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Mi primera vez fue en Brazil

Mi primera vez fue en Brazil

(La foto no es de ella, es de una mina que se parece a ella)


Yo soy Federico, mido 1.84, castaño con rulos. Tengo barba bastante tupida. No soy Flaco, por el contrario, tengo mi pancita. Aún así hago ejercicio seguido y también soy fornido de cuerpo. Esta es la historia de como debute.

El colegio nos ofrecía, el ante último año, la posibilidad de hacer un intercambio con un colegio en el sur de Brasil. La zona es medio selvática, lleno de colonias alemanas.
Con Lucas, mi mejor amigo, y Melissa, amiga del colegio pero no más, decidimos ir. El grupo total era de ocho, pero el resto todos más chicos y no vienen al caso.
Cuando llegamos a la escuela con la que hacíamos el intercambio nos presentaron a cada uno con el/la que nos iba a hospedar. A mí me hospedó Eduardo, un tipo más petizo y muy deportista. A Lucas un tal Vítor, enorme. A Melissa una tal Bibiana (en Brasil tienen Viviana y Bibiana).
Bibiana es masomenos como en la foto, tiene el pelo rubio lasio, un cuerpo Flaco que parece esculpido. Las tetas chicas pero firmes y respingadas. La colita... Como todas las brasileras. De otro planeta. Tiene unos ojos celestes que parecen linternas.
A los más grandes nos dieron la tarde libre y salimos los seis (cada uno con su "brasilero", como decíamos) a recorrer un poco el pueblo. De a poco nos fuimos conociendo y cuando se hizo de noche parecíamos amigos de toda la vida. La única que parecía no encajar era Bi, que solo se reía tímida.
El segundo día siguió con naturalidad, nos hicieron presenciar clases en portugués y después hacer lo que nuestros "hermanos" hicieran. El tenía que ir a hacer un trámite a una ciudad cercana y lo acompañe. En el viaje me comentó que le tenía muchas ganas a Melissa, asique quedamos en que con los chicos le íbamos a hacer la segunda.
El tercer día nos tocó un paseo por una selva en el medio de una montaña (o Morro) y al final quedamos en un río paradisíaco. Melissa opaco todo el paisaje con las gomas impresionantes que tiene y el orto bien marcado de hacer hockey. Pero yo no podía sacarle la vista de encima a Bibiana, que se había traído una de esas mayas enteras pero increíblemente le resaltaba la figura.
Para hacerle la segunda a Edu nos llevamos a Bi a otra parte y nos pusimos a hacer sapito mientras ellos dos se podían quedar charlando. Ahí aproveche y le enseñé a tirar las piedras (soy bastante bueno) Lucas y Vítor estaban también presentes pero, extrañamente, Bibi se animó y empezó a contar un poco más de ella. Nos contó que le gustaba mucho el rock clásico y yo, fanático también, le dije que le podía pasar temas de rock argentino. Quedó en pasarme el face y que por ahí le pasaba los temas.
A la vuelta nos llevó una combi hasta el colegio y Edu se sento con Meli, asique yo quedé con Bibiana y conversamos sobre todo lo que nos gustaba en común (un poco en castellano, un poco en portugués, un poco en inglés) la manera que tenía de pronunciar me calentaba muchísimo, además venía de haber nadado y tenía el pelo raro, pero increíble. En ese momento me di cuenta de que me encantaba, pero no me animé a hacer nada. En el asiento de atrás Edu y Meli estaban chapando fuerte y toda la combi los aplaudió.
El cuarto día arreglamos para ir a un bar, pero Lucas y Vítor tenían un partido se fútbol que ver en Porto Alegre y no iban a llegar, asique fuimos solos los cuatro. Meli y Edu no se soltaron en toda la noche, y como la música era horrible nos fuimos para afuera. Charlamos un poco más y en un momento se dió, le tire la boca y chapamos. Luz de la luna y todo el cliché de excelencia que Brasil puede brindar.
A eso de las dos salieron los tortolos y nos dijeron que íbamos a aprovechar que la casa de Edu estaba sola para ir y "ver una película". Nosotros, por diversión, ocultamos nuestra calentura y nos hicimos los boludos. Cuando llegamos Edu se fue a buscar algo al cuarto y nos dejó ahí (para que busquemos algo en la compu o durmieramos) pero nosotros teníamos otro plan. Sabiendo que nadie nos iba a molestar le empecé a dar besos en el cuello. Ella me había dicho que también era virgen y que quería que sea especial, por eso no pensé que se iba a dar. Le di besos en el cuello y fui bajando hasta su pecho donde le apreté ambas tetas. Ella me respondió con un beso muy fuerte, mordiéndome un poco la lengua. Para ese momento la tenía bien contra el cinturón para que no piense que quería algo más. Igual no me pude contener y le acaricie los muslos de cara interna. Ella empezó a abrir las piernas de a poco y se desabrocho el Jean. Yo nunca había tocado una vagina y tenía curiosidad. Estaba depilada y era rugosa, pero después de mover los dedos encontré una zona muy húmeda y le metí un dedo. Ella se retorcía acostada sobre mi en la cama mientras con una mano la hacía gozar y con la otra le apretaba una teta. Ella se agarraba de las sábanas conteniendo la respiración y subía y bajaba. En un momento se da vuelta, se termina de sacar toda la ropa y me dice "Ágora es el turno de voçe" me empiezo a desvestir parado, ella sentada en la cama, y cuando me quiero desabrochar el cinturón me gana ella de antemano y saca mi pija, que para entonces estaba muy dura, y me la empieza a chupar. Más adelante me la chuparon minas mucho más experimentadas, pero para ser la primera vez estuvo fantástico. En dos minutos acabé y ella se lo tragó todo. Nos acostamos desnudos sobre el cubrecamas y nos reímos. Charlamos un poco hasta que veo, sobre la mesita de luz de Edu, un paquete de forros. Ella también lo ve y saca uno. Me mira mientras lo abre con la boca y distraídamente me lo empieza a poner. Dios bendiga las clases de educación sexual en Brasil.

Entonces sucedió todo. Ella se abrió de piernas sobre la almohada y me miro con una sonrisa cómplice. Yo desnudo también le acerque la pija hasta que apenas rozara su pelvis. Ella la agarro, le puso un poco de saliva, y la introdujo. La suavidad es extraña. La carne rodeando todo mi pene se humedece y de a poco empiezo a introducirlo y sacarlo hasta que queda completamente lubricado. La abrazo con fuerza y nos damos besos cortos, picos, entre sonrisas y placeres. De a poco ganó confianza y fuimos aplicando ritmo hasta que los dos nos encontramos haciendo el amor con pura pasión. Me gustaría decir que acabamos juntos, pero creo que ella no acabó .

Los otros tres días del viaje los pasamos como si fuéramos novios. Fue muy romántico, especialmente por el idioma. Si bien quisimos volver a hacerlo no encontramos el tiempo.

Cuando le conté a Lucas me dio un abrazo tan fuerte que se dislocó un hombro.


Si les gusta como escribo diganmelo, si les gustaría algún detalle también. Desde ya gracias por leer y espero lo hayan disfrutado!

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