Me Cogí a Mis Hijastras 1
Con el Sello de Placer y Morbo…
Hola ha todos gente porongueros, soy un chico con deseos de compartir mis historias y las de personas cerca a mi, con ustedes…. este como todos mis relatos esta hecho para ustedes para su disfrute, pero he de aclarar ciertas cosas, muchas de estas historias no son de mi autoría, otras si otras si lo son, otras fantasías que he tenidos yo o alguien cerca a mí, que me lo ha confesado, otras son reales pero no mías, relatos de otras personas que me lo confiesas y al final logro convencerlos de que me dejen publicarlos, claro con nombres y lugares diferentes para proteger su identidad, por este motivo es que no digo quien es quien, cual es mío o cual no, cual es real y cual no lo es, pienso que lo hace más interesante y hace pensar a la gente, son muchas las historias que tengo pero poco el tiempo para contar, espero que las que puedo publicar sean de su agrado, sin más que decir disfrútenlo.
Hacía tiempo ya que me había casado con Laura, en general era una buena esposa, he de confesar que yo no era un buen esposo, para nada, ho no como ella hubiera querido, pero ella aun aguantaba mi temperamento. En mi juventud era igual. Las novias no me duraban mucho, y las esposas mucho menos, por suerte con las tres anteriores no tuve hijos, si no la cosas hubiera sido difícil, con todas me divorcie de lo mismo, mis faltas, mis infidelidades, solo eso, pues en la casa jamás faltaba algo, era gerente en una automotriz, y tenía mis propias pequeñas empresa de piezas para auto, ferreterías, y acrílicos, entre otras cosas, además de barías casas que tenia alquiladas, económicamente me iba bien. mis vicios por el alcohol y las mujeres, volvían locas a las personas que tenia al lado, mas el de las mujeres que el del alcohol si vieran que no bebía tanto como si me la pasaba entre mujeres, mas de una vez me descubrió Laura alguna infidelidad.
--¡Ya no aguanto esto maldito, mira que con esa cría que puede ser tu hija! -Me grietaba muchas beses o también. --¡Esa zorra es una vieja por lo menos ponme los cuerno con alguien que valga la pena, llevarse la a la cama a eso, no crees cabrán de mierda! -Pero a pesar de eso no pasaba de unos cuantos gritos y lagrimas suyas y yo de unos besos carisias cuando terminaba cogiéndomela con todas mis fuerzas, clavándole toda mi polla bien adentro, al día siguiente le traía un regalito y se comportaba como si nada hubiera pasado.
Cuando conocí a Laura era divorciada, su esposo un bueno para nada, por lo que dicen, era un idiota, aunque sus hijas decían otra cosa ¡Amor de hijas supongo! en aquel entonces ya tenía a sus dos hijas, Mariana de 18 años y Anaïs de 19 las dos eran unas mujeres de piel blanca como su madre, con caderas anchas, pechos pequeños como del tamaño de unas naranjas, mas ho menos, pero eso si ambas tenían un culo descomunal, como el de su madre, lo único que las diferenciaba un poco era su estatura porque hasta el cabello tenían igual, en fin los mismos ojos, es decir parecían gemelas, o trillizas sin contamos a la madre, solo que Mariana la menor apenas alcanzaba el 1.50 de estatura y Anaïs la mayor casi llegaba al 1.70. Yo por otro lado era un hombre maduro de ya 48 años, pero aun con una virilidad que jovencitos de 19 quería tener, la buena vida y la herencia supongo, alto de cabello negro con algunas arugas en la cara, como patas de gallinas pero a mi edad eso era normal, piel blanca, ojos claros, pero con una polla grande y gruesa grande de 20 centímetros de largo, y gruesa de 16 centímetros de grosor. Recuerdo que cuando recién llegaron a mi casa, ahora suya, Laura con sus dos hijas se la pasaban en ropa interior todo los días hacia mucho que no había un hombre en casa así que había cierta confianza entre ellas para andar así por toda la casa, se les podía ver pasear en diminutas braguitas mostrando sus nalgotas o bien en camisetas de tirantes es mas en ocasiones hasta dejaban las puertas abiertas de los cuartos cuando se cambiaban de ropa, e incluso la del baño se quedaba abierta yo vi varias veces a Anaïs totalmente desnuda bajo la regadera. Me ponía tan caliente verla que no me podía contener y enseguida iba al cuarto de su madre y me la cojia como loco, la pobre de Laura aguantaba como podía no se imaginaba que me la follaba pensando que era su hija Anaïs.
--Ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah… hooo, ho, ho, ho, ho… haaa, ha, ha, ha, ha, ho, ho, ha, ha ho, haaaa, ha, haaa, hhha… Luis… ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, haaaaa lusissssssss, diosssss ha, ha, ha, ha, haaaa si, sissssss…. Ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha. -Ella no paraba de gemir y Laura pensado que era por ella, pero la verdad era pro su hija mayor.
Aunque todavía en ese entonces Laura tenía un cuerpo de ensueño nada que envidiar del cuerpo de sus dos hijas, que aunque estaban más jóvenes que su madre mantenía la firmeza y el deseo sexual de una mujer joven, a pesar de que había dado a luz a dos hijas, en un parto natural, pero ella seguía viéndose bien. Recuerdo que en los primeros días de casados al entrar a nuestra recamara Laura se arrodillaba inmediatamente luego me sacaba la verga y me la chupaba como una desesperada y cuando ya estaba bien dura corría y se subía a la cama, se ponía a gatas y se abría las nalgas ella sola, yo se la metía tan duro que sus nalgas blancas terminaban todas rojas de tanto mete y saca, cuando me daban ganas de hacérselo por el culo. Bueno sus gritos eran aun más fuertes, pero a ella le gustaba.
--Ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, hay, hay, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha… me gusta ha, ha, ha, ha, ha, haaaaa… si dame más duro si mi cola es tuya ha, ha, ha, haaa, ha, así ah, ah, ah, ah, ah, ah, haaaaa, si papi ah, ah, haaa, haaa, ha, haaa, ha, ha, ha.
Ha ella le gustaba, al principio le dolía y mucho habían días en lo que no se paraba de la cama porque le dolía mucho el culo me lloraba y me pedía perdón como si tuviera que perdonarla, luego me decía.
--Ya no papi ya no más, me duele.
Como gemía y gritaba la muy puta parecía que la estaba golpeando de los gritos que soltaba, más de una vez Anaïs y Mariana tocaron a nuestra puerta para preguntar si ocurría algo, Laura con mi verga atravesada entre sus nalgas, bien metida en su culo, a duras penas les respondía.
--Haaa…. Todo esta bien hijas duerman… todo está bien.
Creo que después sus hijas captaron lo que pasaba realmente y dejaron de molestar, la relación con Anaïs y Mariana era algo rara o peculiar es mas nunca me llamaron papa, solo me decían Luis, y para ser sincero yo lo prefería así, ya estaban bien grandecitas las dos, como para llamarme así, y a mí no me gustaba la verdad, no soy un hombre paterno ya lo notaron no, pero ni lo crean ella como pedía dinero, al principio fue de a poco he incluso quien iba a decir que al final terminarían llamándome papi, ya verán como paso eso. La primera en decirme así seria Mariana, así es, la menor la de 18 años, Mariana como ya lo dije era de piel blanca y de estatura baja apenas media el 1.50 es mas su frente me llegaba apenas arriba del ombligo, yo mido 1.90, y aunque casi podía rodear su cintura con una sola mano, para agarrarle el culo si necesitaba ambas, no es que lo hubiera hecho si no que uno calcula, me había casado con su madre ya unos 6 meses y teníamos ya una relación de 1 año, así que tenía tiempo conociéndola, pero esto empezó cuando ellas vinieron a vivir a mi casa, y bueno las veía más a diario.
En fin sigamos; su pelo largo y negro le llegaba a las nalgas y sus piernas aunque cortas estaban muy bien torneadas, tenia los labios más gruesos de las 3, su voz chillona era el único defecto que le encontraba aquella hermosa mujer pero al final no fue tan molesto, lograbas acostumbrarte. Esto empezó un día cualquiera un viernes por la tarde cuando yo estaba en el patio. Estaba arreglando el jardín cuando Mariana salió de la casa a tomar el sol la muy desvergonzada salió en traje de baño de dos piezas era de color rosa con florecitas blancas y amarillas, le quedaba de un bien… yo no le había puesto tanta atención de vez en cuando volteaba a verla pero sin ninguna intención eso se los juro, pero cuando se giro boca abajo para asolear su espalda no pude evitar acercarme para verle bien ese par de nalgas grande y redonditas, perfectamente, tremendo culo el de mi Mariana inmenso, gordo y bien redondo el traje de baño dejaba al descubierto sus nalgotas que ni de milagro podía tapar aquel par de cachetes su traje de baño era diminuto para ella. Entre a la casa por un vaso de agua note que no había nadie recordé que era el día en que Laura hacia las compras y no sé porque Anaïs aun no llegaba del colegio así que regrese al patio, me quite la playera y me tumbe a un lado de Mariana.
--Puedo tomar el sol contigo. -Le dije, ella me sonrió, con lentes de sol, no notaba sus ojos.
--Si Luis, claro acomódate. -Me dijo mariana.
Yo me puse a un lado de ella en la Poltrona para estar lo más cerca y seguir viéndole sus nalgas, de pronto supongo que sintió mi mirada y se giro boca arriba. Me la tenía que follar, pero debía de hacerlo bien, al final era la hija de mi mujer, ya me había cogido a chicas de su edad y hasta menores, y eran unas diablas las chicas de esta época pero ella debía de hacerlo con cuidado. Era lo que pensaba una y otra vez, así que puse mí jugada en marcha le pregunte.
--¿¡Hey Mariana quieres algo de bronceador!? … Baya el sol esta fuerte ¿no lo cresa? -Mostré la botella de protector solar que ella misma había puesto en la mesa del jardín yo la había tomado estaba aun más cerca que ella. Ella se bajo los lentes de sol y me miro picaronamente la muy putas y me sonrió.
--¡Ha claro Luis gracias!
--¡No, no ni mas faltaba yo te la pongo! -Me apresure a ponérselo.
Empecé a acariciar su trasero de una pero suavemente, ella no dijo nada, así que seguí, a pasar mi mano por su cuerpo suavemente le untaba su protector solar suavemente y Mariana se confió, se relajo, pues esas manos grandes no eran nada torpes, cuando bajo la guardia, fue cuando lo noto y ataque, y así lo hice, mis manos grandes y firmes, yo sabía muy bien que era lo que debía de hacerse, tenía ya experiencia, empiezo primero a relajar ha Mariana poco a poco aguantando mis ansias de comer, ya en mi juventud, había perdido muchas preseas, muchas hembras por mi impaciencia, esta vez el viejo lobo, no solo era ardiente y deseoso si no, precavido, sus manos se concentraron en sus hombros luego en sus espalda, bajaba suavemente untando el protector solar suavemente mientras su sexy hijita, gemía relajada, saber lo que pasaría, sus manos se movían suavemente pero con firmeza a la vez Mariana se confió y disfruto; empecé a acariciar sus espalda sus cintura midiéndola con sus manos, luego bajo a sus piernas firmes y torneadas las masajeo haya sus pantorrillas, hasta sus dedos de los pies, era bueno dando masaje en los pies, ella gemía suavemente yo sonreí, esto no era solo untar protector solar, era mucho más, eso era seguro, pero yo quería aun mas, seguí con lo mío suavemente, luego subí hasta sus hombros hay deje una de mis manos, la izquierda, y con la mano, la derecha baje hasta sus axila, la izquierda le siguió por la otras, rosaron sus senos, me sorprendí que al tacto se notaban grande, tal vez era mi excitación, Mariana no dijo nada, era la hora, subí mis manos hasta sus hombros deje firme en ellos mi mano izquierda y mi derecha, bueno esa manos me deslice hacia su trasero sus nalgas, pero por debajo de su bikini, ahí fue cuando Mariana se agito, intento levantarse de golpe, pero no pudo, no pudo porque la tenía mi mano izquierda bien puesta sobre ella.
--Haaaaa que ha, haaaaaa Luis ha, ha, ha, haaaaa.
--Solo relájate Mariana y disfrútalo solo disfrútalo. -Dije bajando mis dedos aun mas, mis grandes largos y gruesos dedos justo dentro de sus nalgas acariciando su ano y su concha, haciendo que Mariana gimiera que no supiera que hacer, sintió miedo sin duda alguna, yo lo olía, pero también sentía éxtasi mucho éxtasi, eso también lo notaba... Y lo que es mejor lo olía. Frotaba las yemas de mis dedos en su vagina en su ano.
--Será mejor que pares Luis haaaa, hooo. -Gemida Mariana. --Ha, haaaa, Hoooo, haaaaa. -Gemía ella apretando sus dientes mordiéndose los labios. --Por favorrr, paraaaa haaaaa hooo Diosss. -Gimió, estaba a punto de acabar, pero la deje, este el momento perfecto para soltarla, es como ir a pescar cuando el pez pica no debes de jalarlo de inmediato, o si no el garfio no lo atrapara, puede romperse la cuerda, debes dejarlo un rato, hacer que luche y se canse, y luego jalar luego soltar y luego jalar pelear con el animal hasta que se canse.
Yo me quede tranquilo sin decir ho hacer nada luego fui a la cocina, y prepare una limonada, tome un vaso de limonada bien fría y dulce y la lleve hasta hayan, ella cuando me miro tenía la cara roja y me miraba intranquila, estaba hecho la primera parte de mi plan.
--¡Mariana no quieres un poco de limonada!
--¡Sí! -Dijo enérgica, claro que lo quería. Yo le serví un vaso y ella se lo tomo de golpe. Luego de un rato la vi que miraba su celular, era un celular pequeño y anticuado yo le sonreí.
--¡¿Pares que estas sufriendo con ese aparato?!
--Es muy viejo. -Dijo frustrada, yo le sonreí.
--¿Pensé que tenias uno moderno?
--¡Lo tenía pero me lo robaran ¿te acuerdas?!
--¡Ha ya bueno yo te puedo ayudar con eso!
--¡En serio!
--Si pero a cambio de algo. -Ella se quedo muy seria pensándolo un momento y luego pregunto.
--¿Qué cosa quieres Luis?
--Dame un beso. -Le conteste.
--¿Solo un beso? -Me preguntó ella de nuevo.
--Si Mariana. -Le conteste muy serio. Ella me miro como analizando lo que implicaba un beso.
Ella se levanto, yo no le había dicho donde lo quería, pero fue directo a mis labios, el beso fue dulce y tranquilo, pero sentir su cuerpo junto al mío, me puso la verga durísima, y le metí la mano dentro su traje de baño por sus nalgas, fue la primera vez que apreté ese culo redondo y firme, ella se quiso hacer para atrás pero ya era tarde, con mi mano derecha la tome de su nunca apretándola más a mí, y con mi mano izquierda le apretaba sus nalgas metiendo mis dedos mas y mas profundo, seguí besándola y luego acaricie su conchita, gorda y húmeda, estaba depilada, ella gimió al instante, y yo le pegue mi verga a su vientre.
--Haa, haaaa, haaaaaa.
--¡Ahora me la vas a mamar para que puedas hablar con tus amigas! -Le dije al oído, y luego me saque la verga ella se quedo seria y sorprendida, pensé que saldría huyen, O me cacheteara gritándome lo maldito que era, pero tenía la cara roja, estaba excitada, y temblaba en mis manos, yo aun la tenia de los hombros, pero finalmente se incoo, termino de sacar mi polla de mi short y hay la vio se quedo un rato mirándola yo le dije.
--¡Si es grande y la disfrutaras amor! -Ella no me contesto solo empezó.
Metía mi verga en su boca lo mejor que pude, ella se esforzaba debo de decir, lo intentaba, pero era claro que no tenía mucha experiencia eso me sorprendió, le desabroche la parte de arriba de su traje de baño y vi esos enormes pezones rosas y gruesos al descubierto, los tenía duros y paraditos, ella intentaba taparse con el brazo, pero yo se los bajaba y le acariciaba la cabeza.
--¡¿Que acaso no practicas con tu novio Mariana?! ¡¿Pensé que lo arias mejor como que no quieres ese celular?! -Ella me miro sin será de chuparme, luego tomo mi polla con las dos manos y empezó a hacerlo un poco mejor, al parecer, era su primera ves ho algo así
Me la mamaba bien rico torpe pero hacia un esfuerzo por metérsela toda en su boca casi entera, la tenia súper dura y a punto de correrme cuando me acomode en el Poltrona, luego le acabe en la boca la hice que se quedara con mi polla en la boca pero al final la solté ella escupió un poco en el suelo pero era claro que había trago algo, ella me miro pero en sus ojos no había enojo ni nada por el estilo, así que yo le dije.
--¡Ven Mariana! -Ella se acerco y sin que yo le dijera nada se quito la parte de abajo del traje de baño, luego ella me dijo.
--Métemela con cuidado, la tienes muy grande. -Yo aun no lo podía creer, era demasiado fácil, ese par de nalgas por fin se estaban sentando en mi verga. Mientras ella me decía. --Despacito por favor despacitoooo… Huussss, huuuussss, husssss haaaaa.
Yo me quedaba inmóvil viendo como ese para de nalgas se comía mi verga, fue ella la que puso el ritmo y luego lo aumento, en ocasiones sentía que me iba a correr en cualquier momento, yo la tomaba de la cintura y ella se daba de sentones en mi verga.
--Ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ha, ha, ha, haa, ha. -Ella cada vez aumentaba mas el ritmo mientras yo le besaba el cuello la oreja le chupaba las tetas, no las tenía tan grande así que podían entrar en mi boca sin problemas, ella me clava sus uñas en la espalda ho en los hombros eso me traería problemas si mi mujer me las veía. --¡Ya te vas a venir! Haaa haa, haa, haaa si te vas ah, ah, ah, ah, ah, ha venir…. -Me decía.
En cada sentón, ella me preguntaba como una necia, ¡ya te vas a venir! Y sus gemidos, y se la volvía a meter ¡ya te vas a venir! Y sus gemidos, repetía, a cada rato con la respiración agitada.
--¿¡Ya quieres que me venga!? -Le pregunte.
--¡Si, si ha, haaa ya vente, ya vente! -Me decía.
La tome de las tetas y empecé a moverme más rápido ella se olvido de todo por un momento y comenzó a disfrutar aun mas y gemir.
--¿¡Porque si esto esta muy divertido!?
--Haaa ha, haaaaa, ha, ha, haaaa, ha, ha, ha, haaaaayyyyy, ha, ha, ha, ha, haaaaaa no aguanta me haaaaa, ha, ha, ha, ha vengo ha, ha, haaaaa, haaaaa… ya no gaunto ha, ha, ha, ha, ha, haaaaaa.
Yo la tome mas fuerte aun de la cintura e hice que se la clavara mas, ella gemía aun más fuerte.
--HAAAAAA… ha, ha, ha, ha, haaaaa, ha, haaaa, haaaa, ha, ha, ha, ha, haaaaaa.
Cuando estaba a punto de venirme y sabía que sería enorme, la levante de mi, quería evitar acabarle dentro de ella, pero no sabía si se cuidaba y no quiera dejarla embarazada, jamás me había importado embarazar a cualquier putita de por ahí, pero ella era diferente, la hija de mi mujer bueno no quería dañarle su futuro y además si lo hacía capas que no le gustara seguir follando m as conmigo.
--¡¿En donde lo quieres?! -Pregunte fatigado y excitado ya no podía contener mas. Ella en la grama de rodillas me dijo.
--¡la cara, en la cara ya! -Dijo soltando un chorro de flujo vaginal, había acabado. --Haaaaaaaaaaaaa ya por favor Luis Haaaaaaaaaaaa. Yo le acabe en la cara, chorros y chorros bastante la verdad. Le cayó en toda su carita, indiscutiblemente también en su boca era obvio, en sus tetitas rojas, en el suelo ella se la comió lo que pudo luego me mire y en sus ojos vi miedo y arrepentimiento tenía que moverme rápido.
--¡Lo que paso nadie lo sabara Mariana así de simple! -Hable con autoridad. --¡Lo hecho, hecho esta, y lo que yo digo se hace, y nadie lo sabrá y te daré lo tuyo lindura! -Dije acariciándole su cara pegajosa y dándole su traje de baño, la parte de arriba, ella asintió.
Mientras ellas se bestia la veía roja y muy agitada, no era para tanto yo estaba algo igual me acomode mi short y me senté al lado de ella, ella miro el suelo y dijo algo que me hiso sonreír por dentro.
--Y que aremos parar repetirlo Luís. -Yo sonreí, sabía que era una putita y que quería mas, al final era hija de Laura, era idéntica.
--Bueno primero tenemos que aparentar como si nada pasó entendido. -Dije y ella asintió con eso lo sellamos con un be so. Y fue el comienzo de todo esto.
Fin de la Primera Parte.
Con el Sello de Placer y Morbo…
Hola ha todos gente porongueros, soy un chico con deseos de compartir mis historias y las de personas cerca a mi, con ustedes…. este como todos mis relatos esta hecho para ustedes para su disfrute, pero he de aclarar ciertas cosas, muchas de estas historias no son de mi autoría, otras si otras si lo son, otras fantasías que he tenidos yo o alguien cerca a mí, que me lo ha confesado, otras son reales pero no mías, relatos de otras personas que me lo confiesas y al final logro convencerlos de que me dejen publicarlos, claro con nombres y lugares diferentes para proteger su identidad, por este motivo es que no digo quien es quien, cual es mío o cual no, cual es real y cual no lo es, pienso que lo hace más interesante y hace pensar a la gente, son muchas las historias que tengo pero poco el tiempo para contar, espero que las que puedo publicar sean de su agrado, sin más que decir disfrútenlo.
Hacía tiempo ya que me había casado con Laura, en general era una buena esposa, he de confesar que yo no era un buen esposo, para nada, ho no como ella hubiera querido, pero ella aun aguantaba mi temperamento. En mi juventud era igual. Las novias no me duraban mucho, y las esposas mucho menos, por suerte con las tres anteriores no tuve hijos, si no la cosas hubiera sido difícil, con todas me divorcie de lo mismo, mis faltas, mis infidelidades, solo eso, pues en la casa jamás faltaba algo, era gerente en una automotriz, y tenía mis propias pequeñas empresa de piezas para auto, ferreterías, y acrílicos, entre otras cosas, además de barías casas que tenia alquiladas, económicamente me iba bien. mis vicios por el alcohol y las mujeres, volvían locas a las personas que tenia al lado, mas el de las mujeres que el del alcohol si vieran que no bebía tanto como si me la pasaba entre mujeres, mas de una vez me descubrió Laura alguna infidelidad.
--¡Ya no aguanto esto maldito, mira que con esa cría que puede ser tu hija! -Me grietaba muchas beses o también. --¡Esa zorra es una vieja por lo menos ponme los cuerno con alguien que valga la pena, llevarse la a la cama a eso, no crees cabrán de mierda! -Pero a pesar de eso no pasaba de unos cuantos gritos y lagrimas suyas y yo de unos besos carisias cuando terminaba cogiéndomela con todas mis fuerzas, clavándole toda mi polla bien adentro, al día siguiente le traía un regalito y se comportaba como si nada hubiera pasado.
Cuando conocí a Laura era divorciada, su esposo un bueno para nada, por lo que dicen, era un idiota, aunque sus hijas decían otra cosa ¡Amor de hijas supongo! en aquel entonces ya tenía a sus dos hijas, Mariana de 18 años y Anaïs de 19 las dos eran unas mujeres de piel blanca como su madre, con caderas anchas, pechos pequeños como del tamaño de unas naranjas, mas ho menos, pero eso si ambas tenían un culo descomunal, como el de su madre, lo único que las diferenciaba un poco era su estatura porque hasta el cabello tenían igual, en fin los mismos ojos, es decir parecían gemelas, o trillizas sin contamos a la madre, solo que Mariana la menor apenas alcanzaba el 1.50 de estatura y Anaïs la mayor casi llegaba al 1.70. Yo por otro lado era un hombre maduro de ya 48 años, pero aun con una virilidad que jovencitos de 19 quería tener, la buena vida y la herencia supongo, alto de cabello negro con algunas arugas en la cara, como patas de gallinas pero a mi edad eso era normal, piel blanca, ojos claros, pero con una polla grande y gruesa grande de 20 centímetros de largo, y gruesa de 16 centímetros de grosor. Recuerdo que cuando recién llegaron a mi casa, ahora suya, Laura con sus dos hijas se la pasaban en ropa interior todo los días hacia mucho que no había un hombre en casa así que había cierta confianza entre ellas para andar así por toda la casa, se les podía ver pasear en diminutas braguitas mostrando sus nalgotas o bien en camisetas de tirantes es mas en ocasiones hasta dejaban las puertas abiertas de los cuartos cuando se cambiaban de ropa, e incluso la del baño se quedaba abierta yo vi varias veces a Anaïs totalmente desnuda bajo la regadera. Me ponía tan caliente verla que no me podía contener y enseguida iba al cuarto de su madre y me la cojia como loco, la pobre de Laura aguantaba como podía no se imaginaba que me la follaba pensando que era su hija Anaïs.
--Ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah… hooo, ho, ho, ho, ho… haaa, ha, ha, ha, ha, ho, ho, ha, ha ho, haaaa, ha, haaa, hhha… Luis… ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, haaaaa lusissssssss, diosssss ha, ha, ha, ha, haaaa si, sissssss…. Ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha. -Ella no paraba de gemir y Laura pensado que era por ella, pero la verdad era pro su hija mayor.
Aunque todavía en ese entonces Laura tenía un cuerpo de ensueño nada que envidiar del cuerpo de sus dos hijas, que aunque estaban más jóvenes que su madre mantenía la firmeza y el deseo sexual de una mujer joven, a pesar de que había dado a luz a dos hijas, en un parto natural, pero ella seguía viéndose bien. Recuerdo que en los primeros días de casados al entrar a nuestra recamara Laura se arrodillaba inmediatamente luego me sacaba la verga y me la chupaba como una desesperada y cuando ya estaba bien dura corría y se subía a la cama, se ponía a gatas y se abría las nalgas ella sola, yo se la metía tan duro que sus nalgas blancas terminaban todas rojas de tanto mete y saca, cuando me daban ganas de hacérselo por el culo. Bueno sus gritos eran aun más fuertes, pero a ella le gustaba.
--Ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, hay, hay, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha… me gusta ha, ha, ha, ha, ha, haaaaa… si dame más duro si mi cola es tuya ha, ha, ha, haaa, ha, así ah, ah, ah, ah, ah, ah, haaaaa, si papi ah, ah, haaa, haaa, ha, haaa, ha, ha, ha.
Ha ella le gustaba, al principio le dolía y mucho habían días en lo que no se paraba de la cama porque le dolía mucho el culo me lloraba y me pedía perdón como si tuviera que perdonarla, luego me decía.
--Ya no papi ya no más, me duele.
Como gemía y gritaba la muy puta parecía que la estaba golpeando de los gritos que soltaba, más de una vez Anaïs y Mariana tocaron a nuestra puerta para preguntar si ocurría algo, Laura con mi verga atravesada entre sus nalgas, bien metida en su culo, a duras penas les respondía.
--Haaa…. Todo esta bien hijas duerman… todo está bien.
Creo que después sus hijas captaron lo que pasaba realmente y dejaron de molestar, la relación con Anaïs y Mariana era algo rara o peculiar es mas nunca me llamaron papa, solo me decían Luis, y para ser sincero yo lo prefería así, ya estaban bien grandecitas las dos, como para llamarme así, y a mí no me gustaba la verdad, no soy un hombre paterno ya lo notaron no, pero ni lo crean ella como pedía dinero, al principio fue de a poco he incluso quien iba a decir que al final terminarían llamándome papi, ya verán como paso eso. La primera en decirme así seria Mariana, así es, la menor la de 18 años, Mariana como ya lo dije era de piel blanca y de estatura baja apenas media el 1.50 es mas su frente me llegaba apenas arriba del ombligo, yo mido 1.90, y aunque casi podía rodear su cintura con una sola mano, para agarrarle el culo si necesitaba ambas, no es que lo hubiera hecho si no que uno calcula, me había casado con su madre ya unos 6 meses y teníamos ya una relación de 1 año, así que tenía tiempo conociéndola, pero esto empezó cuando ellas vinieron a vivir a mi casa, y bueno las veía más a diario.
En fin sigamos; su pelo largo y negro le llegaba a las nalgas y sus piernas aunque cortas estaban muy bien torneadas, tenia los labios más gruesos de las 3, su voz chillona era el único defecto que le encontraba aquella hermosa mujer pero al final no fue tan molesto, lograbas acostumbrarte. Esto empezó un día cualquiera un viernes por la tarde cuando yo estaba en el patio. Estaba arreglando el jardín cuando Mariana salió de la casa a tomar el sol la muy desvergonzada salió en traje de baño de dos piezas era de color rosa con florecitas blancas y amarillas, le quedaba de un bien… yo no le había puesto tanta atención de vez en cuando volteaba a verla pero sin ninguna intención eso se los juro, pero cuando se giro boca abajo para asolear su espalda no pude evitar acercarme para verle bien ese par de nalgas grande y redonditas, perfectamente, tremendo culo el de mi Mariana inmenso, gordo y bien redondo el traje de baño dejaba al descubierto sus nalgotas que ni de milagro podía tapar aquel par de cachetes su traje de baño era diminuto para ella. Entre a la casa por un vaso de agua note que no había nadie recordé que era el día en que Laura hacia las compras y no sé porque Anaïs aun no llegaba del colegio así que regrese al patio, me quite la playera y me tumbe a un lado de Mariana.
--Puedo tomar el sol contigo. -Le dije, ella me sonrió, con lentes de sol, no notaba sus ojos.
--Si Luis, claro acomódate. -Me dijo mariana.
Yo me puse a un lado de ella en la Poltrona para estar lo más cerca y seguir viéndole sus nalgas, de pronto supongo que sintió mi mirada y se giro boca arriba. Me la tenía que follar, pero debía de hacerlo bien, al final era la hija de mi mujer, ya me había cogido a chicas de su edad y hasta menores, y eran unas diablas las chicas de esta época pero ella debía de hacerlo con cuidado. Era lo que pensaba una y otra vez, así que puse mí jugada en marcha le pregunte.
--¿¡Hey Mariana quieres algo de bronceador!? … Baya el sol esta fuerte ¿no lo cresa? -Mostré la botella de protector solar que ella misma había puesto en la mesa del jardín yo la había tomado estaba aun más cerca que ella. Ella se bajo los lentes de sol y me miro picaronamente la muy putas y me sonrió.
--¡Ha claro Luis gracias!
--¡No, no ni mas faltaba yo te la pongo! -Me apresure a ponérselo.
Empecé a acariciar su trasero de una pero suavemente, ella no dijo nada, así que seguí, a pasar mi mano por su cuerpo suavemente le untaba su protector solar suavemente y Mariana se confió, se relajo, pues esas manos grandes no eran nada torpes, cuando bajo la guardia, fue cuando lo noto y ataque, y así lo hice, mis manos grandes y firmes, yo sabía muy bien que era lo que debía de hacerse, tenía ya experiencia, empiezo primero a relajar ha Mariana poco a poco aguantando mis ansias de comer, ya en mi juventud, había perdido muchas preseas, muchas hembras por mi impaciencia, esta vez el viejo lobo, no solo era ardiente y deseoso si no, precavido, sus manos se concentraron en sus hombros luego en sus espalda, bajaba suavemente untando el protector solar suavemente mientras su sexy hijita, gemía relajada, saber lo que pasaría, sus manos se movían suavemente pero con firmeza a la vez Mariana se confió y disfruto; empecé a acariciar sus espalda sus cintura midiéndola con sus manos, luego bajo a sus piernas firmes y torneadas las masajeo haya sus pantorrillas, hasta sus dedos de los pies, era bueno dando masaje en los pies, ella gemía suavemente yo sonreí, esto no era solo untar protector solar, era mucho más, eso era seguro, pero yo quería aun mas, seguí con lo mío suavemente, luego subí hasta sus hombros hay deje una de mis manos, la izquierda, y con la mano, la derecha baje hasta sus axila, la izquierda le siguió por la otras, rosaron sus senos, me sorprendí que al tacto se notaban grande, tal vez era mi excitación, Mariana no dijo nada, era la hora, subí mis manos hasta sus hombros deje firme en ellos mi mano izquierda y mi derecha, bueno esa manos me deslice hacia su trasero sus nalgas, pero por debajo de su bikini, ahí fue cuando Mariana se agito, intento levantarse de golpe, pero no pudo, no pudo porque la tenía mi mano izquierda bien puesta sobre ella.
--Haaaaa que ha, haaaaaa Luis ha, ha, ha, haaaaa.
--Solo relájate Mariana y disfrútalo solo disfrútalo. -Dije bajando mis dedos aun mas, mis grandes largos y gruesos dedos justo dentro de sus nalgas acariciando su ano y su concha, haciendo que Mariana gimiera que no supiera que hacer, sintió miedo sin duda alguna, yo lo olía, pero también sentía éxtasi mucho éxtasi, eso también lo notaba... Y lo que es mejor lo olía. Frotaba las yemas de mis dedos en su vagina en su ano.
--Será mejor que pares Luis haaaa, hooo. -Gemida Mariana. --Ha, haaaa, Hoooo, haaaaa. -Gemía ella apretando sus dientes mordiéndose los labios. --Por favorrr, paraaaa haaaaa hooo Diosss. -Gimió, estaba a punto de acabar, pero la deje, este el momento perfecto para soltarla, es como ir a pescar cuando el pez pica no debes de jalarlo de inmediato, o si no el garfio no lo atrapara, puede romperse la cuerda, debes dejarlo un rato, hacer que luche y se canse, y luego jalar luego soltar y luego jalar pelear con el animal hasta que se canse.
Yo me quede tranquilo sin decir ho hacer nada luego fui a la cocina, y prepare una limonada, tome un vaso de limonada bien fría y dulce y la lleve hasta hayan, ella cuando me miro tenía la cara roja y me miraba intranquila, estaba hecho la primera parte de mi plan.
--¡Mariana no quieres un poco de limonada!
--¡Sí! -Dijo enérgica, claro que lo quería. Yo le serví un vaso y ella se lo tomo de golpe. Luego de un rato la vi que miraba su celular, era un celular pequeño y anticuado yo le sonreí.
--¡¿Pares que estas sufriendo con ese aparato?!
--Es muy viejo. -Dijo frustrada, yo le sonreí.
--¿Pensé que tenias uno moderno?
--¡Lo tenía pero me lo robaran ¿te acuerdas?!
--¡Ha ya bueno yo te puedo ayudar con eso!
--¡En serio!
--Si pero a cambio de algo. -Ella se quedo muy seria pensándolo un momento y luego pregunto.
--¿Qué cosa quieres Luis?
--Dame un beso. -Le conteste.
--¿Solo un beso? -Me preguntó ella de nuevo.
--Si Mariana. -Le conteste muy serio. Ella me miro como analizando lo que implicaba un beso.
Ella se levanto, yo no le había dicho donde lo quería, pero fue directo a mis labios, el beso fue dulce y tranquilo, pero sentir su cuerpo junto al mío, me puso la verga durísima, y le metí la mano dentro su traje de baño por sus nalgas, fue la primera vez que apreté ese culo redondo y firme, ella se quiso hacer para atrás pero ya era tarde, con mi mano derecha la tome de su nunca apretándola más a mí, y con mi mano izquierda le apretaba sus nalgas metiendo mis dedos mas y mas profundo, seguí besándola y luego acaricie su conchita, gorda y húmeda, estaba depilada, ella gimió al instante, y yo le pegue mi verga a su vientre.
--Haa, haaaa, haaaaaa.
--¡Ahora me la vas a mamar para que puedas hablar con tus amigas! -Le dije al oído, y luego me saque la verga ella se quedo seria y sorprendida, pensé que saldría huyen, O me cacheteara gritándome lo maldito que era, pero tenía la cara roja, estaba excitada, y temblaba en mis manos, yo aun la tenia de los hombros, pero finalmente se incoo, termino de sacar mi polla de mi short y hay la vio se quedo un rato mirándola yo le dije.
--¡Si es grande y la disfrutaras amor! -Ella no me contesto solo empezó.
Metía mi verga en su boca lo mejor que pude, ella se esforzaba debo de decir, lo intentaba, pero era claro que no tenía mucha experiencia eso me sorprendió, le desabroche la parte de arriba de su traje de baño y vi esos enormes pezones rosas y gruesos al descubierto, los tenía duros y paraditos, ella intentaba taparse con el brazo, pero yo se los bajaba y le acariciaba la cabeza.
--¡¿Que acaso no practicas con tu novio Mariana?! ¡¿Pensé que lo arias mejor como que no quieres ese celular?! -Ella me miro sin será de chuparme, luego tomo mi polla con las dos manos y empezó a hacerlo un poco mejor, al parecer, era su primera ves ho algo así
Me la mamaba bien rico torpe pero hacia un esfuerzo por metérsela toda en su boca casi entera, la tenia súper dura y a punto de correrme cuando me acomode en el Poltrona, luego le acabe en la boca la hice que se quedara con mi polla en la boca pero al final la solté ella escupió un poco en el suelo pero era claro que había trago algo, ella me miro pero en sus ojos no había enojo ni nada por el estilo, así que yo le dije.
--¡Ven Mariana! -Ella se acerco y sin que yo le dijera nada se quito la parte de abajo del traje de baño, luego ella me dijo.
--Métemela con cuidado, la tienes muy grande. -Yo aun no lo podía creer, era demasiado fácil, ese par de nalgas por fin se estaban sentando en mi verga. Mientras ella me decía. --Despacito por favor despacitoooo… Huussss, huuuussss, husssss haaaaa.
Yo me quedaba inmóvil viendo como ese para de nalgas se comía mi verga, fue ella la que puso el ritmo y luego lo aumento, en ocasiones sentía que me iba a correr en cualquier momento, yo la tomaba de la cintura y ella se daba de sentones en mi verga.
--Ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ha, ha, ha, haa, ha. -Ella cada vez aumentaba mas el ritmo mientras yo le besaba el cuello la oreja le chupaba las tetas, no las tenía tan grande así que podían entrar en mi boca sin problemas, ella me clava sus uñas en la espalda ho en los hombros eso me traería problemas si mi mujer me las veía. --¡Ya te vas a venir! Haaa haa, haa, haaa si te vas ah, ah, ah, ah, ah, ha venir…. -Me decía.
En cada sentón, ella me preguntaba como una necia, ¡ya te vas a venir! Y sus gemidos, y se la volvía a meter ¡ya te vas a venir! Y sus gemidos, repetía, a cada rato con la respiración agitada.
--¿¡Ya quieres que me venga!? -Le pregunte.
--¡Si, si ha, haaa ya vente, ya vente! -Me decía.
La tome de las tetas y empecé a moverme más rápido ella se olvido de todo por un momento y comenzó a disfrutar aun mas y gemir.
--¿¡Porque si esto esta muy divertido!?
--Haaa ha, haaaaa, ha, ha, haaaa, ha, ha, ha, haaaaayyyyy, ha, ha, ha, ha, haaaaaa no aguanta me haaaaa, ha, ha, ha, ha vengo ha, ha, haaaaa, haaaaa… ya no gaunto ha, ha, ha, ha, ha, haaaaaa.
Yo la tome mas fuerte aun de la cintura e hice que se la clavara mas, ella gemía aun más fuerte.
--HAAAAAA… ha, ha, ha, ha, haaaaa, ha, haaaa, haaaa, ha, ha, ha, ha, haaaaaa.
Cuando estaba a punto de venirme y sabía que sería enorme, la levante de mi, quería evitar acabarle dentro de ella, pero no sabía si se cuidaba y no quiera dejarla embarazada, jamás me había importado embarazar a cualquier putita de por ahí, pero ella era diferente, la hija de mi mujer bueno no quería dañarle su futuro y además si lo hacía capas que no le gustara seguir follando m as conmigo.
--¡¿En donde lo quieres?! -Pregunte fatigado y excitado ya no podía contener mas. Ella en la grama de rodillas me dijo.
--¡la cara, en la cara ya! -Dijo soltando un chorro de flujo vaginal, había acabado. --Haaaaaaaaaaaaa ya por favor Luis Haaaaaaaaaaaa. Yo le acabe en la cara, chorros y chorros bastante la verdad. Le cayó en toda su carita, indiscutiblemente también en su boca era obvio, en sus tetitas rojas, en el suelo ella se la comió lo que pudo luego me mire y en sus ojos vi miedo y arrepentimiento tenía que moverme rápido.
--¡Lo que paso nadie lo sabara Mariana así de simple! -Hable con autoridad. --¡Lo hecho, hecho esta, y lo que yo digo se hace, y nadie lo sabrá y te daré lo tuyo lindura! -Dije acariciándole su cara pegajosa y dándole su traje de baño, la parte de arriba, ella asintió.
Mientras ellas se bestia la veía roja y muy agitada, no era para tanto yo estaba algo igual me acomode mi short y me senté al lado de ella, ella miro el suelo y dijo algo que me hiso sonreír por dentro.
--Y que aremos parar repetirlo Luís. -Yo sonreí, sabía que era una putita y que quería mas, al final era hija de Laura, era idéntica.
--Bueno primero tenemos que aparentar como si nada pasó entendido. -Dije y ella asintió con eso lo sellamos con un be so. Y fue el comienzo de todo esto.
Fin de la Primera Parte.
2 comentarios - Me Cogí a Mis Hijastras 1