http://www.poringa.net/posts/relatos/2999996/Se-dio-sin-pensar.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/3000484/Una-pequena-desilusion-parte-2.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/3000948/Bajos-instintos-parte-3.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/3001359/Esperando-el-jueves-4.html
Esa noche, ya en la cama con Javi, pensaba en el encuentro de la tarde, él estaba a punto de dormirse, y se me antojó ir en busca de su pija, la tomé con una mano y empecé a pajearlo. -te dije que me encanta tu pija, mi amor? Le pregunté, estaba excitada con su miembro creciendo en mi mano. -bueno, no, al menos, no con esas palabras, respondiendo sonriendo. Me deslicé por debajo de las sábanas, y comencé a chupársela. Él me puso la mano en mi cabeza, enredando sus dedos entre mis cabellos. Eso me calentó más de lo que estaba, por mis recuerdos de esa tarde, y sentí que comenzaba a humedecerme, con una de sus piernas entre las mías, empecé a refregarme en ella, y a chuparlo con más energía. Un rato después, intentó correrme diciendo -voy a acabar,. -dale, mi amor, dámela toda!, Le respondí, y gimió, regalándome su leche, espesa y caliente, la cual tragué hasta la última gota. Me tiré junto a él, y nos abrazamos… Amo a mi marido, y amo sentirme una puta…
Ésta semana, fue diferente, al igual que la anterior, deseaba que llegara el jueves, pero los encuentros sexuales con Javi, pasaron a ser algo más intensos… ésto se lo atribuí a los encuentros con Fran, y me preocupaba que Javi sospechara algo, así que sentía que debía controlarme un poco.
Éste jueves lo empecé más relajada, aunque con mucha ansiedad, no sabía que me esperaba. Me encontraría con otra caja en la puerta de entrada? Al transcurrir las horas, los nervios se apoderaron de mí, y mi ansiedad aumentaba.
Al llegar a la puerta del departamento, no ví nada, y no sabía que pensar. Fue en ese momento, cuando pensé… que pasaría si Javi, por algún motivo, saliera antes del trabajo, llegará antes que yo, y se encontrara con una caja como la que me dejó Fran el jueves pasado? O peor aún, si llegara cuando estoy con Fran. Quizás Fran lo pensó antes que yo, y por eso no dejó nada, quizás me llama directamente, o quizás hoy no lo vea…, y me agarró una angustia que me oprimió el pecho. Sé que si Javi viniera antes, me avisaría, pero pensar que pudiera descubrirme, me generaba cierra excitación. Abrí la puerta, y en el piso encontré un sobre. Al abrirlo, una nota rezaba, “quiero que te pongas la lencería que más le guste a tu marido, y me esperes con los ojos vendados”.
Recordé un conjunto que Javi me había regalado, y sólo había usado una vez. Inmediatamente lo busqué, y me lo puse, busqué el pañuelo para cubrirme los ojos, y me paré en el living, frente a la puerta, con la cola apoyada en la mesa, mis brazos pegados a mi, con las manos agarrando la mesa junto a mis caderas, intentando adoptar una posición sexy, pero cuando escuché abrirse la puerta, mi cuerpo se despegó de la mesa y se paró firme, como un soldado formando fila ante un superior. Y era así como me sentía… sumisa y obediente, ante ése hombre que me usaba a su antojo. Sentí que se acercaba, me besó un hombro, sentirlo cerca hacía que se me erizara la piel, -así que ésta ropa lo calienta a tu marido?, Me preguntó, -debo reconocer que tiene buen gusto, aunque si te eligió como su mujer, es obvio que lo tiene. Sentí que giraba a mi alrededor, mientras me acariciaba con las yemas de sus dedos, sintiendo su mirada, mi cuerpo temblaba ligeramente, era una sensación nueva, ésta de sentirme observada, como si fuera una mercancía frente a un cliente, decidiendo si comprar o no… me tomó de la mano, y me llevó hasta el dormitorio, me hizo acostar en la cama, volvió a tomar mi mano y sentí que ataba mi muñeca con algo que parecía ser un pañuelo, y lo ató al respaldo de la cama, que era de hierro, hizo lo mismo con mi otro brazo, me sentí muy expuesta, sentí que se recostaba a mi lado, y comenzaba a recorrer mi cuerpo con sus manos, y estaba empezando a disfrutar de esas caricias, cuando de repente, sentí otro cuerpo recostarse a mi otro lado, me desesperé, intenté zafarme, pero fue imposible. Él me tomó del mentón, -quedate tranquila putita, me dijo, no hagas que me ponga violento. El otro, apoyó su mano en mi vientre, e intenté alejarme. -no vas a ser descortés con mi amigo, me dijo Fran al oído, vino a mi mente aquel amigo suyo, que ví sentado en su casa, sosteniendo un joystick, pidiéndole que no lo deje afuera. -le conté a mi amigo lo putita que sos, y le gustó, y yo con mis amigos comparto todo, para algo están los amigos. -Vas a tratar bien a mi amigo?. Moví mi cabeza afirmativamente, sin omitir ningún sonido, estaba dura, y mi cuerpo empezó a temblar de verdad, -quedate tranquila, bombón, en éste momento sos mía, y yo cuido mis pertenencias, volvió a susurrar a mi oído… “sos mía” resonó en mi cabeza, “soy tuya”, pensé, y me sentí una colegiala, disfrutando del chicos más lindo del colegio…, debería ser agradecida por dejarme pertenecer a su grupo de amigos? Ya no importaba quien era quien…, uno se ubicó sobre mi, y me besaba los pechos, y otro me puso la pija en la boca, y yo hice lo mío con mi lengua, el que estaba sobre mi, se deslizó recorriendo mi cuerpo, hasta ubicarse entre mis piernas, disfrute de ese momento, hasta que en un momento intercambiaron lugares, luego, se ubicaron a mis lados, con sus pija en mi boca, forcejeé, para intentar zafar mis manos, -si te suelto, prometes no quitarte el pañuelo de los ojos, preguntó Fran, -lo juro, respondí yo. Cuando lo hizo, tomé ambas pijas con mis manos, y seguir chupándoselas, saltando de una a otra. Luego de un rato, me hicieron poner en cuatro, se pusieron detrás mío, y se turnaban para penetrarme, por momentos, parecía que peleaban por hacerlo, me sentía una reina, teniendo a dos machos disputándose cada momento, y yo, disfrutando de una y de otra, entregadísima, como una verdadera puta. Me acostaron boca arriba, y acabaron sobre mi cara y los pechos, luego los escuché alejarse, mientras yo desparramé la leche por todo mi cuerpo.
autor: sinintencion
http://www.poringa.net/posts/relatos/3000484/Una-pequena-desilusion-parte-2.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/3000948/Bajos-instintos-parte-3.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/3001359/Esperando-el-jueves-4.html
Esa noche, ya en la cama con Javi, pensaba en el encuentro de la tarde, él estaba a punto de dormirse, y se me antojó ir en busca de su pija, la tomé con una mano y empecé a pajearlo. -te dije que me encanta tu pija, mi amor? Le pregunté, estaba excitada con su miembro creciendo en mi mano. -bueno, no, al menos, no con esas palabras, respondiendo sonriendo. Me deslicé por debajo de las sábanas, y comencé a chupársela. Él me puso la mano en mi cabeza, enredando sus dedos entre mis cabellos. Eso me calentó más de lo que estaba, por mis recuerdos de esa tarde, y sentí que comenzaba a humedecerme, con una de sus piernas entre las mías, empecé a refregarme en ella, y a chuparlo con más energía. Un rato después, intentó correrme diciendo -voy a acabar,. -dale, mi amor, dámela toda!, Le respondí, y gimió, regalándome su leche, espesa y caliente, la cual tragué hasta la última gota. Me tiré junto a él, y nos abrazamos… Amo a mi marido, y amo sentirme una puta…
Ésta semana, fue diferente, al igual que la anterior, deseaba que llegara el jueves, pero los encuentros sexuales con Javi, pasaron a ser algo más intensos… ésto se lo atribuí a los encuentros con Fran, y me preocupaba que Javi sospechara algo, así que sentía que debía controlarme un poco.
Éste jueves lo empecé más relajada, aunque con mucha ansiedad, no sabía que me esperaba. Me encontraría con otra caja en la puerta de entrada? Al transcurrir las horas, los nervios se apoderaron de mí, y mi ansiedad aumentaba.
Al llegar a la puerta del departamento, no ví nada, y no sabía que pensar. Fue en ese momento, cuando pensé… que pasaría si Javi, por algún motivo, saliera antes del trabajo, llegará antes que yo, y se encontrara con una caja como la que me dejó Fran el jueves pasado? O peor aún, si llegara cuando estoy con Fran. Quizás Fran lo pensó antes que yo, y por eso no dejó nada, quizás me llama directamente, o quizás hoy no lo vea…, y me agarró una angustia que me oprimió el pecho. Sé que si Javi viniera antes, me avisaría, pero pensar que pudiera descubrirme, me generaba cierra excitación. Abrí la puerta, y en el piso encontré un sobre. Al abrirlo, una nota rezaba, “quiero que te pongas la lencería que más le guste a tu marido, y me esperes con los ojos vendados”.
Recordé un conjunto que Javi me había regalado, y sólo había usado una vez. Inmediatamente lo busqué, y me lo puse, busqué el pañuelo para cubrirme los ojos, y me paré en el living, frente a la puerta, con la cola apoyada en la mesa, mis brazos pegados a mi, con las manos agarrando la mesa junto a mis caderas, intentando adoptar una posición sexy, pero cuando escuché abrirse la puerta, mi cuerpo se despegó de la mesa y se paró firme, como un soldado formando fila ante un superior. Y era así como me sentía… sumisa y obediente, ante ése hombre que me usaba a su antojo. Sentí que se acercaba, me besó un hombro, sentirlo cerca hacía que se me erizara la piel, -así que ésta ropa lo calienta a tu marido?, Me preguntó, -debo reconocer que tiene buen gusto, aunque si te eligió como su mujer, es obvio que lo tiene. Sentí que giraba a mi alrededor, mientras me acariciaba con las yemas de sus dedos, sintiendo su mirada, mi cuerpo temblaba ligeramente, era una sensación nueva, ésta de sentirme observada, como si fuera una mercancía frente a un cliente, decidiendo si comprar o no… me tomó de la mano, y me llevó hasta el dormitorio, me hizo acostar en la cama, volvió a tomar mi mano y sentí que ataba mi muñeca con algo que parecía ser un pañuelo, y lo ató al respaldo de la cama, que era de hierro, hizo lo mismo con mi otro brazo, me sentí muy expuesta, sentí que se recostaba a mi lado, y comenzaba a recorrer mi cuerpo con sus manos, y estaba empezando a disfrutar de esas caricias, cuando de repente, sentí otro cuerpo recostarse a mi otro lado, me desesperé, intenté zafarme, pero fue imposible. Él me tomó del mentón, -quedate tranquila putita, me dijo, no hagas que me ponga violento. El otro, apoyó su mano en mi vientre, e intenté alejarme. -no vas a ser descortés con mi amigo, me dijo Fran al oído, vino a mi mente aquel amigo suyo, que ví sentado en su casa, sosteniendo un joystick, pidiéndole que no lo deje afuera. -le conté a mi amigo lo putita que sos, y le gustó, y yo con mis amigos comparto todo, para algo están los amigos. -Vas a tratar bien a mi amigo?. Moví mi cabeza afirmativamente, sin omitir ningún sonido, estaba dura, y mi cuerpo empezó a temblar de verdad, -quedate tranquila, bombón, en éste momento sos mía, y yo cuido mis pertenencias, volvió a susurrar a mi oído… “sos mía” resonó en mi cabeza, “soy tuya”, pensé, y me sentí una colegiala, disfrutando del chicos más lindo del colegio…, debería ser agradecida por dejarme pertenecer a su grupo de amigos? Ya no importaba quien era quien…, uno se ubicó sobre mi, y me besaba los pechos, y otro me puso la pija en la boca, y yo hice lo mío con mi lengua, el que estaba sobre mi, se deslizó recorriendo mi cuerpo, hasta ubicarse entre mis piernas, disfrute de ese momento, hasta que en un momento intercambiaron lugares, luego, se ubicaron a mis lados, con sus pija en mi boca, forcejeé, para intentar zafar mis manos, -si te suelto, prometes no quitarte el pañuelo de los ojos, preguntó Fran, -lo juro, respondí yo. Cuando lo hizo, tomé ambas pijas con mis manos, y seguir chupándoselas, saltando de una a otra. Luego de un rato, me hicieron poner en cuatro, se pusieron detrás mío, y se turnaban para penetrarme, por momentos, parecía que peleaban por hacerlo, me sentía una reina, teniendo a dos machos disputándose cada momento, y yo, disfrutando de una y de otra, entregadísima, como una verdadera puta. Me acostaron boca arriba, y acabaron sobre mi cara y los pechos, luego los escuché alejarse, mientras yo desparramé la leche por todo mi cuerpo.
autor: sinintencion
8 comentarios - entregada 5