Buenas noches poringa!!! Hoy comienzo con los post, en este caso con un relato.
Era una noche de otoño, de esas que dan ganas de estar en buena compañía, para tener otro cuerpo caliente cerca, o mejor dicho, otro cuerpo para calentarse.
Se me dio por ir a buscar a un amigo para tomar unos tragos y ver que se podía ganar. Por obvias razones, o mal karma en primera instancia, no encontré a nadie.Regresando a mi depto en cambio, la suerte dio un giro y me encontré con una amiga que fue también muy cercana a mi porque salí un par de veces con la hermana y quedamos con buena onda. Despues de hablar un rato y reírnos por cosas del pasado, me invita a su casa, cosa que acepte inmediatamente sin sospechar segundas intenciones.
Llegamos a su humilde morada y me habla mientras empieza a preparar todo, acomodando cosas y cocinando muy animadamente y preguntando sobre mi vida. Comemos y me pregunta si quería acompañarla a comprar helado para el postre, salimos, y en el camino me abraza y se ríe diciéndome que somos familia, casi como hermanos y sigue la charla. Llegamos, comimos el postre y me dice que me quede a mirar unas pelis, acepto nuevamente y vamos a la habitación con unos pochoclos, si, comimos mucho pero todo bajo después.
Mientras miramos las pelis se me caen los ojos de cansancio, me recuesto y le digo que no doy más, a lo que accede a apagar la tele y se acuesta también, pero pegada a mi en posición de cuchara, y si, empezó a despertarse el amigo y ella con ganas se pega más... Le susurro al oído una pregunta:
- Querés dormir así? - A media voz
- No! - Me responde ella
- No pensaba en dormir - y se apreta mas y gime.
Acto seguido, la apretó contra mi, con la pija bombeando más sangre que nunca y a punto de explotar y le agarro los pechos por debajo de la remera, se voltea frente a mi y me parte la boca de un beso salvajemente con tantas ganas que se podían escuchar los deseos en los gemidos que lanzaba mientras me besaba.
En ese momento quería sacarle la ropa, el corpiño y la diminuta colaless que no dejaba nada a la imaginación, pero ella se anticipo y empezó con un sexo oral que casi me deja seco, y como todavía quería mi parte, la agarro de la cintura sin poder sacarla de su objetivo y la coloco en un 69 que los dos recordamos al día de hoy.
Antes de acabar, la tiro en la cama y le arranco, literalmente, la colaless diminuta que terminó a un costado olvidada por el frenético momento. La recorro entre suave y salvajemente con la lengua por cada uno de sus orificios, y ella no deja de masturbarme esperando que en algún momento, la atraviese de lado a lado con mi latente pija. Unos minutos después comienzo a practicarle sexo oral, hundiéndome en su caliente y húmeda cavidad, con sus piernas en mis hombros.
No se en que momento paso, pero en un movimiento me saca de entre sus piernas y se pone encima, ya con un preservativo en mano, y colocándolo rápidamente, me salta y se sienta sobre mi, metiéndose mi pija, lo más hondo que se podía, cabalgandome eufóricamente.
Mientras más cabalgaba más pedía, y yo la acomodaba de todas las formas que podía imaginar y que me permitiese el cuerpo, hasta que en un momento entre gemidos me dice:
-Alguna vez, le hiciste la cola a alguien?- y seguia apretandome
-No, nunca-
Y pensaba, que tenía un buen miembro y de un buen ancho, pero siempre fueron frigidas mis parejas.
-No te creo- me dice -Con esa hermosa pila!?-
Acto seguido, se la saca de la concha y rápidamente se la mete en la cola desesperada, si, no lo creía tampoco, pero tenía mucha experiencia, pero más ganas en ese momento. Seguimos cogiendo pero me pide que le haga la cola, en 5 minutos ya había acabado por lo excitante del pedido. Seguimos un rato más, unas horas más y nos fuimos a bañar. Me dio un beso apasionado y me dijo que le agradezca a mi vieja por tan hermoso regalo.
La verdad que como moraleja, les puedo decir, nunca se den por vencidos, el placer puede estar esperando ahí, en un encuentro casual, y te puede dejar agotado pero con una gran experiencia de donde menos lo esperas. Les agrego unas fotos que me mandó unas semanas después pidiendo que nos juntemos más seguido a "Hablar"
Era una noche de otoño, de esas que dan ganas de estar en buena compañía, para tener otro cuerpo caliente cerca, o mejor dicho, otro cuerpo para calentarse.
Se me dio por ir a buscar a un amigo para tomar unos tragos y ver que se podía ganar. Por obvias razones, o mal karma en primera instancia, no encontré a nadie.Regresando a mi depto en cambio, la suerte dio un giro y me encontré con una amiga que fue también muy cercana a mi porque salí un par de veces con la hermana y quedamos con buena onda. Despues de hablar un rato y reírnos por cosas del pasado, me invita a su casa, cosa que acepte inmediatamente sin sospechar segundas intenciones.
Llegamos a su humilde morada y me habla mientras empieza a preparar todo, acomodando cosas y cocinando muy animadamente y preguntando sobre mi vida. Comemos y me pregunta si quería acompañarla a comprar helado para el postre, salimos, y en el camino me abraza y se ríe diciéndome que somos familia, casi como hermanos y sigue la charla. Llegamos, comimos el postre y me dice que me quede a mirar unas pelis, acepto nuevamente y vamos a la habitación con unos pochoclos, si, comimos mucho pero todo bajo después.
Mientras miramos las pelis se me caen los ojos de cansancio, me recuesto y le digo que no doy más, a lo que accede a apagar la tele y se acuesta también, pero pegada a mi en posición de cuchara, y si, empezó a despertarse el amigo y ella con ganas se pega más... Le susurro al oído una pregunta:
- Querés dormir así? - A media voz
- No! - Me responde ella
- No pensaba en dormir - y se apreta mas y gime.
Acto seguido, la apretó contra mi, con la pija bombeando más sangre que nunca y a punto de explotar y le agarro los pechos por debajo de la remera, se voltea frente a mi y me parte la boca de un beso salvajemente con tantas ganas que se podían escuchar los deseos en los gemidos que lanzaba mientras me besaba.
En ese momento quería sacarle la ropa, el corpiño y la diminuta colaless que no dejaba nada a la imaginación, pero ella se anticipo y empezó con un sexo oral que casi me deja seco, y como todavía quería mi parte, la agarro de la cintura sin poder sacarla de su objetivo y la coloco en un 69 que los dos recordamos al día de hoy.
Antes de acabar, la tiro en la cama y le arranco, literalmente, la colaless diminuta que terminó a un costado olvidada por el frenético momento. La recorro entre suave y salvajemente con la lengua por cada uno de sus orificios, y ella no deja de masturbarme esperando que en algún momento, la atraviese de lado a lado con mi latente pija. Unos minutos después comienzo a practicarle sexo oral, hundiéndome en su caliente y húmeda cavidad, con sus piernas en mis hombros.
No se en que momento paso, pero en un movimiento me saca de entre sus piernas y se pone encima, ya con un preservativo en mano, y colocándolo rápidamente, me salta y se sienta sobre mi, metiéndose mi pija, lo más hondo que se podía, cabalgandome eufóricamente.
Mientras más cabalgaba más pedía, y yo la acomodaba de todas las formas que podía imaginar y que me permitiese el cuerpo, hasta que en un momento entre gemidos me dice:
-Alguna vez, le hiciste la cola a alguien?- y seguia apretandome
-No, nunca-
Y pensaba, que tenía un buen miembro y de un buen ancho, pero siempre fueron frigidas mis parejas.
-No te creo- me dice -Con esa hermosa pila!?-
Acto seguido, se la saca de la concha y rápidamente se la mete en la cola desesperada, si, no lo creía tampoco, pero tenía mucha experiencia, pero más ganas en ese momento. Seguimos cogiendo pero me pide que le haga la cola, en 5 minutos ya había acabado por lo excitante del pedido. Seguimos un rato más, unas horas más y nos fuimos a bañar. Me dio un beso apasionado y me dijo que le agradezca a mi vieja por tan hermoso regalo.
La verdad que como moraleja, les puedo decir, nunca se den por vencidos, el placer puede estar esperando ahí, en un encuentro casual, y te puede dejar agotado pero con una gran experiencia de donde menos lo esperas. Les agrego unas fotos que me mandó unas semanas después pidiendo que nos juntemos más seguido a "Hablar"
2 comentarios - Encuentro casual, postre y... Sexo eufórico.