Tengo ganas (VII). Las cosas por su nombre.

@Lady_GodivaII, @pervberto , @mimilau, @lomorocha, aquí una continuación de la orgía literaria que protagonizamos. Ha llegado el momento de nombrar a los personajes. Y a ver quién recoje el guante...



Carne, sudor, piel, gemidos, músculos tensos, orificios abiertos, miembros duros. En una maraña de cinco nos mezclamos en una sola danza de sexo. Estoy adentro de ella, pero a la vez estoy adentro de todos. Me penetran sus sexos, me cojen, cojo, soy uno con ellos y el placer, mi placer, nuestro goce sube a la estratósfera de mis sentidos. Estallo, una y varias veces en mil orgasmos mentales y físicos. Me derramo en litros de leche encima nuestro en cataratas de gozo.
Calentísimo gozo de cinco que no pueden dejar de chuparse, cojerse, penetrarse, lamerse...
Decidimos dejar completamente a oscuras la habitación a la usanza de ciertos "cuartos oscuros" de lugares de encuentro. Apenas puedo entrever algo en medio de la más absoluta oscuridad. Siento sus voces, sus pieles, sus sudores. Hace calor aquí dentro. Arde el ambiente entre nuestros besos. Siento una lengua entrando en mi boca y otra que se hunde profundo en mi ano.
- Traje a una vecina que nos anda espiando.- dijo hace horas Lomorocha a mi espalda haciéndome sobresaltar y salir de dentro del ano de Lady_Godivall para darme vuelta y ver qué hacia. Efectivamente, estaba parada desnuda en el dintel de la puerta de entrada a la habitación con una mujer de su mano como si fuese una niña a punto de entrar a su primer día de escuela. Con ropa de entrecasa miraba extasiada el espectáculo de nuestros cuerpos desnudos.
- Los ví anoche, vivo enfrente. Me llamo Mimilau.- atinó a decir entre dientes, sonriendo.
- Bienvenida a nuestro templo de los placeres exquisita dama..- Le dijo Pervberto levantándose del sillón y tendiéndole la mano para hacerla entrar.
- Aquí lo obsceno son esas ropas que cubren tu belleza.- agregó tirando de la remera hacia arriba para sacarla. Mimilau se dejó hacer y de a poco fué despojando su cuerpo de vestimenta hasta quedar completamente desnuda como nosotros.
Lady_Godivall la guió a la cama, dejándole el lugar del centro y se acostó boca arriba sin decir nada.
Habrá sido la novedad, lo extraño y lujurioso de la situación o cualquier otra razón, pero sin mediar palabras nos abalanzamos como hienas hambrientas sobre ese cuerpo que se sumaba a nuestra orgía literaria.
Supongo que fue Lomorocha la que apagó la luz. No puedo asegurarlo. Después pasaron minutos, u horas o días. Tampoco sé.
Gemidos, salivas flujos y semen. Respiraciones ahogadas, gritos y susurros. Súplicas y órdenes se suceden en la más absoluta oscuridad entre nuestros cuerpos que gozan.
Espero que ésto no termine nunca, que el tiempo finalmente se detenga. Entrando y saliendo de la concha de alguna de nuestras amigas mientras siento manos y lenguas recorrerme el cuerpo, estoy seguro que ésta vez lo lograremos.