Detrás de la lente ( final)

p { margin-bottom: 0.25cm; line-height: 120%; }Yoaproveché y pensé en filmar el resto de la escena desde la ventanadel dormitorio, aprovechando que Richard había dejado la puerta sinllave. Rápidamente dí la vuelta a la cerca, llegué hasta la puertadel garaje y entré en la casa, subiendo de prisa por la escalerahasta llegar a la habitación cuyas ventanas daban al parque. Perotodo iba a ser mas complicado.
CuandoNatalia estaba mirando hacia los trabajadores y empezaba a salir dela piscina, volvió el auto de Richard, y esta vez, al no estarenceguecida por los machos ella lo oyó, y se quedó en la pileta.
Richardguardó el auto y yo me asusté. ¿ Cómo iba a salir del lugar dondeestaba sin que me vieran?
Elmarido se asomó al parque y llamó a su esposa, quien rápidamentesalió de la piscina, se secó con un toallón y se dirigió hacia lacasa.
- Teespero arriba, dijo Richard, cuando ella se acercaba a la casa.
Yo, apresuradamente salí de la habitación donde estaba y me metí enun vestidor que estaba fuera de la habitación en una puertacontigua. Temblaba pensando que pudieran encontrarme.
Richardpasó hacia la habitación y cerró la puerta. Natalia, al rato,siguió el mismo camino. Tuve miedo por lo que el marido pudierahacer ante lo que había visto. Pensé en llamar a la policía. Meimaginé una situación violenta y trágica para mi pobre amiga.
Lapuerta se entreabrió unos centímetros y pude escuchar lo quehablaban.
- ¿La pasaste bien esta tarde? Preguntó Richard muy sereno.
-Ssi,mi amor. Disfruté del agua, dijo mi amiga y sonaba mas que culpable.
- Tevoy a ahorrar las mentiras, mi amor. Tienes que saber que volví caside inmediato, y pude ver lo que estaba pasando en el parque
- Miamor, yo estaba borracha. Te aseguro que no me di cuenta de nada,hasta que fue tarde, dijo Natalia con voz temblorosa.
-Hmmm, me gustaría creerte. Pero no tiene importancia. Lo importantees como me puso lo que ví, así que ahora te vas a arrodillar y vasa venir hasta mí en cuclillas y me vas a chupar bien la verga, dijoRichard con una voz profunda.
Meacerqué al hueco entreabierto y pude ver a mi amiga caer de rodillasy a su marido desnudarse lentamente hasta dejar a la vista una vergaenfurecida. Nada que ver con la que portaban los jardineros, peropara nada despreciable. Mi amiga se acercó y de una se la metió enla boca. Richard la tomó del cuello y comenzó a tirar en su boca.
-Asi me gusta putita, así me gusta. No tienes que cogerte a losempleados que les sacas fuerzas para su trabajo, putita, le decíamientras se masturbaba en su boca.
Porinstinto yo había encendido la cámara y estaba filmando todo lo queocurría sin pensar en que pasaría si me descubrían.
Laescena era tan bizarra y retorcida que no pude menos que excitarme.
Luegode un rato, Richard hizo que se levantara y llevándola hasta la camahizo que se pudiera de espaldas a él, y con las manos apoyadas en elcolchón. En esa posición se acercó a su grupa y de una solaestocada la perforó hasta el fondo, haciendo que mi amiga gimieraante la brutal penetración. Luego comenzó un mete y saca furioso.
Laconcentración en la escena hizo que no me diera cuenta de lo quepasaba a mi alrededor, y no noté que el hijo del jardinero, curiosopor el llamado del marido, también había entrado a la casa.
Cuandosu mano tapó mi boca, recién tomé conciencia de su presencia.
-Shhh, dijo en un susurro. Si haces ruido te pierdes, dijo dominante.Y tenía razón. No iba a poder explicar que hacía allí filmando laintimidad de mis amigos.
-Mientras mi padre se tiraba a esa perra, te ví filmando, y tambiénlo ví al cornudo espiando lo que pasaba. Por eso subí. Me imaginéque había quedado caliente.
Suotra mano se ganó bajo mi pollera y filtrándose por el costada demi bombacha llegó hasta el charco que era mi sexo.
- Loque no imagine era que me encontraría con otra perra calentonadisponible, así que quédate quieta que te llevarás el premio, medijo sin dejar de tapar mi boca.
Escuchéel roce de ropa que se aflojaba y caía al suelo. La mano que estababajo mi pollera tomó el costada de mi bombacha y la arrancó de unsolo tirón. Una palanca dura y caliente se apoyó en mi sexo ylentamente sentí como mi cuerpo se llenaba de una lanza negra,gruesa y húmeda. Sin prisa, empujaba y empujaba, y pensé que nuncase terminaría hasta que por fin, su cuerpo se pegó al mio.
- Yaestá toda adentro, ahora te voy a bombear lentamente para que nogrites. De cualquier forma no te voy a liberar la boca. No quiero quecuando acabes como la puta que eres nos pierdas a los dos. Y uniendoel dicho al hecho, comenzó un vaivén desvastador.
Hacíarato que no tenía sexo y menos en una situación tan caliente.Alcancé a dar vuelta la cámara y ubicarla entre mis piernas, y alminuto comencé a correrme como había mucho que no me corría.Cuando mi amiga gritó en su habitación junto con su marido, sentíun chorro caliente que me inundaba como jamás lo habían hecho.Cuando mi amo terminó de vaciarse a placer, se retiró se acomodóla ropa y se fue como había venido. Luego de unos segundos yotambién me retiré rapidamente.
Yaen mi casa, revisé el video que había filmado. Las tomas de esaverga negra entrando en mi cuerpo eran maravillosas. Tuve otroorgasmo de solo verla. Me habían usado como una puta barata. Esto noiba a quedar así.
Ayerllamé al padre de mi violador, para que viniera a arreglar mijardín. Lo cómico es que en mi departamento no tengo ni una maceta,pero no importa, ya le encontraré algo para hacer, a él y a suhijo.

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