Relato fantasioso utilizando el personaje de videojuegos Miss Fortune, nuestros protagonistas tienen un encuentro con la legendaria gamer Miss Fortune Arcade la cual es una jugadora de alto calibre, y con esto quiero decir de muy alto calibre >:3
Me encuentro cansado, me queda poca munición pero mi rival no lo sabe, soy más letal de cerca así que mi mejor opción es rodear el área, acortar distancias lo más posible antes de abrir fuego, él tiene ventaja a la distancia pero con la poca vida que le queda nunca obstaría por una jugada arriesgada. Así se encuentra mi situación en el quinto campeonato de Liga de Tiradores, aunque mi situación no generaba mucha expectativa ya que apenas estaba intentando clasificar a dicho torneo mediante los bloques de selección por muerte súbita, una sección en donde en un mapa bastante amplio ingresan todos los jugadores que alcanzaron cierta puntuación y el ultimo en pie, se gana un lugar para ingresar y tratar de ser el campeón. Existen otras maneras de clasificar pero este método suele ser en donde se generan las sorpresas ya que la suerte influye mucho y por tanto es el método favorito de los no tan novatos como última oportunidad para hacerse de un lugar en el torneo. Para poder jugar te colocan un casco a través del cual puedes observar el juego desde el mismo punto de vista que tu personaje, así que es casi una realidad virtual, los controles pueden variar pero en términos generales se dividen en armas de fuego a dos manos, armas de fuego a una mano y armas blancas, los controles simulan estas armas incluso en su forma y aspecto físico, los pasos del jugador son captados por un piso que se encuentra entre dos plataformas, por lo que el jugador solo debe tener cuidado de que sus pasos sean firmes para poder mover la banda de la caminadora, ya que esto es lo que registra el movimientos. Las guerras dentro de este videojuego suelen ser muy caóticas así que es difícil definir cuál será tu suerte incluso los últimos minutos de la partida, a menos… a menos que estés en el mismo bloque que ella, si estas en el mismo mapa que su personaje, no puedes hacer nada, ni siquiera alianzas improvisadas entre jugadores han podido detenerla, y aunque su puntuación le permitiría ingresar directo al torneo, siempre decide participar en los bloques de ejecución, salir victoriosa y ganarse un lugar desde ese punto en donde ella es la suerte misma.
Miss Fortune Arcade, ese es su nombre de usuario.
Mi suerte se había acabado tan rápido como había llegado, mi rival fue más hábil y previó mis movimientos, un disparo desde la posición de la que venía puso fin a mis sueños de campeonato, mientras me quitaba mi casco, noté como mi amigo quien también estaba participando pero en otro bloque, era derrotado fácilmente, me burle un poco de él por no haber quedado ni dentro de los últimos veinte, él se molestó un poco y dijo que iría a comprar algunas cosas y un par de refrescos para enfriarse la cabeza, no suele tener buena actitud ante la derrota, me dispuse a ver la partida de Miss Fortune, sin embargo la cantidad de gente que la acompañaban en la plataforma siempre superaba a las de los otros bloques, decidí colarme por un costado, quedando por la parte inferior un poco por debajo del nivel de la plataforma en la que se encontraba, no era un lugar muy cómodo para verla pero nadie me molestaba debido a que la gente buscaba ver la pantalla de su partida, yo me dispuse más bien a verla a ella, sus partidas ya las había apreciado con anterioridad y sabía que sus movimientos eran alucinantes, pero quería ver sus reflejos, sus pasos, sus movimientos físicos, era muy rápida, siempre usaba un par de pistolas y era impresionante la velocidad con la que hacia los disparos y la precisión de los mismos, sus manos eran muy precisas al momento de hacer las recargas y cada vez que se movía de lugar, hacia un contoneo muy sensual, nunca se perdía el movimiento característico de sus caderas al reposicionarse de un punto a otro, sus largas piernas le ayudaban por supuesto, sus pasos eran una danza que podías apreciar desde el punto de vista de sus glúteos y era allí desde la parte inferior de la plataforma donde podía apreciarlos como nadie.
Ese día llevaba una falda corta color rosada, sostenida por un amplio cinturón color blanco, tenía su característico gambo atado al cinturón lo que le daba un toque juvenil, y la gloria de las glorias, poder mirar su ropa interior mientras realizaba ese contoneo de caderas en cada movimiento, al principio me la imaginaba usando una tanga negra que se perdiera entre sus nalgas, después de todo ella no era una adolescente, debía tener veintitantos no lo sé realmente, es muy joven pero en el círculo en que se movía era una de las personas de mayor edad, después me sentí iluso y me dije que si estaba usando una falda tan corta seguramente usaría un bóxer o una licra para prevenir accidentes, al final descubrí un hermoso chonin con bordes en forma de ola que se aferraban a pegarse a sus nalgas, no cubrían en su totalidad sus pompas, yo diría que un cuarenta por ciento de ellas solamente, lo suficiente para hacerte saber cuál era su verdadero volumen y marcándose en cada una de sus líneas, pero dejando a tu imaginación como se unían esas líneas dentro de ese chonin color rosado oscuro.
La cintura que se asomaba por encima de su falda era realmente delgada o eso aparentaba, la realidad es que sus caderas resaltaban la cintura que poseía ese ombligo tan pequeño y en forma de gota de agua, la blusa que tenía puesto ese día dejaba apreciar todas esas cualidades ya que estaba más enfocada en ocultar sus pechos que cualquier otra parte de su cuerpo y sin embargo no cumplían su cometido, esa blusa era una especia de camiseta que se abrocha justo por debajo de los pechos, lo que solo logra que este muy pegada a su cuerpo, dejando observar muy bien las dimensiones de sus pechos y además el escote tipo V que tenía dejaba a la vista el color claro de su piel en esas áreas, el chaleco que tenía sin abrochar solo servía como complemente así que poco hay que decir de eso, podría decir que no he descrito su rostro debido a que tenía el casco puesto, la verdad es que lo hubiese dejado para el final igualmente, porque cuando pienso en ese bello rostro y esa sonrisa coqueta pero sobre todo malvada, es difícil concentrarse, posee los ojos azules más hermosos que podrían llegar a mirar, unos ojos que cuando se cruzan contigo, sabes que está pensando en hacerte algo malo, unos ojos que te dicen que tu suerte se ha acabado al mismo tiempo que su diversión ha comenzado, sus cejas delineadas solo resaltan cada expresan de su cara, su nariz es relativamente pequeña y delgada, su boca da la impresión de ser un poco pequeña pero sus labios, carnosos y adornados con un lápiz labial rosado te hacen pensar que un beso de ella sería interminable, ese día tenía el cabello teñido de rosado oscuro, al principio da la impresión de que su cabello es lacio pero las puntas siempre se le notan onduladas, su cabello es bastante largo, exactamente a la altura de sus pompas.
Al terminar de jugar, la gente la abucheaba, tenía algunos seguidores pero normalmente no hacían tanto escándalo para siquiera intentar defenderla o animarla, era odiada por muchos, principalmente por todos aquellos a quienes ella vencía, las chicas en su mayoría la odiaban quizás no tanto por ser hermosa sino por ser la representante femenina de las gamers y no les gustaba su actitud. Mientras se quitaba el casco y escuchaba los abucheos de la gente, sonrió pero bajó un poco la mirada, me dio la sensación de que miró por un instante a donde estaba yo y se retiró.
Cuando mi amigo volvió le reclame que no había traído las bebidas, se disculpó y nos dispusimos a ir a una fuente de sodas que los jugadores suelen frecuentar mucho, por este mismo motivo no sabíamos si tendríamos mucha suerte, después de todo acaba de celebrarse un evento de gamers a unas cuantas cuadras de ese lugar así que no sería de extrañarse que estaría lleno. Al llegar una linda camarera nos atendió, no tenían lugares, si disculpo aunque no era necesario, tampoco era su culpa, le preguntamos si podíamos esperar a lo que ella contestó que ya había personas esperando, no vi a nadie por allí así que le pregunté dónde estaban esas personas, me comentó que en la parte del fondo hay una mesa rota, allí se encontraban tres personas esperando, mi amigo y yo nos miramos mutuamente y sabíamos que no nos molestaría esperar un poco, nos advirtió que podría ser un tiempo un tanto considerable y le dijimos que no había problema, nos dirigimos a la parte trasera, casi a un lado del pasillo para ir al baño y nos topamos con las tres personas que esperaban, una pareja de novios y la finalista para el torneo Miss Fortune.
Nos sentamos y al principio cada grupo estaba en su rollo, mi amigo y yo, la parejita de novios y Miss con su consola portátil, así estuvimos un rato hasta que mi amigo fue al baño, me armé de valor y decidí dirigirle algunas palabras, felicidades, dije con esa voz más varonil que puedes sacar en ese momento pero que después de un rato te arrepientes, arqueó una ceja y creí que pasaría de mi como si una mosca le hubiese zumbado, pero en su lugar recibí una alegre sonrisa y un ¡gracias! un poco más animado de lo que había imaginado, cruzamos un par de palabras más y ella regresó a su videojuego, cuando la linda camarera regresó le dijo a la pareja que era su turno, justo al tiempo que mi amigo iba regresando del baño, a lo que le pedí a la camera que si podía regresar en cuanto llevara a esos clientes.
-¿Le pedirás su nombre?- comentó mi amigo mientras me hacia una cara graciosa sabiendo que no me atrevería
-es muy linda- miramos al mismo tiempo a Miss quien nos dirigía esas palabras sin quitar la vista de la consola
-no tiene nada de malo en que siquiera lo intentes, no hay nada que perder y si te rechaza nosotros estaremos aquí para burlarnos- Miss no nos miraba mientras hablaba así que era un poco difícil saber que tan en serio estaba tratando el tema
-no para nada, no era lo que tenía en mente- me ruborice tan solo pensarlo y levante las manos a seña de que me estaban juzgando mal
-te diré algo, si te rechaza, nosotros tendremos que pedirle su nombre a otra persona a riesgo de ser rechazados igual que tu- sugirió mi amigo con mucha determinación he de decir
-para ti es fácil decirlo pero Miss dudo que se meta en esos juegos- me apresuré a decir
-no he dicho que no- corrigió Miss – pero siendo sincera para mi es más fácil llamar la atención de un hombre que para ustedes el de una chica- agregó tajantemente mientras guardaba la consola.
Antes de que el asunto se hiciera más grande les comenté que mi idea era quedarnos en esa mesa e ir ordenando lo que sea que fuésemos a pedir, al comentarlo los tres miramos la mesa rota, las cajas de refresco donde estábamos nosotros y la maseta donde estaba sentada Miss, cuando alzamos la mirada nos dimos cuenta de que estábamos de acuerdo.
-Ahora que caigo ¿y tus amigos?- Pregunté sin darme cuenta de que quizás estaba entrando en terreno delicado
-digamos que mis amigas están ocupadas en sus propios asuntos, no te preocupes no me mires como si ellas debiesen estar aquí porque quizás soy yo quien debería estar con ellas, pero de momento es aquí donde estoy y no me arrepiento ¿y bien le preguntarás su nombre?- me miró Miss al preguntarme, mientras colocaba los codos en la meza con mirada expectante –es una linda morenita y ha de tener la edad de ustedes más o menos-
-no sabría ni que decir, no soy muy bueno conversando con chicas que no conozco- contesté
-no te preocupes, es una chica tranquila y le gustan los halagos y los chicos respetuosos como tú- la miramos mientras hablaba con cara de extrañeza
– se puede saber mucho de una chica por la ropa que lleva puesta- y cerró los ojos con esa frase al aire con un aura orgullosa como si hubiese revelado el séptimo secreto del universo
-espera, lleva uniforme no creo que pueda decir mucho de la ropa cuando no tiene alternativa de lo que debe usar- le corrigió mi amigo
Me empecé a reír y Miss pareció sonrojarse un poco, por lo que se apresuró a decir la primera respuesta que pudiese salvarla pero no parecía encontrarla
-tendrás que revisar su ropa interior- dije entre risas
-eso es- exclamó Miss
Me lo tomé como broma y señalé lo evidente, no teníamos ni idea de que ropa interior llevaba la chica, Miss puso su mirada más seria hasta la noche y comenzó a razonar
-Tomando en cuenta todos los factores podríamos decir que lleva puesta una tanga de encaje-
No teníamos ni puta idea de donde había sacado esa ocurrencia, ni palabras para contestarle
-veo que creen que exagero- seguíamos sin responderle nada
–se podría pensar que usaría algo mas cómodo para el trabajo pero seguramente lo notaron mejor que yo- esperamos a que terminase la frase
–ese culo tan redondo que tiene, es perfecto para ese tipo de prenda, así que seguramente tiene ese tipo de ropa, y en realidad una como mujer no puede llevar esas cosas a la cita con un novio, la llevas a una aventura y una chica como ella llena de sueños seguramente tiene fantasías en su lugar de trabajo, si estoy segura, es el tipo de prenda que lleva puesta-
Nos asomamos un poco y miramos el trasero de la mesera, era un poco extraño estar haciendo eso con otra chica pero al mismo tiempo era un tanto excitante.
-Pero entonces- preguntó mi amigo -¿Qué harás tú si no le corresponde? Ya nos dijiste tu misma que no sería justo intentar ligar con otra persona
-les daré un beso- sugirió ella
-no creo que un beso en la mejilla sea una apuesta muy alta- contestó mi amigo
-en los labios- nos miró con unos ojos que no denotaban duda ni nervios –claro está que no habrá lengua, será un simple beso en los labios- pensó un poco y añadió
–primero lo primero, yo digo que tanga de encaje, un beso es mi apuesta- entonces esperó a escuchar nuestras respuestas, aposté por un bóxer y aposté la humillación de ser rechazado, mi amigo dijo que traía un bikini y dijo que si perdía sus pantalones serian de Miss, cosa que le hizo mucha gracia y por lo visto ambos estaban metidos ya en el juego.
Cuando la camarera regresó le explicamos que nos quedaríamos en esa mesa, ella muy amable se ofreció a colocarnos al menos un mantel, nos trajo unos refrescos y mi amigo tiró algo de refresco, el plan era sencillo y evidente, quizás en otra situación la camarera no hubiera caído pero mi amigo se levantó y se puso frente a ella, mientras que yo permanecía sentado con algo de refresco en mi pantalón, la camarera no imaginó que otra chica seria la que llevaría a cabo la parte clave del plan, una fotografía con el celular para averiguar cuál era su gusto por la ropa interior ella se inclinó rápidamente e intento limpiar un poco la mesa, al mismo tiempo se disculpaba, veía como Miss se apresuraba a sacar su celular e inclinarse, me decía que la retuviera puesto que parecía que la mesera se levantaría bastante rápido, expresé mi desagrado con respecto a cómo quedé y la mesera sin darse cuenta de lo que hacía tomó su trapo e intento secar mi pantalón, su mano palpaba mi pierna para intentar absorber la humedad lo que la llevo también a palpar mi pene, no muchos segundos después pareció darse cuenta de lo que estaba haciendo aunque no sé si reconoció lo que estaba tocando, su reacción fue congelarse así como estaba, con su mano palpando mi miembro pero sin moverla, parecía que tenía miedo de que si movía su mano me tocaría mas, escuchamos una fuerte palmada lo que hizo que la mesera se enderezara, vimos que se llevó sus manos a su retaguardia y miró a Miss con vergüenza, Miss le dijo que se despreocupara y fuera por otros refrescos, cuando se retiró teníamos la respuesta, de momento yo había sido el ganador. Sin pensarlo demasiado Miss se me acercó y junto sus labios con los míos su mano se colocó en mi pierna para poder inclinarse hacia a mí, acercó su cabeza hacia la mía e hizo sonar sus labios como un beso tronador, me sentí satisfecho pero Miss parecía molesta, se dirigió hacia mi amigo y se sentó encima suyo con las piernas abiertas, colocó sus brazos en los hombros de él y con un movimiento rápido de cabeza le clavo un beso, uno que empezó igual que el mío pero que inmediatamente se convirtió en mas, abrieron sus bocas e intercambiaron la saliva de sus lenguas, mi amigo cerró los ojos, pero Miss me miraba a mí, con una mirada que no lograba descifrar, no eran enfado, tampoco reproche, no era reto, pero quizás era todo lo anterior combinado, ella lo apartó empujándolo de los hombros y una delgada línea de saliva que los unía de los labios se rompió cuando ella se levantó, tomó el cierre del pantalón de mi amigo y lo bajó, ella llevo su mano por su propia espalda y la bajó por sus nalgas como si fuese a tocarse pero lo que hizo es que agarro el pantalón y lo comenzó a jalar, quitándoselo de este modo, cuando el pantalón no bajó más debido a los zapatos, ella miro hacia abajo y vio la erección muy marcada en el bóxer de mi amigo, ella se tapó una sonrisa traviesa como si eso la alabase y se levantó haciéndole señas a mi amigo de que su pantalón me lo tenía que dar. Regresó a su lugar con una cara de satisfacción y nos miró como si nada hubiese pasado mientras nos preguntaba sobre la siguiente apuesta
Ante la situación me quede sin palabras y mientras tanto Miss parecía revisar algo en su celular al tiempo que mi compañero se dejaba caer un poco en su asiento con una cara que no se preocupaba de disimular su felicidad, decidí entonces seguir el ánimo de mi colega y me deje resbalar en mi asiento un poco y fue cuando sentí un movimiento extraño en mi pantalón, miré un poco por debajo del mantel y Miss tenía su pie golpeteando mi rodilla, al principio creí que solo quería fastidiar, pero su pie fue subiendo poco a poco, hasta que llego a mi entre pierna, la miré un poco y ella también estaba tumbada en su asiento pero revisaba su celular sin gesto alguno, pude notar como su pie palpaba mi entre pierna, y fue más delicada de lo que hubiese creído, utilizaba los dedos de su pie para acariciar el bulto que se había formado en mi pantalón, lo hacía con suavidad, después de unos momentos colocó su pie encima del cierre y lo detuvo allí sin hacer ningún movimiento, no estaba seguro de que debía hacer, pero mi mano bajó el cierre un poco, no necesitó que lo bajase todo, ella con su pie termino el trabajo y me bajo un poco el pantalón, con los dedos pulgar e índice del pie jaloneó sin problemas mi bóxer hasta bajarlo un poco y mi pene quedó fuera, colocó si pie por debajo de mi pene que comenzaba a enderezarse, parecía como si quisiera sentir su textura, lo comenzó a acariciar moviendo el pie de arriba abajo un poco, pero esto me éxito lo suficiente como para que mi pene ya no se recostara en su pie, entones utilizó sus dedos de nuevo, los colocó alrededor de mi pene y aunque no podía agarrarlo bien comenzó a mover su pie adelante y atrás, lo hizo muy despacio y muy suavemente, pero parecía una posición incómoda para ella, decidí bajarme un poco más el bóxer y su pie se metió mas alcanzando a tocar mis bolas.
-esto era justo lo que buscaba- murmuró Miss mientras miraba su celular, me tenía realmente confundido y muy excitado, retiró su pie y me dio la impresión de que se retorció un poco en su asiento, como si buscase algo o algo le estorbase, de pronto sentí algo en mi pene, algo que ella colocó y se sentía como una tela muy sedosa, tome la tela con las manos y no tuve que mirarla para saber de qué se trataba, pero lo más importante es que esa tela llevaba un mensaje, un mensaje que se transmitió en forma líquida, me quite el zapato y comencé a levantar mi pie en dirección a ella, estaba muy nervioso, su pie izquierdo prácticamente descansaba en mi silla, así que seguí esa guía, mi pie alcanzó su pierna y siguió avanzando, pude sentir la tela de su falda y como mi pie entraba en ella, comencé a sentir un calor inmenso en los dedos de mi pie, un calor que rápidamente se apoderó de todo mi cuerpo, sus piernas estaban totalmente abiertas y continué hasta que el dedo pulgar de mi pie, rosó con su piel, fue un pequeño toque, pero pude sentir su humedad, rose de nuevo y comencé a sentir la textura de su sexo, apreté un poco más y comencé a acariciarla al tiempo que iba identificando sus labios, la forma de su vagina, que tan húmeda estaba, la cantidad de bellos que tenía, todo se sentía tan caliente, comencé a acariciarla entre sus labios, se abrían ligeramente al tacto con mis dedos pero aun no los intentaba meter más, coloqué mi pie lo más arriba de su vagina que pude, y deje que lentamente fuese cayendo por el recorrido de sus labios y mientras alcanzaba la curva de su pelvis iba introduciendo un poco más mi pulgar y fue entonces que sentí como su vagina palpitó, creí que vería un gesto en su rostro pero al contrario lo que noté fue una pequeña sonrisa de mi compañero y fue entonces que pensé, tiene las piernas abiertas, ¿Dónde está su otro pie?
Al detenerme ella se sentó de manera erguida en su silla y el gesto de mi amigo me hizo entender que idea era correcta, sin embargo antes de siquiera pensar en indignarme y voltear a verla con mi mirada de enfado, Miss ya no estaba, miré hacia abajo y ella estaba allí haciéndome un gesto de mantenerme callado con el dedo en la boca, comprendí que en ese momento mi colega estaba recibiendo la mejor paja que recibiría en su vida, ella sostenía su miembro y lo masturbaba, pero mientras mi amigo creía ser el afortunado de la mesa, a mí me estaban haciendo algo más.
No miraba bajo el mantel para disimular pero podía sentir como tocaba mi pene con su mano libre, lo estaba sosteniendo muy firmemente y podía sentir su respiración en mi miembro, lo que me indicaba que su rostro estaba muy cerca, pude sentir como pasaba la punta de su nariz a lo largo del tronco de mi pene, no sabía si ella se estaba divirtiendo o cual eran sus ideas pero luego colocó la punta de mi miembro justo en sus fosas nasales y sentía su respiración muy fuertemente fue bajando mi pene hasta la altura de sus labios y sentí como sus labios formaban un beso en la punta, justo como un besos tronador pero sin sonido, luego roso la punta a lo largo de sus labios, como si se pasase un lápiz labial, podía sentir de esta manera como su sonrisa se iba ensanchando, eso me alegró e hizo que me relajare haciendo que mi pene perdiera firmeza, casi pude sentir una mueca de su parte y fue entonces cuando aprendí como se sentía una pequeña mordidita en la piel del pene un tanto cerca de la punta, ha sido la forma de reclamo más excitante y efectiva que me han hecho, mi pene se puso muy firme después de eso y a cambio recibió otro beso en el lugar donde había sido mordido, después de eso, comencé a percibir una humedad que envolvía la cabeza de mi pene y me di cuenta que estaba salivando por encima de mi miembro, su saliva se sentía muy caliente y muy suave, fue entonces cuando comenzó a distribuir esa saliva con ayuda de su lengua, sacaba la lengua y la frotaba contra mi pene alrededor de la cabeza, permitiéndome sentir como acariciaba mi miembro tanto con el dorso como con el frente de su lengua, este movimiento lo hacía con bastante firmeza, una vez que mi cabeza estaba totalmente impregnada de su saliva, ella escupió un poco en mi pene esta vez con menos delicadeza y comenzó de nuevo a esparcir su saliva pero ahora hacia el tronco, lo que había provocado que mi pene llegase a la altura de sus dientes y poco a poco se iba introduciendo más y más, podía sentir como mi miembro estaba prácticamente dentro de su boca y mi pene comenzó a palpitar de la idea de que ella cerrase los labios, era imposible no sentir como su boca calentaba mi pene así que sabía exactamente que parte de mi miembro estaba dentro de ella, sin embargo no sabía que tanto ella soportaría tenerlo dentro, me quedaba claro que era una chica experimentada pero aun así me sorprendí cuando mi pene comenzó a acariciar su paladar a la altura de la campanilla, su lengua prácticamente rosaba mis bolas y ella seguía introduciéndolo, hasta que comenzó realmente a ensalivarme las bolas, mi pene además de ganar firmeza comenzó a querer levantarse lo que le rosó ella por dentro así que cerro los labios, no pude contenerme y mire por debajo del mantel, esos ojos azules se clavaron en mi mirada justo al momento en que ella comenzó a retirar mi pene de su garganta, sin embargo al mismo tiempo que ella hacia esto succionaba mi miembro, hice todo el esfuerzo posible para no correrme y estaba dando resultados, pero ella lo tenía todo calculado, los últimos centímetros su lengua comenzó a acariciar la punta de mi pene y antes de que lo terminase de sacar lo metió de golpe una vez más, no por completo pero fue lo suficiente para hacerme sacar un poco de semen, lo hizo dos, tres, cuatro, cinco y todas las veces que mi pene palpitaba mientras tenía una eyaculación, no puse demasiada atención a lo que hizo una vez que terminé de correrme, pues ella soltó mi miembro pero mantuvo su boca en él unos momentos mas, pude sentir su mirada muy clavada en mi miembro y un par de lengüetazos más, lo que me llevó a pensar que lo que pasó fue que no desperdició ni una sola gota.
La linda camarera se acercaba a reponer las bebidas al tiempo que Miss salía por debajo de la mesa, la camarera se puso nerviosa y parecía como si no quisiera pensar mal de lo que estaba viendo pero los fluidos en la mano derecha de Miss no podían pasar desapercibidos no importa cuánto ella intentara desviar la mirada, la chica no pudo evitar quedarse toda roja en el momento que Miss salió por completo ya que traía la falda alzada dejando al descubierto su hermoso sexo, sus labios vaginales eran pequeños, apenas dibujaban la línea que los dividía, sin embargo la curvatura de los mismos formaban unas hermosa sonrisa de gatita, su pelvis estaba rasurada dejando un muy pequeño triangulo de bellos pelirrojos y ondulados al comienzo de su vagina, sus nalgas estaban muy firmes y bastante redondeadas en esas caderas amplias, parecía que su culo estaba apretado entre ese par de nalgas, esa era la impresión que daba, además su piel era más clara en la zona donde debería ir la ropa interior.
Mientras los otros presentes nos quedábamos embobados, Miss se sentaba en mis piernas al tiempo que le pedía a la chica que le trajese una toalla e hizo énfasis en que se tomara su tiempo, la chica no parecía tener intención de moverse pero cuando Miss levanto su mirada fuerte, la chica se fue inmediatamente.
Miss estaba inclinada hacia en frente en dirección a mi compañero y mientras mi pierna se iba calentando con el calor del sexo de Miss, me sentía algo embobado pero entonces noté que Miss tomaba el pene de mi compañero y comenzaba a masajearlo, eso me exalto un poco y fue cuando Miss me miró con una sonrisa extraña entre labios, mientras me miraba su cara se iba acercando a ese pene, poco a poco y cada vez más cerca, ella comenzaba a abrir su boca, fue entonces cuando metí los dedos índice y medio en su coño, por fuera parecía ligeramente húmedo, pero por dentro estaba totalmente empapada al punto que parte de su fluido salió y escurrió por su pierna, pude escuchar un ligero gemido de placer, el cual ella parecía haber disfrutado de haberlo escuchado de sí misma, pues no hizo gesto de dolor ni vergüenza, no intento cerrar la boca ni mitigar el sonido, solo lo soltó y lo disfrutó, mis dedos resbalaban en su interior sin mucha dificultad, permitiéndome acariciarla desde el interior al mismo tiempo que buscaba su punto G, una vez que encontré su punto, intenté alcanzarlo con los dedos pero no me era suficiente, mi amigo se masturbaba ayudado de la otra mano de Miss e intentaba meter su pene en la boca de ella, frotaba su miembro en sus labios cerrados pero Miss estaba más entretenida con lo que sentía dentro de ella, fue cuando ella volvió a sonreír y abrió la boca mientras sacaba su lengua y la acercaba al pene, así que metí mis dedos lo más profundo que pude alcanzando su punto y apretándolo con mis dedos, apenas y podía ejercer fuerza con esos dos dedos allí dentro pero ella comenzó a retorcer su cuerpo, sus labios se cerraron de nuevo y pude sentir un par de gemidos más, que esta vez no se escucharon pero que pude sentir en mis dedos, está de más decir que a esas alturas el sudor recorría todo mi cuerpo, pero Miss se mantenía fresca, aun así su cuerpo se sentía más caliente que el mío, no dude más, saque mis dedos de Miss y me puse de pie, esto más que confundirla parecía estarlo esperando, levantó su pierna derecha hasta la altura de mi hombro y la recostó en este mientras su cabeza descansaba en la pelvis de mi compañero, la sostuve de la cadera con ambas manos para que no tuviese que soportar todo su cuerpo con la pierna que tenía en el suelo.
Su coño quemaba mi verga con cada centímetro que entraba, el interior de su cuerpo se sentía aún más caliente y sentía como iba penetrando en el mío, mi verga estaba totalmente firme e iba entrando lentamente y Miss me clavó su mirada con cada milímetro que la penetraba, no sabía qué clase de expresión era esa solo sabía que ella deseaba que siguiera entrando, los últimos momentos antes de que mi verga entrara por completo parecieron estremecerme más a mí que a ella, quien nunca inmutó su mirada hasta el momento en que entró toda, en ese instante sin cambiar demasiado su gesto, arqueó una ceja, ella me estaba dirigiendo, pero no solo a mí, mi compañero le quitó la parte superior de su ropa, lo que nos permitió ver un sostén rosa que apretaba unos grandes pechos, no pude aguantarme y arranque esa parte de su traje, sus pechos no tenían la firmeza de sus nalgas y se dejaron caer por la gravedad debido a su tamaño, sin embargo no perdieron su forma redondeada, sus pezones eran grandes con un areola que les hacía justicia, mi compañero comenzó a masajear tremendas tetas, Miss con su mano izquierda acaricio como pudo el cabello de mi colega, en ese momento saque mi verga de Miss lo más que aguanté a sacarla y la devolví a su interior con fuerza, hice esto unas cuatro veces más, con toda la fuerza que pude, pero me di cuenta que intentaba hacerme el rudo con una chica que no solo era mucho más ruda sino que prácticamente me estaba dando una lección de rudeza, ella de echo parecía un poco seria en ese instante, así que me erguí lo más recto que pude, la tome con más firmeza y la empecé a penetrar de manera más rápida pero menos fuerte y con más firmeza, pude notar una leve sonrisa asomarse por la comisura de sus labios y sentí como su coño empezaba a palpitar, me incliné un poco hacia ella y comencé a darle una penetrada fuerte después de unas cuantas penetradas suaves, esta inconsistencia le gustaba, no podía fingir su sonrisa y su interés, ella misma intentaba estar preparada para sentir el momento duro de mi verga pero al mismo tiempo esto hacia que nunca lo estuviese, bajó su pierna de mi hombro y la tuve inclinada mientras recibía pene, en esta posición mis manos descansaron entre su cadera y sus nalgas, mi mano izquierda no pudo evitar tomar su nalga y apretarla, acaricié esa nalga, sentí la línea de su culo, acaricie el borde de su ano, sus pliegues y metí mi dedo, tenía muchas ganas de nalguearla, sentía que ella era una niña mala y que debía ser castigada, que seguramente ella lo deseaba, pero ¿Qué era ella? ¿Diosa o demonio? No, la verdad era más simple y todas mis ideas hasta ese momento habían sido muy estúpidas. Ella no era una niña, ni era mala, no era un demonio ni una diosa, no era mía ni quería serlo, ella solo disfrutaba de un momento igual que yo lo estaba haciendo, fue entonces que nos quité de la posición en la que estábamos le di un tirón del brazo y le clave un beso en sus labios, uno en donde nuestras lenguas finalmente se conocieron, mientras lo hacia una de mis manos recorría su cuerpo, desde su espalda pasando por su cadera hasta llegar a sus redondos glúteos y al mismo tiempo mi otra mano acariciaba su rostro, su mejilla y su quijada, su oreja y finalmente su cabello, le sonreí y me recosté en el piso mientras Miss se iba acomodando encima de mí, no era yo quien la guiaba, ni Miss a mí, solo nuestros cuerpos se movían solos, tomó mi verga y la froto un poco en su coño para bañarla de sus fluidos, después la dejó en la entrada de su ano y comenzó a sentarse, Miss gemía deliciosamente mientras penetraba ese culo tan apretado que tenía, me preguntó cómo me sentía, le conteste que estaba mejor que nunca pero que parecía que ella estaba incompleta, me contestó que tenía justo lo que necesitaba allí, entonces tomó la verga de mi colega y la comenzó a devorar con su boca.
Han pasado varios años y no la he vuelto a ver.
En ocasiones quisiera buscarla, o intentar contactarla, pero sé que Miss me contactaría si quisiera, quizás por eso me convertí en marino, el mar me recuerda tanto a ella, y no por el sabor salado de sus besos, sino por la libertad que ella poseía, la libertad de ser. Y también sé que ningún hombre podrá conquistarla, porque el mar no se puede conquistar, tan solo te permite navegar en sus aguas porque así lo desea.
Creditos
Pese a que el relato es de mi total autoria, el personaje de "Miss Fortune" pertenece a la compañia de RIOT GAMES.
Gracias por leer y...
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