Hola, mi nombre es Laura, soy una chica de 23 años y desde siempre he disfrutado el sexo. Hace unas semanas encontré esta pagina y he pensado en contales algunas historias que me han pasado a lo largo de mi vida, la verdad es que es algo que me excita ya que me hace revivir esos momentos y como pueden imaginar son todo cosas reales que me han pasado. Espero que les gusten.
Primero me describiré un poco, soy una chica morocha, de 170 de estatura, soy delgada, tengo tetas grandes, mi cintura es pequeña, y mi cadera más ancha porque soy un poco culoncita. En cuanto al sexo soy muy gauchita....
Lo que les cuento esta vez es algo que me sucedió hace algunos años, cuando tenia 18 años y salía con una amiga (Micaela) los fines de semana de bares. En aquella época la verdad es que estábamos bastante salidas y aunque en la actualidad también hago alguna locura en aquel tiempo las locuras digamos que eran mas frecuentes...
En aquella época éramos bastante conocidas en los boliches por los chicos, solíamos beber un poco y no teníamos ningun problema para encontrar chicos dispuestos a pasarlo bien. Esta historia es de un tiempo que ya fuimos a cosas mayores, confieso que una de las cosas que mas me pone es hacerlo con desconocidos, y si es en público mucho mejor. Me da muuucho morbo.
Ya saben que en los boliches en los baños de las chicas suele haber cola y los de los chicos casi siempre vacíos y con la puerta abierta. Yo y mi amiga Micaela nos poníamos como si estuviésemos a la cola para ver a los chicos cuando iban a mear, la verdad es que me ponía muy caliente verles las vergas así y durante mucho tiempo pensé en hacer lo que fuera de lo caliente que me ponía.
Una noche que estábamos así un chico nos vio mirar y con una sonrisa se colocaba para que le viéramos mejor, estuvo un rato y cuando se fue hablé con mi amiga:
-Voy a entrar y que hagan lo que quieran conmigo, ya sabes lo que hablamos desde hace tiempo.
-Estas un poco loca me dijo-, yo paso de entrar pero, eso si, ya me contarás luego.
Ella no entró y se fue, y allí me quedé esperando cerca de la puerta mas caliente que nunca y dispuesta a lo que fuera. Ese día llevaba una minifalda azul oscura que apenas llegaba a taparme el culo y una camisa blanca con practicamente los 4 primeros botones desabrochados y sin corpiño, la ropa interior blanca y con una tanga diminuta que apenas me tapaba. Yo ya había tenido por supuesto muchas relaciones, pero buscaba mas y el ron y el vodka con limón que llevaba encima ayudaban mucho a que me sintiera así...
El baño no era grande, tenía dos urinarios de los de pie y un inodoro detras de una puerta medio rota. Esperé que entrasen chicos y al poco tiempo entraron dos que iban juntos y debían de ser amigos, iban también un poco bebidos y cuando me vieron allí mirando empezaron a hablar en bajo entre ellos y se pusieron a mear enseñándome sus vergas sin disimulo.
-¿Queres ayudarnos para que no se nos salga nada fuera? me dijeron viéndome como estaba allí mirándoles.
-No me importaría nada hacerlo, parece que tienen ganas y yo me aburro un poco...
En ese momento entré y comencé la más grande locura que había hecho hasta ese día, le di un beso en la boca a uno de ellos mientras estaba meando y me bajó la cabeza poco a poco hasta la pija que veía que aun echaba un poco, como ya sabia lo que quería abrí la boca y la tomé suavemente entre mis labios, tenia un sabor a orina repugnante pero estaba deliciosa a la vez, estaba claro lo caliente que me había puesto.
Mientras tanto el otro me estaba tocando las tetas ahí agachada como estaba, y las sobó todo lo que quiso mientras yo estaba con su amigo. De repente sentí unos espasmos en la boca y entendí que se iba a correr, como siempre suelo tragar el semen no me aparté y traté de tragarlo todo, en ese momento estaba más caliente que nunca y haría todo lo que me dijesen, lo que, de hecho, hice a lo largo de toda esa noche.
El que me sobaba me bajó la tanga y empezó a meterme un dedo, yo estaba chorreando y lo que más me excitaba era estar allí a merced de dos desconocidos y en un lugar público, deseaba que entrase gente y me viera así (y que también se aprovechasen de mí, claro). Me puso de cara a los urinarios y me la empezó a intentar meter en el culo en esa posición, yo la sentía enorme y dura y estaba en el séptimo cielo. Más aún cuando vi que entró un chico y me vio así, se quedó mirando y salió rápido de ahí como si no hubiera visto nada.
Sin embargo entró otro que nos vio y se quedó disimulando como que estaba meando en el inodoro aunque yo le veía de reojo y estaba mirando sin parar. Esto me ponía a cien y empujaba fuerte hacia atrás para que el chico me la metiese bien, el otro miraba también y terminó quitándome la camisa quedándome las tetas al aire. De repente sentí un gran calor dentro de mí y comprendí que se había corrido dentro, yo ya había tenido un orgasmo.
En esto se fueron los dos chicos y me dejaron allí sentada en el suelo con la falda por la cintura y desnuda de arriba. El chico que estaba dentro se aprovechó entonces y tal como estaba sin decir nada me empezó a llamar putita mientras me tocaba las tetas, tenía los pezones supererectos y estando así entró otro chico al baño. Se me tiró dentro y entrecerró la puerta medio rota para vernos bien y allí estaba pendiente de todo lo que pasaba. El chico que estaba conmigo ya me estaba poniendo la pija a la altura de la boca y yo me levanté con ella en la boca y me puse de espaldas a la puerta donde estaba el otro chico .
Lo que quería era que viniese él también y por eso me levanté la falda aun mas y le enseñé todo mi culo. Al rato noté unas manos tocándome y sabía que era él. Allí estaba chupándosela a uno y con otro sobandome por detrás de nuevo. Empezaron a hablar entre ellos, por lo visto se conocían, y decía frases como "a esta se la meto ahora", "no se escapa de aca"... La verdad es que me ponía más caliente y ya estaba a merced de todo lo que quisieran. Terminaron metiéndomela los dos y corriéndose en mi boca uno, y en mi cara el otro.
Después de que les limpié bien sus fluidos se fueron y me quedé yo de nuevo llena de leche por todas partes y pensando que ya era la hora de marchar. En total había tenido tres orgasmos y estaba realmente muy cansada aunque feliz también de la experiencia. Así que me vestí ahí dentro con la puerta entreabierta y luego me fui, por cierto que mientras me vestía entró un chico que me llegó a ver las tetas y se fue rápido como pensando que se había equivocado de baño.
Al día siguiente se lo conté todo a mi amiga y a lo largo de ese año repetí varias veces más esa experiencia ahí en los baños de ese y de otros boliches. La que he contado fue la primera vez que, por ser la primera, me pareció la más oportuna y quizás la más excitante.
Como dije al principio, en mi vida hay muchas experiencias relacionadas con el sexo y para mi es excitante también el empezar a compartirlas con ustedes, así que espero sus mensajes y ya me despido hasta la próxima con un beso donde más les guste.
Primero me describiré un poco, soy una chica morocha, de 170 de estatura, soy delgada, tengo tetas grandes, mi cintura es pequeña, y mi cadera más ancha porque soy un poco culoncita. En cuanto al sexo soy muy gauchita....
Lo que les cuento esta vez es algo que me sucedió hace algunos años, cuando tenia 18 años y salía con una amiga (Micaela) los fines de semana de bares. En aquella época la verdad es que estábamos bastante salidas y aunque en la actualidad también hago alguna locura en aquel tiempo las locuras digamos que eran mas frecuentes...
En aquella época éramos bastante conocidas en los boliches por los chicos, solíamos beber un poco y no teníamos ningun problema para encontrar chicos dispuestos a pasarlo bien. Esta historia es de un tiempo que ya fuimos a cosas mayores, confieso que una de las cosas que mas me pone es hacerlo con desconocidos, y si es en público mucho mejor. Me da muuucho morbo.
Ya saben que en los boliches en los baños de las chicas suele haber cola y los de los chicos casi siempre vacíos y con la puerta abierta. Yo y mi amiga Micaela nos poníamos como si estuviésemos a la cola para ver a los chicos cuando iban a mear, la verdad es que me ponía muy caliente verles las vergas así y durante mucho tiempo pensé en hacer lo que fuera de lo caliente que me ponía.
Una noche que estábamos así un chico nos vio mirar y con una sonrisa se colocaba para que le viéramos mejor, estuvo un rato y cuando se fue hablé con mi amiga:
-Voy a entrar y que hagan lo que quieran conmigo, ya sabes lo que hablamos desde hace tiempo.
-Estas un poco loca me dijo-, yo paso de entrar pero, eso si, ya me contarás luego.
Ella no entró y se fue, y allí me quedé esperando cerca de la puerta mas caliente que nunca y dispuesta a lo que fuera. Ese día llevaba una minifalda azul oscura que apenas llegaba a taparme el culo y una camisa blanca con practicamente los 4 primeros botones desabrochados y sin corpiño, la ropa interior blanca y con una tanga diminuta que apenas me tapaba. Yo ya había tenido por supuesto muchas relaciones, pero buscaba mas y el ron y el vodka con limón que llevaba encima ayudaban mucho a que me sintiera así...
El baño no era grande, tenía dos urinarios de los de pie y un inodoro detras de una puerta medio rota. Esperé que entrasen chicos y al poco tiempo entraron dos que iban juntos y debían de ser amigos, iban también un poco bebidos y cuando me vieron allí mirando empezaron a hablar en bajo entre ellos y se pusieron a mear enseñándome sus vergas sin disimulo.
-¿Queres ayudarnos para que no se nos salga nada fuera? me dijeron viéndome como estaba allí mirándoles.
-No me importaría nada hacerlo, parece que tienen ganas y yo me aburro un poco...
En ese momento entré y comencé la más grande locura que había hecho hasta ese día, le di un beso en la boca a uno de ellos mientras estaba meando y me bajó la cabeza poco a poco hasta la pija que veía que aun echaba un poco, como ya sabia lo que quería abrí la boca y la tomé suavemente entre mis labios, tenia un sabor a orina repugnante pero estaba deliciosa a la vez, estaba claro lo caliente que me había puesto.
Mientras tanto el otro me estaba tocando las tetas ahí agachada como estaba, y las sobó todo lo que quiso mientras yo estaba con su amigo. De repente sentí unos espasmos en la boca y entendí que se iba a correr, como siempre suelo tragar el semen no me aparté y traté de tragarlo todo, en ese momento estaba más caliente que nunca y haría todo lo que me dijesen, lo que, de hecho, hice a lo largo de toda esa noche.
El que me sobaba me bajó la tanga y empezó a meterme un dedo, yo estaba chorreando y lo que más me excitaba era estar allí a merced de dos desconocidos y en un lugar público, deseaba que entrase gente y me viera así (y que también se aprovechasen de mí, claro). Me puso de cara a los urinarios y me la empezó a intentar meter en el culo en esa posición, yo la sentía enorme y dura y estaba en el séptimo cielo. Más aún cuando vi que entró un chico y me vio así, se quedó mirando y salió rápido de ahí como si no hubiera visto nada.
Sin embargo entró otro que nos vio y se quedó disimulando como que estaba meando en el inodoro aunque yo le veía de reojo y estaba mirando sin parar. Esto me ponía a cien y empujaba fuerte hacia atrás para que el chico me la metiese bien, el otro miraba también y terminó quitándome la camisa quedándome las tetas al aire. De repente sentí un gran calor dentro de mí y comprendí que se había corrido dentro, yo ya había tenido un orgasmo.
En esto se fueron los dos chicos y me dejaron allí sentada en el suelo con la falda por la cintura y desnuda de arriba. El chico que estaba dentro se aprovechó entonces y tal como estaba sin decir nada me empezó a llamar putita mientras me tocaba las tetas, tenía los pezones supererectos y estando así entró otro chico al baño. Se me tiró dentro y entrecerró la puerta medio rota para vernos bien y allí estaba pendiente de todo lo que pasaba. El chico que estaba conmigo ya me estaba poniendo la pija a la altura de la boca y yo me levanté con ella en la boca y me puse de espaldas a la puerta donde estaba el otro chico .
Lo que quería era que viniese él también y por eso me levanté la falda aun mas y le enseñé todo mi culo. Al rato noté unas manos tocándome y sabía que era él. Allí estaba chupándosela a uno y con otro sobandome por detrás de nuevo. Empezaron a hablar entre ellos, por lo visto se conocían, y decía frases como "a esta se la meto ahora", "no se escapa de aca"... La verdad es que me ponía más caliente y ya estaba a merced de todo lo que quisieran. Terminaron metiéndomela los dos y corriéndose en mi boca uno, y en mi cara el otro.
Después de que les limpié bien sus fluidos se fueron y me quedé yo de nuevo llena de leche por todas partes y pensando que ya era la hora de marchar. En total había tenido tres orgasmos y estaba realmente muy cansada aunque feliz también de la experiencia. Así que me vestí ahí dentro con la puerta entreabierta y luego me fui, por cierto que mientras me vestía entró un chico que me llegó a ver las tetas y se fue rápido como pensando que se había equivocado de baño.
Al día siguiente se lo conté todo a mi amiga y a lo largo de ese año repetí varias veces más esa experiencia ahí en los baños de ese y de otros boliches. La que he contado fue la primera vez que, por ser la primera, me pareció la más oportuna y quizás la más excitante.
Como dije al principio, en mi vida hay muchas experiencias relacionadas con el sexo y para mi es excitante también el empezar a compartirlas con ustedes, así que espero sus mensajes y ya me despido hasta la próxima con un beso donde más les guste.
18 comentarios - Orgia en el baño del boliche
que ganas de encontrarte asi en un baño
excelente!
me re calentaste
te sigo