Antes que otra cosa suceda quiero aclarar que amo a mi novia, estoy próximo a casarme pero la carne es débil y además una buena nalguita no se desaprovecha.
Esto historia empezó hace un año aproximadamente con mi cuñada, ella es una gordibuena con cara de putita que sabe cómo ponerte al palo en un minuto, se llama Alma, mide 1.60mts, tiene unas tetitas muy chiquitas pero un culo que hace que la volteen a ver.
Yo no soy para nada agraciado, por lo tanto ni me tomare el tiempo de describirme.
Una noche que quede de verme con mi novia para salir a cenar (somos una pareja demasiado tranquila y convencional) tuve que esperarla durante 1 hora y media, decidí esperarla afuera de su casa porque hacia bastante calor, en eso llega mi cuñada en un carro lleno de otras chicas, me saluda y se mete a la casa, habrían pasado como unos 5 minutos cuando se asoma y me ofrece un vaso con agua, el cual con gusto lo acepte. Debo aclarar que desde que la conocí nunca había sentido una atracción sexual por ella, si la vi de pies a cabeza y me clave en su rostro de niña buena y en sus labios que hasta el día de hoy son los mejores que he probado. Tal vez en un principio por la diferencia de edad (ella 17 y yo 28) y porque es hermana de mi novia no se me había ocurrido que algo podía pasar entre los dos hasta esa noche.
Finalmente salió con un vaso lleno de hielo con agua y me lo dio, se había quitado la ropa que traía cuando recién llego y se puso un pantalón de una tela muy delgada al igual que una blusa sin tirantes ambas prendas casi transparentes, dejando ver un calzón tipo cachetero de color negro con bolitas rojas en la parte de abajo y sus pequeños pezones color café ya que no traía sujetador porque realmente no lo necesitaba, ya iba de nuevo para adentro cuando le pregunte
-¿Le faltara mucho a tu hermana?-
-No sé, ¿van a salir?-
-Sí, iremos a cenar y de ahí a ver a donde-
-¿A cenar o a comerse el uno al otro?-
Realmente me puso nervioso su pregunta pues nunca habíamos tratado esos temas y más aún porque sus pezones se pusieron duros al terminar de preguntarme, se marcaban perfectamente sobre su blusa.
-Solo iremos a cenar, eso ya después en otra ocasión veremos- le dije mientras sorbía un poco del agua helada.
-¿Y tú de dónde venias?-
-Fui a hacer unos trabajos con unas amigas y a la plaza a perder el tiempo- Me dijo mientras se ponía a un lado de mí.
-mmm que se me hace que andabas noviando por ahí-. Quería saber si tenía algún novio o amigo con derecho que le diera sus buenos calentones a mi cuñadita.
-No nada de eso tengo mucho que no tengo novio ni nada por el estilo-
-Qué triste, ósea ¿qué hace mucho que no te invitan a cenarte, digo a cenar?- Esa era la oportunidad perfecta aquí sabría si podría llevar esto más lejos o no, ahí me encontraba jugándome mi relación por una pendejita casi 10 años menor que yo.
En ese momento se puso colorada de la cara, se agacho y se metió a su casa, lo primero que pensé fue
–Lo arruine por completo- pero para mi sorpresa salió y me dijo
-Aún se está peinando tu novia y si hace mucho que nadie me invita ni a cenar ni a nada-
-¿A nada de nada? Pregunte sonriendo de una manera maliciosa, sentía que la tenía contra la pared, pero cuál fue mi asombro al escuchar lo que ella me contesto
-No, pero tu podrías invitarme si quisieras- se acercó y me dio un beso justo en los labios, en ese momento mi pene se puso duro, ella al estar tan cerca lo sintió y con su pierna lo acaricio disimuladamente.
Estaba loco, no cabía de la calentura que estaba experimentando en ese momento, quería tomar sus nalgas entre mis manos, estrujarlas, voltearla y penetrarla en ese mismo momento, hasta que un ruido nos regresó a la realidad y se separó de mí, era mi novia que ya estaba lista para irnos.
-Hola Almita, que bueno que le haces compañía a Mario- Dijo mi novia mientras me daba un beso donde antes habían estado los deliciosos y carnosos labios de su hermanita
-Si aquí estábamos platicando, mientras tú salías para que no estuviera solo- dijo mientras me miraba con la mirada más cómplice que jamás he tenido en la vida
-Bueno pues vámonos entonces- le dije un poco nervioso pues la erección aún estaba presente.
Me acerque para darle un beso de despedida a mi cuñada y disimuladamente me agarro el pene por sobre el pantalón y me dijo al oído
-Cuando quieras estaré esperando esa invitación-
Toda la noche durante la cena no pude hacer otra cosa más que imaginarme como seria cogerme ese culo que sin más lo tenía para mí cuando yo quisiera, después de cenar fuimos a un motel e hicimos el amor durante unas 3 horas seguidas, era demasiada mi excitación pensando que a la que me cojia era a mi cuñada, le pedí el culo a mi novia pero no quiso así que termine llenándole la vagina de una gran cantidad de semen.
Continuara….
Esto historia empezó hace un año aproximadamente con mi cuñada, ella es una gordibuena con cara de putita que sabe cómo ponerte al palo en un minuto, se llama Alma, mide 1.60mts, tiene unas tetitas muy chiquitas pero un culo que hace que la volteen a ver.
Yo no soy para nada agraciado, por lo tanto ni me tomare el tiempo de describirme.
Una noche que quede de verme con mi novia para salir a cenar (somos una pareja demasiado tranquila y convencional) tuve que esperarla durante 1 hora y media, decidí esperarla afuera de su casa porque hacia bastante calor, en eso llega mi cuñada en un carro lleno de otras chicas, me saluda y se mete a la casa, habrían pasado como unos 5 minutos cuando se asoma y me ofrece un vaso con agua, el cual con gusto lo acepte. Debo aclarar que desde que la conocí nunca había sentido una atracción sexual por ella, si la vi de pies a cabeza y me clave en su rostro de niña buena y en sus labios que hasta el día de hoy son los mejores que he probado. Tal vez en un principio por la diferencia de edad (ella 17 y yo 28) y porque es hermana de mi novia no se me había ocurrido que algo podía pasar entre los dos hasta esa noche.
Finalmente salió con un vaso lleno de hielo con agua y me lo dio, se había quitado la ropa que traía cuando recién llego y se puso un pantalón de una tela muy delgada al igual que una blusa sin tirantes ambas prendas casi transparentes, dejando ver un calzón tipo cachetero de color negro con bolitas rojas en la parte de abajo y sus pequeños pezones color café ya que no traía sujetador porque realmente no lo necesitaba, ya iba de nuevo para adentro cuando le pregunte
-¿Le faltara mucho a tu hermana?-
-No sé, ¿van a salir?-
-Sí, iremos a cenar y de ahí a ver a donde-
-¿A cenar o a comerse el uno al otro?-
Realmente me puso nervioso su pregunta pues nunca habíamos tratado esos temas y más aún porque sus pezones se pusieron duros al terminar de preguntarme, se marcaban perfectamente sobre su blusa.
-Solo iremos a cenar, eso ya después en otra ocasión veremos- le dije mientras sorbía un poco del agua helada.
-¿Y tú de dónde venias?-
-Fui a hacer unos trabajos con unas amigas y a la plaza a perder el tiempo- Me dijo mientras se ponía a un lado de mí.
-mmm que se me hace que andabas noviando por ahí-. Quería saber si tenía algún novio o amigo con derecho que le diera sus buenos calentones a mi cuñadita.
-No nada de eso tengo mucho que no tengo novio ni nada por el estilo-
-Qué triste, ósea ¿qué hace mucho que no te invitan a cenarte, digo a cenar?- Esa era la oportunidad perfecta aquí sabría si podría llevar esto más lejos o no, ahí me encontraba jugándome mi relación por una pendejita casi 10 años menor que yo.
En ese momento se puso colorada de la cara, se agacho y se metió a su casa, lo primero que pensé fue
–Lo arruine por completo- pero para mi sorpresa salió y me dijo
-Aún se está peinando tu novia y si hace mucho que nadie me invita ni a cenar ni a nada-
-¿A nada de nada? Pregunte sonriendo de una manera maliciosa, sentía que la tenía contra la pared, pero cuál fue mi asombro al escuchar lo que ella me contesto
-No, pero tu podrías invitarme si quisieras- se acercó y me dio un beso justo en los labios, en ese momento mi pene se puso duro, ella al estar tan cerca lo sintió y con su pierna lo acaricio disimuladamente.
Estaba loco, no cabía de la calentura que estaba experimentando en ese momento, quería tomar sus nalgas entre mis manos, estrujarlas, voltearla y penetrarla en ese mismo momento, hasta que un ruido nos regresó a la realidad y se separó de mí, era mi novia que ya estaba lista para irnos.
-Hola Almita, que bueno que le haces compañía a Mario- Dijo mi novia mientras me daba un beso donde antes habían estado los deliciosos y carnosos labios de su hermanita
-Si aquí estábamos platicando, mientras tú salías para que no estuviera solo- dijo mientras me miraba con la mirada más cómplice que jamás he tenido en la vida
-Bueno pues vámonos entonces- le dije un poco nervioso pues la erección aún estaba presente.
Me acerque para darle un beso de despedida a mi cuñada y disimuladamente me agarro el pene por sobre el pantalón y me dijo al oído
-Cuando quieras estaré esperando esa invitación-
Toda la noche durante la cena no pude hacer otra cosa más que imaginarme como seria cogerme ese culo que sin más lo tenía para mí cuando yo quisiera, después de cenar fuimos a un motel e hicimos el amor durante unas 3 horas seguidas, era demasiada mi excitación pensando que a la que me cojia era a mi cuñada, le pedí el culo a mi novia pero no quiso así que termine llenándole la vagina de una gran cantidad de semen.
Continuara….
1 comentarios - Almita, Mi cuñada (el primer acercamiento)