Saludos gente de poringa, espero que pueda ser bienvenido en esta gran comunidad que tantos morbos comparte. A continuación pasaré a describir a mi mujer y a mí.
Yo me llamo Fabricio, 24 años, contador público nacional, 1.75, 75 kg, pancita cervecera y miembro de 17x7 (Gordo pero corto). Ella se llama Florencia, 23 años, ama de casa, rubia de ojos avellana, medidas 100-80-100.
Con mi mujer hace ya 6 años que estamos en pareja, 3 de casados. Desde que inició la relación siempre fue liberal y nos dijimos todo lo que nos gusta hacer, pero en esta relación se llego a un punto donde ya no hay regreso y es en que soy el cornudo sumiso de mi mujer y sus corneadores. Una de nuestras fantasías recurrentes siempre fue la de que ella este con otro hombre y me humillen, pero nunca pensé en convertirme en lo que soy hoy en día.
Casi llegando a nuestro segundo aniversario, habíamos pactado que para celebrarlo íbamos a romper con la rutina e íbamos a sumar un tercero y cumplir nuestra fantasía de ella estar con otro enfrente mío y yo poder disfrutar de tal situación. El tercero en sí no debía ser nadie de nuestro círculo íntimo, sino un desconocido con el cual se daría solo esa situación y tal vez repetirla a futuro. Fue así como dimos con Laureano, un chico de Dolores que conocimos vía chat en internet y luego de varias semanas de mensajes logramos conocer.
En esa época yo me encontraba finalizando mis estudios y mis viajes a buenos aires eran muy habituales, por los que en uno de ellos acordé con Laureano para tomar un café y conocernos en la estación de micros de Dolores. Al bajarme del colectivo, caminando hacia el café de la estación veo a la distancia a la figura de Laureano. Alto, cerca del 1.90, bastante trabajado, muy bien cuidado, prolijo, morocho de pelo corto. Al encarar hacia el se levanta, me da la mano en señal de saludo y compartimos una agradable charla en la que compartimos gustos, placeres, y demás intereses además de lo sexual. Entre las cosas que compartimos fue su experiencia como corneador y su agresividad al actuar con la mujer y la humillación hacia su cornudo. Coincidimos en muchas cosas, diferimos en pocas y así llegamos a un consenso para encontrarnos el siguiente sábado en una estancia cerca de Castelli, donde dijo que ahí tendríamos mucha privacidad y podríamos jugar con muchos morbos. Acto seguido procedimos a llamar y reservar una habitación triple desde el viernes hasta el domingo (para aprovechar todo el fin de semana).
Al volver a mi pueblo, procedí a contarle a flor lo hablado con Laureano y como ella me había confirmado por Whats App no hubo mucho más que decir, solamente tachar los días hasta el viernes.
Llegado el día procedimos a tomar el micro a Dolores, donde el nos esperaría para llevarnos hasta la estancia. Luego del viaje corto trasbordamos al auto de Laureano para ir a la estancia. En los días previos hicimos un grupo en Whaps para acordar detalles, juegos, roles, etc. Uno de esos era que flor iría adelante, yo atrás sentado en el medio sin emitir sonido. Solo podía hablar u opinar si alguno de los dos lo solicitaba, sino miraba y cumplía con lo que ellos solicitaban.
Al subir al auto Laureano la tomo del cuello a Flor y sin mediar palabra le dio un beso apasionado en el cual pude ver en primer plano como sus lenguas se entrelazaban frente a mis ojos. Era la primera vez que veía algo así y sentía como la cabeza de mi pene ya comenzaba a lubricarse con liquido preseminal. Terminado el beso Flor largo un suspiro el cual sonó a orgasmo, el cual dejo satisfecho a nuestro bull. Durante el viaje ellos fueron hablando de lo que le gusta a cada uno y Laureano siempre fue dejando en claro la posición de macho alfa, se hacia lo que el quería, cuando lo pedía, no importa si era algo que tenía que hacer ella o yo, pero había que satisfacer su demanda.
El viaje fue largo, era muy evidente que Laureano quería que así fuera para poder hablar y aclarar todo antes de llegar a la estancia, dado a que una vez que estemos allí él tomaría el poder de toda la situación.
Una vez llegados a la misma, Laureano fue con Flor a completar toda la documentación necesaria y a abonar, mientras el cornudo se encargaba del equipaje y el traslado del mismo hacia la habitación. Al ingreso de la habitación vimos un maravilloso piso de madera, muy bien lustrado, una cama matrimonial inmensa y al lado una cama de una plaza (la cual ni bien la vi supuse que iba a ser la mía durante la estadía). La habitación estaba cercana al Río Salado, lo cual nos hizo morbosear bastante.
Al instalarnos Laureano empezó a darnos pautas de que íbamos a hacer.
L – Escuchame cornudito, voy a sacar a pasear a MI mujer por la estancia, espero que para cuando regresemos hayas acomodado toda la ropa y desarma por completo la cama de una plaza, esas sabanas se ven muy delicadas para que sean usadas por un cornudo como vos.
Que me hable así me enfurecía, pero mis morbos eran mas fuertes y tenía muchas ganas de que se vayan para poder matarme a pajas, la verdad la situación me calentaba mucho.
Cuando volvieron se encontraron con mi cama totalmente desarmada, sus ropa acomodada en las cajoneras y mi bolso armado tal cual lo traje a los pies de mi cama. En ese instante Laureano ordenó.
L – Muy bien cornudo, ahora vas a tirar el colchón a los pies de nuestra cama, ya que ese es tu lugar, a los pies del macho.
Palabras de Flor al regresar a casa de que paso durante su paseo.
“Salimos a caminar por el río y la estancia, siempre de la mano y en cada árbol que parábamos chapábamos a mas no poder, el siempre que podía me manoseaba la cola y las tetas. Caminamos mucho, alejándonos demasiado del casco de la estancia. Nos sentamos en un árbol y empezamos a transar como nunca, parecíamos casi desesperados. En eso Laureano me aclaró que si bien Fabri es el cornudo, yo soy su sumisa y voy a cumplir todos sus deseos, así que en ese mismo instante me ordenó que le abriera su jean y se la mamara hasta tragarme toda su leche, pedido cual realice con mucho placer. Su glande era hermoso, era una pija enorme, estimo alrededor de los 22 cm. muy venosa y con una cabeza brillante que hacía que me desespere por comerla. Estuve cerca de 15 minutos comiéndome semejante falo, no podía lograr llegar a comerla toda, hasta que me dijo que me prepare para tragar y con fuerza hundió mi cabeza en su poronga. No podía parar de hacer arcadas, la leche pegaba directamente en mi garganta no dejándome otra opción que tragar. Finalizado el acto me hizo mirarlo a los ojos, y me dijo que le limpie bien toda la leche sin quitarle la mirada. Al levantarnos me dijo que íbamos a marcar ese árbol porque iba a ser muy especial, ¿De qué manera lo hizo? Me quitó mi corpiño y lo dejo colgado de una rama. Luego me pegó una nalgada y me dijo que volvamos a la habitación que necesitaba atención.”
Una vez armado el cuarto dijo que íbamos a proceder a dormir una siesta, ya que la acción se daría por la noche y el clima cambiante no aseguraba el volver a salir, así que me envió a encargar a comprar algo para comer a la noche y que traiga de su auto unas bebidas que había comprado para la ocasión. Al regreso me encuentro con Laureano acostado boca arriba desnudo y a Flor desnuda abrazándolo, ambos dormidos. Deje todo arriba de una cajonera y procedí a dormir en mi colchón desarmado a los pies de su cama.
Continuara…
Yo me llamo Fabricio, 24 años, contador público nacional, 1.75, 75 kg, pancita cervecera y miembro de 17x7 (Gordo pero corto). Ella se llama Florencia, 23 años, ama de casa, rubia de ojos avellana, medidas 100-80-100.
Con mi mujer hace ya 6 años que estamos en pareja, 3 de casados. Desde que inició la relación siempre fue liberal y nos dijimos todo lo que nos gusta hacer, pero en esta relación se llego a un punto donde ya no hay regreso y es en que soy el cornudo sumiso de mi mujer y sus corneadores. Una de nuestras fantasías recurrentes siempre fue la de que ella este con otro hombre y me humillen, pero nunca pensé en convertirme en lo que soy hoy en día.
Casi llegando a nuestro segundo aniversario, habíamos pactado que para celebrarlo íbamos a romper con la rutina e íbamos a sumar un tercero y cumplir nuestra fantasía de ella estar con otro enfrente mío y yo poder disfrutar de tal situación. El tercero en sí no debía ser nadie de nuestro círculo íntimo, sino un desconocido con el cual se daría solo esa situación y tal vez repetirla a futuro. Fue así como dimos con Laureano, un chico de Dolores que conocimos vía chat en internet y luego de varias semanas de mensajes logramos conocer.
En esa época yo me encontraba finalizando mis estudios y mis viajes a buenos aires eran muy habituales, por los que en uno de ellos acordé con Laureano para tomar un café y conocernos en la estación de micros de Dolores. Al bajarme del colectivo, caminando hacia el café de la estación veo a la distancia a la figura de Laureano. Alto, cerca del 1.90, bastante trabajado, muy bien cuidado, prolijo, morocho de pelo corto. Al encarar hacia el se levanta, me da la mano en señal de saludo y compartimos una agradable charla en la que compartimos gustos, placeres, y demás intereses además de lo sexual. Entre las cosas que compartimos fue su experiencia como corneador y su agresividad al actuar con la mujer y la humillación hacia su cornudo. Coincidimos en muchas cosas, diferimos en pocas y así llegamos a un consenso para encontrarnos el siguiente sábado en una estancia cerca de Castelli, donde dijo que ahí tendríamos mucha privacidad y podríamos jugar con muchos morbos. Acto seguido procedimos a llamar y reservar una habitación triple desde el viernes hasta el domingo (para aprovechar todo el fin de semana).
Al volver a mi pueblo, procedí a contarle a flor lo hablado con Laureano y como ella me había confirmado por Whats App no hubo mucho más que decir, solamente tachar los días hasta el viernes.
Llegado el día procedimos a tomar el micro a Dolores, donde el nos esperaría para llevarnos hasta la estancia. Luego del viaje corto trasbordamos al auto de Laureano para ir a la estancia. En los días previos hicimos un grupo en Whaps para acordar detalles, juegos, roles, etc. Uno de esos era que flor iría adelante, yo atrás sentado en el medio sin emitir sonido. Solo podía hablar u opinar si alguno de los dos lo solicitaba, sino miraba y cumplía con lo que ellos solicitaban.
Al subir al auto Laureano la tomo del cuello a Flor y sin mediar palabra le dio un beso apasionado en el cual pude ver en primer plano como sus lenguas se entrelazaban frente a mis ojos. Era la primera vez que veía algo así y sentía como la cabeza de mi pene ya comenzaba a lubricarse con liquido preseminal. Terminado el beso Flor largo un suspiro el cual sonó a orgasmo, el cual dejo satisfecho a nuestro bull. Durante el viaje ellos fueron hablando de lo que le gusta a cada uno y Laureano siempre fue dejando en claro la posición de macho alfa, se hacia lo que el quería, cuando lo pedía, no importa si era algo que tenía que hacer ella o yo, pero había que satisfacer su demanda.
El viaje fue largo, era muy evidente que Laureano quería que así fuera para poder hablar y aclarar todo antes de llegar a la estancia, dado a que una vez que estemos allí él tomaría el poder de toda la situación.
Una vez llegados a la misma, Laureano fue con Flor a completar toda la documentación necesaria y a abonar, mientras el cornudo se encargaba del equipaje y el traslado del mismo hacia la habitación. Al ingreso de la habitación vimos un maravilloso piso de madera, muy bien lustrado, una cama matrimonial inmensa y al lado una cama de una plaza (la cual ni bien la vi supuse que iba a ser la mía durante la estadía). La habitación estaba cercana al Río Salado, lo cual nos hizo morbosear bastante.
Al instalarnos Laureano empezó a darnos pautas de que íbamos a hacer.
L – Escuchame cornudito, voy a sacar a pasear a MI mujer por la estancia, espero que para cuando regresemos hayas acomodado toda la ropa y desarma por completo la cama de una plaza, esas sabanas se ven muy delicadas para que sean usadas por un cornudo como vos.
Que me hable así me enfurecía, pero mis morbos eran mas fuertes y tenía muchas ganas de que se vayan para poder matarme a pajas, la verdad la situación me calentaba mucho.
Cuando volvieron se encontraron con mi cama totalmente desarmada, sus ropa acomodada en las cajoneras y mi bolso armado tal cual lo traje a los pies de mi cama. En ese instante Laureano ordenó.
L – Muy bien cornudo, ahora vas a tirar el colchón a los pies de nuestra cama, ya que ese es tu lugar, a los pies del macho.
Palabras de Flor al regresar a casa de que paso durante su paseo.
“Salimos a caminar por el río y la estancia, siempre de la mano y en cada árbol que parábamos chapábamos a mas no poder, el siempre que podía me manoseaba la cola y las tetas. Caminamos mucho, alejándonos demasiado del casco de la estancia. Nos sentamos en un árbol y empezamos a transar como nunca, parecíamos casi desesperados. En eso Laureano me aclaró que si bien Fabri es el cornudo, yo soy su sumisa y voy a cumplir todos sus deseos, así que en ese mismo instante me ordenó que le abriera su jean y se la mamara hasta tragarme toda su leche, pedido cual realice con mucho placer. Su glande era hermoso, era una pija enorme, estimo alrededor de los 22 cm. muy venosa y con una cabeza brillante que hacía que me desespere por comerla. Estuve cerca de 15 minutos comiéndome semejante falo, no podía lograr llegar a comerla toda, hasta que me dijo que me prepare para tragar y con fuerza hundió mi cabeza en su poronga. No podía parar de hacer arcadas, la leche pegaba directamente en mi garganta no dejándome otra opción que tragar. Finalizado el acto me hizo mirarlo a los ojos, y me dijo que le limpie bien toda la leche sin quitarle la mirada. Al levantarnos me dijo que íbamos a marcar ese árbol porque iba a ser muy especial, ¿De qué manera lo hizo? Me quitó mi corpiño y lo dejo colgado de una rama. Luego me pegó una nalgada y me dijo que volvamos a la habitación que necesitaba atención.”
Una vez armado el cuarto dijo que íbamos a proceder a dormir una siesta, ya que la acción se daría por la noche y el clima cambiante no aseguraba el volver a salir, así que me envió a encargar a comprar algo para comer a la noche y que traiga de su auto unas bebidas que había comprado para la ocasión. Al regreso me encuentro con Laureano acostado boca arriba desnudo y a Flor desnuda abrazándolo, ambos dormidos. Deje todo arriba de una cajonera y procedí a dormir en mi colchón desarmado a los pies de su cama.
Continuara…
14 comentarios - Cornudo sumiso Ep. 1 - El comienzo de una relación
Quiero un corneador así y que mi esposa se caliente con la situación tal como la tuya.
+10 y te sigo.
Espero la continuación!
saludos Misko