Mi historia con mi ex suegra 100% real (aunque cueste creerlo).
Hola todos, muchas gracias por darse el tiempo de leer mi historia y como dice el título, sí, así fue y si bien suena muy ideal no duró mucho tiempo, sólo dos semanas que aproveché todo lo que pude. En fin, no lo hice por vengarme de mi ex novia ni nada parecido sino que se dio porque coincidieron varios factores. Y bueno, ya que estamos, no quiero dejar de compartir mi historia con ustedes.
Para que se hagan una idea de cómo era ella, se parece a esta mujer de la foto pero con el cabello castaño oscuro y más busto:
¿Qué me lleva a contarles y compartir con ustedes esto? Bueno, primero porque acá muchos compartieron y comparten sus historias y uno se da cuenta cuando es real, cuando no lo es, cuando es mitad y mitad o cuando es más que menos en otros casos. Y segundo porque creo que a algunos les habrá pasado algo parecido, quiero decir, encontrarse con una mujer mayor que no es bien “atendida” por su marido, que tiene ganas de que se les preste atención, que se las cuide, que se las quiera bien, o sea, ser tratadas como se merecen y como tiene que ser, ¿o no muchachos? Y cuando no es así y bueno, buscan en otro lo que les falta en casa.
Jamás pensé que yo iba a ser aquel que se encargara de suplir las necesidades de una mujer casada y encima de todo de mi ex suegra. Suena bizarro leerlo imagínense estar ahí y escribirlo ahora.
Bien, cómo pasó esta hermosa mujer a ser mi ex suegra sin ningún tipo de atractivo a convertirse en una MILF, bueno, todo empezó con mi ex novia (historia que conté en mis otros tres posteos). Su familia siempre me trató muy bien, su papá es policía, su mamá ama de casa y un hermano menor adolescente. Su papá de nombre “Gerardo” es un tipo de más o menos 43 años, seco para hablar, estricto pero conmigo siempre se mostró amable y respetuoso. Su señora esposa de nombre “Sandra”, mi ex suegra, es una mujer de 40 años, tez blanca, cabello oscuro lacio, un poco pechugona, buen cuerpo (mejor que el de su hija por cierto, o sea, mi novia en ese momento, debo decirlo ahora que los pude comparar, nobleza obliga) pero con un carácter un poco antipático, claro cuando yo estaba compartiendo con ellos se cuidaba de ser así pero uno se da cuenta cuando una persona no está bien de ánimo o irritable y en este caso me di cuenta con el tiempo que a mi suegra algo le pasaba. Me percaté que su relación con su esposo era tosca, áspera, nada de cariños expresados en público y ni hablemos de un comentario lindo hacia el otro.
Ok, no era mi problema, aparte muchas parejas después de pasar un par de años juntos, hijos y quilombos más, quilombos menos se mantienen juntos por inercia o porque no saben dónde ir, ¿no? A veces el caso más parecido a este es el de nuestros propios padres.
Como les decía, durante el último tramo de mi relación con mi ex novia iba poco a su casa, el trato con su familia como dije anteriormente siempre fue el mejor, una de las últimas veces que fui sin querer dejé unos libros y apuntes de lo que estaba estudiando en ese momento. Con todo ese tema de la ruptura y hastío que yo cargaba encima me re olvidé de eso. Tuve que comunicarme con la forra de mi ex y pedirle por favor que me acercara esos libros, me respondió que estaba en Buenos Aires en la casa de su tía y que no sabía cuándo iba a volver pero si quería podía pasar por su casa que su mamá me los daba… Sí, claro.
Junté la poca onda que tenía y me fui hasta su casa una tarde entre semana. Llegué y me atiende mi ex suegra, me hace pasar hablamos de esas cosas protocolares que hablan las personas que saben que tienen que cumplir con el otro nada más pero eso se dispersó cuando le pregunté a ella cómo estaba, qué andaba haciendo y ahí nomás me preguntó si quería tomar un mate total no tenía nada que hacer, ya había hecho los quehaceres de la casa y su marido no volvía hasta el otro día a la tarde porque estaba haciendo guardia o algo parecido y su otro hijo estaba en la casa de un compañero del cole.
Hablando y hablando se hizo de noche, esa mujer necesitaba hablar, que la escuchen, en fin un poco de atención, se notaba y yo empecé a mirarla de otra forma, como una mujer linda, mayor que yo y que me empezaba a calentar.
Entonces me preguntó si quería quedarme a cenar, iba a preparar unas empanadas. Bueno, sí, me quedo, qué me importa.
A esa altura yo la tuteaba, total para qué tantas formalidades si ya no teníamos nada en común y no nos unía nada, éramos ex yerno y ex suegra, creo que nunca la había escuchado o visto sonreír tanto como en esa tarde/noche. Mientras comíamos la charla era distendida, con algunos chistes o gastadas pero hasta ahí. Entonces aprovechando la confianza le pregunto cómo iban las cosas con Gerardo, su marido, y me dice lo que ya sospechaba, no pasaba nada, no me dijo mucho pero era eso. Aproveché para decirle, mientras apoyaba mi mano sobre la de ella y mi corazón aceleraba a mil por hora, que era una mujer hermosa y que cualquier hombre sería un afortunado en estar con ella, no se hacen una idea la cara que puso, entre sorprendida y asustada. Aclaré que se lo decía con todo respeto, pero que se imaginara que hasta para mí era una mujer hermosa, ahí sí lo que esperaba era una cachetada o que me echara de su casa pensaba, pero saben que no, se puso colorada, sonrió, me levanté y la abracé. No sé lo que estaba haciendo, puro instinto, calentura… Bueno lo que sea.
Quedamos un buen rato abrazados, pasee mis brazos por su espalda a modo de caricias, ella no decía nada, yo sentía el corazón de ella a mil también y creo que ella sentía mis latidos también. La miré y sin darle tiempo a que diga algo le di un beso corto y después otro, dándole tiempo a que se sintiera en confianza, esta vez con lengua. No dimensionaba lo que estaba pasando, de lo que estaba haciendo, me sentía muy bien y con muchísima adrenalina. Este segundo beso fue más prolongado, con mucha lengua. Sabiendo, o más bien queriendo, como terminara eso, la doy vuelta colocándola espaldas a mí y empiezo a acariciarle las tetas, a besarla en el cuello, metí mi mano debajo de su remera hasta que bajé por su vientre, ella puso su mano sobre la mía pero no me apartó, sólo me acompañaba. Al mismo tiempo yo estaba con la pija re dura, como se imaginarán, y la apoyaba sobre su cola mientras ella se movía. Sí, lo sé, era una locura y poco creíble toda esa situación pero me sentía muy excitado por esta hermosa mujer que tiempo atrás era mi suegra y ahora era una MILF a la que me la quería coger.
Con tanto franeleo le pregunto si podíamos ir a su pieza, me agarra de la mano y me lleva cuando me acuerdo que no tenía forros, le digo que me esperara que iba a buscar forros y me dice que no hacía falta que después que tuvo a “Juan”, su segundo hijo, se había ligado las trompas (Ok, me bastaba con un: “no, no hace falta” pero bueno valía la aclaración), creo que en ese momento yo no pisaba el suelo, flotaba en el aire directamente de la felicidad.
Lo primero que quise hacerle era chuparle la concha. Nos desvestimos con caricias de por medio, acaricié y apreté sus tetas, chupé y mordisqueé esos ricos pezones y estando completamente desnudos fui consciente que tenía enfrente a una mujer hermosa que había pasado por dos embarazos y sin embargo conservaba un cuerpo bien tonificado, con algo estrías y celulitis pero seamos sinceros qué mujer normal con dos embarazos encima y de 40 años no las tiene. Desnudos y acariciándonos estábamos cuando la senté empujándola suavemente para que se recueste boca arriba mientras abría sus piernas y me dirigía a chuparle esa concha que estaba sin depilar pero riquísima, empecé muy suave dándole besos hasta que empecé a mandarle lengua acompañado de la mejor música para ese momento: los suspiros de ella.
Le comí la concha un buen rato, sin apurarme y disfrutando todo lo que podía, ella me acariciaba la cabeza y suspiraba con mucho gozo. Nos besamos un poco y ella me empezó a acariciar la pija, no le di tiempo a que me haga un pete, yo quería meterme dentro de ella. Cuando entré en su concha traté de no volverme loco, me calmé lo más que pude y me moví lo más lento y calmado posible, ella seguía suspirando y mandando su cabeza hacia atrás dejándome el cuello libre para besos y mordiscones (pocos no sea cosa que le quedasen mercas, ¿no?).
Después del inicial e obligatorio misionero la di vuelta y la puse de cuatro, que imagen más excitante ¡por favor! Mientras me la cogía ella se agarraba de las sábanas y con una cara de disfrute que se reflejaba en su sonrisa. No aguanté y le pegué un chirlo, “¡Ay!” gritó y siguió gimiendo. No dejaba de acariciarla, de traerla hacia mí y besarla hasta que no aguanté más y acabé bien adentro de esa rica y cuarentona concha. Ni se me pasó por la cabeza su hija, o sea mi ex, su marido ni su otro hijo, lo único que sabía que me estaba garchando a esta mujer y ella lo estaba disfrutando.
Una vez que acabé me quedé adentro de ella y como seguía duro lo hicimos otra vez, esta vez ella también tuvo su merecido orgasmo, me abrazó tan fuerte que creo que me dejó un buen arañazo en la espalda. Señal de satisfacción.
Era de noche y tarde, por cierto. Me invita a quedarme y si se preguntan por los vecinos por suerte su barrio tenía casas que estaban bastante alejadas unas de otras así que el tema de los vecinos buchones no era un problema. Me quedé por supuesto y dormimos juntos, cogimos una tercera vez, hicimos un rico 69, ella me la chupó con mucho gusto y ganas. Al momento de dormirnos yo me despertaba a cada rato pensando que era una especie de sueño húmedo pero no, era mi ex suegra la que estaba ahí y estaba hermosa.
Por la mañana siento que se levanta y me dice que me quede acostado un rato más, se iba a bañar. Me quedé tirado mirando el techo sin poder creer todo lo que estaba pasando. Y a todo esto ¿ustedes se piensan que el marido le mandó un mensaje, el hijo o la hija para decirle cómo estaban o para saber cómo estaba ella? No, nada. De los hijos no extraña pero del marido bueno… No hace falta decir nada.
Me levanto, me voy al baño y cuando me escucha se acerca y me dice que si me quería bañar había una toalla para mí en el baño, demasiada amabilidad y atención por parte de ella. Una vez limpio me voy hasta la cocina y ahí estaba ella, reluciente, contenta, nunca la vi así, ni siquiera cuando salía con su hija. La abracé desde atrás y con una calentura bárbara mandé mano a su entrepierna, le bajé la calza y la bombacha que tenía puesta y ahí nomás en la cocina, parados empezamos a coger, eso era un sueño, una película, no sé… Acabo bien adentro de su concha y cuando me salgo ella se da vuelta, se agacha y me la empieza a chupar sin dejar de mirarme a los ojos. Increíble.
Almorzamos, hablamos de cualquier cosa y antes de irme hablamos de eso que no hablamos: ¿qué hacemos después de esto? ¿Nos volvemos a ver una vez más aunque sea? Le digo que entiendo si no quiere saber más nada porque desde el vamos todo esto es una locura, me dice que una vez más puede ser pero en mi departamento, un dúplex más o menos que podía pagar con lo que ganaba en ese momento pero que a mí me alcanzaba para hacer la mía. Quedamos en que ella me iba a mensajear.
Yo seguía sorprendido por todo, no hace falta repetir el por qué, pero el hecho de tener mi primer experiencia con una MILF y encima que haya sido mi ex suegra no dejaba de volarme la cabeza.
Pasaron unos días y me llega un mensaje de ella, me dice que iba a estar cerca de mi depto. haciendo unos trámites y que si yo no tenía nada que hacer podíamos vernos, no me importó lo que tenía programado para ese día, lo suspendí, le respondí que estaba libre y nos pusimos de acuerdo en el lugar de encuentro para después venir a mi depto.
Ni bien cerré la puerta nos comimos la boca y paseamos nuestros brazos y manos por el cuerpo del otro, una calentura bárbara. La llevo a mi pieza y cuando le termino de bajar la bombacha veo que tenía depilada la concha, ¡qué rico, la puta madre! Cuando la empiezo a besar y pasar la lengua me dice que su marido la vio y le preguntó desde cuando se depilaba ahí a lo que ella le respondió con una carcajada y un “porque se me ocurrió” y listo, según ella, él no se hizo cargo de nada, para variar.
De nuevo me tomé todo el tiempo del mundo para saborear esa rica y depilada concha de MILF. Me hizo una buena turca con sus tetas, de cuatro no dejé de darle chirlos y hacerlo un poco más fuerte que la primera vez. Acabar adentro de ella fue riquísimo. Lo hicimos dos veces, la segunda fue un poco más suave y duró más tiempo. Se subió arriba mío y me cabalgó un buen rato, nos besamos mucho en especial cuando yo acabé la segunda vez y después cuando acabó ella.
Comimos una pizza que mandé pedir, nos dimos un fuerte abrazo y cuando se fue no nos dijimos nada, creo que no hacía falta. Yo borré ese mensaje que ella me mandó, nunca anoté su número y ella creo que hizo lo mismo porque nunca más la vi ni de casualidad. Fue algo de ese momento que se dio y funcionó.
No me arrepiento de nada, pero tampoco quise tirar de la cuerda e intentar contactarme de nuevo con Sandra, sabía que estaba su familia y que no daba para andar a las escondidas porque al final uno se termina delatando y para ella su familia era todo lo que tenía aunque en el fondo yo sé que no era muy feliz y que un poco de atención y cuidado para ella por parte de su marido e hijos era todo lo que necesitaba para sentirse bien y querida.
Y bueno si llegaron hasta acá gracias por leer esta historia que guardo en mi memoria y espero que hayan disfrutado de este relato de mi primer experiencia con una MILF y que además de todo fue mi ex suegra.
Gracias.
Hola todos, muchas gracias por darse el tiempo de leer mi historia y como dice el título, sí, así fue y si bien suena muy ideal no duró mucho tiempo, sólo dos semanas que aproveché todo lo que pude. En fin, no lo hice por vengarme de mi ex novia ni nada parecido sino que se dio porque coincidieron varios factores. Y bueno, ya que estamos, no quiero dejar de compartir mi historia con ustedes.
Para que se hagan una idea de cómo era ella, se parece a esta mujer de la foto pero con el cabello castaño oscuro y más busto:
¿Qué me lleva a contarles y compartir con ustedes esto? Bueno, primero porque acá muchos compartieron y comparten sus historias y uno se da cuenta cuando es real, cuando no lo es, cuando es mitad y mitad o cuando es más que menos en otros casos. Y segundo porque creo que a algunos les habrá pasado algo parecido, quiero decir, encontrarse con una mujer mayor que no es bien “atendida” por su marido, que tiene ganas de que se les preste atención, que se las cuide, que se las quiera bien, o sea, ser tratadas como se merecen y como tiene que ser, ¿o no muchachos? Y cuando no es así y bueno, buscan en otro lo que les falta en casa.
Jamás pensé que yo iba a ser aquel que se encargara de suplir las necesidades de una mujer casada y encima de todo de mi ex suegra. Suena bizarro leerlo imagínense estar ahí y escribirlo ahora.
Bien, cómo pasó esta hermosa mujer a ser mi ex suegra sin ningún tipo de atractivo a convertirse en una MILF, bueno, todo empezó con mi ex novia (historia que conté en mis otros tres posteos). Su familia siempre me trató muy bien, su papá es policía, su mamá ama de casa y un hermano menor adolescente. Su papá de nombre “Gerardo” es un tipo de más o menos 43 años, seco para hablar, estricto pero conmigo siempre se mostró amable y respetuoso. Su señora esposa de nombre “Sandra”, mi ex suegra, es una mujer de 40 años, tez blanca, cabello oscuro lacio, un poco pechugona, buen cuerpo (mejor que el de su hija por cierto, o sea, mi novia en ese momento, debo decirlo ahora que los pude comparar, nobleza obliga) pero con un carácter un poco antipático, claro cuando yo estaba compartiendo con ellos se cuidaba de ser así pero uno se da cuenta cuando una persona no está bien de ánimo o irritable y en este caso me di cuenta con el tiempo que a mi suegra algo le pasaba. Me percaté que su relación con su esposo era tosca, áspera, nada de cariños expresados en público y ni hablemos de un comentario lindo hacia el otro.
Ok, no era mi problema, aparte muchas parejas después de pasar un par de años juntos, hijos y quilombos más, quilombos menos se mantienen juntos por inercia o porque no saben dónde ir, ¿no? A veces el caso más parecido a este es el de nuestros propios padres.
Como les decía, durante el último tramo de mi relación con mi ex novia iba poco a su casa, el trato con su familia como dije anteriormente siempre fue el mejor, una de las últimas veces que fui sin querer dejé unos libros y apuntes de lo que estaba estudiando en ese momento. Con todo ese tema de la ruptura y hastío que yo cargaba encima me re olvidé de eso. Tuve que comunicarme con la forra de mi ex y pedirle por favor que me acercara esos libros, me respondió que estaba en Buenos Aires en la casa de su tía y que no sabía cuándo iba a volver pero si quería podía pasar por su casa que su mamá me los daba… Sí, claro.
Junté la poca onda que tenía y me fui hasta su casa una tarde entre semana. Llegué y me atiende mi ex suegra, me hace pasar hablamos de esas cosas protocolares que hablan las personas que saben que tienen que cumplir con el otro nada más pero eso se dispersó cuando le pregunté a ella cómo estaba, qué andaba haciendo y ahí nomás me preguntó si quería tomar un mate total no tenía nada que hacer, ya había hecho los quehaceres de la casa y su marido no volvía hasta el otro día a la tarde porque estaba haciendo guardia o algo parecido y su otro hijo estaba en la casa de un compañero del cole.
Hablando y hablando se hizo de noche, esa mujer necesitaba hablar, que la escuchen, en fin un poco de atención, se notaba y yo empecé a mirarla de otra forma, como una mujer linda, mayor que yo y que me empezaba a calentar.
Entonces me preguntó si quería quedarme a cenar, iba a preparar unas empanadas. Bueno, sí, me quedo, qué me importa.
A esa altura yo la tuteaba, total para qué tantas formalidades si ya no teníamos nada en común y no nos unía nada, éramos ex yerno y ex suegra, creo que nunca la había escuchado o visto sonreír tanto como en esa tarde/noche. Mientras comíamos la charla era distendida, con algunos chistes o gastadas pero hasta ahí. Entonces aprovechando la confianza le pregunto cómo iban las cosas con Gerardo, su marido, y me dice lo que ya sospechaba, no pasaba nada, no me dijo mucho pero era eso. Aproveché para decirle, mientras apoyaba mi mano sobre la de ella y mi corazón aceleraba a mil por hora, que era una mujer hermosa y que cualquier hombre sería un afortunado en estar con ella, no se hacen una idea la cara que puso, entre sorprendida y asustada. Aclaré que se lo decía con todo respeto, pero que se imaginara que hasta para mí era una mujer hermosa, ahí sí lo que esperaba era una cachetada o que me echara de su casa pensaba, pero saben que no, se puso colorada, sonrió, me levanté y la abracé. No sé lo que estaba haciendo, puro instinto, calentura… Bueno lo que sea.
Quedamos un buen rato abrazados, pasee mis brazos por su espalda a modo de caricias, ella no decía nada, yo sentía el corazón de ella a mil también y creo que ella sentía mis latidos también. La miré y sin darle tiempo a que diga algo le di un beso corto y después otro, dándole tiempo a que se sintiera en confianza, esta vez con lengua. No dimensionaba lo que estaba pasando, de lo que estaba haciendo, me sentía muy bien y con muchísima adrenalina. Este segundo beso fue más prolongado, con mucha lengua. Sabiendo, o más bien queriendo, como terminara eso, la doy vuelta colocándola espaldas a mí y empiezo a acariciarle las tetas, a besarla en el cuello, metí mi mano debajo de su remera hasta que bajé por su vientre, ella puso su mano sobre la mía pero no me apartó, sólo me acompañaba. Al mismo tiempo yo estaba con la pija re dura, como se imaginarán, y la apoyaba sobre su cola mientras ella se movía. Sí, lo sé, era una locura y poco creíble toda esa situación pero me sentía muy excitado por esta hermosa mujer que tiempo atrás era mi suegra y ahora era una MILF a la que me la quería coger.
Con tanto franeleo le pregunto si podíamos ir a su pieza, me agarra de la mano y me lleva cuando me acuerdo que no tenía forros, le digo que me esperara que iba a buscar forros y me dice que no hacía falta que después que tuvo a “Juan”, su segundo hijo, se había ligado las trompas (Ok, me bastaba con un: “no, no hace falta” pero bueno valía la aclaración), creo que en ese momento yo no pisaba el suelo, flotaba en el aire directamente de la felicidad.
Lo primero que quise hacerle era chuparle la concha. Nos desvestimos con caricias de por medio, acaricié y apreté sus tetas, chupé y mordisqueé esos ricos pezones y estando completamente desnudos fui consciente que tenía enfrente a una mujer hermosa que había pasado por dos embarazos y sin embargo conservaba un cuerpo bien tonificado, con algo estrías y celulitis pero seamos sinceros qué mujer normal con dos embarazos encima y de 40 años no las tiene. Desnudos y acariciándonos estábamos cuando la senté empujándola suavemente para que se recueste boca arriba mientras abría sus piernas y me dirigía a chuparle esa concha que estaba sin depilar pero riquísima, empecé muy suave dándole besos hasta que empecé a mandarle lengua acompañado de la mejor música para ese momento: los suspiros de ella.
Le comí la concha un buen rato, sin apurarme y disfrutando todo lo que podía, ella me acariciaba la cabeza y suspiraba con mucho gozo. Nos besamos un poco y ella me empezó a acariciar la pija, no le di tiempo a que me haga un pete, yo quería meterme dentro de ella. Cuando entré en su concha traté de no volverme loco, me calmé lo más que pude y me moví lo más lento y calmado posible, ella seguía suspirando y mandando su cabeza hacia atrás dejándome el cuello libre para besos y mordiscones (pocos no sea cosa que le quedasen mercas, ¿no?).
Después del inicial e obligatorio misionero la di vuelta y la puse de cuatro, que imagen más excitante ¡por favor! Mientras me la cogía ella se agarraba de las sábanas y con una cara de disfrute que se reflejaba en su sonrisa. No aguanté y le pegué un chirlo, “¡Ay!” gritó y siguió gimiendo. No dejaba de acariciarla, de traerla hacia mí y besarla hasta que no aguanté más y acabé bien adentro de esa rica y cuarentona concha. Ni se me pasó por la cabeza su hija, o sea mi ex, su marido ni su otro hijo, lo único que sabía que me estaba garchando a esta mujer y ella lo estaba disfrutando.
Una vez que acabé me quedé adentro de ella y como seguía duro lo hicimos otra vez, esta vez ella también tuvo su merecido orgasmo, me abrazó tan fuerte que creo que me dejó un buen arañazo en la espalda. Señal de satisfacción.
Era de noche y tarde, por cierto. Me invita a quedarme y si se preguntan por los vecinos por suerte su barrio tenía casas que estaban bastante alejadas unas de otras así que el tema de los vecinos buchones no era un problema. Me quedé por supuesto y dormimos juntos, cogimos una tercera vez, hicimos un rico 69, ella me la chupó con mucho gusto y ganas. Al momento de dormirnos yo me despertaba a cada rato pensando que era una especie de sueño húmedo pero no, era mi ex suegra la que estaba ahí y estaba hermosa.
Por la mañana siento que se levanta y me dice que me quede acostado un rato más, se iba a bañar. Me quedé tirado mirando el techo sin poder creer todo lo que estaba pasando. Y a todo esto ¿ustedes se piensan que el marido le mandó un mensaje, el hijo o la hija para decirle cómo estaban o para saber cómo estaba ella? No, nada. De los hijos no extraña pero del marido bueno… No hace falta decir nada.
Me levanto, me voy al baño y cuando me escucha se acerca y me dice que si me quería bañar había una toalla para mí en el baño, demasiada amabilidad y atención por parte de ella. Una vez limpio me voy hasta la cocina y ahí estaba ella, reluciente, contenta, nunca la vi así, ni siquiera cuando salía con su hija. La abracé desde atrás y con una calentura bárbara mandé mano a su entrepierna, le bajé la calza y la bombacha que tenía puesta y ahí nomás en la cocina, parados empezamos a coger, eso era un sueño, una película, no sé… Acabo bien adentro de su concha y cuando me salgo ella se da vuelta, se agacha y me la empieza a chupar sin dejar de mirarme a los ojos. Increíble.
Almorzamos, hablamos de cualquier cosa y antes de irme hablamos de eso que no hablamos: ¿qué hacemos después de esto? ¿Nos volvemos a ver una vez más aunque sea? Le digo que entiendo si no quiere saber más nada porque desde el vamos todo esto es una locura, me dice que una vez más puede ser pero en mi departamento, un dúplex más o menos que podía pagar con lo que ganaba en ese momento pero que a mí me alcanzaba para hacer la mía. Quedamos en que ella me iba a mensajear.
Yo seguía sorprendido por todo, no hace falta repetir el por qué, pero el hecho de tener mi primer experiencia con una MILF y encima que haya sido mi ex suegra no dejaba de volarme la cabeza.
Pasaron unos días y me llega un mensaje de ella, me dice que iba a estar cerca de mi depto. haciendo unos trámites y que si yo no tenía nada que hacer podíamos vernos, no me importó lo que tenía programado para ese día, lo suspendí, le respondí que estaba libre y nos pusimos de acuerdo en el lugar de encuentro para después venir a mi depto.
Ni bien cerré la puerta nos comimos la boca y paseamos nuestros brazos y manos por el cuerpo del otro, una calentura bárbara. La llevo a mi pieza y cuando le termino de bajar la bombacha veo que tenía depilada la concha, ¡qué rico, la puta madre! Cuando la empiezo a besar y pasar la lengua me dice que su marido la vio y le preguntó desde cuando se depilaba ahí a lo que ella le respondió con una carcajada y un “porque se me ocurrió” y listo, según ella, él no se hizo cargo de nada, para variar.
De nuevo me tomé todo el tiempo del mundo para saborear esa rica y depilada concha de MILF. Me hizo una buena turca con sus tetas, de cuatro no dejé de darle chirlos y hacerlo un poco más fuerte que la primera vez. Acabar adentro de ella fue riquísimo. Lo hicimos dos veces, la segunda fue un poco más suave y duró más tiempo. Se subió arriba mío y me cabalgó un buen rato, nos besamos mucho en especial cuando yo acabé la segunda vez y después cuando acabó ella.
Comimos una pizza que mandé pedir, nos dimos un fuerte abrazo y cuando se fue no nos dijimos nada, creo que no hacía falta. Yo borré ese mensaje que ella me mandó, nunca anoté su número y ella creo que hizo lo mismo porque nunca más la vi ni de casualidad. Fue algo de ese momento que se dio y funcionó.
No me arrepiento de nada, pero tampoco quise tirar de la cuerda e intentar contactarme de nuevo con Sandra, sabía que estaba su familia y que no daba para andar a las escondidas porque al final uno se termina delatando y para ella su familia era todo lo que tenía aunque en el fondo yo sé que no era muy feliz y que un poco de atención y cuidado para ella por parte de su marido e hijos era todo lo que necesitaba para sentirse bien y querida.
Y bueno si llegaron hasta acá gracias por leer esta historia que guardo en mi memoria y espero que hayan disfrutado de este relato de mi primer experiencia con una MILF y que además de todo fue mi ex suegra.
Gracias.
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