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Relato chantaje a mi tía 2 (grupo de Internet)

  
Todos los días procuraba hallar la manera de sacar un tiempo 
y citar a mi tía Consuelo para una nueva sesión de sexo. Ella se mantenía firme 
en su postura de desagrado falso, ya que sus expresiones conmigo en la cama 
demostraban todo lo contrario.

Habían pasado casi diez días desde que empecé con el 
chantaje, ella siempre me exigía que le entregase las fotografías pero yo le 
recordaba que lo haría cuando me cansara de estar con ella.

Un día en la universidad, un compañero me pidió el favor de 
que le prestara un cuaderno para copiar lo dado en clase, por desgracia y en mi 
afán de mantener las fotos escondidas de cualquier persona de mi familia, él las 
encontró dentro de mi morral.

Para cuando me di cuenta ya las había visto casi todas y en 
su cara se dibujaba un sonrisa picarona.


-¿y quien el la señora?, esta agradable- dijo.

-deja eso, no es nada-

-como que nada, esta culiando con tres tipos, ¿tu tomaste 
estas fotos?-

-si, esa es una tía-

-¡¡¡wow!!!, que tía, ¿cuál de ellos es el marido?-

-ninguno-

-¡¡¡wow!!!, que perra. ¿acaso tu fornicas con ella?-


En ese momento estuve un poco renuente a confesarle a mi 
amigo que mantenía relaciones con mi tía, pensé que podría recibirlo de mala 
manera y tildarme de depravado o pervertido, o de otras tantas cosas que tildan 
los cerrados a la gente de mente abierta como yo.


-eso seria genial, yo tengo una tía que esta buenísima, y 
que tiene tamañas tetotas, me gustaría comérmela completa. ¿follas con tu tía 
o no?, ¿o como conseguiste esas fotos?- preguntó.


M senté junto a el y guardando las fotos me dispuse a 
contarle todo lo que había sucedido, el por qué y para qué de las imágenes y 
como las estaba utilizando para controlar a mi tía.

A cada palabra sus ojos se abrían mas y mas y me atacaba con 
preguntas en busca de mas detalles, se acomodó dos o tres veces su pene debajo 
del incomodo jean que llevaba y me pidió que le prestara un par de fotos para 
llevárselas a su casa.


-no puedo darte ninguna, que tal se te pierdan y las 
encuentre alguien conocido- dije.

-ándale, no seas malo, siquiera una-

-ya te dije que no puedo-

-bueno, entonces invítame un día contigo a comerme a tu 
tía. ¿si?-


La idea no me sonó tan mal, al parecer a mi tía le agradaban 
las orgías, entonces le iba a dar la mejor de todas, jóvenes calientes y viriles 
solo para ella. "Tres o cuatro...no...diez" me dije.

La felicidad de Néstor, (mi amigo), fue desbordante cuando 
recibió mi respuesta positiva y posteriormente escuchó atento mi plan, se 
ofreció a buscar personas de confianza para llevarle el "regalo" a mi tía. Todos 
serian amigos o conocidos.

Obviamente los sacrificados voluntarios aparecieron al día 
siguiente llenos de ansias, mas tardé yo en idear el plan que en que este mismo 
estuviera listo.

La casa de Daniel (otro amigo), estaba siempre sola durante 
toda la tarde y como hasta las ocho de la noche cuando llegaban sus padres del 
trabajo, teníamos el lugar y la gente, incluso algunos se ofrecieron a llevar 
licor y botanas y unas películas porno para un preámbulo mejor.

Ese día ya se iba haciendo tarde y decidí dejarlo para el día 
siguiente, para tener mas tiempo y gozar mas.

Esa noche llamé a mi tía a su celular...


-hola tía adorada- dije.

-¿qué quieres, no ves la hora?, Mi marido esta en casa-

-no te quito mucho tiempo, es que quería contarte que ya no 
tenemos que pagar mas moteles, encontré un sitio perfecto para hacer nuestro 
nidito de amor-

-¿de que estas hablando?, ¿dónde?-

-es en la casa de un amigo que siempre permanece sola 
durante todo el día, el me la prestó. Te espero mañana allá a las 12:30m, no 
me vayas a fallar, o ya sabes-

-mañana no puedo, tengo una cita a esa hora-

-tía no empecemos, ya sabes que soy tu prioridad, te espero 
a las 12:30m en punto, ve bien almorzada que la tarde va a ser maratónica, no 
te imaginas-

-de acuerdo, contigo no hay caso, eres un hijo de puta 
completo-

-bueno, anota la dirección...-


A la mañana siguiente ni yo ni mis diez amigos fuimos a 
estudiar, todos desde las ocho de la mañana nos dispusimos a preparar todo. 
Enfriamos las bebidas, servimos las botanas, encendimos la radio y colocamos 
películas porno en el televisor gigantesco que había en la sala.

Para el medio día ya varios estaban bajo los efectos del 
alcohol, y aquello prendía el ambiente aun mas, los nervios y la ansiedad se 
apoderaban de la concurrencia, me figuró calmarlos y empezar a esconderlos 
rápido antes de que la puntualidad casi enfermiza de mi tía nos cogiera de 
sorpresa.

Justo a tiempo, 12:30 del medio día y el automóvil de la 
hermosa señora se estacionó enfrente de la casa, ella se bajó, vestía un 
pantalón rojo con un saco del mismo color, yo nunca la había visto en falda y se 
me ocurrió pedírselo para una próxima ocasión.

Con paso firme y seguro se aproximó a la puerta y tocó a 
ella.

De inmediato me asomé por la ventana como haciéndome el que 
no la había visto y la saludé con una sonrisa, a lo que ella respondió con una 
mueca de desagrado.

Le abrí la puerta...


-hola tía ¿cómo estas?- dije.

-¿tu que crees?, mejor apúrate que tengo cosas que hacer-

-yo te dije que la tarde iba a ser maratónica, de aquí no 
te puedes ir hasta bien tarde-

-¿para que todo el licor y la comida?-

-para nosotros-


Nos sentamos en el sofá y nos empezamos a besar, con mi mano 
busqué su entrepierna y apreté mientras veía como mis amigos se asomaban por las 
puertas para poder ver lo que pasaba. Les hice una seña de espera...


-tía, hoy te quiero hacer un regalo-

-no me digas que me vas a devolver las fotos-

-no, te equivocas, pero precisamente en las fotos vi tu 
gusto por sentirte dominada-

-¿cómo?...¿qué es lo que pasa?- me dijo viéndome extrañada.


Entonces le hice otra seña a mis amigos y todos entraron 
sonrientes, algunos ya con sus aparatos en la mano zarandeándolo.

Mi tía los vio y se asustó, se puso de pie...


-¡¡¡¿qué significa esto?!!!- dijo.

-es mi regalo para ti, unos amigos fuertes y resistentes 
para que goces como con los tipos de las fotos, ¿qué te parece?-

-¡¡¡este nunca fue el trato!!!, diles que se vayan ya-

-¿según tu cual fue el trato?-

-éramos solo tu y yo...me voy, luego hablamos-


Pero antes de que pudiera alcanzar la puerta, uno de los 
chicos se interpuso y la sostuvo por los brazos inmovilizándola y la trajo a 
empujones de vuelta al sillón mientras los otros se acercaban desvistiéndose.

De repente mi tía me volteo a mirar al encontrarse rodeada de 
diez penes de diferentes tamaños y colores, pero todos con el factor común de 
estar totalmente erectos. "chupaselas o le llevo las fotos a tu esposo" le dije.

Sin mas remedio escogió un palo al azar y se lo introdujo en 
la boca, con las dos manos sostuvo otras dos que se encontró en el camino. Todos 
los muchachos felicitaron al afortunado que recibía la primera mamada de la 
fiesta, algunos se quedaron masturbándose a centímetros de la cara de mi tía y 
otros se relajaron y buscaron un trago seguros de que ya llegaría su turno.

Muchas manos correteaban por sobre mi tía, unas buscando 
tocar por debajo de su ropa y otras procurando quitársela, la mayoría con 
desespero y ansiedad, algunos ya ebrios se acercaban mas y le besaban diciéndole 
suciedades, en un principio ella se sentía mal y trataba de alejarse lo mas 
posible de aquellos que intentaban aligerar el paso, pero la insistencia de los 
muchachos la dejó en minutos sin ropa y a disposición.

La llevaron para el centro de la sala y entre todos retiraron 
los muebles para hacer mas espacio, la hicieron arrodillar y formaron un circulo 
alrededor, de nuevo le colocaron varias vergas en la cara y le toco comenzar a 
mamar una nueva. Entre tanto los demás acariciaban el cuerpo desnudo de mi tía 
con sus glandes enrojecidos, trataban de internarse en su culo y su concha pero 
ella apretaba fuerte sus piernas.

En el fondo sabia lo que iba a pasar, solo lo postergo un 
poco.


-bueno perra, afloja esas piernas que voy a metertela, ya 
vimos las fotos, no te hagas la santa con nosotros- dijo uno.


Enseguida ella volteo a mirarme como reprochando el que le 
había mostrado las fotos a mis amigos, no me importo en lo mas mínimo y ante sus 
ojos me despojé de mi pantalón y empecé a masturbarme.

Uno de los chicos, el mas grande de todos, la tomó por la 
cintura y la obligó a acostarse boca abajo, entonces ayudado por otros dos que 
sostuvieron sus piernas separadas, se dejó caer sobre la entrepierna de mi tía 
penetrándola por la vagina con severa profundidad. La pobre grito abriendo su 
mandíbula hasta el limite.


-¡¡¡cabron, dale suave que me duele!!!- grito después.


El alcoholizado joven hizo caso omiso a la petición y 
continuo con la misma fuerza penetrándola.

No pasó mucho para que los demás pidieran un cambio de 
posición para poder tener lo suyo también, entonces uno de ellos se acostó y se 
la montó encima, otro se acomodó detrás y le separó las nalgas, primero se 
entretuvo en un propicio preámbulo lamiéndole el ano y luego se la hundió 
completa.

Durante el tiempo en el que mi amigo ensalivaba el culo de mi 
tía, puede ver ciertos asomos de placer en su rostro, su cuerpo empezaba a sudar 
y sus gafas se empañaron un poco, los sonidos que podían provenir de ella eran 
nulos para mi porque la palabrería de todos inundaba el ambiente.

Con uno por delante y otro por detrás, mi tía se entretuvo 
complaciendo a los chicos que tenían turno para el sexo oral, un par mas se 
aferraban de sus puntiagudas tetas provocando hermosas sensaciones en ella.

Entre tanto yo me masturbaba extasiado por la monumental 
cogida que se desarrollaba enfrente, noté el cambio completo de mi tía del 
desprecio y el asco al placer.

Los chicos la hicieron gemir como puta, permitía toda clase 
de insultos y unos cuantos golpes no muy fuertes de los mas dominantes, la 
sensación de inferioridad generaba en ella un río de sensaciones que no le 
permitían pensar, se agarraba fuerte de los penes de mis amigos y le encantaba 
sentir como uno por uno iban acabando sobre su pecho, derramando semen por toda 
el área, incluso por sobre los demás hombres.

La calentura era demasiada y el objeto de placer incapaz de 
satisfacer tanto, por ello, vi como uno de los compañeros que mas alegaba 
hombría en el diario compartir y desinhibido por los tragos, sucumbía ante la 
tranca de otro que lo penetraba por detrás apoyados en una mesa. Al igual los 
otros se dieron cuenta del echo y algunos se aventuraron a vivir la nueva 
experiencia.

Sin embargo y para la mayoría aun mi tía despertaba toda 
clase de deseos, se les ocurrió perpetrar una estacada doble a lo que la dama 
aplaudió con ansia, olvidándose de simular ante mi desprecio y desagrado, se le 
salió lo puta que todas las mujeres tienen en mayor o menor magnitud ante mi.

La penetración fue complicada y no pudieron moverse mucho los 
dos que la encendían, en cambio, ella gozó cada milímetro que esos dos palos 
recorrieron hasta alcanzar la base. Gritó y maldijo sin descuidar a sus 
fanáticos de sexo oral.

Las horas avanzaron y el ritmo se tranquilizó, ya aquellos 
que eyaculaban tomaban un descanso para beber mas, mientras otros hacían presa 
de ella, las envestidas y el estilo de cada uno de los participantes eran 
diferentes y ella los disfrutaba todos.

Dos compañeros descubrieron su verdadera identidad sexual, o 
ya sea por el alcohol, se olvidaron de mi tía y se mantuvieron en una esquina 
fornicando juntos.

Mi excitación ya no dio mas, había pasado como tres horas 
solo observando y decidí que ya me tocaba.

Apenas me acerqué al grupo que rodeaba a la mujer, todos se 
hicieron a un lado como para cederme lugar para tomar lo que quisiera, se veían 
muy agradecidos.

Hallé a mi tía sobre un sofá sentada sobre un tipo que la 
penetraba por detrás, me acomodé sobre su pecho y besé sus pezones mientras 
empujaba dentro de su concha.

Esta vez, a diferencia de las otras, mi tía me abrazó y me 
acarició los huevos y las nalgas, nuestros sudores se fundían a otro nivel, 
sentí que me aceptaba ahora de otra manera. La miré a los ojos, detrás de sus 
lentes borrosos por la temperatura vi placer del puro, lujurioso, nos besamos 
profundamente y me dijo: "dale papi, dale...".

En medio del asunto sentía toda la atención que recaía sobre 
mi tía, a mi nadie me relevó de mi lugar, pero los demás discutían continuamente 
por un espacio.

Yo tuve siempre un lugar libre que me permitió excavar por su 
ano, su boca y su concha, así también como repasar los conocidos pliegues de su 
piel con mi lengua.

Pasaron horas y horas, se iba anocheciendo cuando los ánimos 
de la mayoría iban decayendo, el licor se acabo y su efecto también se fue con 
la ultima gota, algunos de los muchachos se fueron vistiendo pero ninguno se 
fue.

El dueño de la casa, nos avisó que se acercaban las 7:30pm y 
que era mejor empezar a ordenar todo para evitar que sus padres notaran algo.

Finalizamos con un baño de semen para mi tía.

Se colocó en el centro de la sala y se pasó por la lengua 
ávidamente los once aparatos que se encontraban allí, nos pajeamos atentos de 
sus movimientos y rehaciendo en nuestras mentes los deliciosos momentos vividos.

Como de una regadera, chorros de liquido espeso saltaron de 
todas las direcciones para terminar sobre el cuerpo de mi tía, se acostó y se 
empapó completa de nuestros fluidos, se masturbó utilizándolos como efectivo 
lubricante. Una excitante escena que ya nadie quiso ver.

Pidió un baño para ducharse y limpiarse, mientras tanto todos 
los chicos nos apresuramos limpiando el desorden, con traperos, esponjas y 
escobas.

Mi tía salió limpiecita oliendo a rosas, a alguno le pareció 
buena la idea de seguir la fiesta, pero la mayoría y aunque resistiéndose a las 
ganas, pensaron que había sido suficiente. Algunos trataron de conseguir el 
teléfono y la dirección de mi tía, coquetearon con ella varios minutos pero 
ninguno consiguió nada.

Solo pidieron que la ocasión se repitiera, pero nosotros solo 
salimos de allí dejando la incógnita de un "tal vez".

Ya en el auto y de camino a casa, nos pusimos los dos a 
hablar...


-¿te gustó?- pregunté.

-¿quieres la verdad?-

-si-

-¡¡¡me encantó!!!, es lo mas delicioso que me ha pasado, al 
principio tenia algo de miedo, pero después me relaje y...que bueno fue todo-

-¿en serio te gusto?-

-si, no te puedo seguir negando que me gusta este jueguito 
tuyo del chantaje, me gustó desde el momento en que me mostraste las fotos-

-¡¡¡¿de verdad?!!!-

-si, es que me gustaba simular que todo esto me desagradaba 
para sentir el chantaje como real-

-¡¡¡lo sabia!!!, la manera en te comportabas en la cama 
conmigo era evidente-

-no te creas tan machito, la verdad era mas el juego 
erótico que lo que me hacías sentir físicamente-

-¿de verdad?- dije algo desanimado.

-es que una mujer como yo de 43 años vive de eso, fantasías 
que se hacen realidad, no es que haya fantaseado contigo, esto del incesto es 
algo deliciosamente nuevo para mi. Pero en un principio me parecías un 
chiquillo inexperto, pero ahora ya se que eres un joven bastante abierto y 
capaz, ahora me enciendes mucho mas que antes-

-wow, eso es buenísimo-

-¿con me chantajearas ahora?-

-no se, déjame ver, hay tantas cosas que ni te imaginas lo 
que te va a pasar conmigo-


Me la mamó hasta que llegamos a mi casa, el chantaje seguiría 
en nuestras mentes, pero ya sabia que estaba dispuesta a todo, ahora me idearía 
algo mucho mas erótico y morboso para satisfacer a mi hermosa tía veterana.

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