Mi primera vez con una MILF

En este relato voy a contarles una historia muy caliente que me pasó hace dos años, cuando tenía nada más que 25 añitos.
Por amigos en común conocí a Lorena, separada 42 años, flaca, cola bien marcada, pechos pequeños pero atractivos y muy linda sonrisa.
Desde la primera vez que la crucé solo pensaba en poder hablar con ella, acercarme, intentar algo. Así que luego de algunos días le mandé solicitud de amistad a una red social.
Fue así que empezamos a charlar a la nochecita cuando terminaba la jornada laboral, al principio fueron charlas normales, con saludos de rigor y los dos contándonos como había sido nuestro día. Poco a poco el contenido de la charlar empezó a variar y fuimos llevando las cosas a un plano más sentimental, sin perder la línea empezamos a charlar cosas más privadas y yo empecé a piropearla, a hacerle saber que me gustaba mucho.
El punto que más me motivaba de ella era sin dudas su edad, siempre las mujeres maduras me pudieron y si bien había salido con chicas más grandes que yo nunca había estado con una milf que me volviera tan loco como Lore.
Finalmente un viernes a la noche de invierno llegó la gran oportunidad: ella salía a comer con sus amigas y su hijo se quedaba a dormir en casa de la abuela. Desde temprano fuimos arreglando para vernos, ya que teníamos la noche libre para los dos.
Alrededor de la 1 AM la pasé a buscar, ella estaba hermosa con una camisa blanca y un saquito negro, un jean y unas botas color plateado. Al subirse al auto me dijo “Vayamos a algún lugar donde no nos puedan ver”, yo interpreté la frase como “llévame a un telo” pero para mi sorpresa antes de entrar a uno ella me respondió “te parece que la primera vez que nos vemos vengamos a un hotel, mejor vamos a algún lugar medio alejado”.
El punto elegido fue un camino rural a unos kilómetros de la ciudad, cerca del río donde no pasan ni los ladrones. Ahí estacionamos ya al ritmo de la música empezamos a charlar de la vida, de nuestras cosas, ella me contó sobre su trabajo sobre su hijo, sobre la relación con su ex marido, una charla verdaderamente agradable.
Pero claro que no habíamos llegado hasta ahí para seguir conversado, así que las palabras fueron dando paso a las caricias, al principio tímidas y luego a los besos (cada vez más calientes). A esa altura le empecé a tocar la concha desde afuera el jean y le arranqué la camisa y el corpiño para chuparle las tetas. Ella empezó a gemir bien fuerte en cuanto puse la lengua y los labios en esos pezones bien duritos y hermosos.
En lo mejor de la acción me dí cuenta que no tenía forros encima (grave error, lo sé) y al decírselo ella respondió de forma muy clara “no me acabes adentro”, que en ese momento era lo mismo que decir “cógeme” doblamos lo asientos y me le subí encima para darle hasta quedar exhausto y no poder moverme más.
Ahí fue cuando ella se subió y me cabalgó de una forma única, nunca más pude olvidarme de la situación de acariciar su cinturita hiper chiquita mientras me empapaba la pija y la panza con el jugo de su conchita.
Lore tuvo dos orgasmos increíbles y para terminar me devoró la pija tomándose hasta la última gota de mi leche.
Terminamos de coger en bolas, en el auto y apretando como dos novios adolescentes en uno de los momentos más hot de mi vida.
La noche terminó cerca de las 5 AM cuando nos despedimos con unos besitos en la boca en la puerta de su casa.
Esa fue mi primera vez con Lore, mi MILF preferida.