Esto que pasó fue ya hace varios años. Por aquél entonces yo todavía era un jóven bastante inocente (mentira, me mataba a pajas pensando en todas las conchas que quería comer).
Con mi novia de aquél entonces estábamos dando nuestros primeros pasos en lo que a intimidad se refiere. Y vaya que estaba lindo...
Un día, a falta de lugar en donde poder disfrutar de los placeres de la carne, decidimos entrar en una Pequeña capilla, y en la sacristía, empezamos a transar con una pasión y furia terrible. Parecíamos dos pulpos trenzados en una pelea a ver quien manoseaba más a quien.
En eso, ella me baja el cierre del pantalón, se arrodilla, y mirándome fijo a los ojos...
- Quiero chuparte la pija
- Y, ¿qué esperas?
Empezo un hermoso pete, tratando de tragar todo a su paso, recuerdo que le lloraban los ojos cuando intentaba llegar al fondo y chocar su nariz contra mi cuerpo. Todavía recuerdo la sensación de sentir el glande de mi pija tocaba su campanilla.
No fue mucho más lo que aguante, ya que el morbo de toda la situación me supero. Estar en una sacristía profanando su propia santidad de semejante manera... uf! que locura!
Cuando estaba por acabar la agarré de la nuca y le dije "tomala toda bebe", y mientras ella golpeaba con sus puños mis muslos traatando de resistir el empuje, mi leche viajaba directo a su estomago, sin escalas.
- Sos un hijo de puta, pero me encantó...
Acto seguido, nos acomodamos las ropas, y salimos como dos enamorados que habían renovado su amor y entrega en el lugar más puro, por los medios más profanos.
Con mi novia de aquél entonces estábamos dando nuestros primeros pasos en lo que a intimidad se refiere. Y vaya que estaba lindo...
Un día, a falta de lugar en donde poder disfrutar de los placeres de la carne, decidimos entrar en una Pequeña capilla, y en la sacristía, empezamos a transar con una pasión y furia terrible. Parecíamos dos pulpos trenzados en una pelea a ver quien manoseaba más a quien.
En eso, ella me baja el cierre del pantalón, se arrodilla, y mirándome fijo a los ojos...
- Quiero chuparte la pija
- Y, ¿qué esperas?
Empezo un hermoso pete, tratando de tragar todo a su paso, recuerdo que le lloraban los ojos cuando intentaba llegar al fondo y chocar su nariz contra mi cuerpo. Todavía recuerdo la sensación de sentir el glande de mi pija tocaba su campanilla.
No fue mucho más lo que aguante, ya que el morbo de toda la situación me supero. Estar en una sacristía profanando su propia santidad de semejante manera... uf! que locura!
Cuando estaba por acabar la agarré de la nuca y le dije "tomala toda bebe", y mientras ella golpeaba con sus puños mis muslos traatando de resistir el empuje, mi leche viajaba directo a su estomago, sin escalas.
- Sos un hijo de puta, pero me encantó...
Acto seguido, nos acomodamos las ropas, y salimos como dos enamorados que habían renovado su amor y entrega en el lugar más puro, por los medios más profanos.
1 comentarios - En la sacristía