenomenal, pero me quedo rondando en la cabeza el ratón.
Habían pasado unos meses de salir y conocí a la amiga (pongamosle que se llama Vero), que no estaba muy buena, pero era otra tremenda cebada en lo sexual y sin el exterior tímido de mi chica, le encantaba hablar de lo que hacía y tenía muy buena onda. Tanto fue así que nos juntamos un par de veces a tomar mate con ella y su novio (un flaco alto con un aspecto más bien friki, pero también buena onda). Un día mi chica tenía la casa de los padres libre porque habían salido a veranear y nos juntamos con la pareja amiga con la idea de después salir al cine y a comer; plan que nunca llegamos a concretar.
Todo empezó muy inocentemente, boludeabamos charlando y tirados en la cama mientras a la tarde antes de salir cada pareja bastante pegadita porque era una cama de una plaza del cuarto de mi novia, apoyados la espalda en la pared. No se porque la conversación derivo al tema de los besos y de si los hombres metíamos mucha lengua, o eramos muy brutos. Jugando cada pareja demostró los besos, primero despacito, después más prolongado y ya después de un rato era claro que todos estábamos calientes, cada uno sentado tenía a su chica montada encima franeleando en paralelo hasta que despues de un rato la amiga se empieza a sacar la blusa y dice: "Me parece que no vamos un carajo al cine" para la carcajada generalizada.
Ya estaban las dos sin blusa y animado por el clima de excitación general yo le saque el corpiño a Sabri, con lo que quedaron sus tremendas tetas al aire (de areolas bien grandes y con los pezones ya durísimos... se ve que hacía frío) y se las empiezo a chupar. Cada tanto relojeaba para el costado y veía en que andaba Vero y su novio, ella me devolvía un guiño y mirada cómplice que me ponía full. Ya estaba sintiendo que tenía la erección más zarpada de mi vida, cuando Vero dice "al final no les terminamos de explicar como se besa" y se ríe, "Miren" y le clava un beso a Sabri. Nos miramos todos y ya no nos reímos, la cosa venía en serio. Me paro y empiezo a sacarle el pantalón a Sabri, veo lo mojada que esta con solo ver la tanguita, sin llegar ni siquiera a tocar; al lado hacían lo mismo pero más rápido porque Vero estaba en pollera. Cuando ya estaba yo sin pantalón, al lado Vero ya estaba empernada y empezando a cabalgar, me siento y mientras Sabri comienza a sentarse encima mio, veo como Vero me mira la pija descaradamente. Estabamos cogiendo las dos parejas, a centimetros de la otra en la pequeña cama de una plaza, sintiendo el calor de la otra persona de al lado, viendola y disfrutando ver como gozaba cada uno.
Ya a esa altura no podía creer lo que estaba pasando, tenía una mezcla de sensación de irrealidad y excitación, "esto pasa en las porno no a mi" "no puedo creer que este pasando esto". Pero si, estaba pasando y todavía faltaba más.
El asunto es que la chica (llamémosla Sabri) parecía al principio media tímida, pero al empezar a conocerla y salir me sorprendió la experiencia que tenía a la hora de cojer, le ponía muchísimas ganas era super caliente, pero además tenía ese extra que da la experiencia: la manera de moverse, de hacer un buen pete, de animarse y pedir cosas. De a poquito me fue contando que, aunque no parecía, era increíblemente sexual. A medida que se fue animando quedo claro que me levaba mucho kilometraje de experiencia (yo tampoco fui nunca un pibe re ganador). Le gustaba probar cosas (o repetir cosas que ya había hecho), me pedía posiciones que nuca había intentado, quiso incorporar juguetes a nuestros encuentros (a lo cual yo encantado), le copaba ell morbo y perdía de a poco el miedo de expresarmelo. En fin, aprendí mucho de ella y además podíamos habar mucho, de variados temas, pero en especial de sexo.
En estos diálogos me cuenta de una amiga y de como, una vez, habían enfiestado juntas a un flaco. Me shockeo y me hizo sentir un poco virgo la cantidad de experiencia que me sacaba, pero me re calentó. Obviamente intente seguir con el tema y ver si se podía dar, pero ella me dijo que yo realmente le gustaba y no quería compartirme y, además, su amiga estaba de novia ahora. No insistí mucho más, la chica realmente me gustaba y el sexo era fenomenal, pero me quedo rondando en la cabeza el ratón.
Habían pasado unos meses de salir y conocí a la amiga (pongamosle que se llama Vero), que no estaba muy buena, pero era otra tremenda cebada en lo sexual y sin el exterior tímido de mi chica, le encantaba hablar de lo que hacía y tenía muy buena onda. Tanto fue así que nos juntamos un par de veces a tomar mate con ella y su novio (un flaco alto con un aspecto más bien friki, pero también buena onda). Un día mi chica tenía la casa de los padres libre porque habían salido a veranear y nos juntamos con la pareja amiga con la idea de después salir al cine y a comer; plan que nunca llegamos a concretar.
Todo empezó muy inocentemente, boludeabamos charlando y tirados en la cama mientras a la tarde antes de salir cada pareja bastante pegadita porque era una cama de una plaza del cuarto de mi novia, apoyados la espalda en la pared. No se porque la conversación derivo al tema de los besos y de si los hombres metíamos mucha lengua, o eramos muy brutos. Jugando cada pareja demostró los besos, primero despacito, después más prolongado y ya después de un rato era claro que todos estábamos calientes, cada uno sentado tenía a su chica montada encima franeleando en paralelo hasta que despues de un rato la amiga se empieza a sacar la blusa y dice: "Me parece que no vamos un carajo al cine" para la carcajada generalizada.
Ya estaban las dos sin blusa y animado por el clima de excitación general yo le saque el corpiño a Sabri, con lo que quedaron sus tremendas tetas al aire (de areolas bien grandes y con los pezones ya durísimos... se ve que hacía frío) y se las empiezo a chupar. Cada tanto relojeaba para el costado y veía en que andaba Vero y su novio, ella me devolvía un guiño y mirada cómplice que me ponía full. Ya estaba sintiendo que tenía la erección más zarpada de mi vida, cuando Vero dice "al final no les terminamos de explicar como se besa" y se ríe, "Miren" y le clava un beso a Sabri. Nos miramos todos y ya no nos reímos, la cosa venía en serio. Me paro y empiezo a sacarle el pantalón a Sabri, veo lo mojada que esta con solo ver la tanguita, sin llegar ni siquiera a tocar; al lado hacían lo mismo pero más rápido porque Vero estaba en pollera. Cuando ya estaba yo sin pantalón, al lado Vero ya estaba empernada y empezando a cabalgar, me siento y mientras Sabri comienza a sentarse encima mio, veo como Vero me mira la pija descaradamente. Estabamos cogiendo las dos parejas, a centimetros de la otra en la pequeña cama de una plaza, sintiendo el calor de la otra persona de al lado, viendola y disfrutando ver como gozaba cada uno.
Ya a esa altura no podía creer lo que estaba pasando, tenía una mezcla de sensación de irrealidad y excitación, "esto pasa en las porno no a mi" "no puedo creer que este pasando esto". Pero si, estaba pasando y todavía faltaba más.
1 comentarios - Una salida de parejas (I)