Vale
Dejo otros relatos donde aparece Vale, por si quieren seguirla:
- La reunión
- Strip Poker
- Villa Gesell
- Reencuentro
- Gualeguaychú
- Gualeguaychú 2
- Pinamar
Este viene de aca
Mi hermano menor, Juan Pablo, siempre fue muy posesivo y celoso. Me hizo pasar momentos muy incómodos con amigos míos y hasta se ha peleado con amigos suyos porque mencionaron "que linda es tu hermana".
La semana pasada fuimos a la casa de una amiga a la pileta, y me hicieron llevarlo conmigo. Estábamos Agus (la dueña de casa), Juli y yo; más él. En un momento, me fui con Juli a comprar algo para la tarde. Cuando volvimos, Agus y mi hermano no estaban en la pileta, y no los veíamos por ningún lado.
Nunca me iba a imaginar la escena que descubrí cuando abrí la puerta de una habitación. Mi amiga en 4 y mi hermano atrás garchándosela como si fuese la última vez que iba a coger.
Primero me paralicé, luego pensé en cagarlo a palos a Juanpi, pero por suerte me tranquilicé y me fui. Un poco de bronca con mi amiga tenía, por cogerse a mi hermano, pero por mi cabeza pasaban todos esos momentos incómodos que me había hecho pasar Juanpi.
- O sea entiendo que Agustina está re puta. Pero sabe lo hincha bola que es él conmigo... - dije, de la nada mientras esperaba sentada en el jardín con Juli. Ella estaba casi en el mismo estado de shock que yo, sin poder creer lo que habíamos visto.
.
- Bueno, pero ya está Vale... También se lo cogió a mi hermano, al principio me dio bronca, pero después ya está - decía ella tratando de calmarme
- Ya se ya se... pero tu hermano no es ni la mitad de rompe bolas que Juanpi. Vos sabés las cosas por las que me hizo pasar el pelotudo ese
- Si
- Vos que hiciste cuando te enteraste de Agus y Daniel? - Juli me miró un rato en silencio
- Y... me garché al amigo - me dijo encogiendo los hombros onda "no me quedó otra".
- Jaja puta.
- No se que decirte Vale... garchate a algún amigo jaja
- Podría ser... tiene varios amiguitos que están para violarlos.
Juli me miró y me hizo un gesto como "y bueno, hacelo". Al rato, cayeron los 2. Juanpi casi ni me miraba. Agus tenía cara de querer explicarme todo pero no saber como (igual, cero explicación: es una trola calentona y punto. Pero bueno, es mi amiga).
"Vamos" le dije cortante a Juanpi, mientras agarraba mi bolso y me iba a la puerta. En todo el viaje de vuelta ninguno de los dos habló. En esa semana casi ni nos hablamos, pero yo sabía que esto no iba a quedar así.
El viernes se juntaron sus amigos a jugar a la play en mi casa. Justo ese día yo no salía. Eran 3, más mi hermano. Era verano, y en esa época mi pijama solía ser un shorcito y remera con la cara de Minnie que me traje de Disney. En esos años crecí bastante de pechos, entonces la remera ya me quedaba ajustada y chica, casi por encima del ombligo
En general, cuando hay gente no suelo andar con esa vestimenta, pero ese día hice una excepción. Primero, pasé a saludar. Noté como los ojos de los pibes se abrieron de par en par cuando me aparecí. "Hola chicos", les dije mientras me acercaba a darles un beso a cada uno. Si bien son un año más chicos, los 3 eran más altos que yo, así que me ponía en puntitas de pie para saludarlos, sin perder oportunidad de apoyarles las tetas.
Mi hermano me miraba con furia. Yo lo miraba con cara de "celoso de mierda te voy a curar". Me quedé boludeando por la cocina, mientras escuchaba a los chicos jugar. "Valeria, que hacés así, están los amigos de tu hermano!" se escuchó el grito de mi vieja cuando me vio. Por suerte, se fue a dormir rápido y volví a quedarme sola.
Al rato, me di otra vueltita por donde estaban los chicos. "Que hacen?" les dije apoyándome contra el sillón. Los que no estaban jugando se quedaron mirándome un rato, yo me quedé como si estuviera en 4, con las piernas abiertas contra el borde del sillón. El otro, trataba de no desconcentrarse del juego y mi hermano me quería mandar a dormir.
Me quedé un rato con ellos, con el solo objetivo de calentarles la pija a los pibes y enfurecer a mi hermano. Pero no pensaba cortarla ahí. Volví a la cocina y me senté a ver tele, esperando que apareciera alguno. Ya estaba decidida, que el primero que apareciera, le entraba.
Y fue (casualidad o no) Agustín el primero que apareció. Después de hablar un rato, me levanté y dije "mejor me voy a la camita", mientras estiraba mis brazos (y por consiguiente, la remerita se levantaba casi dejando afuera mis tetas. Agustín quedó con la boca abierta. Cuando lo vi, me reí, le guiñé el ojo y me lo llevé a mi habitación.
El pibe no lo podía creer. Tenía una cara de susto, pobrecito. Cerré la puerta y me lo re chapé contra la pared. Tímidamente empezó a meterme mano. Me agarró de la cintura y de a poco fue bajando sus manos hasta mi cola.
Metí su pierna entre las mías, para franelearme un poco. Lo solté y me saqué la remera dejando al aire mis tetas, que tanto las había mirado y seguramente me habrá dedicado algunas pajas. Agarré sus manos y las puse una en cada una. "No lo puedo creer", decía mientras me las amasaba con los ojos desorbitados.
Mientras, yo le manoseaba el bulto por sobre el short que traía puesto. Tenía la pija durísima. Con un solo movimiento lo dejé en bolas. La verga pegó un salto y golpeó contra su cuerpo. Me arrodillé y empecé a pajearlo despacio, mientras lo miraba mordiéndome los labios.
La respiración de Agustín estaba aceleradísima. Miedo, morbo, calentura; todo junto. Abrí mi boca y me metí la mitad de la pija mientras lo pajeaba. Movía mi mano al ritmo que la metía y sacaba de mi boca. Cuando aceleré un poco, no se aguantó más.
"Acabo acabo" empezó a susurrar. Me saqué la pija de la boca, junté las tetas con mi brazo y apenas apoyé la punta de su verga en ellas me largó 3 chorros fuertísimos de leche. Me llenó de semen hasta el cuello.
Me levanté y lo besé otra vez, sin soltar su pija de mi mano. "Seguís con la pija re dura" le decía. Agustín solo asintió con la cabeza. Lo tiré sobre mi cama y me senté arriba suyo. Acomodé su pija y me la metí.
Empecé a cabalgar, tratando que mi movimiento no moviera mucho la cama, para no hacer ruido. Pero era muy difícil. Estaba muy caliente. "Tocame.... tocame" le ordenaba a un pasivo Agustín. Agarró mis tetas y me las empezó a amasar mientras yo seguía cabalgando su verga. "Aaayyy siiii!!!".
Me levanté y me puse en 4. Luego de un instante de no saber qué hacer, Agustín reaccionó y se paró atrás. Me la metió y empezó a cogerme. Se movía desesperado. A lo lejos, se sentían los gritos de los amigos que seguían jugando. Mientras, él la sacaba y la ponía agarrándome de las caderas con mucha fuerza. Al rato, la sacó y nuevamente me baño de leche, ahora la espalda.
Me levanté de la cama, agarré mi ropa que tenía en el piso y me cambié. Agustín hizo lo mismo, y se fue otra vez con sus amigos que ya lo estaban esperando. Me tiré en la cama, re caliente por lo que había hecho. Tan caliente, que empecé a franelearme y a tocarme, y terminé con una mano acariciándome el clítoris y un dedo metido en la concha. Mordí la almohada para no gritar, de lo fuerte que fue ese orgasmo.
Cuando me calmé un poco, seguí con el juego. Volví donde estaban los 4 chicos. Sentir la leche ya sequita en mis tetas y mi cola me calentaba aún más. Me senté en la mesa y agarré algo para comer. "Les jode si me quedo con ustedes? no tengo sueño".
"Andate a dormir Valeria, yo no te jodo cuando estás con tus amigas" me dijo mi hermano. Le tiré una mirada de odio profunda, mientras sus amigos le pegaban y le pedían que no sea tan cuida. Menos Agustín, que no decía nada, tal vez shockeado por lo que había pasado minutos antes. Lo miré y le tiré una sonrisa cómplice.
Esa noche terminó lo más bien. Se fueron un rato después que yo me había ido a acostar. Mientras estaba en la cama, sonó mi teléfono. Era Agustín. "No sabés la paja que me voy a hacer pensando en vos". Instintivamente, mi mano se fue a mi conchita. "Avisame cuando llegues y conectate" le dije.
Me levanté y prendí la compu. Cuando llegó, empezamos a chatear. Me tiró todo lo que no me había dicho en estos años. Algo que ya sabía, en el grupito de amigos de Juanpi estaban re calientes conmigo. Me pidió que no le dijera nada a mi hermano.
"El se cogió a mi amiga, así que no puede decir nada", le dije. "Ah, entonces esto que hacés es una especie de venganza", me tiró tal vez un poco desilusionado. "Te jode?", le dije, pero ya sabía la respuesta: "para nadaaaa!!!". Igualmente, el pendejo me gustaba y me calentaba.
Seguimos calentándonos un rato más. "Seguís con la pija durita, nenito?", le pregunté. Se hizo una paja mientras yo le contaba como me tocaba. Me contó que al día siguiente salían, hacían previa en su casa y después arrancaban. Ese fin de semana no tenía planes con mis amigas, así que estaba sola. No demoró ni un segundo en decirme que me enganchara con ellos.
Al otro día, cuando le dije a mi hermano, trató de hacer lo imposible para que no vaya. Pero mi poder de disuasión era muy grande. Con la excusa de compartir el taxi, y que "yo te llevé a la pileta con mis amigas", la tuve a mi vieja de mi lado. Contra su voluntad, tuvo que aceptar llevarme con él.
Me puse un top ajustado y muy (demasiado) escotado, más una pollerita blanca tableada. Especial para que me miraran todo lo que quisieran. "Más puta no te podías vestir, no?" me dijo en el taxi yendo de Agustín. Ni le respondí, como en general hago con esos comentarios. En la casa de Agustín estaban los mismos 3 que la noche anterior más otro chico más.
Por más que trataran de disimular, los 4 pibes se la pasaron mirándome toda la noche. En un momento que me fui al baño sentí como mi hermano les gritaba que dejaran de mirarme las tetas ante la risa de sus 4 amigos. La estaba pasando realmente mal, y yo disfrutándolo demasiado.
Con Agustín cruzábamos unas miradas re calientes. Hasta que no me aguanté y le hice señas para que nos escapáramos un rato. Me levanté y me acerqué para hablarle. Le susurraba al oído, adelante de todos. "Estoy re caliente, vamos a otro lado". La cara del nene era indisimulable. Me levanté y me fui como yendo al baño. Al rato, cae Agustín que sin decir nada me agarra de la mano y me lleva para su habitación.
Cuando entramos, lo violé. Lo tiré en la cama, le saqué toda la ropa y le empecé a chupar la pija, arrodillada en el borde. Le pasaba la lengua desde la base a la cabeza y me la metía. Era un pete con bronca, con calentura, nada de suavidad o dulzura. "Cogeme", le dije mientras me paraba y apoyaba contra la puerta. Levanté mi pollerita y corrí la tanguita. El pendejo se acercó y me la puso de una.
"Ahhh daleee" le gritaba a un Agustín que se notaba trataba de regular sus embestidas para no acabar como el día anterior. "Dale.. dale" le gritaba. "Pará que acabo al toque sino". "No importa a la vuelta me cogés de nuevo daleee". Yo quería que me cogiera como una bestia.
Aceleró el ritmo y no aguantó ni dos embestidas que acabó. Me acomodé la pollerita y volví donde estaban todos. Al rato apareció Agustín. Todos se habían dado cuenta de lo que había pasado, en especial mi hermano que ya se lo notaba muy nervioso.
Antes de salir, apareció el hermano de Agustín. Dos años mayor que yo. Si el pendejo era un bombón, el hermano era el doble. La cosa se ponía cada vez más interesante. En el boliche nos encontramos con las chicas del curso de ellos, a algunas las conocía, así que nos separamos un poco.
Sin embargo, cuando llegó el momento de bailar, bailé con todos. Y cuando digo todos, digo todos los compañeros de mi hermano. Los apoyé, les franeleaba la cola, las tetas, rozaba mis piernas con las suyas, les tocaba la espalda. Todo ante la atenta mirada de mi hermano.
Hasta que le tocó el turno al hermano de Agustín (Fran), que no anduvo con vueltas. Nos franeleamos un par de veces y terminamos tranzando contra un rincón. El chabón me puso contra la pared y sin ningún problema metió mano por debajo de mi pollera agarrándose de mi cola. A mi ya no me importaba nada. Ni siquiera que me viera Agustín y mucho menos mi hermano.
Cuando me soltó un rato, se acercó Agustín. Medio que se había enojado, pero me lo llevé a un rincón y me lo chapé también. Yo ya estaba algo borracha, y ante la carita de desconcierto del nene le solté un "hoy estoy re puta" y me lo seguí comiendo.
Mi hermano (que no se había perdido ni un detalle), me agarró en un rincón para re putearme. Cuando terminó su discursito, me saqué toda la bronca que tenía acumulada. Los años rompiéndome las bolas porque "me miraban", entre tantas otras cosas; y que a pesar que yo me la bancaba, él terminó cogiendo con una de mis mejores amigas. Lo mandé a la mierda. Se enojó y se fue.
Fran se acercó y me preguntó si estaba todo bien. Le conté y le dije que ahora no tenía como volverme. Se le encendieron los ojos al flaco. Se ofreció a acompañarme hasta mi casa, pero le dije que mejor me acompañara a la suya. Cuando nos estábamos por ir, le pedí que viniera Agustín también. El chabón no entendió mucho, pero fue a buscar al hermano.
Resulta, que a la casa de Agustín volvía otro de los chicos. Asi que nos fuimos los 4. El hermano de Agustín se subió adelante en el taxi y yo media borracha atrás, entre los dos chicos. Me acosté sobre el hombro de Agustín, al que pude notar como fue haciéndose el boludo y metiéndome mano en la pierna.
Me subió un poco la pollera y le mostró al amigo. El otro pibe, luego de fijarse si estaba dormida (yo me hacía la que estaba dormida), tímidamente empezó a apoyar su mano en mi pierna. Primero en la rodilla. Fue subiendo, y como veía que yo no reaccionaba, siguió.
Se rieron por lo bajo, mientras los dos me acariciaban los muslos. De repente, sin mover mi cabeza del hombro de Agustín, agarré la mano del amigo. Se quedaron los dos helados sin saber que hacer. Despacio, se la empecé a subir hasta meterla por debajo de mi pollera. Sentía como sus dedos rozaban mi tanguita. A esa altura, yo estaba re mojada.
Siguieron tocándome hasta llegar a la casa. Entramos los 4 y nos quedamos medio como un "y ahora que...". Fran cerró todas las puertas, para aislar la habitación de los padres seguramente.
Cuando volvió donde estábamos nosotros, yo ya estaba en medio de los dos pibes dejándome manosear y besar. "De donde sacaste a esta trola?" le preguntó Fran a su hermano. "Es la hermana de un amigo", le respondió. El otro acotó "Si se entera nos mata, es re celoso". Se empezaron a reír. Yo les dije que ojalá se enterara, que se jodiera por celoso (y obvio, se enteraron todos en el colegio).
Fran me agarró de la mano y me llevó para la habitación y me encontré rodeada por los 3. Me quedé quietita, dejando que ellos metieran mano por todo mi cuerpo. Me levantaron la pollera hasta la cintura y me tocaron la cola, metieron la mano en mi tanguita para tocarme la concha, me arrancaron el top y me dejaron con las tetas al aire. Pasaban las manos para todos lados. Yo me sostenía de los hombros de los chicos.
Fran empezó a chuparme las tetas, mientras los chicos se encargaban de mi parte de abajo. Sentí una mano en mi concha y otras en mi cola. Me sentaron en la cama, mientras se fueron desvistiendo. Cuando llegó el momento de los pantalones, se miraron con vergüenza. Al otro chico no le importó nada y peló al toque, pero los hermanitos medio que no querían. Me arrodillé y de una los dejé en bolas.
Agarré la pija de Fran y empecé a pajearlo, mientras el otro pibe me ponía la suya en la cara. Yo nunca había estado con 3 chicos. De casualidad, había tenido sexo uno contra uno, y de pronto me encontraba rodeada de 3 pendejos re calientes que me querían hacer de todo.
Como podía, iba cambiando de pijas, chupando y pajeando. Fran levantó y me tiró en la cama. Se arrodilló entre mis piernas y empezó a chuparme la concha. Se notaba que tenía más experiencia que los otros pibes.
Empecé a gemir cada vez más fuerte. Agustín y su amigo se arrodillaron uno a cada lado de mi cabeza. Ahogaron mis suspiros clavándome sus vergas hasta la garganta. Mis gemidos ahora se transformaron en arcadas.
Fran se levantó, y me penetró despacio. Sentí como su pija fue entrando y resbalando hasta llegar al fondo. Estaba tan mojada, que su verga se deslizaba con facilidad dentro mío. Mi cuerpo se empezaba a contorsionar del placer.
Se fueron turnando para cogerme. Como la buena putita regalada que estaba en ese momento, fueron pasando y haciéndome lo que querían. Me dieron vuelta, y me pusieron en 4. Agustín, que ya había disfrutado de esa vista, fue el primero en entrarme.
Me agarró de la cola y empezó a moverse cada vez más fuerte. Siempre tenía una pija en la concha y una en la boca. Su amigo empezó a cogerme, hasta que acabó. Se tiró en un rincón, y le dejó el lugar a Fran. En un momento tomé la iniciativa y lo tiré en la cama. Acomodé su pija y me la enterré de un golpe. Me mordí los labios y me detuve para sentir toda esa pija llenarme por completo.
Me movía cada vez más fuerte, mientras Fran me tocaba y besaba las tetas. Agustín se paró a mi lado y me dio la pija para chupársela y obvio no se la rechacé. Giré mi cara y le chupé suavecito la cabeza, mientras pegaba saltos en la verga de su hermano. El amigo de Agustín ya estaba listo para seguir cogiendo.
Se acercó y me ofreció su pija. Sentí el gustito a leche recién exprimida. Me calenté de una forma que no puedo explicar. Aceleré el ritmo de mi cabalgata hasta que Fran me pidió salir. "Me hiciste acabar trola" me dijo con carita de felicidad.
Lo tiré al amigo de Agustín a la cama, y seguí cabalgando ahora en la pija del otro pibe. Fran se limpió la pija en mi hombro y Agustín se empezó a pajear al lado de mi cara. Cuando vi que estaba por acabar, me levanté, lo tiré en la cama y se la empecé a chupar.
"Ahiiiii.... ahhhh" no llegó a terminar la frase, que sentí la descarga entera en mi boca. Increíble la leche que tenía, con toda la que le había sacado en esos días. Me quedé con la pija adentro, hasta que dejó de eyacular. Tragué lo que pude y le mostré que no me había quedado nada, mientras le sonreía.
Cuando vio esto, Fran se puso loco. "Que pendeja puta... que pendeja puta!!" gritaba mientras me acostaba en el piso y me empezó a coger como un animal. "Ayyy siii siii siii siiii!!" gritaba yo desencajada. Así quería que me cogieran. Mis piernas estaban en el aire, abiertas apoyadas sobre los hombros de Fran que no paraba de cogerme. Terrible el aguante que tenía.
Cuando se detuvo, el amigo de Agustín no perdió oportunidad y empezó a cogerme, pero ni cerca pudo mantener el ritmo del otro chabón. Fran me metió la pija en la boca y se la empecé a chupar.
El que me cogía no pudo aguantar mucho más. Sacó la pija y me acabó en las tetas. Me levanté y me limpié un chorro de leche que caía por mi panza. Me apoyé contra la pared y les dije "quien viene?" mientas abría las piernas y sacaba cola.
Fran se avalanzó contra mi y siguió cogiéndome como un animal. Terminé con la cara estampada contra la pared. Agustín ya estaba listo para otra vuelta. Era terrible lo rápido que se le paraba al pendejo. "No puedo más... las piernas... no me dan más" le dije a Fran, que seguía como si nada.
Sin sacarme la pija de adentro, me agarró de los pelos y me tiró en la cama. Quedé con las piernas colgando, arrodillada, y el cuerpo sobre la cama. Sentí como Agustín se ponía atrás mio. "aayy dale pendejo cogeme fuerte que me gus.. asiii siiii". Esta vez, no se guardó nada el nene... Me pegó una sacudida terrible. El amigo se tiró en la cama y se pajeaba mirando las caritas que hacía mientas Agustín me partía al medio.
"Dala vuelta, que le quiero tocar las tetas", le pidió. Yo ni me movía. Ellos me ponían como querían. Me sentía usada y me estaba encantando. Me acomodé en la cama, y el chabón no perdió tiempo y empezó a chuparme las tetas. Mientras, Agustín seguía cogiéndome. Apareció Fran, metiendo su pija en mi boca.
Después de Agustín, siguió el amigo. Agustín se pajeó en mi cara y acabó apoyando su verga en mi boca. Cuando sentí la lechita calentita chorrear por mis mejillas se la empecé a chupar. El que me cogía le dejó el lugar a Fran, mientras se sentaba sobre mis tetas. Puso su pija entre ellas, se pajeó un rato hasta que acabó, tan fuerte que un chorro me manchó toda la cara.
Mi concha ya no daba más. Fran seguí garchándome como si nada. "Te vas a tragar toda mi leche también, putita?" me decía. "Dale... ya vas a acabar? no me da más la concha..." le dije ya casi suplicando. "Si acabo te tragás todo?", me retaba él. "Lo que quieras, pero acabá que no me da más". Yo lo único que quería era que acabara, y la verdad que no me disgustó la leche así que le empecé a pedir que me diera toda la leche en la boca.
Fran se frenó y me metió la pija en la boca. Yo me levanté un poco para estar más cómoda. Él se pajeaba, yo movía la lengua, hasta que sentí chorros calientes de leche empezar a golpear en mi garganta. Aguanté la respiración, y empecé a tragar todo lo más que pude.
Después, se la seguí chupando hasta que la dejé limpita. Me tiré en la cama. No daba más. Sentía la concha aún abierta y dolorida. Me cambié y les pedí que llamaran un taxi para volver a mi casa.
Por supuesto, al otro día mi hermano me buchoneó, lo que me hizo ligar un sermón y estuve como un mes sin salir. Pero yo estaba feliz, no solo por la lección a mi hermano (que había pasado a un segundo plano) sino por la hermosa garchada que me habían pegado sus amiguitos.
Así y todo, me las arreglé para seguir viéndome con Fran por un tiempo. En esos encuentros, Fran insistió en una sola cosa: hacerme la cola. Yo tenía miedo, nunca lo había hecho. Sin embargo, al tiempo se la terminé entregando, pero antes pasaron cosas (podés leerlo aca)Pero sin dudas, su mayor fetiche seguían siendo dos cosas (para él y para los que vinieron después también): mis tetas y que tragara toda la lechita.
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Indice
Dejo otros relatos donde aparece Vale, por si quieren seguirla:
- La reunión
- Strip Poker
- Villa Gesell
- Reencuentro
- Gualeguaychú
- Gualeguaychú 2
- Pinamar
Este viene de aca
Mi hermano menor, Juan Pablo, siempre fue muy posesivo y celoso. Me hizo pasar momentos muy incómodos con amigos míos y hasta se ha peleado con amigos suyos porque mencionaron "que linda es tu hermana".
La semana pasada fuimos a la casa de una amiga a la pileta, y me hicieron llevarlo conmigo. Estábamos Agus (la dueña de casa), Juli y yo; más él. En un momento, me fui con Juli a comprar algo para la tarde. Cuando volvimos, Agus y mi hermano no estaban en la pileta, y no los veíamos por ningún lado.
Nunca me iba a imaginar la escena que descubrí cuando abrí la puerta de una habitación. Mi amiga en 4 y mi hermano atrás garchándosela como si fuese la última vez que iba a coger.
Primero me paralicé, luego pensé en cagarlo a palos a Juanpi, pero por suerte me tranquilicé y me fui. Un poco de bronca con mi amiga tenía, por cogerse a mi hermano, pero por mi cabeza pasaban todos esos momentos incómodos que me había hecho pasar Juanpi.
- O sea entiendo que Agustina está re puta. Pero sabe lo hincha bola que es él conmigo... - dije, de la nada mientras esperaba sentada en el jardín con Juli. Ella estaba casi en el mismo estado de shock que yo, sin poder creer lo que habíamos visto.
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- Bueno, pero ya está Vale... También se lo cogió a mi hermano, al principio me dio bronca, pero después ya está - decía ella tratando de calmarme
- Ya se ya se... pero tu hermano no es ni la mitad de rompe bolas que Juanpi. Vos sabés las cosas por las que me hizo pasar el pelotudo ese
- Si
- Vos que hiciste cuando te enteraste de Agus y Daniel? - Juli me miró un rato en silencio
- Y... me garché al amigo - me dijo encogiendo los hombros onda "no me quedó otra".
- Jaja puta.
- No se que decirte Vale... garchate a algún amigo jaja
- Podría ser... tiene varios amiguitos que están para violarlos.
Juli me miró y me hizo un gesto como "y bueno, hacelo". Al rato, cayeron los 2. Juanpi casi ni me miraba. Agus tenía cara de querer explicarme todo pero no saber como (igual, cero explicación: es una trola calentona y punto. Pero bueno, es mi amiga).
"Vamos" le dije cortante a Juanpi, mientras agarraba mi bolso y me iba a la puerta. En todo el viaje de vuelta ninguno de los dos habló. En esa semana casi ni nos hablamos, pero yo sabía que esto no iba a quedar así.
El viernes se juntaron sus amigos a jugar a la play en mi casa. Justo ese día yo no salía. Eran 3, más mi hermano. Era verano, y en esa época mi pijama solía ser un shorcito y remera con la cara de Minnie que me traje de Disney. En esos años crecí bastante de pechos, entonces la remera ya me quedaba ajustada y chica, casi por encima del ombligo
En general, cuando hay gente no suelo andar con esa vestimenta, pero ese día hice una excepción. Primero, pasé a saludar. Noté como los ojos de los pibes se abrieron de par en par cuando me aparecí. "Hola chicos", les dije mientras me acercaba a darles un beso a cada uno. Si bien son un año más chicos, los 3 eran más altos que yo, así que me ponía en puntitas de pie para saludarlos, sin perder oportunidad de apoyarles las tetas.
Mi hermano me miraba con furia. Yo lo miraba con cara de "celoso de mierda te voy a curar". Me quedé boludeando por la cocina, mientras escuchaba a los chicos jugar. "Valeria, que hacés así, están los amigos de tu hermano!" se escuchó el grito de mi vieja cuando me vio. Por suerte, se fue a dormir rápido y volví a quedarme sola.
Al rato, me di otra vueltita por donde estaban los chicos. "Que hacen?" les dije apoyándome contra el sillón. Los que no estaban jugando se quedaron mirándome un rato, yo me quedé como si estuviera en 4, con las piernas abiertas contra el borde del sillón. El otro, trataba de no desconcentrarse del juego y mi hermano me quería mandar a dormir.
Me quedé un rato con ellos, con el solo objetivo de calentarles la pija a los pibes y enfurecer a mi hermano. Pero no pensaba cortarla ahí. Volví a la cocina y me senté a ver tele, esperando que apareciera alguno. Ya estaba decidida, que el primero que apareciera, le entraba.
Y fue (casualidad o no) Agustín el primero que apareció. Después de hablar un rato, me levanté y dije "mejor me voy a la camita", mientras estiraba mis brazos (y por consiguiente, la remerita se levantaba casi dejando afuera mis tetas. Agustín quedó con la boca abierta. Cuando lo vi, me reí, le guiñé el ojo y me lo llevé a mi habitación.
El pibe no lo podía creer. Tenía una cara de susto, pobrecito. Cerré la puerta y me lo re chapé contra la pared. Tímidamente empezó a meterme mano. Me agarró de la cintura y de a poco fue bajando sus manos hasta mi cola.
Metí su pierna entre las mías, para franelearme un poco. Lo solté y me saqué la remera dejando al aire mis tetas, que tanto las había mirado y seguramente me habrá dedicado algunas pajas. Agarré sus manos y las puse una en cada una. "No lo puedo creer", decía mientras me las amasaba con los ojos desorbitados.
Mientras, yo le manoseaba el bulto por sobre el short que traía puesto. Tenía la pija durísima. Con un solo movimiento lo dejé en bolas. La verga pegó un salto y golpeó contra su cuerpo. Me arrodillé y empecé a pajearlo despacio, mientras lo miraba mordiéndome los labios.
La respiración de Agustín estaba aceleradísima. Miedo, morbo, calentura; todo junto. Abrí mi boca y me metí la mitad de la pija mientras lo pajeaba. Movía mi mano al ritmo que la metía y sacaba de mi boca. Cuando aceleré un poco, no se aguantó más.
"Acabo acabo" empezó a susurrar. Me saqué la pija de la boca, junté las tetas con mi brazo y apenas apoyé la punta de su verga en ellas me largó 3 chorros fuertísimos de leche. Me llenó de semen hasta el cuello.
Me levanté y lo besé otra vez, sin soltar su pija de mi mano. "Seguís con la pija re dura" le decía. Agustín solo asintió con la cabeza. Lo tiré sobre mi cama y me senté arriba suyo. Acomodé su pija y me la metí.
Empecé a cabalgar, tratando que mi movimiento no moviera mucho la cama, para no hacer ruido. Pero era muy difícil. Estaba muy caliente. "Tocame.... tocame" le ordenaba a un pasivo Agustín. Agarró mis tetas y me las empezó a amasar mientras yo seguía cabalgando su verga. "Aaayyy siiii!!!".
Me levanté y me puse en 4. Luego de un instante de no saber qué hacer, Agustín reaccionó y se paró atrás. Me la metió y empezó a cogerme. Se movía desesperado. A lo lejos, se sentían los gritos de los amigos que seguían jugando. Mientras, él la sacaba y la ponía agarrándome de las caderas con mucha fuerza. Al rato, la sacó y nuevamente me baño de leche, ahora la espalda.
Me levanté de la cama, agarré mi ropa que tenía en el piso y me cambié. Agustín hizo lo mismo, y se fue otra vez con sus amigos que ya lo estaban esperando. Me tiré en la cama, re caliente por lo que había hecho. Tan caliente, que empecé a franelearme y a tocarme, y terminé con una mano acariciándome el clítoris y un dedo metido en la concha. Mordí la almohada para no gritar, de lo fuerte que fue ese orgasmo.
Cuando me calmé un poco, seguí con el juego. Volví donde estaban los 4 chicos. Sentir la leche ya sequita en mis tetas y mi cola me calentaba aún más. Me senté en la mesa y agarré algo para comer. "Les jode si me quedo con ustedes? no tengo sueño".
"Andate a dormir Valeria, yo no te jodo cuando estás con tus amigas" me dijo mi hermano. Le tiré una mirada de odio profunda, mientras sus amigos le pegaban y le pedían que no sea tan cuida. Menos Agustín, que no decía nada, tal vez shockeado por lo que había pasado minutos antes. Lo miré y le tiré una sonrisa cómplice.
Esa noche terminó lo más bien. Se fueron un rato después que yo me había ido a acostar. Mientras estaba en la cama, sonó mi teléfono. Era Agustín. "No sabés la paja que me voy a hacer pensando en vos". Instintivamente, mi mano se fue a mi conchita. "Avisame cuando llegues y conectate" le dije.
Me levanté y prendí la compu. Cuando llegó, empezamos a chatear. Me tiró todo lo que no me había dicho en estos años. Algo que ya sabía, en el grupito de amigos de Juanpi estaban re calientes conmigo. Me pidió que no le dijera nada a mi hermano.
"El se cogió a mi amiga, así que no puede decir nada", le dije. "Ah, entonces esto que hacés es una especie de venganza", me tiró tal vez un poco desilusionado. "Te jode?", le dije, pero ya sabía la respuesta: "para nadaaaa!!!". Igualmente, el pendejo me gustaba y me calentaba.
Seguimos calentándonos un rato más. "Seguís con la pija durita, nenito?", le pregunté. Se hizo una paja mientras yo le contaba como me tocaba. Me contó que al día siguiente salían, hacían previa en su casa y después arrancaban. Ese fin de semana no tenía planes con mis amigas, así que estaba sola. No demoró ni un segundo en decirme que me enganchara con ellos.
Al otro día, cuando le dije a mi hermano, trató de hacer lo imposible para que no vaya. Pero mi poder de disuasión era muy grande. Con la excusa de compartir el taxi, y que "yo te llevé a la pileta con mis amigas", la tuve a mi vieja de mi lado. Contra su voluntad, tuvo que aceptar llevarme con él.
Me puse un top ajustado y muy (demasiado) escotado, más una pollerita blanca tableada. Especial para que me miraran todo lo que quisieran. "Más puta no te podías vestir, no?" me dijo en el taxi yendo de Agustín. Ni le respondí, como en general hago con esos comentarios. En la casa de Agustín estaban los mismos 3 que la noche anterior más otro chico más.
Por más que trataran de disimular, los 4 pibes se la pasaron mirándome toda la noche. En un momento que me fui al baño sentí como mi hermano les gritaba que dejaran de mirarme las tetas ante la risa de sus 4 amigos. La estaba pasando realmente mal, y yo disfrutándolo demasiado.
Con Agustín cruzábamos unas miradas re calientes. Hasta que no me aguanté y le hice señas para que nos escapáramos un rato. Me levanté y me acerqué para hablarle. Le susurraba al oído, adelante de todos. "Estoy re caliente, vamos a otro lado". La cara del nene era indisimulable. Me levanté y me fui como yendo al baño. Al rato, cae Agustín que sin decir nada me agarra de la mano y me lleva para su habitación.
Cuando entramos, lo violé. Lo tiré en la cama, le saqué toda la ropa y le empecé a chupar la pija, arrodillada en el borde. Le pasaba la lengua desde la base a la cabeza y me la metía. Era un pete con bronca, con calentura, nada de suavidad o dulzura. "Cogeme", le dije mientras me paraba y apoyaba contra la puerta. Levanté mi pollerita y corrí la tanguita. El pendejo se acercó y me la puso de una.
"Ahhh daleee" le gritaba a un Agustín que se notaba trataba de regular sus embestidas para no acabar como el día anterior. "Dale.. dale" le gritaba. "Pará que acabo al toque sino". "No importa a la vuelta me cogés de nuevo daleee". Yo quería que me cogiera como una bestia.
Aceleró el ritmo y no aguantó ni dos embestidas que acabó. Me acomodé la pollerita y volví donde estaban todos. Al rato apareció Agustín. Todos se habían dado cuenta de lo que había pasado, en especial mi hermano que ya se lo notaba muy nervioso.
Antes de salir, apareció el hermano de Agustín. Dos años mayor que yo. Si el pendejo era un bombón, el hermano era el doble. La cosa se ponía cada vez más interesante. En el boliche nos encontramos con las chicas del curso de ellos, a algunas las conocía, así que nos separamos un poco.
Sin embargo, cuando llegó el momento de bailar, bailé con todos. Y cuando digo todos, digo todos los compañeros de mi hermano. Los apoyé, les franeleaba la cola, las tetas, rozaba mis piernas con las suyas, les tocaba la espalda. Todo ante la atenta mirada de mi hermano.
Hasta que le tocó el turno al hermano de Agustín (Fran), que no anduvo con vueltas. Nos franeleamos un par de veces y terminamos tranzando contra un rincón. El chabón me puso contra la pared y sin ningún problema metió mano por debajo de mi pollera agarrándose de mi cola. A mi ya no me importaba nada. Ni siquiera que me viera Agustín y mucho menos mi hermano.
Cuando me soltó un rato, se acercó Agustín. Medio que se había enojado, pero me lo llevé a un rincón y me lo chapé también. Yo ya estaba algo borracha, y ante la carita de desconcierto del nene le solté un "hoy estoy re puta" y me lo seguí comiendo.
Mi hermano (que no se había perdido ni un detalle), me agarró en un rincón para re putearme. Cuando terminó su discursito, me saqué toda la bronca que tenía acumulada. Los años rompiéndome las bolas porque "me miraban", entre tantas otras cosas; y que a pesar que yo me la bancaba, él terminó cogiendo con una de mis mejores amigas. Lo mandé a la mierda. Se enojó y se fue.
Fran se acercó y me preguntó si estaba todo bien. Le conté y le dije que ahora no tenía como volverme. Se le encendieron los ojos al flaco. Se ofreció a acompañarme hasta mi casa, pero le dije que mejor me acompañara a la suya. Cuando nos estábamos por ir, le pedí que viniera Agustín también. El chabón no entendió mucho, pero fue a buscar al hermano.
Resulta, que a la casa de Agustín volvía otro de los chicos. Asi que nos fuimos los 4. El hermano de Agustín se subió adelante en el taxi y yo media borracha atrás, entre los dos chicos. Me acosté sobre el hombro de Agustín, al que pude notar como fue haciéndose el boludo y metiéndome mano en la pierna.
Me subió un poco la pollera y le mostró al amigo. El otro pibe, luego de fijarse si estaba dormida (yo me hacía la que estaba dormida), tímidamente empezó a apoyar su mano en mi pierna. Primero en la rodilla. Fue subiendo, y como veía que yo no reaccionaba, siguió.
Se rieron por lo bajo, mientras los dos me acariciaban los muslos. De repente, sin mover mi cabeza del hombro de Agustín, agarré la mano del amigo. Se quedaron los dos helados sin saber que hacer. Despacio, se la empecé a subir hasta meterla por debajo de mi pollera. Sentía como sus dedos rozaban mi tanguita. A esa altura, yo estaba re mojada.
Siguieron tocándome hasta llegar a la casa. Entramos los 4 y nos quedamos medio como un "y ahora que...". Fran cerró todas las puertas, para aislar la habitación de los padres seguramente.
Cuando volvió donde estábamos nosotros, yo ya estaba en medio de los dos pibes dejándome manosear y besar. "De donde sacaste a esta trola?" le preguntó Fran a su hermano. "Es la hermana de un amigo", le respondió. El otro acotó "Si se entera nos mata, es re celoso". Se empezaron a reír. Yo les dije que ojalá se enterara, que se jodiera por celoso (y obvio, se enteraron todos en el colegio).
Fran me agarró de la mano y me llevó para la habitación y me encontré rodeada por los 3. Me quedé quietita, dejando que ellos metieran mano por todo mi cuerpo. Me levantaron la pollera hasta la cintura y me tocaron la cola, metieron la mano en mi tanguita para tocarme la concha, me arrancaron el top y me dejaron con las tetas al aire. Pasaban las manos para todos lados. Yo me sostenía de los hombros de los chicos.
Fran empezó a chuparme las tetas, mientras los chicos se encargaban de mi parte de abajo. Sentí una mano en mi concha y otras en mi cola. Me sentaron en la cama, mientras se fueron desvistiendo. Cuando llegó el momento de los pantalones, se miraron con vergüenza. Al otro chico no le importó nada y peló al toque, pero los hermanitos medio que no querían. Me arrodillé y de una los dejé en bolas.
Agarré la pija de Fran y empecé a pajearlo, mientras el otro pibe me ponía la suya en la cara. Yo nunca había estado con 3 chicos. De casualidad, había tenido sexo uno contra uno, y de pronto me encontraba rodeada de 3 pendejos re calientes que me querían hacer de todo.
Como podía, iba cambiando de pijas, chupando y pajeando. Fran levantó y me tiró en la cama. Se arrodilló entre mis piernas y empezó a chuparme la concha. Se notaba que tenía más experiencia que los otros pibes.
Empecé a gemir cada vez más fuerte. Agustín y su amigo se arrodillaron uno a cada lado de mi cabeza. Ahogaron mis suspiros clavándome sus vergas hasta la garganta. Mis gemidos ahora se transformaron en arcadas.
Fran se levantó, y me penetró despacio. Sentí como su pija fue entrando y resbalando hasta llegar al fondo. Estaba tan mojada, que su verga se deslizaba con facilidad dentro mío. Mi cuerpo se empezaba a contorsionar del placer.
Se fueron turnando para cogerme. Como la buena putita regalada que estaba en ese momento, fueron pasando y haciéndome lo que querían. Me dieron vuelta, y me pusieron en 4. Agustín, que ya había disfrutado de esa vista, fue el primero en entrarme.
Me agarró de la cola y empezó a moverse cada vez más fuerte. Siempre tenía una pija en la concha y una en la boca. Su amigo empezó a cogerme, hasta que acabó. Se tiró en un rincón, y le dejó el lugar a Fran. En un momento tomé la iniciativa y lo tiré en la cama. Acomodé su pija y me la enterré de un golpe. Me mordí los labios y me detuve para sentir toda esa pija llenarme por completo.
Me movía cada vez más fuerte, mientras Fran me tocaba y besaba las tetas. Agustín se paró a mi lado y me dio la pija para chupársela y obvio no se la rechacé. Giré mi cara y le chupé suavecito la cabeza, mientras pegaba saltos en la verga de su hermano. El amigo de Agustín ya estaba listo para seguir cogiendo.
Se acercó y me ofreció su pija. Sentí el gustito a leche recién exprimida. Me calenté de una forma que no puedo explicar. Aceleré el ritmo de mi cabalgata hasta que Fran me pidió salir. "Me hiciste acabar trola" me dijo con carita de felicidad.
Lo tiré al amigo de Agustín a la cama, y seguí cabalgando ahora en la pija del otro pibe. Fran se limpió la pija en mi hombro y Agustín se empezó a pajear al lado de mi cara. Cuando vi que estaba por acabar, me levanté, lo tiré en la cama y se la empecé a chupar.
"Ahiiiii.... ahhhh" no llegó a terminar la frase, que sentí la descarga entera en mi boca. Increíble la leche que tenía, con toda la que le había sacado en esos días. Me quedé con la pija adentro, hasta que dejó de eyacular. Tragué lo que pude y le mostré que no me había quedado nada, mientras le sonreía.
Cuando vio esto, Fran se puso loco. "Que pendeja puta... que pendeja puta!!" gritaba mientras me acostaba en el piso y me empezó a coger como un animal. "Ayyy siii siii siii siiii!!" gritaba yo desencajada. Así quería que me cogieran. Mis piernas estaban en el aire, abiertas apoyadas sobre los hombros de Fran que no paraba de cogerme. Terrible el aguante que tenía.
Cuando se detuvo, el amigo de Agustín no perdió oportunidad y empezó a cogerme, pero ni cerca pudo mantener el ritmo del otro chabón. Fran me metió la pija en la boca y se la empecé a chupar.
El que me cogía no pudo aguantar mucho más. Sacó la pija y me acabó en las tetas. Me levanté y me limpié un chorro de leche que caía por mi panza. Me apoyé contra la pared y les dije "quien viene?" mientas abría las piernas y sacaba cola.
Fran se avalanzó contra mi y siguió cogiéndome como un animal. Terminé con la cara estampada contra la pared. Agustín ya estaba listo para otra vuelta. Era terrible lo rápido que se le paraba al pendejo. "No puedo más... las piernas... no me dan más" le dije a Fran, que seguía como si nada.
Sin sacarme la pija de adentro, me agarró de los pelos y me tiró en la cama. Quedé con las piernas colgando, arrodillada, y el cuerpo sobre la cama. Sentí como Agustín se ponía atrás mio. "aayy dale pendejo cogeme fuerte que me gus.. asiii siiii". Esta vez, no se guardó nada el nene... Me pegó una sacudida terrible. El amigo se tiró en la cama y se pajeaba mirando las caritas que hacía mientas Agustín me partía al medio.
"Dala vuelta, que le quiero tocar las tetas", le pidió. Yo ni me movía. Ellos me ponían como querían. Me sentía usada y me estaba encantando. Me acomodé en la cama, y el chabón no perdió tiempo y empezó a chuparme las tetas. Mientras, Agustín seguía cogiéndome. Apareció Fran, metiendo su pija en mi boca.
Después de Agustín, siguió el amigo. Agustín se pajeó en mi cara y acabó apoyando su verga en mi boca. Cuando sentí la lechita calentita chorrear por mis mejillas se la empecé a chupar. El que me cogía le dejó el lugar a Fran, mientras se sentaba sobre mis tetas. Puso su pija entre ellas, se pajeó un rato hasta que acabó, tan fuerte que un chorro me manchó toda la cara.
Mi concha ya no daba más. Fran seguí garchándome como si nada. "Te vas a tragar toda mi leche también, putita?" me decía. "Dale... ya vas a acabar? no me da más la concha..." le dije ya casi suplicando. "Si acabo te tragás todo?", me retaba él. "Lo que quieras, pero acabá que no me da más". Yo lo único que quería era que acabara, y la verdad que no me disgustó la leche así que le empecé a pedir que me diera toda la leche en la boca.
Fran se frenó y me metió la pija en la boca. Yo me levanté un poco para estar más cómoda. Él se pajeaba, yo movía la lengua, hasta que sentí chorros calientes de leche empezar a golpear en mi garganta. Aguanté la respiración, y empecé a tragar todo lo más que pude.
Después, se la seguí chupando hasta que la dejé limpita. Me tiré en la cama. No daba más. Sentía la concha aún abierta y dolorida. Me cambié y les pedí que llamaran un taxi para volver a mi casa.
Por supuesto, al otro día mi hermano me buchoneó, lo que me hizo ligar un sermón y estuve como un mes sin salir. Pero yo estaba feliz, no solo por la lección a mi hermano (que había pasado a un segundo plano) sino por la hermosa garchada que me habían pegado sus amiguitos.
Así y todo, me las arreglé para seguir viéndome con Fran por un tiempo. En esos encuentros, Fran insistió en una sola cosa: hacerme la cola. Yo tenía miedo, nunca lo había hecho. Sin embargo, al tiempo se la terminé entregando, pero antes pasaron cosas (podés leerlo aca)Pero sin dudas, su mayor fetiche seguían siendo dos cosas (para él y para los que vinieron después también): mis tetas y que tragara toda la lechita.
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33 comentarios - Los amiguitos de mi hermano
gracias por pasar!
Buen relato, van 9 puntos
Dejo puntos..
tu vida?? Festejas este día??
gracias por pasar!
gracias por pasar!
gracias por pasar!
gracias por pasar!
Muy bueno y dejé puntos 😉
gracias por pasar
gracias por pasar!
ella no sabe que yo cuento esto por aca