Para aquellos que no leyeron las dos primeras partes les dejo acá abajo el link de la 2da y ahí encontrarán el link de la primera. Gracias por los puntos y comentarios.
http://m.poringa.net/posts/relatos/3018998/Vacaciones-en-casa-rodante-2da-parte-con-fotos.html
Bueno. Entre que sí, que no, que no sé, lo convencimos para irnos y fuimos saludando a todos los que estaban cerca, abrazos, buena onda, que nos vemos en estos días por la playa, que no se corte y pasame el Facebook, el celu y en fin. Encaramos los tres para la camioneta rápidamente.
Ninguno, creo, levantó la vista en ningún momento. Mi panza era puro nervio, la caminata entre la gente, salir del bar y los cuarenta metros hasta la chata. Subimos y la puse en marcha.
Yo - Dani, ya fue ¿No? ¿Venís a dormir a la casita así no manejo hasta el camping?
Danilo – Si, va, no sé, como digan ustedes, lo que les quede más práctico.
Charo no dijo nada, como si la timidez se hubiera apropiado de todos. Puse música para tapar el silencio, tenía puesto Bersuit, Hijos del culo, y en las pocas cuadras hasta la casita casi ni hablamos.
Estacionamos atrás, casi pegados, Charo, que siempre llevaba las llaves abrió, y cuando puso un pie en el escalón le toqué el culo y bajé la mano agarrándole la pierna y parte de la conchita. Dio vuelta la cara y atinó a sacarme la mano sólo como si fuera una acción que se tiene que hacer. Prendió la luz y entramos los tres.
La casita estaba bastante ordenada más allá de alguna que otra prenda suelta, Charo se fue al bañito directamente y Danilo miró todo admirando y halagando lo lindo que era nuestro ranchito viajero, le mostré y expliqué mas o menos como funcionaban las cosas básicas, el hornito, la heladera, como se armaba la cama donde supuestamente él iba a dormir, las distintas bauleras para guardar ropa o cosas de la cocina, etc. Me preguntó como hacíamos con la electricidad y le mostré los aparatos que vienen con los paneles solares, el inversor y conversor de energía y bla bla bla. Después de la presentación, y antes de volver a caer en el silencio abrí la alacena y saqué una botellita de Tía María que teníamos para ciertas ocasiones, también unas tequileritas que considerábamos nuestro tesoro y serví para los tres. Charo ya estaba de nuevo con nosotros. Brindamos, y cuando brindé con mi novia le dije mirándola con complicidad –Mi amor te amo.
Se rió, me chocó el vaso sin dejar de sonreír y me respondió –Te amo mi vida - Sobreentendiendo la situación.
Nos volvimos a dar un beso y encaré para el baño –Ojo lo que hacen ¡Eh! -Les tiré guiñando un ojo -
Cerré la puerta y me senté en el inodoro, los nervios en la panza eran terribles, me agarraba la cara y pensaba para mi mismo – ¡Mirá adonde llegaste Nico!- Afuera no se escuchaba nada, sólo hice pis, sí, sentado, y me paré para lavarme la cara.
Cuando abrí la puerta estaban transando tímidamente, se soltaron las bocas pero no las manos – ¡Epa! Dije - Y mirando a Danilo me salió el barrio de adentro –Pendejo te le hiciste el lindo toda la noche a mi novia y te la estás chapando en mi casa ¿Ahora no vas a hacerte el respetuoso no? - Puso una cara de perrito mojado que me dio una ternura bárbara y mi novia a partir de ahí se transformó en otra persona, ella solita le comió la boca de nuevo y le agarró la cabeza ya evidenciando que la situación la estaba calentando.
Yo soy una persona muy racional y aunque esté borracho o drogado suelo estar pendiente y atento de todo lo que sucede a mi alrededor pero me encontré con una situación inédita para mi, y empecé a tener un flashbacks de todo lo que había pasado durante la tarde y la noche, como se había dado todo de forma natural pero también sabiendo que yo había dejado ir avanzando las situaciones y hasta algunas las había generado. Los fotogramas pasaron a la velocidad de la luz por mi cabeza, todas las imágenes las tenía bien guardadas, las sonrisas de mi novia, el polvo antes de salir, verla bailar tan suelta y ahora estaban sentados al borde de nuestra cama besándose y tocándose. Actué con total naturalidad, los dejé tranquis, me tomé mi vasito de Tía María, puse musiquita del pendrive en un parlantito que teníamos, busqué lo mas neutral que tenía a mano (Creo que era AcidJazz o algo así) me serví un poco más de licor y me senté a mirarlos. Era una situación muy rara, al principio estaba confundido, y creo que por eso me dediqué a poner música y a acomodarme, pero cuando me senté para mirarlos la situación me empezó a gustar.
Se besaban y se tocaban como podían, supongo que por la incomodidad de la ropa y porque aún no estaban del todo convencidos de lo que estaba pasando. A mi se me paró la pija y sin dudarlo me saqué las zapatillas y el pantalón, quedé en boxers y remera.
Ellos seguían en ese juego, él le tocaba las tetas por debajo de la remera y ella en un momento me vió como estaba. Me miró, y yo me estaba pajeando. Él también se dio cuenta y entonces me acerqué, le di un beso a ella que me lo respondió con más humedad de lo habitual y le saqué remera y corpiño. El pendejo aprovechó y le empezó a chupar las tetas mientras yo le sacaba las sandalias y el jean para descubrir una tanguita hermosa negra de encaje. Inmediatamente Danilo se paró para sacarse el pantalón, tenía solo Hawaianas en los pies, y yo le empecé a comer la concha con la tanga puesta, cosa que me encanta. Él ya se notaba que estaba más relajado y se subió a la cama para seguir chupándole las tetas mientras yo seguía comiéndole la concha. Estuvimos así un buen rato, ella gimiendo y por momentos agarrándome de los pelos.
Me levanté para ir a sentarme de nuevo y mirarlos. Ella se volvió a sentar y mientras chapaban le empezó a tocar la pija, primero por arriba del boxer y después le sacó la verga afuera y lo empezó a pajear.
Los que vivieron esta situación alguna vez me podrán entender y quizás les parezca normal, para la mayoría será algo inentendible. En mi caso, lo hallaba como una locura hermosa, una experiencia totalmente nueva que estaba disfrutando con la mujer que amo incondicionalmente y con la cual me acuesto todos los días mirándola a los ojos. Esa mujer, que es mi novia, que me regala esas caritas de placer, de vulgaridad y de éxtasis se estaba comiendo un pendejo en la misma cama en la que cogíamos casi todos los días y los dos lo estábamos disfrutando. O mejor dicho, los tres.
Danilo tenía una pija importante, de larga más o menos como la mía pero más ancha, más gordota.
Yo pajeándome –Mi amor, me parece que te vas a coger otra poronga hoy.
Charo agarrándole bien la chota –Mirá que linda pija tenía el pendejo
Inmediatamente agarré una caja de forros de un cajón y se las tiré. Él se puso uno enseguida y ella se sacó la tanga para sentarse arriba suyo. Lo abrazó de su cintura con las piernas y dándome la espalda a mí, se empezó a acomodar el pedazo de carne adentro de su vulva. Yo, que estaba a punto de acabar, tuve que empezar a regular la paja.
Todo cambió de repente, el pendejo pareció perder aún más la vergüenza y mi novia cada vez mas caliente, cabalgándolo, gimiendo y hablándole (Cuando empezamos a salir, hace más de tres años, a ella no le gustaba hablar mucho cuando cogíamos) –Que linda pija que tenés pendejo, me calentaste toda la noche, ahora me vas a tener que coger todo lo que yo quiera.
Danilo casi susurrando –Si te voy a coger todo lo que quieras.
Charo – ¿Ah si? Que lindo pendejo así cogeme, cogeme que me encanta.
Ella empezó a manejar la situación y a mi me gustaba cada vez mas eso, tenía la verga que me explotaba e iba regulando para no eyacular.
Ella se levantó, se dio vuelta y yo me acerqué para darle un beso –Mirá como estás mi amor, me encanta ver como te están cogiendo- La agarré un poco del orto, nos comimos la boca y la fui llevando hacia abajo para que me haga un pete, regalándole una vista hermosa a Danilo que no tardó en darse cuenta que se la tenía que seguir cogiendo. El espacio era justo para estar así, Danilo apoyado contra el borde de la cama, yo contra el borde de la mesa y ella en el medio, chupándome la gaver a mí y recibiendo pija en una de sus posiciones favoritas, 90 grados, sacando colita y por primera vez en su vida con dos pijas adentro. La coordinación no era perfecta, pero también era la primera vez que se metía mi verga casi hasta la garganta, cosa que me estaba volviendo loco y no tardé mucho en llenarle toda la boca de leche, agarrándole la cabeza con las dos manos.
Ella tragó todo y no dejó caer ni una gotita.
Caí rendido, me senté en el banco que hay al lado de la mesa y ellos siguieron así unos segundos más para volver a cambiar de posición.
Quedaron parados comiéndose las bocas, él la tocaba con más confianza, le agarraba el culo, le mordía las tetas y se largó a hablar –Que lindo que a tu novio le guste que te cojan adelante de él- Y le empezó a tocar la conchita mientras seguían parados casi al lado mío mimándose, ella gimiendo y con una soltura pacas veces vista – ¿Viste que lindo? Yo tampoco sabía que le iba a gustar tanto, capaz que el que se queda mirando desde la camita es él esta noche-
No podía creer lo que veía ni lo que escuchaba, y lo peor es que me causaba cierto morbo contradictorio. Me levanté para ir a mear una vez más y cerré la puerta del bañito. Si estaba algo borracho ya se me había pasado todo, meé agarrándome fuerte el pito y apuntando firme al inodoro que también era chiquito. Escuchaba los gemidos y la casita se movía para todos lados.
El pendejo estaba demostrando su juventud casi veinteañera, cuando salí del baño, mi novia estaba en cuatro en la cama y Danilo arrodillado cogiéndosela con fuerza, ella me miró y tiró la colita para atrás, estiró los brazos y no me corrió la mirada mientras gemía cada vez más fuerte, el pendejo la agarró del pelo y siguió aumentando el ritmo. Yo, aún parado, me empecé a manosear la pija que se me había vuelto a poner gomosa, cualquiera que viera la casilla desde afuera se habría dado cuenta que adentro se estaba cogiendo fuerte.
-Ay pendejo que lindo me estás cogiendo, no parés, cogeme. Sí, si, me encanta, ahg agh agh, me voy a acabar toda-
El pendejo a mi me estaba sorprendiendo, yo a los 19 creo que no cogía así ni a palos, le tenía el pelo con la mano izquierda y con la derecha le acariciaba el ojete hermoso que tiene mi novia y que se lo estaba dejando enteramente a su disposición.
Danilo sin decir nada empezó a acelerar las embestidas y a hacer pequeño gemidos. Charito, ya no pudo mantener su mirada fija y empezó a gritar y estremecerse, agarrando con toda su fuerza las sábanas y tirando lo mínimo que podía el orto para atrás y terminar de enterrarse el falo del pendejo. Casi temblando los dos, se siguieron metiendo uno en el otro dos o tres veces más como para cerrar la escena, Danilo cayó con todo su cuerpo en la espalda de mi novia mientras relajaba su cuerpo, le dio un beso cariñoso en el cuello, y yo al palo mal. Observé como bajó su mano para sacar la pija sin que se salga el forro. Y se dejó caer a su lado mientras le hacía un nudito al condón para no derramar la considerable cantidad de guasca que había largado.
Después de unos segundos de silencios y risitas nerviosas, Danilo se fue para el baño y yo me acerqué a la cama para abrazar a mi novia, nos llenamos de besos mirándonos a los ojos. –Mi amor que linda que sos, como te amo ¿Te gustó? –Esas preguntas boludas que uno hace ¿No? Siempre le hacía el chiste a mi vieja cuando yo entraba a mi casa y me decía, ¿Llegaste? Y yo le respondía para joderla –No, este es un holograma mío que te mandé para avisarte que en cinco llego de verdad.-
Charo tenía una sonrisa hermosa, los ojitos brillosos, una carita lasciva, una expresión de recién garchada que a mí siempre me vuelve a enamorar. –Me encantó mi amor, que lindo coge este pendejo y mepa que a vos te gustó bastante también ¿No?- Mientras me agarraba la pija erecta y me daba besos alrededor de la boca –No sabía que te iba a gustar tanto que me cojan adelante tuyo- Mientras me masturbaba y se dedicaba a mirar como aparecía la cabecita rosada de mi verga cuando bajaba el prepucio – ¿Quedaste calentito amor? Yo solo atiné a confirmar con la cabeza y Danilo salió del baño, ella siguió trabajando con sus manos y apuntó su mirada nuevamente a mis ojos –Bueno ahora quiero que el pendejito este que me estuvo calentando toda la noche cumpla con lo que me dijo y me siga garchando, vos te podés quedar sentado ahí mirando ya que te gustó tanto-
En mi puta vida me podría haber imaginado escuchar a mi novia hablando así, y mucho menos a mí actuando de esa manera. Ensimismado con lo que estaba aconteciendo en mi cabeza, donde el demonio de Tazmania y Hulk seguían confundiendo mis neuronas, me volví a parar para dejarle el lugar a Danilo que se acostó en la cama como si fuera suya.
Apagué las luces, prendí una lucecita más cálida que hay en un hueco de la cocina y que sólo ilumina una partecita de la mesada, me senté de nuevo y me serví más Tía María. Estaba súper excitado y con la poronga a media asta.
Ellos estaban abrazados de costado transando, ahora si, como si fueran una pareja, él la agarraba del culo, le chupaba el cuello, ella le acariciaba los brazos (Recién ahí el pendejo se sacó la musculosa), en ese momento el que quedó de espaldas hacia mí era él, pero en posición horizontal, no paraban de franelearse y yo pajeándome mal. De repente él apoyó su espalda en la cama y pude ver como ella lo estaba masturbando con la mano izquierda, pero al acostarse le quedó incómodo, así que se acomodó mejor, casi sentada y lo empezó a pajear con la derecha y a mirar para mi lado –Mi amor- Me dijo – a ver como te tocás mientras yo juego con otra pija- Y yo inconcientemente trataba de seguir el mismo ritmo que ella llevaba con él, bajando y subiendo con la mano – ¿Te gusta mi amor?- Me preguntó sin dejar de mirarme ni de pajearlo, y yo solo asentía. La situación me estaba encantando pero no se porqué una parte de mí no lo quería admitir, Y de repente: ella se fue acercando despacito hasta su glande, y con esa cara de zorra se metió la pija del pendejo en la boca mirándome fijo, se la metió siete u ocho veces, todo bien lento, y yo me acabé encima, me llené las manos y la panza de leche mientras ella se reía con la boca llena y parecía estar descubriendo una nueva forma de sexualidad.
Me paré para limpiarme, no encontraba el rollo de cocina y de repente me habló Danilo –Nico, no me alcanzás la cajita- me dijo señalando con la cabeza hacia la punta de la cama donde habían quedado los forros. Ella seguía tirándole la goma y él masajeándole las tetas. Mientras le tiré la cajita con los preservativos me pregunté si era real lo que estaba viviendo y mis dudas desaparecieron cuando vi los hilos de saliva y semen que había entre la boca de Charo y la poronga de Danilo. Esa situación era una de las cosas más reales que estaba viviendo en mi vida.
Me fui al baño que tiene una duchita y me quedé ahí un rato limpiándome. Cuando salí, obviamente estaban cogiendo, esta vez en cucharita pero ella con una pierna arriba de Danilo, Charo gimiendo mientras recibía de lleno esa pija (Le encantan todas las posiciones donde la cojan desde atrás) Yo me puse a armar la cama, bajar la mesita para que quede a la altura de los bancos, acomodar los almohadones, poner las sábanas y ellos seguían meta y ponga, gimiendo, diciéndose cosas, creo que cambiaron de posición. Yo terminé de acomodarme, estaba con un boxer limpio ya, y otra vez quedé como Voyeur VIP acostado en la cama "del invitado"
-Ay amor como me está gustando la pija de este pendejo - me dijo ella mientras lo cabalgaba semi acostada sobre él y consciente de mi condición de espectador. Una vez más con mi poronga en la mano que se volvía a despabilar, le respondí –Veo vida, te están cogiendo toda- Y Danilo, que se ve que le empezó a gustar el papel acotó – Te voy a hacer acabar toda de nuevo mientras tu novio se sigue pajeando
Charo –Ay si nene cogeme, que entre toda. Qué lindo pendejo si dale - y aumentaba el ritmo para enterrársela mejor – estaba sacada. Se refregaba toda sobre él y gemía. Se dio cuenta que así no iba a llegar al orgasmo y se acomodó para sentarse al revés, se agarró de un borde que hay en el techo y empezó mas fuerte aún. A él le habían quedado las piernas estiradas debajo de ella y no podía moverse mucho así que la empujó para dejarla en cuatro como antes pero mirando hacia la otra pared. Mi visión era completa, ya que estaban de costado hacia mí. Mi pene, un mástil.
Charo estaba emputecidísima, se empezó a masajear el clítoris y otra vez el chasquido de su orto contra las gambas de Danilo que le estaba dando otra cogida de película –Ay pendejo me estás matando, no pares de cogerme por favor-
-No te voy a dejar de coger – le decía mientras le apretaba el culo y le daba algún chirlito.
Mi novia estaba a punto caramelo pero no estaba pudiendo acabar, se masajeaba el clítoris al ritmo de las embestidas. Hasta que Danilo se apoyó en su espalda y la fue acompañando con el cuerpo para quedar acostados, ella cerró las piernitas y las de él quedaron por afuera, otra posición que le fascina, ella sacó colita para arriba y él le pasó los brazos por abajo para agarrarle y rasguñarle las tetas.
De nuevo empezaron con el mete y saca.
Él le dijo algo al oído que no entendí y ella empezó a decir que sí repetidas veces, sin parar de gemir. Otra vez lo mismo, él le dijo otra cosa que no logré escuchar y ella –Ay si me encanta, me encanta pendejo – parecía que lloraba, estaba muy caliente, y hacía cada vez más fuerza para que la carne le entre completa – Que linda pija que tenés nene, no pares no pares, seguí, seguí que ya estoy. Me encanta tu pija-
Danilo –Ah ¿Si? ¿Cuánto te gusta?
Charo- Me gusta mucho, demasiado, seguí no pares
Se estaban matando, y yo también, la situación era muy morbosa, y cada vez la estaba disfrutando más.
Danilo – ¿Te gusta más que la pija de tu novio?
Charo- Ay si pendejo, agh agh agh no pares por favor
Él le soltó las tetas y con las dos manos le agarró la cabeza y la carita tirándola para atrás, mordiéndole el cuello, quedaron un poquito de costado y ella abrió una pierna para que le entre todavía más la pijota del pendejo.
Danilo estaba sacado, ya no parecía un adolescente de 19 ni cerca.
-Te quiero coger los tres días que me quedan de vacaciones adelante de tu novio-
Charo – Si pendejo que lindo, ahg ahg tu pija es más gordita que la de mi novio y no se le sale la lechita tan rápido- La hija de puta giró la cabeza para mirarme mientras decía eso, ya nada parecía tan increíble a esa altura. Mi novia era otra persona, me vio una vez más al palo cascándome y me dijo – Amor me vas a dejar cogerme a este pendejo todos estos días- sin parar de gemir ninguno de los dos –Yo asentí sumiso y entregado. Me volví a enchastrar las manos de leche y a ensuciar el calzoncillo que me había puesto hacía cinco minutos.
Ellos acabaron juntos como antes pero esta vez a los gritos.
Durmieron juntos como dos enamorados y yo dormí hasta el mediodía como un amigo de la casa.
http://m.poringa.net/posts/relatos/3018998/Vacaciones-en-casa-rodante-2da-parte-con-fotos.html
Bueno. Entre que sí, que no, que no sé, lo convencimos para irnos y fuimos saludando a todos los que estaban cerca, abrazos, buena onda, que nos vemos en estos días por la playa, que no se corte y pasame el Facebook, el celu y en fin. Encaramos los tres para la camioneta rápidamente.
Ninguno, creo, levantó la vista en ningún momento. Mi panza era puro nervio, la caminata entre la gente, salir del bar y los cuarenta metros hasta la chata. Subimos y la puse en marcha.
Yo - Dani, ya fue ¿No? ¿Venís a dormir a la casita así no manejo hasta el camping?
Danilo – Si, va, no sé, como digan ustedes, lo que les quede más práctico.
Charo no dijo nada, como si la timidez se hubiera apropiado de todos. Puse música para tapar el silencio, tenía puesto Bersuit, Hijos del culo, y en las pocas cuadras hasta la casita casi ni hablamos.
Estacionamos atrás, casi pegados, Charo, que siempre llevaba las llaves abrió, y cuando puso un pie en el escalón le toqué el culo y bajé la mano agarrándole la pierna y parte de la conchita. Dio vuelta la cara y atinó a sacarme la mano sólo como si fuera una acción que se tiene que hacer. Prendió la luz y entramos los tres.
La casita estaba bastante ordenada más allá de alguna que otra prenda suelta, Charo se fue al bañito directamente y Danilo miró todo admirando y halagando lo lindo que era nuestro ranchito viajero, le mostré y expliqué mas o menos como funcionaban las cosas básicas, el hornito, la heladera, como se armaba la cama donde supuestamente él iba a dormir, las distintas bauleras para guardar ropa o cosas de la cocina, etc. Me preguntó como hacíamos con la electricidad y le mostré los aparatos que vienen con los paneles solares, el inversor y conversor de energía y bla bla bla. Después de la presentación, y antes de volver a caer en el silencio abrí la alacena y saqué una botellita de Tía María que teníamos para ciertas ocasiones, también unas tequileritas que considerábamos nuestro tesoro y serví para los tres. Charo ya estaba de nuevo con nosotros. Brindamos, y cuando brindé con mi novia le dije mirándola con complicidad –Mi amor te amo.
Se rió, me chocó el vaso sin dejar de sonreír y me respondió –Te amo mi vida - Sobreentendiendo la situación.
Nos volvimos a dar un beso y encaré para el baño –Ojo lo que hacen ¡Eh! -Les tiré guiñando un ojo -
Cerré la puerta y me senté en el inodoro, los nervios en la panza eran terribles, me agarraba la cara y pensaba para mi mismo – ¡Mirá adonde llegaste Nico!- Afuera no se escuchaba nada, sólo hice pis, sí, sentado, y me paré para lavarme la cara.
Cuando abrí la puerta estaban transando tímidamente, se soltaron las bocas pero no las manos – ¡Epa! Dije - Y mirando a Danilo me salió el barrio de adentro –Pendejo te le hiciste el lindo toda la noche a mi novia y te la estás chapando en mi casa ¿Ahora no vas a hacerte el respetuoso no? - Puso una cara de perrito mojado que me dio una ternura bárbara y mi novia a partir de ahí se transformó en otra persona, ella solita le comió la boca de nuevo y le agarró la cabeza ya evidenciando que la situación la estaba calentando.
Yo soy una persona muy racional y aunque esté borracho o drogado suelo estar pendiente y atento de todo lo que sucede a mi alrededor pero me encontré con una situación inédita para mi, y empecé a tener un flashbacks de todo lo que había pasado durante la tarde y la noche, como se había dado todo de forma natural pero también sabiendo que yo había dejado ir avanzando las situaciones y hasta algunas las había generado. Los fotogramas pasaron a la velocidad de la luz por mi cabeza, todas las imágenes las tenía bien guardadas, las sonrisas de mi novia, el polvo antes de salir, verla bailar tan suelta y ahora estaban sentados al borde de nuestra cama besándose y tocándose. Actué con total naturalidad, los dejé tranquis, me tomé mi vasito de Tía María, puse musiquita del pendrive en un parlantito que teníamos, busqué lo mas neutral que tenía a mano (Creo que era AcidJazz o algo así) me serví un poco más de licor y me senté a mirarlos. Era una situación muy rara, al principio estaba confundido, y creo que por eso me dediqué a poner música y a acomodarme, pero cuando me senté para mirarlos la situación me empezó a gustar.
Se besaban y se tocaban como podían, supongo que por la incomodidad de la ropa y porque aún no estaban del todo convencidos de lo que estaba pasando. A mi se me paró la pija y sin dudarlo me saqué las zapatillas y el pantalón, quedé en boxers y remera.
Ellos seguían en ese juego, él le tocaba las tetas por debajo de la remera y ella en un momento me vió como estaba. Me miró, y yo me estaba pajeando. Él también se dio cuenta y entonces me acerqué, le di un beso a ella que me lo respondió con más humedad de lo habitual y le saqué remera y corpiño. El pendejo aprovechó y le empezó a chupar las tetas mientras yo le sacaba las sandalias y el jean para descubrir una tanguita hermosa negra de encaje. Inmediatamente Danilo se paró para sacarse el pantalón, tenía solo Hawaianas en los pies, y yo le empecé a comer la concha con la tanga puesta, cosa que me encanta. Él ya se notaba que estaba más relajado y se subió a la cama para seguir chupándole las tetas mientras yo seguía comiéndole la concha. Estuvimos así un buen rato, ella gimiendo y por momentos agarrándome de los pelos.
Me levanté para ir a sentarme de nuevo y mirarlos. Ella se volvió a sentar y mientras chapaban le empezó a tocar la pija, primero por arriba del boxer y después le sacó la verga afuera y lo empezó a pajear.
Los que vivieron esta situación alguna vez me podrán entender y quizás les parezca normal, para la mayoría será algo inentendible. En mi caso, lo hallaba como una locura hermosa, una experiencia totalmente nueva que estaba disfrutando con la mujer que amo incondicionalmente y con la cual me acuesto todos los días mirándola a los ojos. Esa mujer, que es mi novia, que me regala esas caritas de placer, de vulgaridad y de éxtasis se estaba comiendo un pendejo en la misma cama en la que cogíamos casi todos los días y los dos lo estábamos disfrutando. O mejor dicho, los tres.
Danilo tenía una pija importante, de larga más o menos como la mía pero más ancha, más gordota.
Yo pajeándome –Mi amor, me parece que te vas a coger otra poronga hoy.
Charo agarrándole bien la chota –Mirá que linda pija tenía el pendejo
Inmediatamente agarré una caja de forros de un cajón y se las tiré. Él se puso uno enseguida y ella se sacó la tanga para sentarse arriba suyo. Lo abrazó de su cintura con las piernas y dándome la espalda a mí, se empezó a acomodar el pedazo de carne adentro de su vulva. Yo, que estaba a punto de acabar, tuve que empezar a regular la paja.
Todo cambió de repente, el pendejo pareció perder aún más la vergüenza y mi novia cada vez mas caliente, cabalgándolo, gimiendo y hablándole (Cuando empezamos a salir, hace más de tres años, a ella no le gustaba hablar mucho cuando cogíamos) –Que linda pija que tenés pendejo, me calentaste toda la noche, ahora me vas a tener que coger todo lo que yo quiera.
Danilo casi susurrando –Si te voy a coger todo lo que quieras.
Charo – ¿Ah si? Que lindo pendejo así cogeme, cogeme que me encanta.
Ella empezó a manejar la situación y a mi me gustaba cada vez mas eso, tenía la verga que me explotaba e iba regulando para no eyacular.
Ella se levantó, se dio vuelta y yo me acerqué para darle un beso –Mirá como estás mi amor, me encanta ver como te están cogiendo- La agarré un poco del orto, nos comimos la boca y la fui llevando hacia abajo para que me haga un pete, regalándole una vista hermosa a Danilo que no tardó en darse cuenta que se la tenía que seguir cogiendo. El espacio era justo para estar así, Danilo apoyado contra el borde de la cama, yo contra el borde de la mesa y ella en el medio, chupándome la gaver a mí y recibiendo pija en una de sus posiciones favoritas, 90 grados, sacando colita y por primera vez en su vida con dos pijas adentro. La coordinación no era perfecta, pero también era la primera vez que se metía mi verga casi hasta la garganta, cosa que me estaba volviendo loco y no tardé mucho en llenarle toda la boca de leche, agarrándole la cabeza con las dos manos.
Ella tragó todo y no dejó caer ni una gotita.
Caí rendido, me senté en el banco que hay al lado de la mesa y ellos siguieron así unos segundos más para volver a cambiar de posición.
Quedaron parados comiéndose las bocas, él la tocaba con más confianza, le agarraba el culo, le mordía las tetas y se largó a hablar –Que lindo que a tu novio le guste que te cojan adelante de él- Y le empezó a tocar la conchita mientras seguían parados casi al lado mío mimándose, ella gimiendo y con una soltura pacas veces vista – ¿Viste que lindo? Yo tampoco sabía que le iba a gustar tanto, capaz que el que se queda mirando desde la camita es él esta noche-
No podía creer lo que veía ni lo que escuchaba, y lo peor es que me causaba cierto morbo contradictorio. Me levanté para ir a mear una vez más y cerré la puerta del bañito. Si estaba algo borracho ya se me había pasado todo, meé agarrándome fuerte el pito y apuntando firme al inodoro que también era chiquito. Escuchaba los gemidos y la casita se movía para todos lados.
El pendejo estaba demostrando su juventud casi veinteañera, cuando salí del baño, mi novia estaba en cuatro en la cama y Danilo arrodillado cogiéndosela con fuerza, ella me miró y tiró la colita para atrás, estiró los brazos y no me corrió la mirada mientras gemía cada vez más fuerte, el pendejo la agarró del pelo y siguió aumentando el ritmo. Yo, aún parado, me empecé a manosear la pija que se me había vuelto a poner gomosa, cualquiera que viera la casilla desde afuera se habría dado cuenta que adentro se estaba cogiendo fuerte.
-Ay pendejo que lindo me estás cogiendo, no parés, cogeme. Sí, si, me encanta, ahg agh agh, me voy a acabar toda-
El pendejo a mi me estaba sorprendiendo, yo a los 19 creo que no cogía así ni a palos, le tenía el pelo con la mano izquierda y con la derecha le acariciaba el ojete hermoso que tiene mi novia y que se lo estaba dejando enteramente a su disposición.
Danilo sin decir nada empezó a acelerar las embestidas y a hacer pequeño gemidos. Charito, ya no pudo mantener su mirada fija y empezó a gritar y estremecerse, agarrando con toda su fuerza las sábanas y tirando lo mínimo que podía el orto para atrás y terminar de enterrarse el falo del pendejo. Casi temblando los dos, se siguieron metiendo uno en el otro dos o tres veces más como para cerrar la escena, Danilo cayó con todo su cuerpo en la espalda de mi novia mientras relajaba su cuerpo, le dio un beso cariñoso en el cuello, y yo al palo mal. Observé como bajó su mano para sacar la pija sin que se salga el forro. Y se dejó caer a su lado mientras le hacía un nudito al condón para no derramar la considerable cantidad de guasca que había largado.
Después de unos segundos de silencios y risitas nerviosas, Danilo se fue para el baño y yo me acerqué a la cama para abrazar a mi novia, nos llenamos de besos mirándonos a los ojos. –Mi amor que linda que sos, como te amo ¿Te gustó? –Esas preguntas boludas que uno hace ¿No? Siempre le hacía el chiste a mi vieja cuando yo entraba a mi casa y me decía, ¿Llegaste? Y yo le respondía para joderla –No, este es un holograma mío que te mandé para avisarte que en cinco llego de verdad.-
Charo tenía una sonrisa hermosa, los ojitos brillosos, una carita lasciva, una expresión de recién garchada que a mí siempre me vuelve a enamorar. –Me encantó mi amor, que lindo coge este pendejo y mepa que a vos te gustó bastante también ¿No?- Mientras me agarraba la pija erecta y me daba besos alrededor de la boca –No sabía que te iba a gustar tanto que me cojan adelante tuyo- Mientras me masturbaba y se dedicaba a mirar como aparecía la cabecita rosada de mi verga cuando bajaba el prepucio – ¿Quedaste calentito amor? Yo solo atiné a confirmar con la cabeza y Danilo salió del baño, ella siguió trabajando con sus manos y apuntó su mirada nuevamente a mis ojos –Bueno ahora quiero que el pendejito este que me estuvo calentando toda la noche cumpla con lo que me dijo y me siga garchando, vos te podés quedar sentado ahí mirando ya que te gustó tanto-
En mi puta vida me podría haber imaginado escuchar a mi novia hablando así, y mucho menos a mí actuando de esa manera. Ensimismado con lo que estaba aconteciendo en mi cabeza, donde el demonio de Tazmania y Hulk seguían confundiendo mis neuronas, me volví a parar para dejarle el lugar a Danilo que se acostó en la cama como si fuera suya.
Apagué las luces, prendí una lucecita más cálida que hay en un hueco de la cocina y que sólo ilumina una partecita de la mesada, me senté de nuevo y me serví más Tía María. Estaba súper excitado y con la poronga a media asta.
Ellos estaban abrazados de costado transando, ahora si, como si fueran una pareja, él la agarraba del culo, le chupaba el cuello, ella le acariciaba los brazos (Recién ahí el pendejo se sacó la musculosa), en ese momento el que quedó de espaldas hacia mí era él, pero en posición horizontal, no paraban de franelearse y yo pajeándome mal. De repente él apoyó su espalda en la cama y pude ver como ella lo estaba masturbando con la mano izquierda, pero al acostarse le quedó incómodo, así que se acomodó mejor, casi sentada y lo empezó a pajear con la derecha y a mirar para mi lado –Mi amor- Me dijo – a ver como te tocás mientras yo juego con otra pija- Y yo inconcientemente trataba de seguir el mismo ritmo que ella llevaba con él, bajando y subiendo con la mano – ¿Te gusta mi amor?- Me preguntó sin dejar de mirarme ni de pajearlo, y yo solo asentía. La situación me estaba encantando pero no se porqué una parte de mí no lo quería admitir, Y de repente: ella se fue acercando despacito hasta su glande, y con esa cara de zorra se metió la pija del pendejo en la boca mirándome fijo, se la metió siete u ocho veces, todo bien lento, y yo me acabé encima, me llené las manos y la panza de leche mientras ella se reía con la boca llena y parecía estar descubriendo una nueva forma de sexualidad.
Me paré para limpiarme, no encontraba el rollo de cocina y de repente me habló Danilo –Nico, no me alcanzás la cajita- me dijo señalando con la cabeza hacia la punta de la cama donde habían quedado los forros. Ella seguía tirándole la goma y él masajeándole las tetas. Mientras le tiré la cajita con los preservativos me pregunté si era real lo que estaba viviendo y mis dudas desaparecieron cuando vi los hilos de saliva y semen que había entre la boca de Charo y la poronga de Danilo. Esa situación era una de las cosas más reales que estaba viviendo en mi vida.
Me fui al baño que tiene una duchita y me quedé ahí un rato limpiándome. Cuando salí, obviamente estaban cogiendo, esta vez en cucharita pero ella con una pierna arriba de Danilo, Charo gimiendo mientras recibía de lleno esa pija (Le encantan todas las posiciones donde la cojan desde atrás) Yo me puse a armar la cama, bajar la mesita para que quede a la altura de los bancos, acomodar los almohadones, poner las sábanas y ellos seguían meta y ponga, gimiendo, diciéndose cosas, creo que cambiaron de posición. Yo terminé de acomodarme, estaba con un boxer limpio ya, y otra vez quedé como Voyeur VIP acostado en la cama "del invitado"
-Ay amor como me está gustando la pija de este pendejo - me dijo ella mientras lo cabalgaba semi acostada sobre él y consciente de mi condición de espectador. Una vez más con mi poronga en la mano que se volvía a despabilar, le respondí –Veo vida, te están cogiendo toda- Y Danilo, que se ve que le empezó a gustar el papel acotó – Te voy a hacer acabar toda de nuevo mientras tu novio se sigue pajeando
Charo –Ay si nene cogeme, que entre toda. Qué lindo pendejo si dale - y aumentaba el ritmo para enterrársela mejor – estaba sacada. Se refregaba toda sobre él y gemía. Se dio cuenta que así no iba a llegar al orgasmo y se acomodó para sentarse al revés, se agarró de un borde que hay en el techo y empezó mas fuerte aún. A él le habían quedado las piernas estiradas debajo de ella y no podía moverse mucho así que la empujó para dejarla en cuatro como antes pero mirando hacia la otra pared. Mi visión era completa, ya que estaban de costado hacia mí. Mi pene, un mástil.
Charo estaba emputecidísima, se empezó a masajear el clítoris y otra vez el chasquido de su orto contra las gambas de Danilo que le estaba dando otra cogida de película –Ay pendejo me estás matando, no pares de cogerme por favor-
-No te voy a dejar de coger – le decía mientras le apretaba el culo y le daba algún chirlito.
Mi novia estaba a punto caramelo pero no estaba pudiendo acabar, se masajeaba el clítoris al ritmo de las embestidas. Hasta que Danilo se apoyó en su espalda y la fue acompañando con el cuerpo para quedar acostados, ella cerró las piernitas y las de él quedaron por afuera, otra posición que le fascina, ella sacó colita para arriba y él le pasó los brazos por abajo para agarrarle y rasguñarle las tetas.
De nuevo empezaron con el mete y saca.
Él le dijo algo al oído que no entendí y ella empezó a decir que sí repetidas veces, sin parar de gemir. Otra vez lo mismo, él le dijo otra cosa que no logré escuchar y ella –Ay si me encanta, me encanta pendejo – parecía que lloraba, estaba muy caliente, y hacía cada vez más fuerza para que la carne le entre completa – Que linda pija que tenés nene, no pares no pares, seguí, seguí que ya estoy. Me encanta tu pija-
Danilo –Ah ¿Si? ¿Cuánto te gusta?
Charo- Me gusta mucho, demasiado, seguí no pares
Se estaban matando, y yo también, la situación era muy morbosa, y cada vez la estaba disfrutando más.
Danilo – ¿Te gusta más que la pija de tu novio?
Charo- Ay si pendejo, agh agh agh no pares por favor
Él le soltó las tetas y con las dos manos le agarró la cabeza y la carita tirándola para atrás, mordiéndole el cuello, quedaron un poquito de costado y ella abrió una pierna para que le entre todavía más la pijota del pendejo.
Danilo estaba sacado, ya no parecía un adolescente de 19 ni cerca.
-Te quiero coger los tres días que me quedan de vacaciones adelante de tu novio-
Charo – Si pendejo que lindo, ahg ahg tu pija es más gordita que la de mi novio y no se le sale la lechita tan rápido- La hija de puta giró la cabeza para mirarme mientras decía eso, ya nada parecía tan increíble a esa altura. Mi novia era otra persona, me vio una vez más al palo cascándome y me dijo – Amor me vas a dejar cogerme a este pendejo todos estos días- sin parar de gemir ninguno de los dos –Yo asentí sumiso y entregado. Me volví a enchastrar las manos de leche y a ensuciar el calzoncillo que me había puesto hacía cinco minutos.
Ellos acabaron juntos como antes pero esta vez a los gritos.
Durmieron juntos como dos enamorados y yo dormí hasta el mediodía como un amigo de la casa.
12 comentarios - Vacaciones en casa rodante (Final también con foto)
Felicitaciones... (te envidio)