Agustina
Hace unas semanas, cerró un boliche muy conocido en Rosario después de más de 20 años. Eso me hizo acordar una (de las tantas) cosas que me pasaron allí. Yo tenía 20 años, y todos los fines de semana iba para ese boliche. Me hice amiga de un rr.pp, me lo comí un par de veces y hasta se transformó en un garche habitual; haciendo que mis amigas y yo tuviéramos acceso al vip y bebidas gratis.
Esa noche estaba tirada en un sillón dada vuelta (las contras de conseguir alcohol tan fácil) mientras mis amigas bailaban a unos metros.
Sentí que alguien se sentaba al lado mío y me preguntaba como estaba. Cuando abro los ojos, reconozco a Ariel (el pública). Se quedó un rato conmigo charlando, hasta que empezamos a los besos.
Yo tenía un vestidito corto, y Ariel aprovechó para meter mano por mi pierna hasta mi cola. "Que tanguita chiquita tenés!!" me susurró cuando llegó hasta ahí. Yo respondí agarrándole la pija por encima del pantalón. Se notaba ya durísima.
Él ya tenía toda la camisa desabrochada y yo el vestido por la cintura. Por encima del hombro de Ari veo que vienen mis amigas. Cuando me ven como estaba, se dan media vuelta y vuelven a bailar.
Ariel me llevó a un rincón más oscuro. Me puso contra la pared y seguimos manoseándonos como locos. Yo tenía mi mano dentro de su pantalón, mientras él me tocaba las tetas y me levantaba el vestido hasta mi cintura.
El clima se cortó cuando un amigo lo vino a buscar. Le dijo algo que no entendí y Ariel se fue. Volví a sentarme y este chabón se sentó conmigo a charlar un rato. Yo estaba volando de la calentura. Y encima borracha, no me negaba a nada. El flaco se me tiró encima y yo me lo morfé. Al rato, cayó Ariel con 2 pibes más.
Yo al principio pensé que se armaba. El flaco que me estaba comiendo se paró y esperó la trompada del amigo. Sin embargo, no se que le dijo y se empezaron a reír. Me paré yo también y me puse entre ellos. "Les decía a los chicos lo bien que chupás la pija", me dijo mientras me abrazaba. No sabía qué decir, la verdad. Después, me pidió que se la chupara ahí. Primero me negué aunque con la calentura que tenía no me pude aguantar mucho.
Me senté con Ariel mientras que los 3 pibes nos tapaban haciendo una ronda, aunque obvio mirándonos. Mientras nos besábamos, él fue levantando mi vestido hasta dejar mi colita al aire. Yo fui desabrochando el jean hasta que dejé su pija afuera. Me recosté sobre sus piernas y empecé mi tarea.
Primero, pasé la lengua por todo el tronco. Me la tragué hasta la mitad y volví a escupirla en la cabeza. Con las manos distribuí la saliva mientras metía la cabeza entre mis labios. Tomé aire y bajé hasta el fondo. La sostuve un rato, salí, metí la mitad...
Lo estuve peteando y pajeando un rato hasta que me dijo que estaba por acabar. No tenía ganas de tragar leche así que apoyé mi lengua en el glande y con suaves golpecitos lo hice eyacular a chorros. La leche caía sobre su pija y mis manos, que no dejaban de pajearlo.
Cuando terminó, me limpié en su panza y me senté. Pero esto no iba a terminar tan fácil. Ariel se paró e hizo sentar a uno de sus amigos (el que me había comido hacía un rato). Ahí me di cuenta del lío en el que me había metido. Pero ya estaba en el baile, así que le desabroché el pantalón y saqué un pijón ancho hermoso, rugoso y venoso.
Me mordí los labios y el flaco al ver mi carita de putita desesperada empezó a reirse. "Te gusta?" me preguntó mientras se la agarraba de la base y la golpeaba contra mi brazo. Yo solo respondí agachándome para chupársela. Como pude, me fui metiendo la pija hasta la garganta. Lo estuve peteando un rato, hasta que con una paja lo hice acabar sobre su cuerpo. Largó un chorro fuertísimo que le manchó la remera que la tenía levantada hasta su pecho.
Después, pasaron los otros dos. Les lustré la pija hasta hacerlos acabar. Cuando terminé con los 4, Ariel me agarró y me dijo que me quería coger. Yo estaba caliente a más no poder y necesitaba que me cogiera. Pero para mi sorpresa, la idea de Ari era otra. Cuando salimos, los 3 amigos se vinieron con nosotros.
Luego de discutir un poco, y teniendo en cuenta que en el estado en el que estaba no podía decir mucho, terminé aceptando ir con los 4. Apenas entramos, cerraron la puerta y me arrodillaron adelante de ellos. Se bajaron los pantalones y se me tiraron encima. Los frené y los hice ordenar. Si me iba a garchar los 4, iba a poner (algunas) condiciones. Me fui turnando para chupar y pajear a todas las pijas. Mientas chupaba una, pajeaba a dos manos (literal) las otras.
Me arrastraron de los pelos hasta la habitación. Me tiraron en la cama y me desnudaron. Me manosearon y besaron toda. Mi calentura seguía en aumento. Uno de los chicos empezó a chuparme la concha, mientras dos me chupaban las tetas. El cuarto se acomodó al costado mío y me puso la verga en la boca. Se fueron turnando. Se paseaban por mi cuerpo como querían.
De pronto, el que estaba chupando mi concha se levantó y me la puso. Estaba tan mojada que la pija resbaló hasta el fondo. Respondí con un gemido que fue ahogado por la pija que me penetraba la boca. Se empezó a mover adentro cada vez más rápido. Yo movía mi cabeza y cambiaba de pija a cada rato. Me gustaban todas.
Salía uno, entraba otro. Me cogían un rato y dejaban al amigo. Ariel me agarró de las piernas y me puso de costado. Ahora estaba más cómoda para chupar pija. Se fueron poniendo en frente de mi cara y me ponían la pija en la boca. Como yo no me podía mover, eran ellos los que movían la pija adentro. Yo solamente acomodaba la cabeza para que me entrara toda.
"Le hacemos la cola también?" dijo uno que estaba atrás mío. "Si, entrega todo" le respondió Ariel que no paraba de cogerme. Yo no emitía opinión, pero me mojaba de sólo sentir como me regalaba a sus amigos como una puta. Cuando sentí un dedo húmedo rozar mi ano largué un alarido de placer con el que todos se dieron cuenta que lo deseaba.
Me levanté y agarré al que me tocaba la cola y lo tiré en la cama. Me trepé arriba y me senté en la pija. Le chupé los dedos y los puse en mi cola. Rozó el ano mojándolos con mi saliva y luego empujó hasta meter la mitad del dedo. Empecé a moverme un poco pero con un par de saltos el chabón acabó.
"Como te movés.. sos una bestia!" decía mientras se corría dejando lugar a uno de sus amigos. Y le tocó al pijón ancho. Lo acosté y otra vez, me senté arriba. "Tocame la cola... meteme el deditooo" le gritaba mientras lo cabalgaba. Al lado mío se pararon los otros dos. Tenía dos pijas para chupar mientras me cabalgaba al pijudo del grupo.
Me levanté y me puse en 4 en el borde de la cama. Ya necesitaba una pija adentro. Rápido entendieron el mensaje; uno de los pibes se puso atrás apoyando la pija en la cola y empezó a empujar despacio. Cuando entró la cabeza, el flaco se quedó parado, como esperando que se acostumbrara para seguir. Yo estaba desesperada, así que moví mi cuerpo hacia atrás enterrándome su pija hasta el fondo.
El pibe se empezó a mover, pero yo aceleré al ritmo que yo quería, al punto que se quedó quieto y dejó que yo me moviera como quisiera. Me clavaba la pija hasta el fondo y la movía hasta que no aguantó más y acabó en mi espalda. Yo tenía al pijudo delante mío ofreciéndome su pija para chuparla y obvio no me negué. Otro se aprovechó de mi cola ya dilatada y me pegó una buena culeada. Se trepó encima y me la puso sin piedad.
Cuando me aflojó la calentura, saqué la pija de mi cola y me tiré en la cama. Les pedí que me chuparan la concha un rato, mientras se las chupaba al resto. Fueron pasando los pibes mientras Ariel tomó la iniciativa y me la chupó hasta que me hizo acabar. Lo agarré y lo tiré a la cama. Me trepé en su pija y tumbé mi cuerpo hacia adelante levantando mi cola.
Mientras lo cabalgaba a Ari, sentí a uno de sus amigos queriendo entrar en mi culo. Me frené y dejé que me enculara. Cuando tuve las dos pijas adentro, casi no me podía ni mover. Cuando Ari me la enterraba por la concha, sentía la pija de la cola salir un poco. Cuando entraba en la cola, salía por la conchita.
Yo deliraba de placer. El pijudo se acercó y me puso la pija en la boca. Mientras se movían adentro mío, yo refregaba mi cuerpo contra el de Ariel. Mi clítoris rozaba su piel y me volvía loca sintiendo las dos pijas bien adentro. Mi cuerpo empezó a a convulsionar, mientras ellos no paraban de cogerme. Acabé más fuerte que antes, temblando mientras apretaba mis manos en los pelos de Ari.
El que estaba en la cola sacó la pija y acabó en la espalda. Ariel no aguantó mucho más, y acabó adentro mío. El que había acabado primero ya estaba empalmado de nuevo. Aprovechó que habían acabado mis 2 machos y me empezó a coger en 4, mientras yo seguía peteando al pijudo. Sacó la pija y la puso de una en la cola. Entró fácil, y se movía más fácil aun. Yo deliraba y pedía que me culeara más fuerte.
Sentí que sacó la pija, y entró otra. Ahora, tenía 2 vergas adelante para chupar. Los chicos seguían turnándose para hacerme la cola. Cuando me di cuenta, tenía al pijudo taladrandome el orto sin piedad. Estaba tan abierta que ni me había dado cuenta. Cuando salió el pijón y entró otro, ya no me dio más la cola. Los saqué y volví a ponerme boca arriba.
Me agarraron de las piernas y me cogieron de nuevo mientras a mi lado se ponían para que los peteara. El que me cogía acabó en mi panza y le dio paso a otro. El que tenía en mi boca gritó que iba a acabar. Me agarró de los pelos y me clavó la pija en la garganta. Como no quería ensuciar las sábanas de Ariel, me tragué todo. Se la chupé hasta que la dejé limpita.
Ariel me agarró y me empezó a coger con fuerza. Ya no daba más. Y él tampoco. Otro de los pibes apareció y cambió con él. Ariel se pajeó en mi cara hasta acabar, mientras su amigo me garchaba sin piedad. Su leche se derramó en mi frente y en mis mejillas. Mientras me seguían cogiendo me limpié lo que pude y luego me chupé los dedos. "Acabá por favor!!" le decía al flaco que seguía dándome como loco.
Se notaba que le costaba acabar. Se esforzaba pero no podía. "Acabá, en serio no doy más!" le suplicaba. "Si acabo me tragás la leche como a mi amigo?" me preguntó sin dejar de moverse dentro mío. "Si si, lo que quieras, pero acabá!". No tenía muchas ganas de tragar más guasca de nadie, pero la necesidad de que dejara de cogerme era más grande.
Se tiró en la cama y se la empecé a chupar y pajear. Cuando sentí que iba a acabar, me metí la cabeza de la pija en la boca y recibí toda la descarga. Tragué un poco y esperé a que terminara. Cuando no salió más nada, me saqué la pija de adentro y abrí la boca para mostrarle la leche. Cerré la boca, tragué y volví a mostrarle que no había quedado nada. El flaco se dejó tumbar sobre la cama, agarrándose la cabeza, mientras sus amigos tirados por la habitación con sus pijas muertas miraban asombrados. Yo me acosté a su lado, rendida.
Al rato, se fueron los otros pibes y me quedé con Ariel. Le pedí si podía bañarme. Me ofreció quedarme a dormir, pero prefería volver a mi casa. Aún no era muy tarde y podía llegar antes que todos se despertaran para evitar líos. Me pedí un taxi y me fui. Por suerte, no había nadie despierto así que encaré derecho para mi cama.
Por un tiempo dejé de ir a ese boliche. Ariel trató de contactarme toda la semana, pero no le di bola. Sin embargo, Rosario es una ciudad muy chica. Y al poco tiempo iba a comprobarlo.
Segunda parte
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Indice
Hace unas semanas, cerró un boliche muy conocido en Rosario después de más de 20 años. Eso me hizo acordar una (de las tantas) cosas que me pasaron allí. Yo tenía 20 años, y todos los fines de semana iba para ese boliche. Me hice amiga de un rr.pp, me lo comí un par de veces y hasta se transformó en un garche habitual; haciendo que mis amigas y yo tuviéramos acceso al vip y bebidas gratis.
Esa noche estaba tirada en un sillón dada vuelta (las contras de conseguir alcohol tan fácil) mientras mis amigas bailaban a unos metros.
Sentí que alguien se sentaba al lado mío y me preguntaba como estaba. Cuando abro los ojos, reconozco a Ariel (el pública). Se quedó un rato conmigo charlando, hasta que empezamos a los besos.
Yo tenía un vestidito corto, y Ariel aprovechó para meter mano por mi pierna hasta mi cola. "Que tanguita chiquita tenés!!" me susurró cuando llegó hasta ahí. Yo respondí agarrándole la pija por encima del pantalón. Se notaba ya durísima.
Él ya tenía toda la camisa desabrochada y yo el vestido por la cintura. Por encima del hombro de Ari veo que vienen mis amigas. Cuando me ven como estaba, se dan media vuelta y vuelven a bailar.
Ariel me llevó a un rincón más oscuro. Me puso contra la pared y seguimos manoseándonos como locos. Yo tenía mi mano dentro de su pantalón, mientras él me tocaba las tetas y me levantaba el vestido hasta mi cintura.
El clima se cortó cuando un amigo lo vino a buscar. Le dijo algo que no entendí y Ariel se fue. Volví a sentarme y este chabón se sentó conmigo a charlar un rato. Yo estaba volando de la calentura. Y encima borracha, no me negaba a nada. El flaco se me tiró encima y yo me lo morfé. Al rato, cayó Ariel con 2 pibes más.
Yo al principio pensé que se armaba. El flaco que me estaba comiendo se paró y esperó la trompada del amigo. Sin embargo, no se que le dijo y se empezaron a reír. Me paré yo también y me puse entre ellos. "Les decía a los chicos lo bien que chupás la pija", me dijo mientras me abrazaba. No sabía qué decir, la verdad. Después, me pidió que se la chupara ahí. Primero me negué aunque con la calentura que tenía no me pude aguantar mucho.
Me senté con Ariel mientras que los 3 pibes nos tapaban haciendo una ronda, aunque obvio mirándonos. Mientras nos besábamos, él fue levantando mi vestido hasta dejar mi colita al aire. Yo fui desabrochando el jean hasta que dejé su pija afuera. Me recosté sobre sus piernas y empecé mi tarea.
Primero, pasé la lengua por todo el tronco. Me la tragué hasta la mitad y volví a escupirla en la cabeza. Con las manos distribuí la saliva mientras metía la cabeza entre mis labios. Tomé aire y bajé hasta el fondo. La sostuve un rato, salí, metí la mitad...
Lo estuve peteando y pajeando un rato hasta que me dijo que estaba por acabar. No tenía ganas de tragar leche así que apoyé mi lengua en el glande y con suaves golpecitos lo hice eyacular a chorros. La leche caía sobre su pija y mis manos, que no dejaban de pajearlo.
Cuando terminó, me limpié en su panza y me senté. Pero esto no iba a terminar tan fácil. Ariel se paró e hizo sentar a uno de sus amigos (el que me había comido hacía un rato). Ahí me di cuenta del lío en el que me había metido. Pero ya estaba en el baile, así que le desabroché el pantalón y saqué un pijón ancho hermoso, rugoso y venoso.
Me mordí los labios y el flaco al ver mi carita de putita desesperada empezó a reirse. "Te gusta?" me preguntó mientras se la agarraba de la base y la golpeaba contra mi brazo. Yo solo respondí agachándome para chupársela. Como pude, me fui metiendo la pija hasta la garganta. Lo estuve peteando un rato, hasta que con una paja lo hice acabar sobre su cuerpo. Largó un chorro fuertísimo que le manchó la remera que la tenía levantada hasta su pecho.
Después, pasaron los otros dos. Les lustré la pija hasta hacerlos acabar. Cuando terminé con los 4, Ariel me agarró y me dijo que me quería coger. Yo estaba caliente a más no poder y necesitaba que me cogiera. Pero para mi sorpresa, la idea de Ari era otra. Cuando salimos, los 3 amigos se vinieron con nosotros.
Luego de discutir un poco, y teniendo en cuenta que en el estado en el que estaba no podía decir mucho, terminé aceptando ir con los 4. Apenas entramos, cerraron la puerta y me arrodillaron adelante de ellos. Se bajaron los pantalones y se me tiraron encima. Los frené y los hice ordenar. Si me iba a garchar los 4, iba a poner (algunas) condiciones. Me fui turnando para chupar y pajear a todas las pijas. Mientas chupaba una, pajeaba a dos manos (literal) las otras.
Me arrastraron de los pelos hasta la habitación. Me tiraron en la cama y me desnudaron. Me manosearon y besaron toda. Mi calentura seguía en aumento. Uno de los chicos empezó a chuparme la concha, mientras dos me chupaban las tetas. El cuarto se acomodó al costado mío y me puso la verga en la boca. Se fueron turnando. Se paseaban por mi cuerpo como querían.
De pronto, el que estaba chupando mi concha se levantó y me la puso. Estaba tan mojada que la pija resbaló hasta el fondo. Respondí con un gemido que fue ahogado por la pija que me penetraba la boca. Se empezó a mover adentro cada vez más rápido. Yo movía mi cabeza y cambiaba de pija a cada rato. Me gustaban todas.
Salía uno, entraba otro. Me cogían un rato y dejaban al amigo. Ariel me agarró de las piernas y me puso de costado. Ahora estaba más cómoda para chupar pija. Se fueron poniendo en frente de mi cara y me ponían la pija en la boca. Como yo no me podía mover, eran ellos los que movían la pija adentro. Yo solamente acomodaba la cabeza para que me entrara toda.
"Le hacemos la cola también?" dijo uno que estaba atrás mío. "Si, entrega todo" le respondió Ariel que no paraba de cogerme. Yo no emitía opinión, pero me mojaba de sólo sentir como me regalaba a sus amigos como una puta. Cuando sentí un dedo húmedo rozar mi ano largué un alarido de placer con el que todos se dieron cuenta que lo deseaba.
Me levanté y agarré al que me tocaba la cola y lo tiré en la cama. Me trepé arriba y me senté en la pija. Le chupé los dedos y los puse en mi cola. Rozó el ano mojándolos con mi saliva y luego empujó hasta meter la mitad del dedo. Empecé a moverme un poco pero con un par de saltos el chabón acabó.
"Como te movés.. sos una bestia!" decía mientras se corría dejando lugar a uno de sus amigos. Y le tocó al pijón ancho. Lo acosté y otra vez, me senté arriba. "Tocame la cola... meteme el deditooo" le gritaba mientras lo cabalgaba. Al lado mío se pararon los otros dos. Tenía dos pijas para chupar mientras me cabalgaba al pijudo del grupo.
Me levanté y me puse en 4 en el borde de la cama. Ya necesitaba una pija adentro. Rápido entendieron el mensaje; uno de los pibes se puso atrás apoyando la pija en la cola y empezó a empujar despacio. Cuando entró la cabeza, el flaco se quedó parado, como esperando que se acostumbrara para seguir. Yo estaba desesperada, así que moví mi cuerpo hacia atrás enterrándome su pija hasta el fondo.
El pibe se empezó a mover, pero yo aceleré al ritmo que yo quería, al punto que se quedó quieto y dejó que yo me moviera como quisiera. Me clavaba la pija hasta el fondo y la movía hasta que no aguantó más y acabó en mi espalda. Yo tenía al pijudo delante mío ofreciéndome su pija para chuparla y obvio no me negué. Otro se aprovechó de mi cola ya dilatada y me pegó una buena culeada. Se trepó encima y me la puso sin piedad.
Cuando me aflojó la calentura, saqué la pija de mi cola y me tiré en la cama. Les pedí que me chuparan la concha un rato, mientras se las chupaba al resto. Fueron pasando los pibes mientras Ariel tomó la iniciativa y me la chupó hasta que me hizo acabar. Lo agarré y lo tiré a la cama. Me trepé en su pija y tumbé mi cuerpo hacia adelante levantando mi cola.
Mientras lo cabalgaba a Ari, sentí a uno de sus amigos queriendo entrar en mi culo. Me frené y dejé que me enculara. Cuando tuve las dos pijas adentro, casi no me podía ni mover. Cuando Ari me la enterraba por la concha, sentía la pija de la cola salir un poco. Cuando entraba en la cola, salía por la conchita.
Yo deliraba de placer. El pijudo se acercó y me puso la pija en la boca. Mientras se movían adentro mío, yo refregaba mi cuerpo contra el de Ariel. Mi clítoris rozaba su piel y me volvía loca sintiendo las dos pijas bien adentro. Mi cuerpo empezó a a convulsionar, mientras ellos no paraban de cogerme. Acabé más fuerte que antes, temblando mientras apretaba mis manos en los pelos de Ari.
El que estaba en la cola sacó la pija y acabó en la espalda. Ariel no aguantó mucho más, y acabó adentro mío. El que había acabado primero ya estaba empalmado de nuevo. Aprovechó que habían acabado mis 2 machos y me empezó a coger en 4, mientras yo seguía peteando al pijudo. Sacó la pija y la puso de una en la cola. Entró fácil, y se movía más fácil aun. Yo deliraba y pedía que me culeara más fuerte.
Sentí que sacó la pija, y entró otra. Ahora, tenía 2 vergas adelante para chupar. Los chicos seguían turnándose para hacerme la cola. Cuando me di cuenta, tenía al pijudo taladrandome el orto sin piedad. Estaba tan abierta que ni me había dado cuenta. Cuando salió el pijón y entró otro, ya no me dio más la cola. Los saqué y volví a ponerme boca arriba.
Me agarraron de las piernas y me cogieron de nuevo mientras a mi lado se ponían para que los peteara. El que me cogía acabó en mi panza y le dio paso a otro. El que tenía en mi boca gritó que iba a acabar. Me agarró de los pelos y me clavó la pija en la garganta. Como no quería ensuciar las sábanas de Ariel, me tragué todo. Se la chupé hasta que la dejé limpita.
Ariel me agarró y me empezó a coger con fuerza. Ya no daba más. Y él tampoco. Otro de los pibes apareció y cambió con él. Ariel se pajeó en mi cara hasta acabar, mientras su amigo me garchaba sin piedad. Su leche se derramó en mi frente y en mis mejillas. Mientras me seguían cogiendo me limpié lo que pude y luego me chupé los dedos. "Acabá por favor!!" le decía al flaco que seguía dándome como loco.
Se notaba que le costaba acabar. Se esforzaba pero no podía. "Acabá, en serio no doy más!" le suplicaba. "Si acabo me tragás la leche como a mi amigo?" me preguntó sin dejar de moverse dentro mío. "Si si, lo que quieras, pero acabá!". No tenía muchas ganas de tragar más guasca de nadie, pero la necesidad de que dejara de cogerme era más grande.
Se tiró en la cama y se la empecé a chupar y pajear. Cuando sentí que iba a acabar, me metí la cabeza de la pija en la boca y recibí toda la descarga. Tragué un poco y esperé a que terminara. Cuando no salió más nada, me saqué la pija de adentro y abrí la boca para mostrarle la leche. Cerré la boca, tragué y volví a mostrarle que no había quedado nada. El flaco se dejó tumbar sobre la cama, agarrándose la cabeza, mientras sus amigos tirados por la habitación con sus pijas muertas miraban asombrados. Yo me acosté a su lado, rendida.
Al rato, se fueron los otros pibes y me quedé con Ariel. Le pedí si podía bañarme. Me ofreció quedarme a dormir, pero prefería volver a mi casa. Aún no era muy tarde y podía llegar antes que todos se despertaran para evitar líos. Me pedí un taxi y me fui. Por suerte, no había nadie despierto así que encaré derecho para mi cama.
Por un tiempo dejé de ir a ese boliche. Ariel trató de contactarme toda la semana, pero no le di bola. Sin embargo, Rosario es una ciudad muy chica. Y al poco tiempo iba a comprobarlo.
Segunda parte
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Indice
28 comentarios - La puta de sus amigos
gracias por pasar
espero disfrutes los proximos
gracias por pasar!
gracias por pasar
gracias por pasar!
gracias por pasar
Van muchos pts. 😉
gracias por pasar
Excelente relato querida...FELICITACIONES!! +10
Besos
LEON
Como me calentaste!!
Ojalá te cruce cuando vaya a Rosario
Buen relato, van diez puntos.
Ya no me queda tiempo, luego miro a ver si me faltan más relatos por leer. No se que pasa que ya no me avisa cuando los publicas
gracias por pasar!
"Como no quería ensuciar las sábanas de Ariel, me tragué todo. Se la chupé hasta que la dejé limpita." ante todo la sabanas jajajaj
"abrí la boca para mostrarle la leche. Cerré la boca, tragué y volví a mostrarle que no había quedado nada." lo debiste nokear con eso che jeje q rico 💗
Suele pasar lo de vivir en lugar chico todo mundo luego se entera de todo, no Rosario pero donde vivo odio eso 🙅😅
si te parece lugar chico, la segunda parte es peor jaja
bueno a esperar jejjeje, simpre pienso es lo peor lugares asi y peor lleno de viejas metidas que saben cosas que ni vos sabias 😂 peor cuando sos de las pocas jovencitas del lugar es peor q shok cultural jajjaja