Después de tanto coger y enseñarle posiciones y demás nos encontramos en una confitería y pensamos en jugar a los dominantes, dicho esto nos reímos aceptando ella con la cabeza las condiciones, gustándole la idea, yo sólo quería que me hiciera preguntas cuando surgían dudas y lo demás ya se iría viendo, ella me respondió que de acuerdo, que le encantaba la idea de hacerle todo lo que deseara, que sería mi esclava si se lo pedía. Le dije que iba a ponerla a prueba y ver si cumplía mis expectativas, a lo cual ella asintió sumisa, rogándome que así lo hiciera, nos terminamos el café y le dije que la iba a llevar al depto, acto seguido nos encaminamos hacia él. En el ascensor le dije que me besara, empecé a tocarle el culo, las tetas y metí mi mano dentro de su tanga para tocarle la concha, la cual estaba ya muy mojada. Abrí la puerta y fui directamente a mi habitación,le ordené que pasase y le ordené de forma fría que se pusiera en un lado de la cama y se sacase la ropa mientras yo también lo hacía. Me desnudé despacio para que observase mi cuerpo, pero sin mirarla, como despreciándola, ella también lo hizo pero tímidamente, tanto que se dejó la tanguita y el corpiño, negros ambos. Me acerqué a ella con la pija muy dura ya por entonces y le dije que ya los dos sabíamos a lo que habíamos ido, le dije que quería que fuera mi esclava y sólo pensara en darme placer, así que le ordené que se sentase en la cama y me comiese la pija, Vero me dijo que de acuerdo, le ordené que se quitase la tanga, ella lo hizo y después el corpiño, y ella muy obediente lo realizó.
Vero empezó a darme besitos en el glande, estuvo así un rato, hasta que me impacienté y le dije que se la metiese en la boca y la chupara para darme placer, acto seguido se la metió en la boca y empezó a metérsela y a sacársela a toda velocidad, poco después me preguntó si me gustaba como me la chupaba, yo le respondí que lo hacía muy rápido, que no quería que me pajease con su boca,que sólo deseaba que me la comiese, que me la chupase sin condiciones, que fuera una buena puta. Ella lo hizo, estuvo lamiéndome la verga durante muchos minutos.
Pasado un largo espacio de tiempo le dije que se acostase en la cama para seguir chupándomela,nos acostamos de lado los dos, uno frente al otro, seguidamente Vero bajó hasta encontrase otra vez con mi pija, cuando llegó le dije que ahora tocaba chupármela como si en ello le fuera la vida, que fuera una buena putita, que tenía que comprender que ella estaba allí sólo para darme placer con su boca.
Me encantaba verla tan humillada ante mi pija, deseando darme el mayor placer, le ordené que me lamiese el glande mientras me pajeaba con su mano muy lentamente,ella obediente lo empezó a hacer, la visión era brutal. Después le metí una mano por entre las suyas hasta llegar a sus pechos, le comencé a amasar y apretar las tetas, esto me excitaba más aún, yo empezaba a notar que estaba apunto de acabar, la insultaba para humillarla más y sentir su sumisión ante mí.
Cuando noté que estaba a punto de terminar le saqué la pija de la boca y le dije queme mirase, cuando lo hizo continué diciéndole que ahora iba a abrir su boca, le iba a meter mi pija hasta la mitad e iba a chupar fuerte mi pija hasta que note que acababa, pero que no podía tocar mi miembro con sus manos, que yo le cogía su boca y le echaba mi leche dentro de su boca, que quería que no cayese nada de sus labios, que se tragara todo el semen y no dejara de chupármela hasta que yo se lo ordenase, todo lo aceptó ella afirmando con la cabeza.
Dicho esto le ordené que se metiese en la boca mi pija y me la chupase como la gran puta que era, ella me respondió que sí, que yo era su amo, que le echase toda la leche en su boquita. Metí mi verga en su boca hasta la mitad, para después metérsela hasta el final, ella se quedó sorprendida, no era lo planeado, no dijo nada, agarré su cabeza y me la atraje hacia mí, metiéndole mi pija hasta el fondo, no tardó nada en dar arcadas y en abrir la boca lo que podía para poder respirar, le saqué mi miembro de su boca, le agarré la cabeza y se la metí de nuevo, ella no dejaba de dar arcadas, esto me excitaba mucho, le saqué nuevamente la pija y le dije que se la iba a meter otra vez que abriese la boca, ella lo hizo aunque con la cabeza decía que no, se quejaba levemente, se la metí y otra vez empezó a dar arcadas con mi pija dentro de su boca, se la saqué, agarré su cabeza y comencé a cogerme su boca, le metía mi pija y se la sacaba a una buena velocidad, ella con su boca abierta, recibiendo mi verga una y otra vez.
Llegó el momento en el que iba a acabar, en ese momento apreté contra mí con mis manos su cabeza, metiéndole la pija hasta el fondo de la boca, y después empecé a acabar, soltando un torrente de semen en el final de su boca, sobre su garganta, Vero no dejaba de dar arcadas, yo le apretaba su cabeza contra mi miembro, para que no se escapara, le decía que no se sacase mi verga de su boca, que fuera una buena zorrita. Poco a poco dejó de moverse y empezó a chupármela muy despacio, para facilitar mi orgasmo, yo le decía que se lo tragase como la puta que era, que se bebiese toda mi leche.
Acabe abundantemente, ella se tragó todo dándome mucho placer, nos tumbamos en la cama uno frente al otro, ella con su cara a la altura de mi pija, la cual tenía metida en su boca, disfrutando de mis restos de semen. Finalmente le ordené que nos durmiésemos así, con la pija metida en su boca, así lo hicimos. Al despertarme pude contemplarla aún dormida, con mi pija en su boca, era una imagen fantástica, poco después se despertó, miró el reloj y me dijo que era muy tarde, que debía de irse a su casa, se vistió y se fue dándome las gracias por la noche tan agradable que le di.
Vero empezó a darme besitos en el glande, estuvo así un rato, hasta que me impacienté y le dije que se la metiese en la boca y la chupara para darme placer, acto seguido se la metió en la boca y empezó a metérsela y a sacársela a toda velocidad, poco después me preguntó si me gustaba como me la chupaba, yo le respondí que lo hacía muy rápido, que no quería que me pajease con su boca,que sólo deseaba que me la comiese, que me la chupase sin condiciones, que fuera una buena puta. Ella lo hizo, estuvo lamiéndome la verga durante muchos minutos.
Pasado un largo espacio de tiempo le dije que se acostase en la cama para seguir chupándomela,nos acostamos de lado los dos, uno frente al otro, seguidamente Vero bajó hasta encontrase otra vez con mi pija, cuando llegó le dije que ahora tocaba chupármela como si en ello le fuera la vida, que fuera una buena putita, que tenía que comprender que ella estaba allí sólo para darme placer con su boca.
Me encantaba verla tan humillada ante mi pija, deseando darme el mayor placer, le ordené que me lamiese el glande mientras me pajeaba con su mano muy lentamente,ella obediente lo empezó a hacer, la visión era brutal. Después le metí una mano por entre las suyas hasta llegar a sus pechos, le comencé a amasar y apretar las tetas, esto me excitaba más aún, yo empezaba a notar que estaba apunto de acabar, la insultaba para humillarla más y sentir su sumisión ante mí.
Cuando noté que estaba a punto de terminar le saqué la pija de la boca y le dije queme mirase, cuando lo hizo continué diciéndole que ahora iba a abrir su boca, le iba a meter mi pija hasta la mitad e iba a chupar fuerte mi pija hasta que note que acababa, pero que no podía tocar mi miembro con sus manos, que yo le cogía su boca y le echaba mi leche dentro de su boca, que quería que no cayese nada de sus labios, que se tragara todo el semen y no dejara de chupármela hasta que yo se lo ordenase, todo lo aceptó ella afirmando con la cabeza.
Dicho esto le ordené que se metiese en la boca mi pija y me la chupase como la gran puta que era, ella me respondió que sí, que yo era su amo, que le echase toda la leche en su boquita. Metí mi verga en su boca hasta la mitad, para después metérsela hasta el final, ella se quedó sorprendida, no era lo planeado, no dijo nada, agarré su cabeza y me la atraje hacia mí, metiéndole mi pija hasta el fondo, no tardó nada en dar arcadas y en abrir la boca lo que podía para poder respirar, le saqué mi miembro de su boca, le agarré la cabeza y se la metí de nuevo, ella no dejaba de dar arcadas, esto me excitaba mucho, le saqué nuevamente la pija y le dije que se la iba a meter otra vez que abriese la boca, ella lo hizo aunque con la cabeza decía que no, se quejaba levemente, se la metí y otra vez empezó a dar arcadas con mi pija dentro de su boca, se la saqué, agarré su cabeza y comencé a cogerme su boca, le metía mi pija y se la sacaba a una buena velocidad, ella con su boca abierta, recibiendo mi verga una y otra vez.
Llegó el momento en el que iba a acabar, en ese momento apreté contra mí con mis manos su cabeza, metiéndole la pija hasta el fondo de la boca, y después empecé a acabar, soltando un torrente de semen en el final de su boca, sobre su garganta, Vero no dejaba de dar arcadas, yo le apretaba su cabeza contra mi miembro, para que no se escapara, le decía que no se sacase mi verga de su boca, que fuera una buena zorrita. Poco a poco dejó de moverse y empezó a chupármela muy despacio, para facilitar mi orgasmo, yo le decía que se lo tragase como la puta que era, que se bebiese toda mi leche.
Acabe abundantemente, ella se tragó todo dándome mucho placer, nos tumbamos en la cama uno frente al otro, ella con su cara a la altura de mi pija, la cual tenía metida en su boca, disfrutando de mis restos de semen. Finalmente le ordené que nos durmiésemos así, con la pija metida en su boca, así lo hicimos. Al despertarme pude contemplarla aún dormida, con mi pija en su boca, era una imagen fantástica, poco después se despertó, miró el reloj y me dijo que era muy tarde, que debía de irse a su casa, se vistió y se fue dándome las gracias por la noche tan agradable que le di.
1 comentarios - La dominada!