Silvia

Les voy a contar un sueño, ante la llamada de un cliente, fuí a revisar una computadora de su oficina, cuando llegué, bajo una impresionante lluvia, me atendió un empleado al que ya conocía que me hizo pasar, advirtiendome que con semejante tormenta, su jefe, quien me había llamado no vendría, no obstante pasé a revisar el aparato, en la oficina había dos escritorios, en el de la derecha estaba la que no funcionaba, me puse a revisarla y solo tenía un cable que se había soltado, en el otro escritorio el empleado se había apoyado y se puso a ver en la pantalla una porno, me asomé para ver que miraba y ví que estaba viendo porno gay, al darse cuenta que lo estaba observando, note que empezó a mover su culito al compás de los gemidos del chico penetrado, ante esa imágen me levante acercandome como para ver que estaba mirando. "me gustan los hombres", me dijo sin dejar de mirar la pantalla, ¿querés mirar conmigo? me dijo. A esta altura del partido, yo aprendí que no hay que desperdiciar ninguna invitación para hacer un culo, aunque fuera de un hombre y mayor de cincuenta, me acerqué por atrás y lo apoye, el apretó la cola contra mi bulto y empezó a franelearme; ante el tiempo qué hacía que no la ponía se me paró al toque, me bajé el pantalón, el hizo lo mismo con el suyo, me puse saliva en mis dedos y con ellos lubrique su agujerito, ya dilatado y comence a penetrarlo sin incovenientes, teniendolo ya con mi poronga ensartada ví en el escritorio una foto de una mujer atractiva, quien es esa linda mujer, pregunté, ella es Silvia me dijo, mi mujer; me olvidé con quien estaba y de repente estaba cogiendo con Silvia, sentí que mi pija crecía y se ponía más dura dentro de ese culo de hombre que de golpe se hizo mujer, por el hechizo de esa foto, bombeé dos o tres veces a fondo y derramé una copiosa cantidad de semen dentro de ese culo, que imaginé de mujer, la mujer del cuadro, Silvia, a quien no conocía pero con quien había tenido el mejor sexo de los últimos tiempos, cuando la saquè chorreando volví a la realidad, pero al parecer no me equivocaba, ya que mirándome mi compañero sexual momentáneo me dijo:"Cuando nos vemos para coger de nuevo", a lo que le contesté "Cuando quieras, pero traé tambien a Silvia".