Dedicado a @CamiFue, protagonista, fuente de inspiracion y correctora!
El jueves a la tarde me llama mi amigo Martin:
-Che forro, estas al pedo hoy a la noche?
-No, que tenes planeado?
-Vamos a Ramos Mejia, hay un boliche que abrió hace unosmeses que dicen que esta bueno. Te va?
Y acepte. Antes que quedarme en casa, cualquier cosa. Saludea mis viejos y mis hermanos y me fui para lo de Martin. Ya en la calle,caminando, me arrepentia de haber aceptado, al otro dia tenia que ir a laburartemprano, hacer cosas para la facu… la verdad que salir un jueves, sabiendo queno existían las salidas tranquis saliendo con Martin era una complicación. Asique mi plan era entrar al boliche, tomar algo y volverme a casa. En lo deMartin estaba el Negro, otro amigo; mejor pensé… me puedo volver más temprano.
Arrancamos para el boliche después de unas birras. Llegamosa avenida Rivadavia y el negro se prende un porro que fumamos hasta la mitad.Cagandonos de risa llegamos al boliche donde de pedo nos dejó pasar elpatovica. Ahora si… a tomar algo y arrancar a casa.
Ya adentro nos tomamos unos tragos, hablamos un rato ycuando me estaba por decidir a ir… se para adelante nuestro una rubia quebailaba sola, movía cintura de un lado para el otro mientras miraba el celular…me volvía loco!!!
Tenía puesto un vestidito azul que le llegaba por arriba delas tetas hasta mitad de los muslos. La tela era finita por lo que al pegarse ala cola dejaba ver la tanguita metiéndose entre las nalgas.
No podía parar de mirarla cuando veo que el negro se acercay le empieza a hablar, se caga de la risa y empieza a bailarle., ella parecereírse y aceptar, en eso el negro nos llama y nos presenta…
-Se llama Cami, la amiga la dejo solita pobre…
-Uh que mala onda tu amiga che. Nosotros te hacemos compañíabonita!
Ahí la pude ver mejor. La rubia tenía unas tetas hermosas…paraditas, redonditas. La verdad… yo ya no podía más de las ganas demordérselas, y la verdad que en lo más mínimo pensé que eso podía llegar asuceder. Lo que pude notar es que la mina tenía un olor a escabio terrible...se la notaba bastante en pedo y suelta… cada vez me acercaba más a ellamientras bailábamos y nos cagabamos de risa con los pibes, rodeándola y diciéndolecosas al oido.
Cada tanto dejaba que mi mano le roce su cintura… vi que losdemás hacían lo mismo. Primero la tocaba con el dorso de la mano, ratitodespues con la yema de los dedos. Ella parecía dejarse, se estaba poniendo muycaliente el baile hasta que de repente nos dice…
-Me siento mal, y se va para afuera
Nos quedamos mirándonos sin saber que hacer…
-Ya fue, acompañemosla dijo el Negro.
En la calle la vimos apoyada contra el portón de salida, seagarraba la cabeza.
-Chicos tengo que un pedo que no puedo más, nos dice.
Ahi el negro la lleva hasta la esquina, y la sienta en uncanterito. Aprovechamos para fumar el porro que nos quedaba y Martin le diceque si quiere nosotros la acercábamos a la casa... Bien Martin! Pensé.
La mire con impaciencia… moria de ganas que diga que si…queria conseguir su numero de celu, o al menos tocarla disimuladamente una vezmas...
Para mi alegría acepta y nos vamos... cuando estábamos porentrar al auto el negro encara para atrás con ella. Yo voy del otro ladoquedando los dos con ella atras, en medio. Martin se quería matar... subimos alauto y empezamos a tratarlo de remisero.
En cuanto el auto arranco apoye mi mano en su pierna. Laapoye suavecito y deseando que no me diga nada... la miro... baja la cabeza ymira mi mano... pero no dice nada, se pone a escuchar las preguntas que lehacia el negro. En ese momento un escalofrio me recorrió el cuerpo... la sensaciónde sentir su piel tibia en mi mano, moverla despacito y sentir la suavidadrozando las yemas de mis dedos. Queria mandarle mano de una pero tenía miedo decagarla, me conformaba con recorrer su muslo con mi mano.
El negro la seguía chamuyando. Le acariciaba el pelo... lapancita... le subia de a poquito la pollerita sin que ella lo notara... Martinmiraba desde el espejo retrovisor, la calentura que teníamos atrás era increíble...
Mientras la acariciábamos el Negro le decía lo linda queestaba, que tenía una tez blanca hermosa, que era suave y que seguro deberíavolver loco a más de uno, las cosas típicas de pendejo alzado. Yo ya habíaempezado a levantarle la pollera de a poquito cuando el negro le acerca la caray le da un beso sobre sus labios. Ella sonríe y él le planta otro beso… y otro máshasta que ella separa sus labios y sus bocas quedan juntas. El negro sacaba sulengua, se la pasa por sus labios y se la metía en la boca para jugar con la deella que cerraba los ojos y se dejaba hacer.
La situación me calienta demasiado… asi que empiezo a darleunos besos arriba de sus hombros mientras veo como ella le agarra la cara al negroy se tranzan como desesperados.
Por mi parte lentamente segui jugando con el dorso de mimano en su muslo. Suave lo movia notando que ella estaba mas concentrada en susbesos con el Negro. De a poquito fui dando vuelta la mano y de a poco fui acariciándolaen ciruclos con la yema de los dedos. Me estaba por explotar la pija. La verdadque no podía mas.
Me movi un poco alejándome de ella, y tratando de no hacerlomuy notorio empece a correr su pierna hacia mi. Ella fue dejándose, quedando unpoquito mas abierta y con la pollera cerca de la cintura. Su tanguita blancafue demasiado… la veía metiéndose en su conchita y no pude mas… necesitabaacariciarla.
Fui subiendo la mano despacito, primero llegue al elástico dela tanguita, lo recorria con un dedo, y asi de a poco fui acercando a suconchita. Estaba en el paraíso, empenzando a presionar, empezando a sentir suvulva separado solo por la tanguita… “que lindo esto” pensaba cuando su mano seapoya en la mia y me la saca de tan hermosa situación. La miro… pienso que se estápor terminar todo, que el negro iba a ser el único privilegiado de la noche,pero ella ni me miraba, seguia a full recibiendo los besos del negro que ya laagarraba de los pelos de la nuca.
“De esta no te salvas pedazo de puta” pensé. Y le agarre lamano y se la apoye en mi pija. Al principio intento sacarla, pero presione másy con la otra mano volví a la carga sobre la tela de su tanga. El dedo mediosubiendo y bajando, recorriendo sus labios hasta llegar a su agujerito. Lonotaba húmedo. Ella dejo de intentar sacar su mano de mi pija.
Al ver que se dejaba no me resistí más y comencé a pasar mimano por debajo de su tanga. Asi, recorriendo su piel suave y depiladita lleguea sus labios vaginales… suavecitos y carnosos. Ahora mi boca se estaba haciendoagua.
Con mi dedo medio empece a jugar dentro de su concha. Estaba muy caliente yhúmeda. Saque la mano, mi dedo estaba empapado de sus jugos, viscosos ycaliente. Asi me lo lleve a la boca y sentí su sabor por primera vez. Cuanvovolvi a meter mi mano bajo su tanga sentí como la suya empezó a moverse porencima de mi pija. La apretaba, bajaba hasta acariciar los huevos y la recorriahasta la punta. Cada tanto dejaba la mano quieta y estoy seguro que podíasentir como latia mi pija por debajo de la tela.
Entre los ruidos que daban mientras se besaban se podían escuchar también losgemidos de Cami. Dos dedos mios se movían en circulo en su clítoris, mientrascon la otra mano le acariciaba sus tetas… podía sentir así su pezón duro ypuntiagudo.
A medida que pasaban los segundo más le apretaba las tetas, más se agitaba surespiración y mas mojada y caliente se notaba su conchita. Aproveche y empecé amasturbarla con dos dedos. Lo hacía despacito para sentir como su agujerito seabría fácilmente. Los dejaba unos segundos para luego sacarlos un poquito yvolver a meterlos… cada vez un poquito mas adentro. Ella largo otro gemidomientras le mordia los labios al Negro. La rubia estaba caliente a mas nopoder… se la estaban tranzando, le estaban manoseando las tetas, masturbando,todo junto en el asiento trasero de un auto, una madrugada cualquiera.
De a poco fui metiendo la mano por arriba del vestido hasta llegar a sus tetas.Movia mis dedos en círculo por sus pezones... se los apretaba... mientras conmi otra mano la seguía masturbando suavecito. Su concha cada vez más mojadapedía más. Con ayuda del negro empezamos a bajarle el vestido hasta dejarla entetas. Ahora si podiamos ver sus pezones rosados y gorditos. El negro siguió comiéndolela boca, agarrandola por los pelos de la nuca sin separarse un segundo. Ella devolvíalos besos y tambien lo agarraba de la nuca a el... Se notaban calientes. Elnegro con su mano libre empezó a bajarse el cierre del pantalon, yo por miparte comence a recorrer la piel de Cami con mi lengua. Primero su cuello...sus hombros... hasta que llegue a sus tetas... Con una mano las apretaba con lalengua le lamia los pezones suavecito... despues mordia un poquito y asi hastadarle mordiditas mas fuertes que la hacian gemir...
Cami podia sentir como dos dedos en su vagina se movian suavecito, sentia suspezones acariciados por mi lengua mientras se comian la boca con el negro...cada vez gemia mas y cada vez mas se mojaba... los dedos en la concha yaentraban enteros...
Lo que veia me volvia loco: La rubia estaba increible... respirando agitada consus tetas al aire... sus pezones hinchados, coloraditos y llenos de saliva...su tanguita blanca corrida a un costadito y su concha a nuestra disposicion...muy mojada, se notaba en la tanga y en nuestras manos. De repente, una nochecualquiera, Cami estaba mas puta que nunca... sentada en el asiento trasero deun desconocido, a punto de ser enfiestada. Ni siquiera deberia saber dondeestaba, ella solo cerraba los ojos y se dejaba llevar... estaba a punto derecibir tres pijas a la vez.
El negro logro desacerse de sua pantalones sin que me diera cuenta. Cuando lohago estaba agarrándola de la nuca, haciéndola bajar de su boca a su pija. Camise dejó llevar… cuando llego a la pija abrió y con su lengua recorrio todo eltronco. Hasta llegar a la cabeza y metérsela toda en la boca. La chupaba conmucha suavidad, el negro ya tenía los ojos en blanco, mientras yo continuabametiéndole los dedos hasta el fondo de su concha. Entraban y salían, los dejabaquietos en el fondo y hasta los hacia girar dentro de ella. Estábamos en elparaíso.
.-Che, que hermosa puta, pero dónde vamos? Pregunta Martin.
La enfiestada que teníamos en mente peligro al momento en que nos preguntamos adonde la llevábamos. Yo y el negro vivíamos con nuestras familias, no daba.Martin estaba de novio y no quería problemas, los telos no nos iban a dejarentrar de a 4…. Teníamos que hacer algo rápido, si nos quedábamos debatiendomucho tiempo la rubia podía llegar a arrepentirse. Así que Martin nos llevó auna plaza al lado de una gran fábrica. Acomodamos el auto de costado para queno se pudiera ver bien y tiramos nuestras camperas al piso. El negro seguiarecostado contra el respaldo mientras la rubia le devoraba la pija. Con susmanos marcándole el ritmo nos mira y nos dice…
.- La chupa increíble…
Martin que estaba completamente al palo y aún no había participado abre lapuerta de atrás y se sienta al lado. Se baja el pantalón y pone una mano decami sobre su pija. La rubia comienza a pajearlo. Asi estuvieron un rato, la rubiaempezó a intercambiar… le chupaba la pija un ratito a cada uno… yo los veía yno podía mas…
.- Veni… tráela. Le dije al negro, que se levanto y de la mano la hizoarrodillar sobre las prendas que tiramos al piso. La rodeamos los tres, yo erael único que faltaba sacar la pija afuera y asi lo hice..
Otra imagen que no me voy a olvidar.. La rubia arrodillada, con las tetas alaire masturbando al negro y a martin. Nuestras miradas se cruzan, y asi voysacado la pija de mi pantalón y la acerco a su boca. Ella la abre y empieza alamer mi glande. Primero suavecito, luego se empieza a meter toda la pijaadentro.
Despues de un rato martin le pide que se la chupe un rato a el.
Mientras ella muy obediente se inclino hacia la pija de Martin el negro se learrodillo atrás, le subio la pollera y empezó a sobarle el culo.
.- Que buen cuerpo tiene esta hija de puta… Mira que culo!!
Y diciendo esto le corrió la tanguita. Acerco su pija y asi desde atrás empezóa penetrarla de a poco.
La rubia suspiro, cerró los ojos y volvió a meterse la pija de Martin en laboca. Los dos le acariciábamos la nuca mientras veíamos la pija del negroperderse dentro de ella. Al rato vuelve a mi pija… el negro seguia con su metey saca despacio, pero yo podía sentir la presión q hacia. Cada vez que el negroempujaba también se metia mi pija más adentro de su boca.
Despues de un rato Martin cambio de posición con el Negro. Martin estaba unpoco mas alterado, la cogia con más fuerza, agarrándola de la cintura ypegándole terribles ensartadas. Entre nosotros ya comentábamos lo puta que era,le decíamos de todo. “Que rica puta” “… pero que bien chupa la pija…” “como tegusta pendeja…” Estabamos sacadisimos. Escuchabamos los chirlos que Martin ledaba en la cola... ella parecía no importarle. Se notaba que estaba bastante enpedo, pero eso no le quitaba disfrutar al máximo. La escuchábamos gemir y pedirmas. Martin le abria los cachetes de culo y nos invitaba a mirarlo. La colitase le abria toda. El agujero se mostraba hermoso para penetrarlo hasta no podermás. “Lastima no estar en un telo” pensé. “Esta putita esta para aprovecharlatoda”
Cuando no pude más de la calentura le dije a Martin de cambiar. Le pedí a larubia que se recueste sobre la ropa y empecé a cogerla boca arriba. Mi pija ibaentrando en su concha toda colorada de la garchada que le habían pegado elnegro y Martin. Mi pija fue entrando abriendo su conchita, recontra húmeda ycaliente a más no poder. Los pibes se arrodillaron de cada lado de ella y ahorala rubia chupaba las dos pijas a la vez. Movía su cabeza de izquierda aderecha, con las tetas al aire, tirada en el piso de una plaza y siendopenetrada por mi pija.
De a poco fui llevando un ritmo bastante rápido. Por momentos le dejaba solo lacabeza de mi pija para después presionar y enterrársela hasta el fondo. Martiny el negro le pellizcaban los pezones, yo le levante las piernas y empecé acogerla con más fuerza. La podía escuchar gemir y gemir, la verdad que lasituación estaba para internarse en un telo y no salir más. Pero el sol estabapor salir y la claridad nos decía que había que terminar en algún momento.Cuando la cogida se volvió más intensa la vi contraerse y sus gemidos sehicieron más largos. Su respiración más entrecortada. “Esta acabando pensé” yahí supe que iba a acabar yo también.
Saque mi pija de adentro suyo, me saque el forro y empecé a acabarle en lapanza. Toda la leche acumulada cayo caliente llenándole su ombligo, salpicandosus tetas. El negro tampoco aguanto más y apoyando la cabeza una de sus tetastambién le salpico toda su leche.
.- Tragas putita? Le pregunto Martin
Ella no contesto, solo saco la pija de Martin de su boca y siguió masturbándoloapuntando la pija a sus tetas. Martin fue el que más leche le derramo.
Ahí estábamos los cuatro, agitadísimos, colorados, en pelotas (ella más quenosotros). Notamos que algunos autos pasaban y miraban… era hora de retirarse... "Felices los cuatro"
El jueves a la tarde me llama mi amigo Martin:
-Che forro, estas al pedo hoy a la noche?
-No, que tenes planeado?
-Vamos a Ramos Mejia, hay un boliche que abrió hace unosmeses que dicen que esta bueno. Te va?
Y acepte. Antes que quedarme en casa, cualquier cosa. Saludea mis viejos y mis hermanos y me fui para lo de Martin. Ya en la calle,caminando, me arrepentia de haber aceptado, al otro dia tenia que ir a laburartemprano, hacer cosas para la facu… la verdad que salir un jueves, sabiendo queno existían las salidas tranquis saliendo con Martin era una complicación. Asique mi plan era entrar al boliche, tomar algo y volverme a casa. En lo deMartin estaba el Negro, otro amigo; mejor pensé… me puedo volver más temprano.
Arrancamos para el boliche después de unas birras. Llegamosa avenida Rivadavia y el negro se prende un porro que fumamos hasta la mitad.Cagandonos de risa llegamos al boliche donde de pedo nos dejó pasar elpatovica. Ahora si… a tomar algo y arrancar a casa.
Ya adentro nos tomamos unos tragos, hablamos un rato ycuando me estaba por decidir a ir… se para adelante nuestro una rubia quebailaba sola, movía cintura de un lado para el otro mientras miraba el celular…me volvía loco!!!
Tenía puesto un vestidito azul que le llegaba por arriba delas tetas hasta mitad de los muslos. La tela era finita por lo que al pegarse ala cola dejaba ver la tanguita metiéndose entre las nalgas.
No podía parar de mirarla cuando veo que el negro se acercay le empieza a hablar, se caga de la risa y empieza a bailarle., ella parecereírse y aceptar, en eso el negro nos llama y nos presenta…
-Se llama Cami, la amiga la dejo solita pobre…
-Uh que mala onda tu amiga che. Nosotros te hacemos compañíabonita!
Ahí la pude ver mejor. La rubia tenía unas tetas hermosas…paraditas, redonditas. La verdad… yo ya no podía más de las ganas demordérselas, y la verdad que en lo más mínimo pensé que eso podía llegar asuceder. Lo que pude notar es que la mina tenía un olor a escabio terrible...se la notaba bastante en pedo y suelta… cada vez me acercaba más a ellamientras bailábamos y nos cagabamos de risa con los pibes, rodeándola y diciéndolecosas al oido.
Cada tanto dejaba que mi mano le roce su cintura… vi que losdemás hacían lo mismo. Primero la tocaba con el dorso de la mano, ratitodespues con la yema de los dedos. Ella parecía dejarse, se estaba poniendo muycaliente el baile hasta que de repente nos dice…
-Me siento mal, y se va para afuera
Nos quedamos mirándonos sin saber que hacer…
-Ya fue, acompañemosla dijo el Negro.
En la calle la vimos apoyada contra el portón de salida, seagarraba la cabeza.
-Chicos tengo que un pedo que no puedo más, nos dice.
Ahi el negro la lleva hasta la esquina, y la sienta en uncanterito. Aprovechamos para fumar el porro que nos quedaba y Martin le diceque si quiere nosotros la acercábamos a la casa... Bien Martin! Pensé.
La mire con impaciencia… moria de ganas que diga que si…queria conseguir su numero de celu, o al menos tocarla disimuladamente una vezmas...
Para mi alegría acepta y nos vamos... cuando estábamos porentrar al auto el negro encara para atrás con ella. Yo voy del otro ladoquedando los dos con ella atras, en medio. Martin se quería matar... subimos alauto y empezamos a tratarlo de remisero.
En cuanto el auto arranco apoye mi mano en su pierna. Laapoye suavecito y deseando que no me diga nada... la miro... baja la cabeza ymira mi mano... pero no dice nada, se pone a escuchar las preguntas que lehacia el negro. En ese momento un escalofrio me recorrió el cuerpo... la sensaciónde sentir su piel tibia en mi mano, moverla despacito y sentir la suavidadrozando las yemas de mis dedos. Queria mandarle mano de una pero tenía miedo decagarla, me conformaba con recorrer su muslo con mi mano.
El negro la seguía chamuyando. Le acariciaba el pelo... lapancita... le subia de a poquito la pollerita sin que ella lo notara... Martinmiraba desde el espejo retrovisor, la calentura que teníamos atrás era increíble...
Mientras la acariciábamos el Negro le decía lo linda queestaba, que tenía una tez blanca hermosa, que era suave y que seguro deberíavolver loco a más de uno, las cosas típicas de pendejo alzado. Yo ya habíaempezado a levantarle la pollera de a poquito cuando el negro le acerca la caray le da un beso sobre sus labios. Ella sonríe y él le planta otro beso… y otro máshasta que ella separa sus labios y sus bocas quedan juntas. El negro sacaba sulengua, se la pasa por sus labios y se la metía en la boca para jugar con la deella que cerraba los ojos y se dejaba hacer.
La situación me calienta demasiado… asi que empiezo a darleunos besos arriba de sus hombros mientras veo como ella le agarra la cara al negroy se tranzan como desesperados.
Por mi parte lentamente segui jugando con el dorso de mimano en su muslo. Suave lo movia notando que ella estaba mas concentrada en susbesos con el Negro. De a poquito fui dando vuelta la mano y de a poco fui acariciándolaen ciruclos con la yema de los dedos. Me estaba por explotar la pija. La verdadque no podía mas.
Me movi un poco alejándome de ella, y tratando de no hacerlomuy notorio empece a correr su pierna hacia mi. Ella fue dejándose, quedando unpoquito mas abierta y con la pollera cerca de la cintura. Su tanguita blancafue demasiado… la veía metiéndose en su conchita y no pude mas… necesitabaacariciarla.
Fui subiendo la mano despacito, primero llegue al elástico dela tanguita, lo recorria con un dedo, y asi de a poco fui acercando a suconchita. Estaba en el paraíso, empenzando a presionar, empezando a sentir suvulva separado solo por la tanguita… “que lindo esto” pensaba cuando su mano seapoya en la mia y me la saca de tan hermosa situación. La miro… pienso que se estápor terminar todo, que el negro iba a ser el único privilegiado de la noche,pero ella ni me miraba, seguia a full recibiendo los besos del negro que ya laagarraba de los pelos de la nuca.
“De esta no te salvas pedazo de puta” pensé. Y le agarre lamano y se la apoye en mi pija. Al principio intento sacarla, pero presione másy con la otra mano volví a la carga sobre la tela de su tanga. El dedo mediosubiendo y bajando, recorriendo sus labios hasta llegar a su agujerito. Lonotaba húmedo. Ella dejo de intentar sacar su mano de mi pija.
Al ver que se dejaba no me resistí más y comencé a pasar mimano por debajo de su tanga. Asi, recorriendo su piel suave y depiladita lleguea sus labios vaginales… suavecitos y carnosos. Ahora mi boca se estaba haciendoagua.
Con mi dedo medio empece a jugar dentro de su concha. Estaba muy caliente yhúmeda. Saque la mano, mi dedo estaba empapado de sus jugos, viscosos ycaliente. Asi me lo lleve a la boca y sentí su sabor por primera vez. Cuanvovolvi a meter mi mano bajo su tanga sentí como la suya empezó a moverse porencima de mi pija. La apretaba, bajaba hasta acariciar los huevos y la recorriahasta la punta. Cada tanto dejaba la mano quieta y estoy seguro que podíasentir como latia mi pija por debajo de la tela.
Entre los ruidos que daban mientras se besaban se podían escuchar también losgemidos de Cami. Dos dedos mios se movían en circulo en su clítoris, mientrascon la otra mano le acariciaba sus tetas… podía sentir así su pezón duro ypuntiagudo.
A medida que pasaban los segundo más le apretaba las tetas, más se agitaba surespiración y mas mojada y caliente se notaba su conchita. Aproveche y empecé amasturbarla con dos dedos. Lo hacía despacito para sentir como su agujerito seabría fácilmente. Los dejaba unos segundos para luego sacarlos un poquito yvolver a meterlos… cada vez un poquito mas adentro. Ella largo otro gemidomientras le mordia los labios al Negro. La rubia estaba caliente a mas nopoder… se la estaban tranzando, le estaban manoseando las tetas, masturbando,todo junto en el asiento trasero de un auto, una madrugada cualquiera.
De a poco fui metiendo la mano por arriba del vestido hasta llegar a sus tetas.Movia mis dedos en círculo por sus pezones... se los apretaba... mientras conmi otra mano la seguía masturbando suavecito. Su concha cada vez más mojadapedía más. Con ayuda del negro empezamos a bajarle el vestido hasta dejarla entetas. Ahora si podiamos ver sus pezones rosados y gorditos. El negro siguió comiéndolela boca, agarrandola por los pelos de la nuca sin separarse un segundo. Ella devolvíalos besos y tambien lo agarraba de la nuca a el... Se notaban calientes. Elnegro con su mano libre empezó a bajarse el cierre del pantalon, yo por miparte comence a recorrer la piel de Cami con mi lengua. Primero su cuello...sus hombros... hasta que llegue a sus tetas... Con una mano las apretaba con lalengua le lamia los pezones suavecito... despues mordia un poquito y asi hastadarle mordiditas mas fuertes que la hacian gemir...
Cami podia sentir como dos dedos en su vagina se movian suavecito, sentia suspezones acariciados por mi lengua mientras se comian la boca con el negro...cada vez gemia mas y cada vez mas se mojaba... los dedos en la concha yaentraban enteros...
Lo que veia me volvia loco: La rubia estaba increible... respirando agitada consus tetas al aire... sus pezones hinchados, coloraditos y llenos de saliva...su tanguita blanca corrida a un costadito y su concha a nuestra disposicion...muy mojada, se notaba en la tanga y en nuestras manos. De repente, una nochecualquiera, Cami estaba mas puta que nunca... sentada en el asiento trasero deun desconocido, a punto de ser enfiestada. Ni siquiera deberia saber dondeestaba, ella solo cerraba los ojos y se dejaba llevar... estaba a punto derecibir tres pijas a la vez.
El negro logro desacerse de sua pantalones sin que me diera cuenta. Cuando lohago estaba agarrándola de la nuca, haciéndola bajar de su boca a su pija. Camise dejó llevar… cuando llego a la pija abrió y con su lengua recorrio todo eltronco. Hasta llegar a la cabeza y metérsela toda en la boca. La chupaba conmucha suavidad, el negro ya tenía los ojos en blanco, mientras yo continuabametiéndole los dedos hasta el fondo de su concha. Entraban y salían, los dejabaquietos en el fondo y hasta los hacia girar dentro de ella. Estábamos en elparaíso.
.-Che, que hermosa puta, pero dónde vamos? Pregunta Martin.
La enfiestada que teníamos en mente peligro al momento en que nos preguntamos adonde la llevábamos. Yo y el negro vivíamos con nuestras familias, no daba.Martin estaba de novio y no quería problemas, los telos no nos iban a dejarentrar de a 4…. Teníamos que hacer algo rápido, si nos quedábamos debatiendomucho tiempo la rubia podía llegar a arrepentirse. Así que Martin nos llevó auna plaza al lado de una gran fábrica. Acomodamos el auto de costado para queno se pudiera ver bien y tiramos nuestras camperas al piso. El negro seguiarecostado contra el respaldo mientras la rubia le devoraba la pija. Con susmanos marcándole el ritmo nos mira y nos dice…
.- La chupa increíble…
Martin que estaba completamente al palo y aún no había participado abre lapuerta de atrás y se sienta al lado. Se baja el pantalón y pone una mano decami sobre su pija. La rubia comienza a pajearlo. Asi estuvieron un rato, la rubiaempezó a intercambiar… le chupaba la pija un ratito a cada uno… yo los veía yno podía mas…
.- Veni… tráela. Le dije al negro, que se levanto y de la mano la hizoarrodillar sobre las prendas que tiramos al piso. La rodeamos los tres, yo erael único que faltaba sacar la pija afuera y asi lo hice..
Otra imagen que no me voy a olvidar.. La rubia arrodillada, con las tetas alaire masturbando al negro y a martin. Nuestras miradas se cruzan, y asi voysacado la pija de mi pantalón y la acerco a su boca. Ella la abre y empieza alamer mi glande. Primero suavecito, luego se empieza a meter toda la pijaadentro.
Despues de un rato martin le pide que se la chupe un rato a el.
Mientras ella muy obediente se inclino hacia la pija de Martin el negro se learrodillo atrás, le subio la pollera y empezó a sobarle el culo.
.- Que buen cuerpo tiene esta hija de puta… Mira que culo!!
Y diciendo esto le corrió la tanguita. Acerco su pija y asi desde atrás empezóa penetrarla de a poco.
La rubia suspiro, cerró los ojos y volvió a meterse la pija de Martin en laboca. Los dos le acariciábamos la nuca mientras veíamos la pija del negroperderse dentro de ella. Al rato vuelve a mi pija… el negro seguia con su metey saca despacio, pero yo podía sentir la presión q hacia. Cada vez que el negroempujaba también se metia mi pija más adentro de su boca.
Despues de un rato Martin cambio de posición con el Negro. Martin estaba unpoco mas alterado, la cogia con más fuerza, agarrándola de la cintura ypegándole terribles ensartadas. Entre nosotros ya comentábamos lo puta que era,le decíamos de todo. “Que rica puta” “… pero que bien chupa la pija…” “como tegusta pendeja…” Estabamos sacadisimos. Escuchabamos los chirlos que Martin ledaba en la cola... ella parecía no importarle. Se notaba que estaba bastante enpedo, pero eso no le quitaba disfrutar al máximo. La escuchábamos gemir y pedirmas. Martin le abria los cachetes de culo y nos invitaba a mirarlo. La colitase le abria toda. El agujero se mostraba hermoso para penetrarlo hasta no podermás. “Lastima no estar en un telo” pensé. “Esta putita esta para aprovecharlatoda”
Cuando no pude más de la calentura le dije a Martin de cambiar. Le pedí a larubia que se recueste sobre la ropa y empecé a cogerla boca arriba. Mi pija ibaentrando en su concha toda colorada de la garchada que le habían pegado elnegro y Martin. Mi pija fue entrando abriendo su conchita, recontra húmeda ycaliente a más no poder. Los pibes se arrodillaron de cada lado de ella y ahorala rubia chupaba las dos pijas a la vez. Movía su cabeza de izquierda aderecha, con las tetas al aire, tirada en el piso de una plaza y siendopenetrada por mi pija.
De a poco fui llevando un ritmo bastante rápido. Por momentos le dejaba solo lacabeza de mi pija para después presionar y enterrársela hasta el fondo. Martiny el negro le pellizcaban los pezones, yo le levante las piernas y empecé acogerla con más fuerza. La podía escuchar gemir y gemir, la verdad que lasituación estaba para internarse en un telo y no salir más. Pero el sol estabapor salir y la claridad nos decía que había que terminar en algún momento.Cuando la cogida se volvió más intensa la vi contraerse y sus gemidos sehicieron más largos. Su respiración más entrecortada. “Esta acabando pensé” yahí supe que iba a acabar yo también.
Saque mi pija de adentro suyo, me saque el forro y empecé a acabarle en lapanza. Toda la leche acumulada cayo caliente llenándole su ombligo, salpicandosus tetas. El negro tampoco aguanto más y apoyando la cabeza una de sus tetastambién le salpico toda su leche.
.- Tragas putita? Le pregunto Martin
Ella no contesto, solo saco la pija de Martin de su boca y siguió masturbándoloapuntando la pija a sus tetas. Martin fue el que más leche le derramo.
Ahí estábamos los cuatro, agitadísimos, colorados, en pelotas (ella más quenosotros). Notamos que algunos autos pasaban y miraban… era hora de retirarse... "Felices los cuatro"
7 comentarios - Borrachita... la cogimos entre tres.
Van 10 puntos