/SAM
Desperté con una sonrisa en el rostro. Había sido un sueño fabuloso. Bese a Carly y ella a mi, fue tan sexi.
—Hola—Me dijo Carly un poco sonrojada.
—Buenos días, Carly. ¿Qué te ocurre?—La vi bastante tímida.
—Es que… bueno, anoche no se porque lo hice. Jamás había besado a otra chica, tú fuiste la primera. Ahora estoy confundida por eso…—Se le hizo una arruga sobre la frente que reflejaba duda.
¿Entonces no fue un sueño? ¿Bese a Carly?... ¡Bese a Carly!
—¡Ah! ¡Oh si, oh si, soy Sam, soy Sam, te bese, te bese! ¡UH!—Me Salí de la cama y comencé a bailar.
—¿Sam anoche te drogaste? ¡Te dije que no lo hicieras!
—No me drogue. Solo bailo. Ven a bailar conmigo, preciosa—La tome de las manos y giramos en círculos mientras yo cantaba.
Ella solo se reía de mí y de mis estúpidas canciones. Pero no estaba muy feliz.
—¿Qué pasa?
—Sam, no me gustan las chicas—Dijo algo triste.
—Pero… ayer…
—No estoy segura de porque lo hice Sam… Creo que es lo mismo que Freddie… Solo fue un beso…—Eso me dolió mucho en el fondo—Pero… Sam estoy confundida. No se lo que siento por ti o por Freddie…
—Me gustas… mucho—Exclame roja como un tomate.
—…—Ella también se sonrojo—Déjame pensarlo Sam… Me iré a duchar…
Tomo su toalla y fue rápidamente al baño. Yo me quede allí parada sin hacer nada más que mirar la puerta por donde la hermosa castaña había salido. En esos momentos se me ocurrió algo demasiado perve, pero igualmente lo hice.
Tome mi toalla también y me dirigí al baño donde estaba Carly. Escuche el agua correr y vi salir vapor. Toque la puerta.
—Carly, ¿puedo pasar?—Creí que Carly no me contestaría o me diría que me fuera, pero me sorprendió lo que dijo.
—Pasa Sam, deja toda la ropa con la mía y no tirada en el suelo—Entre algo nerviosa y muy colorada al baño.
La cortina de baño tapaba el cuerpo de Carly y solo dejaba ver su rostro.
—Allí—Apunto con la mirada al pequeño estante en donde estaba su ropa y se tapo la cara semi-colorada.
Lentamente comencé a sacarme la ropa sintiendo como su mirada se clavaba en mi espalda ahora desnuda. Me quite el pantalón y las pantys, sumamente roja de vergüenza aun sintiendo la mirada de la castaña.
Me voltee a verla pero se había tapado otra ves. Despacio abrí la cortina y me metí a la ducha con ella. Lo único que pude ver fue su espalda blanca recorrida por millones de gotas de agua que caían y sus glúteos bien moldeados.
Era la primera vez que la veía completamente desnuda.
La abrase por la espalda presionando mis senos contra esta. Ella se puso tensa pero luego se relajo y apoyo sus manos sobre las mías sonriendo.
—Esto no me ayuda en nada—Murmuro mientras volteaba y me besaba.
Fue solo un beso corto lo que no me satisfació bastante.
—Se mira, pero no se toca. ¿Me entiendes?—Explico Carly muy seria.
—Si.
Ella se alejo un poco para que contemplara su perfecto cuerpo recorrido por cascadas de agua. Sus senos eran mas grandes de lo que parecía, eran blancos, redondos y estuve tentada de tocarlos pero Carly me detuvo la mano.
—Quieta. Te dije que no.
—Se sentirá bien…—Trate de convencerla.
—…
Me acerque a ella para besarla una vez mas y ella me paso sus brazos por el cuello mientras yo tomaba su cintura pegándonos mucho al cuerpo desnudo de la otra. Mientras la besaba ferozmente sentí como sus pechos chocaban y se rozaban con los míos lo que me éxito demasiado. Tranquilamente baje mis manos hasta sus nalgas y las acaricie.
— ¡Sam!—Dijo separándose de mi.
— ¿Qué?
—No me toques así—Se separo de mi y se tapo el pecho cruzándose de brazos muy ruborizada.
—No digas que no te gusto.
No dijo nada y se ruborizo aun más. Sin hacerme caso tomo el jabón y dándome la espalda comenzó a refregarse sus piernas y brazos, hasta llegar a los hombros. Yo, sacándole el jabón de las manos, refregué su espalda delicadamente bajando y subiendo por ella sin tocarla de más. Luego se lo pase por su nuca y cuello, dejando de lado sus nalgas me agache y refregué la parte de atrás de sus piernas, excitándome a cada momento por estar así y al parecer a Carly también le éxito eso. Con mas confianza refregué sus muslos y luego los glúteos tratando de no pasarme para que no me apartara como antes pero, no lo hizo y me permitió seguir.
—Date la vuelta, Carls—Dije en un susurro que se escucho por encima del chapoteo del agua al caer.
Ella volteo y yo refregué otra ves sus brazos su abdomen, su vientre hasta llegar a sus pechos que con algo de timidez refregué con el jabón resbaloso. Ella solo se sonrojaba a mi tacto. Me enjabone las manos y deje la barra de jabón a un lado ahora repasando su cuerpo con mis manos. Apreté sus senos y pellizque en varias ocasiones mientras los acariciaba y pude oír un suspiro salir de su boca.
— ¿Lo ves? Se siente bien…—Por tercera ves junte mis labios con los de ella demostrándole todo el amor que sentía a trabes del beso.
Luego de eso me acuclille y pase lo poco de jabón que me quedaba por sus piernas, subiendo hasta sus muslos y llegando a la zona mas intima de la mujer. Antes de tocar la mire como pidiendo permiso, a lo que ella solo movió la cabeza para un lado como dándome a entender que siguiera. Lentamente pase mi mano por su monte con cabellos bien arreglados, eran suaves y me encantaba tocarla allí. Toque un poco más en el centro viendo como reaccionaba.
—Dios, Sam—Suspiro al sentir mis dedos en su botón de placer.
Luego de mimarla un rato me incorpore tomando sus manos y pegando su frente con la mía.
— ¿Te gusto pastelito?
La castaña sonrío pero, luego esa sonrisa se desvaneció.
—No esta bien hacer esto…—Murmuro muy apenada—No se porque hago esto, ¿Qué es lo que tienes que siempre me haces terminar correspondiéndote tus actos?
—Soy sexi, seguro que es por eso ¿O no?—Le dije algo picarona.
—No seas creída, Sam—Me regaño con la cara roja—Pero tienes… un no se que y un que se yo que me hace hacer eso.
—¿Un no se que y que se yo?... Salgamos ya. Me estoy volviendo una pasa.
Cerró la ducha y fuimos a la habitación a cambiarnos.
—Sam, Carly… ¿Se bañaron juntas?—Pregunto Spencer sorprendido.
—¡¿Qué?! ¡No, no! Solo que… no…
—Si Spencer, pero somos chicas, no es nada extraño. Tenemos exactamente lo mismo.
—Si pero… Esta bien, ya vayan a ponerse algo de ropa—Dijo cerrando los ojos.
—Yo me voy a dormir un poco mas—Dije arrojándome en la cama solo con el albornoz.
—Vístete, Sam.
—Tengo el maldito albornoz. Eso es ropa. Si estuviera así…—Exclame sacándome el albornoz y quedando desnuda—en tu cama, si puedes decirme que me vista. Aunque no creo que te moleste que este en tu cama totalmente desnuda…
La mire con mi cabeza colgando de uno de los bordes de la cama, sonriendo con perversión.
—Sam, ya basta—Murmuro a duras penas.
—Ya ves, te gusta que este así.
—Ponte algo, maldita sea. Haces que sienta ese odioso hormigueo.
—Ese hormigueo, es excitación.
—¡Sam, no digas eso!—Grito buscando su ropa dándome las espaldas.
Me levante despacio de su cama, camine lentamente hacia ella para que no se diera cuenta y puse mis manos sobre sus hombros. Carly se tenso pero no dijo ni una palabra, yo deslice la tela que la cubría hasta que callo al suelo dejándola desnuda al igual que yo. Acaricie su cuello y espalda hasta llegar una vez más a su trasero.
—Dime la verdad. ¿Te gusta lo que hago?
—No lo se…
Pase mis manos hacia su frente y acaricie ese lugar tan íntimo para una chica.
—Esta bien, ya… si me gusta… Ya déjame, por favor.
La voltee y sin rodeos atrape uno de sus pezones con mi boca. Succione, mordí y lamí sus pezones tan deliciosos para mi. Ella estaba sorprendida por lo que hacia pero note como le gustaba. Baje mi mano y toque su clítoris pasando mi dedo en círculos rápidamente haciendo que gimiera. Carly solo se dejaba hacer. Deje sus pechos y me arrodille a la altura de su vagina. Aumente el ritmo de mi dedo en su clítoris y de apoco iba hacia su entrada que ya estaba bastante húmeda.
Antes de seguir la guíe hasta la cama haciéndola acostar. Le abrí las piernas con mis manos y seguí tocando con mi dedo algo dudosa de hacer o no lo que pensaba. Me decidí y acerque mi boca hasta besar el monte, y fui bajando atrapando su clítoris con mis labios pasando mi lengua de arriba abajo. Sabía tan bien.
—¡Ah, por dios, Sam!—Atrapo mi cabeza con sus manos acercándola aun mas a ese lugar.
Yo ya estaba demasiado excitada, así que me tocaba mi clítoris para sacarme un poco de esa excitación. Con mi otra mano metí latamente un dedo en el interior de MI castaña hasta llegar a esa delgada pared que delataba la virginidad.
—Me duele—Susurro Carly.
—Ya va a pasar, amor. No te preocupes—Le dije con todo mi cariño.
Despacio rompí ese obstáculo. Carly grito pero en pocos minutos gemía a causa del mete saca de mi dedo. Introduje otros dos dedos y seguí en mi labor hasta que sentí como se tensaba. Sentí como llenaba mi boca con su deliciosa miel que bebí sin pensarlo y luego saque mis dedos de su interior. Chapándolos sacándole los restos de miel y algo de sangre que tenían.
—Sam…—Dijo en un tono casi inaudible.
—¿Qué pasa pastelito?—Me posicione sobre ella.
—Me encanto… pero… sigo creyendo que esto no esta bien y… ¡Por dios, acabo de perder mi virginidad con mi mejor amiga! En verdad esto no esta nada bien—Se incorporo y yo quede sentada en sus piernas.
—Yo te amo. Si hay amor no debería de ser malo… Pero tú no me amas…
—Si… digo no… no puedo amar a una mujer… No se lo que siento por ti…—Dijo angustiada abrazándome y escondiendo su rostro en mi cuello—No creo que sea amor… pero siento algo diferente, no como cuando éramos solo amigas. Es algo más…
—Carly, no trates de engañarte a ti misma. Lo que sientes es amor, aunque no quieras aceptarlo.
Ella no dijo nada solo se quedo abrazada a mi. Yo luego de unos minutos me separe y me puse algo de ropa. Y Carly hizo lo mismo luego de 15 minutos.
—Carls…
—¿Qué pasa?
—¿Te gustaría salir conmigo al cine? O donde tú quieras…
—Esta bien—Fuimos abajo para desayunar.
Yo me abalance sobre los sándwiches para asesinarlos y devorarlos brutalmente como acostumbro.
—¿Qué paso en la habitación que gritabas Carly?—Spencer estaba mas serio que de costumbre.
Las dos nos miramos nerviosas y asustadas.
—Sam me asusto y por eso grite.
—Sonabas extraña, no como si estuvieras asustada. Y luego gritaste algo sobre… tu virginidad…
—¡Te dije que no gritaras!—Le grite a Carls.
—¡Nunca me dijiste nada mas que “ya va a pasar pastelito”!
—No fue exactamente eso lo que dije—Exclame con la boca llena de pan.
—Si no te hubieras pasado conmigo yo no hubiera gritado y Spencer no habría escuchado.
—¡No digas que no sentiste nada, por que se muy bien que te gusto!
—¡Ya paren ustedes dos y me explican que hicieron en la maldita habitación!—Grito Spencer haciéndonos sentar y agachar la mirada por el miedo.
—Nada, solo era un estúpido juego—Dije mirando a Carly.
—No parecía un juego por como gritaba mi hermanita. ¿Qué rayos le has hecho Samantha?—Spencer jamás me había llamado Samantha en toda la vida, esto en verdad es serio.
—¡Nada!
—¡Me desvirgo! Eso es lo que hizo—Carly bajo la mirada totalmente roja mientras que yo la miraba con la boca abierta.
—… ¡QUEEEEEEEE!... ¡Son chicas!
—16 años tuvieron que pasar para que lo notaras ¿verdad?—Dije con sarcasmo.
—Esta bien… ya…—Spencer se froto las sienes—son adolescentes, entiendo que quieran experimentar. ¿Pero porque tenias que perder tu tan preciada virginidad con una mujer?
—Eso pregúntale a Sam. Ella lo empezó todo.
—Si, pero jamás intentaste de hacer nada para detenerme.
—Ustedes están…
Spencer suspiro.
—¿Puedes volver a tu casa Sam?—Pregunto el “adulto”.
—Claro, si es que quieres que mi madre me abra la cabeza con botellas de cerveza.
—Esta bien… te quedaras en esta casa, pero desde hoy dormirás en el sofá y Carly en su habitación que va a estar cerrada con llave.
—¿Qué?—Preguntamos al unísono.
—No quiero que vuelvas a hacerle algo así a mi hermanita.
—Ese es mi problema, Spencer.
Spencer tomo del brazo a Carly y la llevo arriba. No se que le habrá dicho pero luego bajaron con caras de malhumor. Carly me tomo de la mano, hizo que me levantara y me planto un beso en la boca frente a su hermano. Yo le correspondí sin más aunque me molestara la presencia de Spencer.
—¿Lo ves?—Pregunto Carly separándose—Nos gusta esto, acéptalo Spencer.
—Esta bien, veo que no cambiaras de opinión. Te apoyo hermanita. Pero aun así no quiero que duerman juntas.
—¡Spencer!
—¡No quiero que mi hermana menor ande gritando así! ¡Hasta los 18 no lo harás otra ves!
Carly solo rodó los ojos, tomo su mochila y nos fuimos. Claro que yo también había tomado mis cosas. Cuando estábamos a mitad de camino paramos.
—¿Entonces que sientes por mi?—Pregunte cuando paramos en un callejón.
—No lo se, Sam. ¿Cuántas veces te lo tendré que repetir?
—Pero… ¿Andarás conmigo?
Se lo pensó por unos momentos.
—Si, pero no te hagas ilusiones. Solo seré tu novia para no herirte…
—¿Herir…? Esta bien. Al menos tendré una novia sexi.
—No me digas así.
—Pero si lo eres—La acorrale contra la pared pero solo para besarla.
—Maldición, besas demasiado bien—Murmuro enojada mientras nos íbamos a la escuela.
Recuerdo que en el momento que cerré los ojos sentí como un clic y por entre mis parpados vi una luz blanca…
Continuará...
Desperté con una sonrisa en el rostro. Había sido un sueño fabuloso. Bese a Carly y ella a mi, fue tan sexi.
—Hola—Me dijo Carly un poco sonrojada.
—Buenos días, Carly. ¿Qué te ocurre?—La vi bastante tímida.
—Es que… bueno, anoche no se porque lo hice. Jamás había besado a otra chica, tú fuiste la primera. Ahora estoy confundida por eso…—Se le hizo una arruga sobre la frente que reflejaba duda.
¿Entonces no fue un sueño? ¿Bese a Carly?... ¡Bese a Carly!
—¡Ah! ¡Oh si, oh si, soy Sam, soy Sam, te bese, te bese! ¡UH!—Me Salí de la cama y comencé a bailar.
—¿Sam anoche te drogaste? ¡Te dije que no lo hicieras!
—No me drogue. Solo bailo. Ven a bailar conmigo, preciosa—La tome de las manos y giramos en círculos mientras yo cantaba.
Ella solo se reía de mí y de mis estúpidas canciones. Pero no estaba muy feliz.
—¿Qué pasa?
—Sam, no me gustan las chicas—Dijo algo triste.
—Pero… ayer…
—No estoy segura de porque lo hice Sam… Creo que es lo mismo que Freddie… Solo fue un beso…—Eso me dolió mucho en el fondo—Pero… Sam estoy confundida. No se lo que siento por ti o por Freddie…
—Me gustas… mucho—Exclame roja como un tomate.
—…—Ella también se sonrojo—Déjame pensarlo Sam… Me iré a duchar…
Tomo su toalla y fue rápidamente al baño. Yo me quede allí parada sin hacer nada más que mirar la puerta por donde la hermosa castaña había salido. En esos momentos se me ocurrió algo demasiado perve, pero igualmente lo hice.
Tome mi toalla también y me dirigí al baño donde estaba Carly. Escuche el agua correr y vi salir vapor. Toque la puerta.
—Carly, ¿puedo pasar?—Creí que Carly no me contestaría o me diría que me fuera, pero me sorprendió lo que dijo.
—Pasa Sam, deja toda la ropa con la mía y no tirada en el suelo—Entre algo nerviosa y muy colorada al baño.
La cortina de baño tapaba el cuerpo de Carly y solo dejaba ver su rostro.
—Allí—Apunto con la mirada al pequeño estante en donde estaba su ropa y se tapo la cara semi-colorada.
Lentamente comencé a sacarme la ropa sintiendo como su mirada se clavaba en mi espalda ahora desnuda. Me quite el pantalón y las pantys, sumamente roja de vergüenza aun sintiendo la mirada de la castaña.
Me voltee a verla pero se había tapado otra ves. Despacio abrí la cortina y me metí a la ducha con ella. Lo único que pude ver fue su espalda blanca recorrida por millones de gotas de agua que caían y sus glúteos bien moldeados.
Era la primera vez que la veía completamente desnuda.
La abrase por la espalda presionando mis senos contra esta. Ella se puso tensa pero luego se relajo y apoyo sus manos sobre las mías sonriendo.
—Esto no me ayuda en nada—Murmuro mientras volteaba y me besaba.
Fue solo un beso corto lo que no me satisfació bastante.
—Se mira, pero no se toca. ¿Me entiendes?—Explico Carly muy seria.
—Si.
Ella se alejo un poco para que contemplara su perfecto cuerpo recorrido por cascadas de agua. Sus senos eran mas grandes de lo que parecía, eran blancos, redondos y estuve tentada de tocarlos pero Carly me detuvo la mano.
—Quieta. Te dije que no.
—Se sentirá bien…—Trate de convencerla.
—…
Me acerque a ella para besarla una vez mas y ella me paso sus brazos por el cuello mientras yo tomaba su cintura pegándonos mucho al cuerpo desnudo de la otra. Mientras la besaba ferozmente sentí como sus pechos chocaban y se rozaban con los míos lo que me éxito demasiado. Tranquilamente baje mis manos hasta sus nalgas y las acaricie.
— ¡Sam!—Dijo separándose de mi.
— ¿Qué?
—No me toques así—Se separo de mi y se tapo el pecho cruzándose de brazos muy ruborizada.
—No digas que no te gusto.
No dijo nada y se ruborizo aun más. Sin hacerme caso tomo el jabón y dándome la espalda comenzó a refregarse sus piernas y brazos, hasta llegar a los hombros. Yo, sacándole el jabón de las manos, refregué su espalda delicadamente bajando y subiendo por ella sin tocarla de más. Luego se lo pase por su nuca y cuello, dejando de lado sus nalgas me agache y refregué la parte de atrás de sus piernas, excitándome a cada momento por estar así y al parecer a Carly también le éxito eso. Con mas confianza refregué sus muslos y luego los glúteos tratando de no pasarme para que no me apartara como antes pero, no lo hizo y me permitió seguir.
—Date la vuelta, Carls—Dije en un susurro que se escucho por encima del chapoteo del agua al caer.
Ella volteo y yo refregué otra ves sus brazos su abdomen, su vientre hasta llegar a sus pechos que con algo de timidez refregué con el jabón resbaloso. Ella solo se sonrojaba a mi tacto. Me enjabone las manos y deje la barra de jabón a un lado ahora repasando su cuerpo con mis manos. Apreté sus senos y pellizque en varias ocasiones mientras los acariciaba y pude oír un suspiro salir de su boca.
— ¿Lo ves? Se siente bien…—Por tercera ves junte mis labios con los de ella demostrándole todo el amor que sentía a trabes del beso.
Luego de eso me acuclille y pase lo poco de jabón que me quedaba por sus piernas, subiendo hasta sus muslos y llegando a la zona mas intima de la mujer. Antes de tocar la mire como pidiendo permiso, a lo que ella solo movió la cabeza para un lado como dándome a entender que siguiera. Lentamente pase mi mano por su monte con cabellos bien arreglados, eran suaves y me encantaba tocarla allí. Toque un poco más en el centro viendo como reaccionaba.
—Dios, Sam—Suspiro al sentir mis dedos en su botón de placer.
Luego de mimarla un rato me incorpore tomando sus manos y pegando su frente con la mía.
— ¿Te gusto pastelito?
La castaña sonrío pero, luego esa sonrisa se desvaneció.
—No esta bien hacer esto…—Murmuro muy apenada—No se porque hago esto, ¿Qué es lo que tienes que siempre me haces terminar correspondiéndote tus actos?
—Soy sexi, seguro que es por eso ¿O no?—Le dije algo picarona.
—No seas creída, Sam—Me regaño con la cara roja—Pero tienes… un no se que y un que se yo que me hace hacer eso.
—¿Un no se que y que se yo?... Salgamos ya. Me estoy volviendo una pasa.
Cerró la ducha y fuimos a la habitación a cambiarnos.
—Sam, Carly… ¿Se bañaron juntas?—Pregunto Spencer sorprendido.
—¡¿Qué?! ¡No, no! Solo que… no…
—Si Spencer, pero somos chicas, no es nada extraño. Tenemos exactamente lo mismo.
—Si pero… Esta bien, ya vayan a ponerse algo de ropa—Dijo cerrando los ojos.
—Yo me voy a dormir un poco mas—Dije arrojándome en la cama solo con el albornoz.
—Vístete, Sam.
—Tengo el maldito albornoz. Eso es ropa. Si estuviera así…—Exclame sacándome el albornoz y quedando desnuda—en tu cama, si puedes decirme que me vista. Aunque no creo que te moleste que este en tu cama totalmente desnuda…
La mire con mi cabeza colgando de uno de los bordes de la cama, sonriendo con perversión.
—Sam, ya basta—Murmuro a duras penas.
—Ya ves, te gusta que este así.
—Ponte algo, maldita sea. Haces que sienta ese odioso hormigueo.
—Ese hormigueo, es excitación.
—¡Sam, no digas eso!—Grito buscando su ropa dándome las espaldas.
Me levante despacio de su cama, camine lentamente hacia ella para que no se diera cuenta y puse mis manos sobre sus hombros. Carly se tenso pero no dijo ni una palabra, yo deslice la tela que la cubría hasta que callo al suelo dejándola desnuda al igual que yo. Acaricie su cuello y espalda hasta llegar una vez más a su trasero.
—Dime la verdad. ¿Te gusta lo que hago?
—No lo se…
Pase mis manos hacia su frente y acaricie ese lugar tan íntimo para una chica.
—Esta bien, ya… si me gusta… Ya déjame, por favor.
La voltee y sin rodeos atrape uno de sus pezones con mi boca. Succione, mordí y lamí sus pezones tan deliciosos para mi. Ella estaba sorprendida por lo que hacia pero note como le gustaba. Baje mi mano y toque su clítoris pasando mi dedo en círculos rápidamente haciendo que gimiera. Carly solo se dejaba hacer. Deje sus pechos y me arrodille a la altura de su vagina. Aumente el ritmo de mi dedo en su clítoris y de apoco iba hacia su entrada que ya estaba bastante húmeda.
Antes de seguir la guíe hasta la cama haciéndola acostar. Le abrí las piernas con mis manos y seguí tocando con mi dedo algo dudosa de hacer o no lo que pensaba. Me decidí y acerque mi boca hasta besar el monte, y fui bajando atrapando su clítoris con mis labios pasando mi lengua de arriba abajo. Sabía tan bien.
—¡Ah, por dios, Sam!—Atrapo mi cabeza con sus manos acercándola aun mas a ese lugar.
Yo ya estaba demasiado excitada, así que me tocaba mi clítoris para sacarme un poco de esa excitación. Con mi otra mano metí latamente un dedo en el interior de MI castaña hasta llegar a esa delgada pared que delataba la virginidad.
—Me duele—Susurro Carly.
—Ya va a pasar, amor. No te preocupes—Le dije con todo mi cariño.
Despacio rompí ese obstáculo. Carly grito pero en pocos minutos gemía a causa del mete saca de mi dedo. Introduje otros dos dedos y seguí en mi labor hasta que sentí como se tensaba. Sentí como llenaba mi boca con su deliciosa miel que bebí sin pensarlo y luego saque mis dedos de su interior. Chapándolos sacándole los restos de miel y algo de sangre que tenían.
—Sam…—Dijo en un tono casi inaudible.
—¿Qué pasa pastelito?—Me posicione sobre ella.
—Me encanto… pero… sigo creyendo que esto no esta bien y… ¡Por dios, acabo de perder mi virginidad con mi mejor amiga! En verdad esto no esta nada bien—Se incorporo y yo quede sentada en sus piernas.
—Yo te amo. Si hay amor no debería de ser malo… Pero tú no me amas…
—Si… digo no… no puedo amar a una mujer… No se lo que siento por ti…—Dijo angustiada abrazándome y escondiendo su rostro en mi cuello—No creo que sea amor… pero siento algo diferente, no como cuando éramos solo amigas. Es algo más…
—Carly, no trates de engañarte a ti misma. Lo que sientes es amor, aunque no quieras aceptarlo.
Ella no dijo nada solo se quedo abrazada a mi. Yo luego de unos minutos me separe y me puse algo de ropa. Y Carly hizo lo mismo luego de 15 minutos.
—Carls…
—¿Qué pasa?
—¿Te gustaría salir conmigo al cine? O donde tú quieras…
—Esta bien—Fuimos abajo para desayunar.
Yo me abalance sobre los sándwiches para asesinarlos y devorarlos brutalmente como acostumbro.
—¿Qué paso en la habitación que gritabas Carly?—Spencer estaba mas serio que de costumbre.
Las dos nos miramos nerviosas y asustadas.
—Sam me asusto y por eso grite.
—Sonabas extraña, no como si estuvieras asustada. Y luego gritaste algo sobre… tu virginidad…
—¡Te dije que no gritaras!—Le grite a Carls.
—¡Nunca me dijiste nada mas que “ya va a pasar pastelito”!
—No fue exactamente eso lo que dije—Exclame con la boca llena de pan.
—Si no te hubieras pasado conmigo yo no hubiera gritado y Spencer no habría escuchado.
—¡No digas que no sentiste nada, por que se muy bien que te gusto!
—¡Ya paren ustedes dos y me explican que hicieron en la maldita habitación!—Grito Spencer haciéndonos sentar y agachar la mirada por el miedo.
—Nada, solo era un estúpido juego—Dije mirando a Carly.
—No parecía un juego por como gritaba mi hermanita. ¿Qué rayos le has hecho Samantha?—Spencer jamás me había llamado Samantha en toda la vida, esto en verdad es serio.
—¡Nada!
—¡Me desvirgo! Eso es lo que hizo—Carly bajo la mirada totalmente roja mientras que yo la miraba con la boca abierta.
—… ¡QUEEEEEEEE!... ¡Son chicas!
—16 años tuvieron que pasar para que lo notaras ¿verdad?—Dije con sarcasmo.
—Esta bien… ya…—Spencer se froto las sienes—son adolescentes, entiendo que quieran experimentar. ¿Pero porque tenias que perder tu tan preciada virginidad con una mujer?
—Eso pregúntale a Sam. Ella lo empezó todo.
—Si, pero jamás intentaste de hacer nada para detenerme.
—Ustedes están…
Spencer suspiro.
—¿Puedes volver a tu casa Sam?—Pregunto el “adulto”.
—Claro, si es que quieres que mi madre me abra la cabeza con botellas de cerveza.
—Esta bien… te quedaras en esta casa, pero desde hoy dormirás en el sofá y Carly en su habitación que va a estar cerrada con llave.
—¿Qué?—Preguntamos al unísono.
—No quiero que vuelvas a hacerle algo así a mi hermanita.
—Ese es mi problema, Spencer.
Spencer tomo del brazo a Carly y la llevo arriba. No se que le habrá dicho pero luego bajaron con caras de malhumor. Carly me tomo de la mano, hizo que me levantara y me planto un beso en la boca frente a su hermano. Yo le correspondí sin más aunque me molestara la presencia de Spencer.
—¿Lo ves?—Pregunto Carly separándose—Nos gusta esto, acéptalo Spencer.
—Esta bien, veo que no cambiaras de opinión. Te apoyo hermanita. Pero aun así no quiero que duerman juntas.
—¡Spencer!
—¡No quiero que mi hermana menor ande gritando así! ¡Hasta los 18 no lo harás otra ves!
Carly solo rodó los ojos, tomo su mochila y nos fuimos. Claro que yo también había tomado mis cosas. Cuando estábamos a mitad de camino paramos.
—¿Entonces que sientes por mi?—Pregunte cuando paramos en un callejón.
—No lo se, Sam. ¿Cuántas veces te lo tendré que repetir?
—Pero… ¿Andarás conmigo?
Se lo pensó por unos momentos.
—Si, pero no te hagas ilusiones. Solo seré tu novia para no herirte…
—¿Herir…? Esta bien. Al menos tendré una novia sexi.
—No me digas así.
—Pero si lo eres—La acorrale contra la pared pero solo para besarla.
—Maldición, besas demasiado bien—Murmuro enojada mientras nos íbamos a la escuela.
Recuerdo que en el momento que cerré los ojos sentí como un clic y por entre mis parpados vi una luz blanca…
Continuará...
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